en los limites del mundo - Hawnk

En el despacho

Procura tener las cosas claras, este “asunto” hay que zanjarlo cuanto antes, explico la voz de un hombre corpulento, un típico soldado que hacía años que ni se ponía el uniforme, era bueno ver como ciertas personas dejaban las armas y se dedicaban más a trabajos de oficina, lejos del fango y de cualquier cosa que pudiera manchar esa preciosa imagen que se habían creado, dar órdenes era fácil, sencillo, o eso pensaba el militar que allí estaba, enfrente del hombre que daba las ordenes, este caso bueno, era bastante distinto, un petición en su temporada de descanso, se pagaba el doble y era algo “engorroso” de los trabajos habituales pero al hombre tampoco le importaba, solo tuvo que ver el dosier que le había cedido aquel vejestorio de gran tamaño corporal para dibujar una gran sonrisa en sus labios, si aquel hombre, Hawnk fuera visto en otro lugar pasaría como un maleante o un criminal, cicatriz enorme que poblaba su testa, una cresta y unos ojos negros marrones que parecían cortar como el cristal sobre lo que se posaban.

-Procura “ser amable”, tendrás una compañera en este encargo, tiene que llegar sana y salva e informar, los datos eran más que claros,por lo que el hombre dedico una amable sonrisa asintiendo con la cabeza ante las palabras dadas, claro que conocían a ciencia cierta los métodos y modos que aquel hombre se las gastaba, por eso especificar las cosas realmente importante de modo que no se pasara de la raya, a veces sus métodos brutos y desproporcionados levantaban la piel de sus propios compañeros, quizás por eso y la falta de empatía con los demás hacía del hombre, el perfecto candidato para todo aquello.

-Conforme quede hecho, tendra su informe.

Próximo al hotel

El hombre en el trascurro del viaje ya había solicitado un alias y revisado infinitas veces el dosier con la información dada, zonas próximas al objetivo además de cómo podría afrontarse aquella especie de raro encargo, aún tenía que ponerse a punto con su compañera la cual estaba en el hotel donde habían quedado, ¿Quién sería?, según parecía se trataba de alguien que conocía el País y que sus dotes podían encajar con las del “carnicero” Hawnk, seria curioso tratar con alguien habilidades eran similares a las del militar, no siempre tenía ese gusto sin formar parte del mismo cuerpo.

El hombre cruzo por el recinto del hotel para acercarse a la recepción, pedir el número de habitación donde había quedado, portaba un gran abrigo de pelo y un pantalón negro y zapatos a juego, casi pudo percibir un halo de desagrado en la persona que le había atendido pues, por sus pintas parecía más un maleante que alguien que estuviera alojado en semejante hotel.

“Pésimo servicio”, reconoció negando con cierta disconformidad saliendo del ascenso que daba hacia al pasillo, en su mano diestra llevaba una botella de Vodka, le había costado una buena pasta, pero pensó que sería apropiado a la hora de conocer a alguien de allí, desconocía casi las costumbres y nociones de esas gentes, ni siquiera se había molestado en aprender mucho, pensaba llegar y actuar, solo eso. Confirmo una vez más que era esa la habitación a la que debía asistir y, quedándose allí parado, espero a que la puerta se abrirá tras tocar con los nudillos.

Tok tok