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Estás solo, todo está destruído, la muerte quiere cazarte. Has sobrevivido al fin y eso no es todo: esta guerra sigue en pie, pues el fin supone un nuevo principio, uno más tormentoso donde tendrás que demostrar lo que vales. ¿Crees poder sobrevivir?, si no... Abandonad toda esperanza aquellos que os adentráis en este nuevo, virulento y destrozado lugar.
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Rol en Off → The Hunger Games #Tributos
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The Hunger Games Rol
The Hunger Games Rol
Estamos en Los Mundos de Yupi, por lo que el siguiente rol no entra en la historia del foro, es en Off, (raaaro...) Pero para pasar un poco el rato.
Distrito 1
♀ Charlotte Clawson
♂ Arthur Grey
Distrito 2
♀ Vanessa A. Walcott
♂ Leon S. Kennedy
Distrito 3
♀ Aniet C. Truman
♂ Hiel Baird
Distrito 4
♀ Zenobia Aleixandre
♂ Jared Greace
Distrito 5
♀ Avery W. Pond
♂ Adrian J. Belikov
Distrito 6
♀ Minzy
♂ Dae-Hyun
Distrito 7
♀ Milenka Furey
♂ Josh Mcguire
Distrito 8
♀ Sylvia Weis
♂ Baekho
Distrito 9
♀ Khira Gottheit
♂ Keanu Reeves
Distrito 10
♀ K-Mart
♂ Iñaki/Nacho
Distrito 11
♀ Anna Stephens
♂ Jacob Gallaher
Distrito 12
♀ Amaya Kusakabe
♂ Luther West
Narrador
Agent 4.0
By Nessa for ETS4.0Situación del Rol: INICIO
Se supone que hemos pasado unos días ne el Capitolio, allí hemos entrenado todos juntos, nos han enseñado algunas cosas, no nos han hecho máquinas de matar, pero si que nos han enseñado lo básico para sobrevivir en el lugar en el que vamos a estar. Nos han llevado a unas habitaciones para que nos preparemos, nos han dejado unas ropas y nos han permitido llevar un único objeto, algo que nos recuerde a nuestras familias, algo que ni sea un arma, ni nos ayudará a sobrevivir, un objeto cualquiera. En la habitación hay un circulo en el suelo, entramos en él y es una especie de ascensor que nos asciende a un prado. Todos estamos al rededor de la cornucopia (haz clic) en esas plataformas, si sales de esa plataforma volarás en mil pedazos, están rodeadas de minas que se desactivan cuando acaba la cuenta atrás y suena el gong, entonces empieza el baño de sangre, como es muy lioso cuando acabe el baño de sangre sonará un cañonazo por victima, a partir de entonces cada vez que muera alguien sonará un cañonazo y por las noches en el cielo se proyectarán imágenes de los fallecidos.
El primer rol que haremos todos será el de explicar nuestra situación hasta que nos suben en las plataformas al prado y vemos la cornucopia en el centro, ninguno podremos salir hasta que no suene el gong, si no explotáis en mi pedacítos (uno menos), Agent 4.0 dará el gong de salida.
Se ha apuntado como narrador y por tanto él llevará las muertes, los cañonazos, el clima y todo lo que ocurra, porque conforme vaya muriendo gente irán ocurriendo cosas que nos pondrán en peligro, los juegos pueden durar días e inclusos semanas.
Todos llevamos la misma ropa y nada más. Nos permiten llevar un objeto que nos recuerde a nuestra familia o cualquier cosa que sea inofensiva y no sirva para nada. Hemos decidido mantener nuestros nombres y avatares, pero lo que es la historia de los personajes la podemos inventar conforme narramos, otra cosa es lo de los aliados, se supone que los hemos planificado en los entrenamientos. (Aunque haya sido en off, por CB y esas cosas...)
El terreno de juego es el siguiente: Haz clic
Se trata de una zona de bosques, la Cornucopia se encuentra en el centro de un prado rodeado de árboles y a un lado un enorme lago, en los bosques hay un río y zonas montañosas y al otro lado del bosque y de la Cornucopia hay una zona de trigales.
Todo lo que debes de saber, incluso una imagen para guiarte está aquí: (haz clic) cuando suene el gong eres libre de ir a por lo que quiera, pero tened en cuenta el número de cosas que hay y que los que antes posteen antes se quedan con ellas, así que si veis que se os adelantan a por el último objeto editais vuestros roles, sed lógicos porque los demás seremos testigos y jueces (?)
Cuando queráis atacar a un personaje deberéis escribir el rol y utilizar el dado de Desafíos, si sale bien es decir la V verde es que el ataque ha salido bien y el otro tiene la posibilidad de defenderse y huir utilizando una lanzada de dados, si por el contrario a quien ataca le sale mal, el otro tiene la posibilidad de atacarle con una nueva lanzada de dados. Sed lógicos y no vayáis a matar con un solo golpe todo el rato. Por lo que si el atacado no ha podido defenderse y el otro le ha dado el segundo aunque esté herido tiene la posibilidad de huir si el siguiente dado le sale bien, pero si la primera herida es mortal nada.
1º Todas las normas del foro quedan establecidas aquí también: Mínimo de lineas, nada de metarol, menos hacer cosas imposibles etc...
2º Si te hieren, nadie se cura por arte de magia.
3º El orden de posteo: No hay orden de posteo, siempre y cuando no hayan dobles posts.
4º COHERENCIA: Hará frío, apenas habrá comida, no podéis cargar con 20.000 cosas a la vez, estaréis cansados, sueño... Todas esas cosas, queremos a Chuck Norris, pero aquí no (?)
5º Patrocinadores: Gente del foro que no participa en el rol, os pueden enviar cosas, (haz clic), pero si os manda algo tenéis que rolear como os llega, en los juegos de verdad enviaban las cosas colgadas de unos pequeños paracaidas que caían cerca de los tributos a quienes les tenían que llegar. Lo roleais, no vais a tener por arte de magia el objeto.
Para empezar
El primer rol que haremos todos será el de explicar nuestra situación hasta que nos suben en las plataformas al prado y vemos la cornucopia en el centro, ninguno podremos salir hasta que no suene el gong, si no explotáis en mi pedacítos (uno menos), Agent 4.0 dará el gong de salida.
