Not About Angels | Keith.

Not about Angels

Sentía ya los pies como plomos, las botas militares desgastadas por el uso y tiempo le apretaban. Además, Luther ya había perdido la cuenta de cuantas horas llevaba caminando por aquellos callejones desolados necesitaba conseguir un refugio seguro y resguardarse antes de que cayera la bendita tarde, el cansancio acompañado con el hambre comenzaba a debilitarlo poco a poco.

Desconocía hacia donde se dirigía, pero a medida que sus pasos avanzaban más iba dejando atrás las altas estructuras o los restos que quedaba todavía en pie de estas, y el panorama antes sus ojos ahora se dibujaba algo más colorido, indicándole que se acercaba a una zona mucho más campestre, el aire que se respiraba ya dejaba de ser menos nauseabundo, el olor a putrefacción ahora era remplazado por un olor muy peculiar que solía distinguir a medida que la brisa soplaba con ímpetu.

Eran jazmines ¿y por qué reconoció aquel olor?  A ella, a su difunta esposa. Al llegar a las blancas y delicadas flores se detuvo contemplándolas por espacio de algunos segundos, los recuerdos regresaban a su mente, lo hacía constantemente, la nostalgia la mayoría de las veces solía apoderarse de su estado de ánimo, tantos años y aun no podía sacarse de sus pensamientos aquella desgarradora escena y esto mismo le estaba carcomiendo todo por dentro.

¿Por qué seguía con vida? ¿Cuál era su propósito en medio de todo este choque apocalíptico? según él ya nada tenía sentido. ¿Por qué seguía en pie, por que seguía respirando, que tipo de karma estaba pagando? Todas esas preguntas se agolpaban en su cabeza siempre que buscaba pensar en lo sucedido. Sabía que lamentarse no las traería de vuelta y que mucho menos existirían posibilidades de que más adelante pudiera encontrarse con sus compañeros.

Se preguntaba si alguno de ellos a estas alturas estaría con vida, si era el único sobre la faz de la tierra sin exageraciones, era imposible creerlo, pero en ocasiones la mente le jugaba a tal punto de que él mismo llegaba a un punto que se lo cuestionaba. Dejando atrás aquella ensoñación provocada por la nostalgia y la soledad Luther prosiguió su camino encontrando más adelante una vivienda abandonada. Rebusco cada rincón de la vieja estructura, no encontró reserva, mucho menos ropa decente que pudiera usarse, pero si un refugio seguro que le permitiera resguardarse al menos por una noche.