Agent 4.0
Se ha apuntado como narrador y por tanto él llevará las muertes, los cañonazos, el clima y todo lo que ocurra, porque conforme vaya muriendo gente irán ocurriendo cosas que nos pondrán en peligro, los juegos pueden durar días e inclusos semanas.
Personajes
Todos llevamos la misma ropa y nada más. Nos permiten llevar un objeto que nos recuerde a nuestra familia o cualquier cosa que sea inofensiva y no sirva para nada. Hemos decidido mantener nuestros nombres y avatares, pero lo que es la historia de los personajes la podemos inventar conforme narramos, otra cosa es lo de los aliados, se supone que los hemos planificado en los entrenamientos. (Aunque haya sido en off, por CB y esas cosas...)
Terreno de juego: Arena
El terreno de juego es el siguiente: Haz clic
Se trata de una zona de bosques, la Cornucopia se encuentra en el centro de un prado rodeado de árboles y a un lado un enorme lago, en los bosques hay un río y zonas montañosas y al otro lado del bosque y de la Cornucopia hay una zona de trigales.
Cornucopia
Todo lo que debes de saber, incluso una imagen para guiarte está aquí: (haz clic) cuando suene el gong eres libre de ir a por lo que quiera, pero tened en cuenta el número de cosas que hay y que los que antes posteen antes se quedan con ellas, así que si veis que se os adelantan a por el último objeto editais vuestros roles, sed lógicos porque los demás seremos testigos y jueces (?)
Enfrentamientos & Dados
Cuando queráis atacar a un personaje deberéis escribir el rol y utilizar el dado de Desafíos, si sale bien es decir la V verde es que el ataque ha salido bien y el otro tiene la posibilidad de defenderse y huir utilizando una lanzada de dados, si por el contrario a quien ataca le sale mal, el otro tiene la posibilidad de atacarle con una nueva lanzada de dados. Sed lógicos y no vayáis a matar con un solo golpe todo el rato. Por lo que si el atacado no ha podido defenderse y el otro le ha dado el segundo aunque esté herido tiene la posibilidad de huir si el siguiente dado le sale bien, pero si la primera herida es mortal nada.
Normas
1º Todas las normas del foro quedan establecidas aquí también: Mínimo de lineas, nada de metarol, menos hacer cosas imposibles etc...
2º Si te hieren, nadie se cura por arte de magia.
3º El orden de posteo: No hay orden de posteo, siempre y cuando no hayan dobles posts.
4º COHERENCIA: Hará frío, apenas habrá comida, no podéis cargar con 20.000 cosas a la vez, estaréis cansados, sueño... Todas esas cosas, queremos a Chuck Norris, pero aquí no (?)
5º Patrocinadores: Gente del foro que no participa en el rol, os pueden enviar cosas, (haz clic), pero si os manda algo tenéis que rolear como os llega, en los juegos de verdad enviaban las cosas colgadas de unos pequeños paracaidas que caían cerca de los tributos a quienes les tenían que llegar. Lo roleais, no vais a tener por arte de magia el objeto.
Participantes
Distrito 1
♀ Charlotte Clawson
♂ Arthur Grey
Distrito 2
♀ Vanessa A. Walcott
♂ Leon S. Kennedy
Distrito 3
♀ Aniet C. Truman
♂ Hiel Baird
Distrito 4
♀ Zenobia Aleixandre
♂ Jared Greace
Distrito 5
♀ Avery W. Pond
♂ Adrian J. Belikov
Distrito 6
♀ Minzy
♂ Dae-Hyun
Distrito 7
♀ Milenka Furey
♂ Josh Mcguire
Distrito 8
♀ Sylvia Weis
♂ Baekho
Distrito 9
♀ Khira Gottheit
♂ Keanu Reeves
Distrito 10
♀ K-Mart
♂ Iñaki/Nacho
Distrito 11
♀ Anna Stephens
♂ Jacob Gallaher
Distrito 12
♀ Amaya Kusakabe
♂ Luther West
Narrador
Agent 4.0
No memories, no pain, no life...
Casi desde que tengo uso de razón me estoy preparando para este momento. Todas las tardes de entrenamientos valdrán la pena. Nadie me quitará la oportunidad. Estábamos esperando escuchar los elegidos. Ahora.
Di un paso adelante y me presenté voluntaria, en todos mis aprendizajes había cumplido mis objetivos por descontado, destacando en agilidad y velocidad, pese a no ser muy grande o fuerte, sabía usar inteligentemente mi cuerpo. No fui la única, mi compañero de distrito también se ofreció voluntario. Bien, los del distrito 1 destacábamos por nuestra fuerza interior y buena disposición, todo un orgullo, seguro uno de nosotros seríamos el vencedor, de eso no cabía la menor duda.
Llegó el día, ya tenía todo preparado, me despedí de mi familia, mi madre me dio su pañuelo bordado y de él brotaba el aroma de su mejor perfume. Mi padre muy orgulloso se despidió con un "nos vemos pronto". Claro que yo sabía que iba a seer cierto.
La ropa un asco, si, funcional, pero un asco, no podía más que aceptarla y exigí me hicieran unas trenzas de espiga para tener el pelo salvaje bien amarrado, me maquillaron y me dejé gustosa, siempre me gustaron estas cosas. Ella terminó con las cosas, se paró frente a mi y agachó la cabeza en señal de haber finalizado, eché un vistazo a mi alrededor, la hora había llegado.
Caminé hacia la plataforma y aquélla me llevó hasta el lugar, empecé a estirar los músculos para prepararme para salida, un primer mal paso sería la derrota desde el principio tomé aire lentamente y más despacio lo expulsaba, lo mejor salir relajada, continué así hasta volver a quedarme parada, volví a amirar el lugar y localicé la cornucopia famosa, moví los hombros hacia atrás y esperé lista a escuchar aquel ansiado Gong...
Di un paso adelante y me presenté voluntaria, en todos mis aprendizajes había cumplido mis objetivos por descontado, destacando en agilidad y velocidad, pese a no ser muy grande o fuerte, sabía usar inteligentemente mi cuerpo. No fui la única, mi compañero de distrito también se ofreció voluntario. Bien, los del distrito 1 destacábamos por nuestra fuerza interior y buena disposición, todo un orgullo, seguro uno de nosotros seríamos el vencedor, de eso no cabía la menor duda.
Llegó el día, ya tenía todo preparado, me despedí de mi familia, mi madre me dio su pañuelo bordado y de él brotaba el aroma de su mejor perfume. Mi padre muy orgulloso se despidió con un "nos vemos pronto". Claro que yo sabía que iba a seer cierto.
La ropa un asco, si, funcional, pero un asco, no podía más que aceptarla y exigí me hicieran unas trenzas de espiga para tener el pelo salvaje bien amarrado, me maquillaron y me dejé gustosa, siempre me gustaron estas cosas. Ella terminó con las cosas, se paró frente a mi y agachó la cabeza en señal de haber finalizado, eché un vistazo a mi alrededor, la hora había llegado.
Caminé hacia la plataforma y aquélla me llevó hasta el lugar, empecé a estirar los músculos para prepararme para salida, un primer mal paso sería la derrota desde el principio tomé aire lentamente y más despacio lo expulsaba, lo mejor salir relajada, continué así hasta volver a quedarme parada, volví a amirar el lugar y localicé la cornucopia famosa, moví los hombros hacia atrás y esperé lista a escuchar aquel ansiado Gong...
Ya había llegado el momento, sabía que tarde o temprano me tocaría, ya nunca volvería a ser lo mismo, con o sin mí, ganado o perdiendo los juegos, todo lo teníamos que dar para vivir, o morir. Allí me encontraba, frente al espejo, viendo como mi estilista, Eithan, le daba los últimos retoques al pelo, me lo puso largo y ondulado, él decía que me quedaba mejor, colocó dos horquillas, me dijo que me levantara para retocar ahora el traje, ajustado, permitiría que me moviera mejor, y subiera a los árboles, cómo me habían enseñado en mi Distrito, que básicamente se dedicaba a eso. También podría plantar algunos alimentos, nos darían más fuerzas, y sabría cómo esquivar las rastrevíspulas...
Me colocó el anillo que mi hermana me había dado, lo miré, brillaba, espera... Antes no brillaba tanto, ¿qué le habían hecho? Bueno, eso daba igual, si luego más que se me iba a ensuciar, respiré hondo, el tubo transparente ya estaba preparado para que subiera, mi estilista que se ha portado tan bien conmigo, y esté casi llorando porque me iba... No tiene precio. Me dijo que podía ganar si utilizaba la cabeza, me pegó un abrazo que casi veo las estrellas, me agarró la cara, me sonrió y me pegó un empujón para que subiera a la plataforma. Muy bien, ya puse un pie, puse el otro, el tubo ascendió dejándome atrapada por un momento, no me gustaba nada estar ahí, puse las manos en el cristal, dando pequeños golpecitos, cruzando la mirada con la de Eithan, viendo cómo decía un adiós inaudible, y un leve movimiento de mano hacia los lados, le sonreí y le dije también adiós.
Me coloqué ya bien, notando como ascendía lentamente. Ya la brisa me daba de lado, la brillante luz no me dejaba ver nada, hasta que parpadeé seguidamente, lo primero que vi, la Cornucopia por detrás, me tocó por la parte trasera de ésta, sonreí, así podía poner a prueba nuestro truco, observé los lados, no veía a mis aliados, estaban por delante, pude ver a uno de refilón, pero ya está, hice crujir mis dedos preparada para salir corriendo, miré el anillo una última vez, para ponerme en posición, la cuenta atrás había empezado, y estábamos todos nerviosos, íbamos a matarnos unos a otros. Un paso adelantado y moriría, automáticamente, un ¡PUM! Seguido de un zasca...
Me colocó el anillo que mi hermana me había dado, lo miré, brillaba, espera... Antes no brillaba tanto, ¿qué le habían hecho? Bueno, eso daba igual, si luego más que se me iba a ensuciar, respiré hondo, el tubo transparente ya estaba preparado para que subiera, mi estilista que se ha portado tan bien conmigo, y esté casi llorando porque me iba... No tiene precio. Me dijo que podía ganar si utilizaba la cabeza, me pegó un abrazo que casi veo las estrellas, me agarró la cara, me sonrió y me pegó un empujón para que subiera a la plataforma. Muy bien, ya puse un pie, puse el otro, el tubo ascendió dejándome atrapada por un momento, no me gustaba nada estar ahí, puse las manos en el cristal, dando pequeños golpecitos, cruzando la mirada con la de Eithan, viendo cómo decía un adiós inaudible, y un leve movimiento de mano hacia los lados, le sonreí y le dije también adiós.
Me coloqué ya bien, notando como ascendía lentamente. Ya la brisa me daba de lado, la brillante luz no me dejaba ver nada, hasta que parpadeé seguidamente, lo primero que vi, la Cornucopia por detrás, me tocó por la parte trasera de ésta, sonreí, así podía poner a prueba nuestro truco, observé los lados, no veía a mis aliados, estaban por delante, pude ver a uno de refilón, pero ya está, hice crujir mis dedos preparada para salir corriendo, miré el anillo una última vez, para ponerme en posición, la cuenta atrás había empezado, y estábamos todos nerviosos, íbamos a matarnos unos a otros. Un paso adelantado y moriría, automáticamente, un ¡PUM! Seguido de un zasca...
- OFF:
- Gentecilla, que no os enfadéis conmigo, que yo voy a matar, ni compasión ni leches, ale y que os escondan xD
- Anna:
- Stephens:
- Awards:
Una ligera corriente de aire recorrió aquel lugar, la pradera en la que se había preparado la zona cero de la que sería una gran batalla, la arena que parecía un lugar de lo más natural había sido meticulosamente preparada para que en ella tuviera lugar una guerra entre gente que ni siquiera eran soldados. Algunos más preparados que otros se enfrentarían por lograr la victoria, pero esa victoria no solo colmaría de bienes y riquezas al vencedor, ya no se trataba de luchar por un tesoro normal y corriente si no por el más preciado por la vida misma de cada uno de los rivales que entrarían en el juego.
La nación entera de Panem vería el enfrentamiento, vería como sus hijos, sus hermanos, sus padres en algunos casos se enfrentaban contra otros en la misma situación por la vida misma, los perdedores tan solo encontrarían la muerte y no una bonita muerte, no había muerte agradable, pero es que sin duda las muertes que iban a ocurrir aquí serían todas terroríficas, ¿había algo peor que para vivir tuvieras que acabar con la vida de otro? Y no solo de uno, con suerte solo llevarías una muerte en tu conciencia, si querías ganar debías mancharte las manos de sangre y a eso habían venido los tributos que habían sido seleccionados durante las cosechas en sus distritos. Un varón y una mujer por distrito, para recordarles a todos que el poder lo seguía teniendo el Capitolio y que los días oscuros, ya pasados, siguieran de alguna forma presentes, recordarles que El Capitolio podía aplastar cada uno de sus hogares como lo hizo con el Distrito 13, ellos intentaron revelarse y ahora ni existía, así les demostrábamos como los teníamos en nuestras manos, dejando que sus hijos, sus familiares más queridos fueran enviados a un campo de batalla y vieran como se mataban unos entre otros, ese era el castigo por la antigua revelación que cometió el 13, una forma permanente de recordar quien tenía el poder allí. Y de que si se alzaban serían aplastados como ocurrió con los últimos que lo intentaron.
- 25, 24, 23, 22... - Aquella voz sonaba por toda la pradera tranquila, relajada, como si nada malo fuera a ocurrir cuando llegase al cero, una voz seria que creaba expectación y emoción en los miles de pares de ojos que desde sus hogares iban a vivir aquella tragedia a ser testigos de ella pero por el contrario a otros estaban deseosos de que llegase ese gong. - ... 10, 9, 8, 7, 6, 5... - La tensión entre los tributos era más que palpable en el aire, conforme la cuenta atrás decrecía varias nubes comenzaron a avanzar por el cielo cubriendo el sol como si de alguna forma quisieran que este evitara ver aquello, para los Tributos omitir aquello sería todo un milagro, unas nubes grises taparo finalmente el cielo a la vez que una corriente de aire con más fuerza surcaba por la pradera haciendo todo aquello aún más complicado, creando la estampa dramática que aquel lugar representaba en verdad y no el sitio tan hermoso que parecía en un principio. - ... 5, 4, 3, 2, 1... - La voz de aquel funcionario se detuvo unos segundos creando expectación y finalmente soltó el ansiado cero para muchos. - Cero.
Acompañado de este número el anhelado gong sonó a la vez que las minas del alrededor de las plataformas se desactivaban, los Juegos del Hambre acababan de comenzar dando paso al baño de sangre.
La nación entera de Panem vería el enfrentamiento, vería como sus hijos, sus hermanos, sus padres en algunos casos se enfrentaban contra otros en la misma situación por la vida misma, los perdedores tan solo encontrarían la muerte y no una bonita muerte, no había muerte agradable, pero es que sin duda las muertes que iban a ocurrir aquí serían todas terroríficas, ¿había algo peor que para vivir tuvieras que acabar con la vida de otro? Y no solo de uno, con suerte solo llevarías una muerte en tu conciencia, si querías ganar debías mancharte las manos de sangre y a eso habían venido los tributos que habían sido seleccionados durante las cosechas en sus distritos. Un varón y una mujer por distrito, para recordarles a todos que el poder lo seguía teniendo el Capitolio y que los días oscuros, ya pasados, siguieran de alguna forma presentes, recordarles que El Capitolio podía aplastar cada uno de sus hogares como lo hizo con el Distrito 13, ellos intentaron revelarse y ahora ni existía, así les demostrábamos como los teníamos en nuestras manos, dejando que sus hijos, sus familiares más queridos fueran enviados a un campo de batalla y vieran como se mataban unos entre otros, ese era el castigo por la antigua revelación que cometió el 13, una forma permanente de recordar quien tenía el poder allí. Y de que si se alzaban serían aplastados como ocurrió con los últimos que lo intentaron.
- 25, 24, 23, 22... - Aquella voz sonaba por toda la pradera tranquila, relajada, como si nada malo fuera a ocurrir cuando llegase al cero, una voz seria que creaba expectación y emoción en los miles de pares de ojos que desde sus hogares iban a vivir aquella tragedia a ser testigos de ella pero por el contrario a otros estaban deseosos de que llegase ese gong. - ... 10, 9, 8, 7, 6, 5... - La tensión entre los tributos era más que palpable en el aire, conforme la cuenta atrás decrecía varias nubes comenzaron a avanzar por el cielo cubriendo el sol como si de alguna forma quisieran que este evitara ver aquello, para los Tributos omitir aquello sería todo un milagro, unas nubes grises taparo finalmente el cielo a la vez que una corriente de aire con más fuerza surcaba por la pradera haciendo todo aquello aún más complicado, creando la estampa dramática que aquel lugar representaba en verdad y no el sitio tan hermoso que parecía en un principio. - ... 5, 4, 3, 2, 1... - La voz de aquel funcionario se detuvo unos segundos creando expectación y finalmente soltó el ansiado cero para muchos. - Cero.
Acompañado de este número el anhelado gong sonó a la vez que las minas del alrededor de las plataformas se desactivaban, los Juegos del Hambre acababan de comenzar dando paso al baño de sangre.
PÍDEME ROL + MP
- We are Enjoy the Silence 4.0:
Nueve años matando zombies... Y no nos cansamos. ¡GRACIAS A TODOS!
Jacob, sabes perfectamente que hacer. Lo hemos planeado todo hasta el más minucioso milímetro, así que ya sabes que hacer… Corre todo lo que puedas, corre hasta ahogarte, corre hasta que mates a alguien bajo tus pies si hace falta, sabes que hacer, quienes son tus aliados, quienes tus enemigos. Hemos planeado esto minuciosamente, hasta el último detalle… Espero que todo vaya bien, joder.
He de ser el primero en llegar, soy muy rápido, llevo muchos años dedicándome a correr por los campos para avisar a todos de los turnos de descanso. Solo piensa que este prado es el Distrito 11, llega a la Cornucopia. Consigue las armas con las que practicaste, coge la mochila, tú sabes que hacer, joder… Sabes que hacer, recuerda quienes te ven.
Tres… Lo has visto miles de veces en anteriores Juegos del Hambre… Dos… Tus aliados son buenos… Uno… Recuerda en lo que eras bueno…
GONG
Un pitidito al suelo me da incluso mejor señal de que puedo salir corriendo, y eso hago, corriendo como un loco, sin parar, notando la velocidad en todo mi ser. Sonrío para mí mismo, soy veloz, muy veloz… No permitiré que me jodan… Sea a quien sea, yo seré el que mate, prefiero morir de una forma noble, sinceramente.
Muchos metros nos separan de la Cornucopia realmente, pero aún así los voy superando paso a paso, zancada a zancada, notando como algo de terreno cede ante la presión de mis pies. Un solo segundo por pisada, paso y paso. Corre, corre más o muere, tú eliges Jacob.
En mi mente suena la risa de mi familia, un recuerdo cálido. Si sobrevivo… Los colmaré de riquezas, es cierto… Pero me interesa más el no morir que las riquezas que me puedan dar. Mira a las criaturas que habitan en el capitolio… Colores chillones, parecen algunos monstruos humanoides. Verde, purpura, azul… Todo tipo de colores por el Capitolio.
Agg… Me asqueaba. Corro aún más rápido si cabe, estoy dando el cien por ciento de mí, si pudiera dar más lo daría…
Paso las mochilas pequeñas, comida o agua, paso las mochilas medianas, comida y agua, llego hasta las grandes, comida, agua y medicinas. Alargo el brazo y me llevo una con rapidez, voy con ella a las espaldas sin detenerme ni un segundo.
Llego a la Cornucopia, se lo que he de coger, lo divisé desde lo lejos. Alargo mis manos y las meto en unos guantes de garras de gato. Seis cuchillas afiladas hasta que puedan cortar la madera como si de mantequilla fuera.
Cogí un chaleco de dagas y me lo pasé por encima. Con una patada hice caer la mesa de las armas pequeñas, las demás garras, las ballestas y los arcos. Si alguien las quería que se agachase a por ellas.
Me adelanté unos pasos. Hora del baño de sangre.
He de ser el primero en llegar, soy muy rápido, llevo muchos años dedicándome a correr por los campos para avisar a todos de los turnos de descanso. Solo piensa que este prado es el Distrito 11, llega a la Cornucopia. Consigue las armas con las que practicaste, coge la mochila, tú sabes que hacer, joder… Sabes que hacer, recuerda quienes te ven.
Tres… Lo has visto miles de veces en anteriores Juegos del Hambre… Dos… Tus aliados son buenos… Uno… Recuerda en lo que eras bueno…
GONG
Un pitidito al suelo me da incluso mejor señal de que puedo salir corriendo, y eso hago, corriendo como un loco, sin parar, notando la velocidad en todo mi ser. Sonrío para mí mismo, soy veloz, muy veloz… No permitiré que me jodan… Sea a quien sea, yo seré el que mate, prefiero morir de una forma noble, sinceramente.
Muchos metros nos separan de la Cornucopia realmente, pero aún así los voy superando paso a paso, zancada a zancada, notando como algo de terreno cede ante la presión de mis pies. Un solo segundo por pisada, paso y paso. Corre, corre más o muere, tú eliges Jacob.
En mi mente suena la risa de mi familia, un recuerdo cálido. Si sobrevivo… Los colmaré de riquezas, es cierto… Pero me interesa más el no morir que las riquezas que me puedan dar. Mira a las criaturas que habitan en el capitolio… Colores chillones, parecen algunos monstruos humanoides. Verde, purpura, azul… Todo tipo de colores por el Capitolio.
Agg… Me asqueaba. Corro aún más rápido si cabe, estoy dando el cien por ciento de mí, si pudiera dar más lo daría…
Paso las mochilas pequeñas, comida o agua, paso las mochilas medianas, comida y agua, llego hasta las grandes, comida, agua y medicinas. Alargo el brazo y me llevo una con rapidez, voy con ella a las espaldas sin detenerme ni un segundo.
Llego a la Cornucopia, se lo que he de coger, lo divisé desde lo lejos. Alargo mis manos y las meto en unos guantes de garras de gato. Seis cuchillas afiladas hasta que puedan cortar la madera como si de mantequilla fuera.
Cogí un chaleco de dagas y me lo pasé por encima. Con una patada hice caer la mesa de las armas pequeñas, las demás garras, las ballestas y los arcos. Si alguien las quería que se agachase a por ellas.
Me adelanté unos pasos. Hora del baño de sangre.
¿Qué se supone que hay que hacer cuando sabes que vas a morir?, sé que voy a morir, soy yo contra unos veintitrés más, bueno, algo así, se supone que tengo aliados, pero al final de todo seremos todos contra todos ¿no? ¿Cómo se supone que debo actuar ahora?, la cabeza me empezaba a dar vueltas, era bastante bestia el hecho de que quisiera luchar, pero es que no me quedaba de otra, nadie había un pacto de paz para joder al capitolio, ni nadie lo iba a hacer, si no nos matábamos nosotros seguro que ellos ya se encargarían de hacerlo y todos luchaban por su vida, entonces yo lucharía por no morir de las primeras, la verdad era que estaba asustada, pero no quería mostrar aquel temor, ese miedo extremo a mi avisada pero desconocida muerte, eso era lo que más temía la forma en la que moriría, ¿sería rápida, indolora, o todo lo contrario?, eso me había estado torturando desde que mi nombre había salido de aquella jodida urna, en el último momento decidí que todos teníamos las mismas oportunidades de salir con vida, pero que ya que había varios que tratarían de acabar conmigo a la primera de cambio yo haría lo mismo y lucharía aunque solo fuera para que mi vida pareciera algo más valiosa y difícil de acabar con ella, no era un juego limpio, ni siquiera una buena motivación, ni bonita, muchos de los presentes luchaban por honor tal vez, por riqueza, por amor a sus familias, por volver a un hogar, ¿yo por qué lo haría?
Medio sonreí de forma amarga para mi misma, no tenía una razón para volver a casa, seguro que a mis padres les daría igual lo que ocurriese aquí ahora, la única que estaría viendo esto y que confiase en mi sería mi abuela y a ella tampoco es que le quedara mucho... Vale Vanessa, sabes que vas a morir, si, lo sabes, pero al menos intenta que el el ganador se gane esa victoria, van a acabar con tu vida, haz ver que vale mucho... Me iba diciendo mentalmente mientras que miraba a mi alrededor, eso era, debía jugar y ponérselo difícil al resto, pero yo tampoco quería aquello, no quería verme igual que el resto, no quería ser una asesina... ¿Pero había algo que hacer ahora para tratar de entrar en razón a miles de personas a las que aquello les divertía?.
No y los ojos de mis rivales me decían que iban a luchar.
Me coloqué en el interior de la plataforma en una posición bastante rara, pero la perfecta para salir corriendo en cuento sonase el gong y encima la que me permitía aquella cosa de tal forma que no me cayera ni nada por el estilo antes de tiempo y saltase en mil pedacitos, cerré los ojos y respiré hondo conforme la cuenta atrás disminuía hasta que el sonido metálico que indicaba el comienzo sonó.
Ya no eres una niña.
Abrí los ojos de par en par a la vez que me impulsaba hacia adelante dando un salto sobre el césped para entonces echar a correr con todas mis fuerzas detrás de el que era mi aliado, sonreí de lado al recordar el plan a seguir, todo iba a salir a la perfección, Jacob llegó y lanzó todo por el suelo a la vez que cogía lo que él quería, frené en seco al llegar, había pasado todo lo que ahora no me interesaba y ya estaba en la cornucopia, nada más llegar, sin parar siquiera agarré una ballesta y un paquete de virotes que allí habían y los lancé con todas mis fuerzas a lo alto de la Cornucopia, ambos cayeron a la primera en el tejado, sonreí al escuchar el golpe y como cayeron, me moví cerca de Jacob estirando un brazo para coger una segunda ballesta que lancé al igual que la primera al mismo punto, con la otra mano me hice con una katana preparándome para la llegada del resto cogí un segundo paquete de virotes que lancé al mismo sitio y seguidamente una segunda katana para tener una en cada mano, con el pie empujé la mesa en la que estaban las palas y arrastré una con el pie a un lado detrás mío, luego me coloqué al lado de Jacob, respirando de forma profunda preparándonos para el ataque. Allí llegaban todos...
En el último momento agarré un tomahawk, una de esas hachas pequeñas y la coloqué en mi cinturón, además de la única espada que había, esta no sería para mi, la coloqué en mi cinturón, para asegurarme así de que si uno de nuestros aliados llegaba más tarde tuviera algo con lo que entretenerse, seguidamente moví ambas katanas en mis manos dispuesta a atacar y defenderme a mi y a mis compañeros de cualquiera que estuviera dispuesto a matarnos, daba comienzo el baño de sangre.
Medio sonreí de forma amarga para mi misma, no tenía una razón para volver a casa, seguro que a mis padres les daría igual lo que ocurriese aquí ahora, la única que estaría viendo esto y que confiase en mi sería mi abuela y a ella tampoco es que le quedara mucho... Vale Vanessa, sabes que vas a morir, si, lo sabes, pero al menos intenta que el el ganador se gane esa victoria, van a acabar con tu vida, haz ver que vale mucho... Me iba diciendo mentalmente mientras que miraba a mi alrededor, eso era, debía jugar y ponérselo difícil al resto, pero yo tampoco quería aquello, no quería verme igual que el resto, no quería ser una asesina... ¿Pero había algo que hacer ahora para tratar de entrar en razón a miles de personas a las que aquello les divertía?.
No y los ojos de mis rivales me decían que iban a luchar.
Me coloqué en el interior de la plataforma en una posición bastante rara, pero la perfecta para salir corriendo en cuento sonase el gong y encima la que me permitía aquella cosa de tal forma que no me cayera ni nada por el estilo antes de tiempo y saltase en mil pedacitos, cerré los ojos y respiré hondo conforme la cuenta atrás disminuía hasta que el sonido metálico que indicaba el comienzo sonó.
Ya no eres una niña.
Abrí los ojos de par en par a la vez que me impulsaba hacia adelante dando un salto sobre el césped para entonces echar a correr con todas mis fuerzas detrás de el que era mi aliado, sonreí de lado al recordar el plan a seguir, todo iba a salir a la perfección, Jacob llegó y lanzó todo por el suelo a la vez que cogía lo que él quería, frené en seco al llegar, había pasado todo lo que ahora no me interesaba y ya estaba en la cornucopia, nada más llegar, sin parar siquiera agarré una ballesta y un paquete de virotes que allí habían y los lancé con todas mis fuerzas a lo alto de la Cornucopia, ambos cayeron a la primera en el tejado, sonreí al escuchar el golpe y como cayeron, me moví cerca de Jacob estirando un brazo para coger una segunda ballesta que lancé al igual que la primera al mismo punto, con la otra mano me hice con una katana preparándome para la llegada del resto cogí un segundo paquete de virotes que lancé al mismo sitio y seguidamente una segunda katana para tener una en cada mano, con el pie empujé la mesa en la que estaban las palas y arrastré una con el pie a un lado detrás mío, luego me coloqué al lado de Jacob, respirando de forma profunda preparándonos para el ataque. Allí llegaban todos...
En el último momento agarré un tomahawk, una de esas hachas pequeñas y la coloqué en mi cinturón, además de la única espada que había, esta no sería para mi, la coloqué en mi cinturón, para asegurarme así de que si uno de nuestros aliados llegaba más tarde tuviera algo con lo que entretenerse, seguidamente moví ambas katanas en mis manos dispuesta a atacar y defenderme a mi y a mis compañeros de cualquiera que estuviera dispuesto a matarnos, daba comienzo el baño de sangre.
No memories, no pain, no life...
Ahora era el momento, el momento de prepararse para el tan temido baño de sangre, el momento para recordar tanto a amigos como enemigos, el momento para pensar en los que mataré en el a arena. Me olvido por un momento de mi hermana, de mi madre ciega, de mi padre muerto hará ahora dos años. Ahora ellos no importan tanto como antes por un segundo. Rememoro el plan que tengo con mis aliados, rememoro lo que aprendí en los entrenamientos y en mi distrito. Ahora es el momento de luchar.
La cuenta atrás comienza, pero es mi mente la que me dice cuántos segundos quedan. Conozco a mis aliados, conozco a mis enemigos. Ahora no hay tiempo para lamentarse y llorar o pensar en que voy a morir. Mi mente se centra en llegar a la Cornucopia entre los primeros y coger un arma, en no dejar que me maten. Suspiro. Tres segundos me separan de salir corriendo. Dos segundos. Mis aliados estarán allí para ayudarme si lo necesito. Uno. Me preparo para correr. Cero. El gong suena.
Corro lo más rápido que puedo, sintiendo cómo el corazón s eme sale del pecho, sin hacer caso a mi cuerpo que quiere detenerse. Debo llegar la primera, o al menos antes que mis enemigos. Debo conseguir un arma. Los tributos también corren; algunos me adelantan, otros simplemente se quedan atrás. Quiero llorar, quiero morirme, quiero tirarme en mitad del prado y dejar que me maten. Pero hoy no es el día de hacer eso.
Hoy es el día en el que lucharé. Continúo corriendo como si la vida me fuese en ello, de hecho me va en ello, sin detenerme más que un segundo a coger una de las mochilas grandes. Comida, agua y medicinas, eso era lo que contenía. Sin duda cosas necesarias para sobrevivir. Jacob lo tira todo por el suelo, Vanessa tira una ballesta al techo. Sigo corriendo, sin importarme nada más. Sólo son unos metros más lo que me separan de la cornucopia.
Cuando llego al gran cuerno dorado, subo al techo lo más rápido que puedo y agarro una ballesta y un paquete de virotes, de los cuales coloco uno en la ballesta. Es lo que he practicado en los entrenamientos, lo que mejor se me daba. Y desde esta posición es fácil acertar un disparo. Sonrío. Posición estratégica, buen arma, buena alianza, ¿qué más podía pedir?
El corazón se me quiere salir del pecho después de la carrera y de subir al techo, pero no importa. Ahora nada importa. Respiro profundamente un par de veces, apunto con la ballesta al frente. Los tributos están cada vez más cerca. Mentalmente inicio una cuenta atrás.
Cinco.
El distrito tres puede ganar.
Cuatro.
No voy a morir hoy.
Tres.
Ahora mismo estoy en mejores condiciones que veintiún tributos.
Dos.
Doy un paso al frente.
Uno.
Visualizo mentalmente mi primer objetivo.
Cero.
Que dé comienzo el baño de sangre.
La cuenta atrás comienza, pero es mi mente la que me dice cuántos segundos quedan. Conozco a mis aliados, conozco a mis enemigos. Ahora no hay tiempo para lamentarse y llorar o pensar en que voy a morir. Mi mente se centra en llegar a la Cornucopia entre los primeros y coger un arma, en no dejar que me maten. Suspiro. Tres segundos me separan de salir corriendo. Dos segundos. Mis aliados estarán allí para ayudarme si lo necesito. Uno. Me preparo para correr. Cero. El gong suena.
Corro lo más rápido que puedo, sintiendo cómo el corazón s eme sale del pecho, sin hacer caso a mi cuerpo que quiere detenerse. Debo llegar la primera, o al menos antes que mis enemigos. Debo conseguir un arma. Los tributos también corren; algunos me adelantan, otros simplemente se quedan atrás. Quiero llorar, quiero morirme, quiero tirarme en mitad del prado y dejar que me maten. Pero hoy no es el día de hacer eso.
Hoy es el día en el que lucharé. Continúo corriendo como si la vida me fuese en ello, de hecho me va en ello, sin detenerme más que un segundo a coger una de las mochilas grandes. Comida, agua y medicinas, eso era lo que contenía. Sin duda cosas necesarias para sobrevivir. Jacob lo tira todo por el suelo, Vanessa tira una ballesta al techo. Sigo corriendo, sin importarme nada más. Sólo son unos metros más lo que me separan de la cornucopia.
Cuando llego al gran cuerno dorado, subo al techo lo más rápido que puedo y agarro una ballesta y un paquete de virotes, de los cuales coloco uno en la ballesta. Es lo que he practicado en los entrenamientos, lo que mejor se me daba. Y desde esta posición es fácil acertar un disparo. Sonrío. Posición estratégica, buen arma, buena alianza, ¿qué más podía pedir?
El corazón se me quiere salir del pecho después de la carrera y de subir al techo, pero no importa. Ahora nada importa. Respiro profundamente un par de veces, apunto con la ballesta al frente. Los tributos están cada vez más cerca. Mentalmente inicio una cuenta atrás.
Cinco.
El distrito tres puede ganar.
Cuatro.
No voy a morir hoy.
Tres.
Ahora mismo estoy en mejores condiciones que veintiún tributos.
Dos.
Doy un paso al frente.
Uno.
Visualizo mentalmente mi primer objetivo.
Cero.
Que dé comienzo el baño de sangre.
Me quedé completamente rígida sobre mi plataforma aún cuando el gong ya había sonado y los primeros tributos habían comenzado a salir en dirección a la Cornucopia, por un momento el miedo se apoderó de mi, era estúpida, debía de hacer algo ya, ahora que los tributos estaban más preocupados de conseguir armas que de atcar a los demás, eché un pie hacia atrás y me fijé en las mochilas, no podría vivir mucho sin nada de comida u alimento.
Me di la vuelta y eché a correr como podía en la dirección de las mochilas más cercanas, al ver la primera justo enfrente me dejé caer sobre ella casi aterrorizada de que alguien ya tuviera algún arma y me pudiera atacar con ella, la cogí y salí corriendo en la dirección contraria a la cornucopia, no me iba a quedar para ver lo que ocurría, me coloqué la mochilas al hombre y corrí como nunca adentrándome entre los árboles dejando atrás todo aquel infierno que ocurriría ahora en pocos segundos.
No dejé de correr durante minutos hasta que finalmente me dejé caer en el suelo con la mochila entre mis brazos respirando de forma agitada por todo el ejercicio que había realizado de golpe, estaba sentada sobre la base de un árbol, abrí la mochila y comprobé que en ella había algo de comida, sonreí para mi y me coloqué la mochila al hombro nuevamente para seguir avanzando, ahora debía encontrar agua.
Off: Aclaro, he cogido una mochila pequeña Tipo 1.
Me di la vuelta y eché a correr como podía en la dirección de las mochilas más cercanas, al ver la primera justo enfrente me dejé caer sobre ella casi aterrorizada de que alguien ya tuviera algún arma y me pudiera atacar con ella, la cogí y salí corriendo en la dirección contraria a la cornucopia, no me iba a quedar para ver lo que ocurría, me coloqué la mochilas al hombre y corrí como nunca adentrándome entre los árboles dejando atrás todo aquel infierno que ocurriría ahora en pocos segundos.
No dejé de correr durante minutos hasta que finalmente me dejé caer en el suelo con la mochila entre mis brazos respirando de forma agitada por todo el ejercicio que había realizado de golpe, estaba sentada sobre la base de un árbol, abrí la mochila y comprobé que en ella había algo de comida, sonreí para mi y me coloqué la mochila al hombro nuevamente para seguir avanzando, ahora debía encontrar agua.
Off: Aclaro, he cogido una mochila pequeña Tipo 1.
- K-Mart:
Se acercaba cada vez más la hora, segundo 10, me coloqué agachada en la plataforma, dando un largo suspiro, sólo dos nos ibamos a dar la carrera más corta, asentí, asimilando lo que iba a ocurrir ahora, cerré los ojos auto-convenciéndome Yo puedo, puedo, no moriré sabes lo que haces, y lo que tienes que hacer, tus aliados son geniales, ánimo....
Salí corriendo impulsada por la plataforma, parecía que estaba cerca, pero no, sentía el sabor de la sangre, hierro, me avalancé sobre la Cornucopia, subí sin apenas dificultades hasta encontrarme con Aniet ¿cuándo había subido? Ni me había enterado. Agarré una ballesta, puse el paquete de virotes a la espalda, me coloqué detrás de un pico donde podría costar darme desde cierto punto, coloqué uno en la ballesta asomándome lo justo, preparando mi arma apuntando hacia los tributos. Yo defenderé por este lado. Dije respirando agitadamente.
GONG
Salí corriendo impulsada por la plataforma, parecía que estaba cerca, pero no, sentía el sabor de la sangre, hierro, me avalancé sobre la Cornucopia, subí sin apenas dificultades hasta encontrarme con Aniet ¿cuándo había subido? Ni me había enterado. Agarré una ballesta, puse el paquete de virotes a la espalda, me coloqué detrás de un pico donde podría costar darme desde cierto punto, coloqué uno en la ballesta asomándome lo justo, preparando mi arma apuntando hacia los tributos. Yo defenderé por este lado. Dije respirando agitadamente.
- Anna:
- Stephens:
- Awards:
Tenía mis objetivos claros si deseaba vivir sabía lo que debía hacer, luchar, iba a ganar, eso quería con todas mis fuerzas, cuando el gong sonó eché a correr con todas mis fuerzas por el campo de batalla en el que habían transformado aquel lugar, ya no era un bosque tranquilo, no, ahora era un campo de guerra para todos nosotros, no logré llegar de las primeras, por un momento paré en mitad del camino al ver y analizar lo que había ocurrido, desde donde estaba observé al chico del once, había tirado todo por el suelo y la chica del dos acababa de lanzar armas hacia el tejado de la cornucopia, ambos se colocaron a la defensiva, y allá arriba vi a las dos que acababan de llegar.
-Mierda...-Gruñí entre dientes al darme cuenta de la primera alianza, muy buena por su parte, pero no decidí seguir parada, agarré una de las mochilas grandes con todas mis fuerzas y la coloqué delante mía a la vez que seguía corriendo de forma que si las amazonas de las alturas disparaban hacia mi udiera cubrirme con la mochila, una vez que llegué hacia las mesas agarré la mochila y la solté lanzándola con todas mis fuerzas contra el chico del distrito once el que había lanzado las cosas por el suelo para así mientras que lo despitaba pudiera coger el hacha vikinga que había en el suelo y en un rápido movimiento me lancé con el hacha a por la rubia con el arma apuntando directamente a su cuello, me ahorraría las tonterías, me dejé caer sobre su cuerpo hacia el interior de la cornucopia de forma que las de arriba no pudieran dispararme y tenía que ser rápida pues había lanzado una mochila sobre el chico del once para despistarlo el tiempo justo en el que pudiera acabar con ella.
Lanzada: Si sale v que ella se defienda, si sale X no hace falta que ella se defienda, su defensa habría servido y tendrían que atacarme.
-Mierda...-Gruñí entre dientes al darme cuenta de la primera alianza, muy buena por su parte, pero no decidí seguir parada, agarré una de las mochilas grandes con todas mis fuerzas y la coloqué delante mía a la vez que seguía corriendo de forma que si las amazonas de las alturas disparaban hacia mi udiera cubrirme con la mochila, una vez que llegué hacia las mesas agarré la mochila y la solté lanzándola con todas mis fuerzas contra el chico del distrito once el que había lanzado las cosas por el suelo para así mientras que lo despitaba pudiera coger el hacha vikinga que había en el suelo y en un rápido movimiento me lancé con el hacha a por la rubia con el arma apuntando directamente a su cuello, me ahorraría las tonterías, me dejé caer sobre su cuerpo hacia el interior de la cornucopia de forma que las de arriba no pudieran dispararme y tenía que ser rápida pues había lanzado una mochila sobre el chico del once para despistarlo el tiempo justo en el que pudiera acabar con ella.
Lanzada: Si sale v que ella se defienda, si sale X no hace falta que ella se defienda, su defensa habría servido y tendrían que atacarme.
El miembro 'Sylvia Weis' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
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- We are Enjoy the Silence 4.0:
Nueve años matando zombies... Y no nos cansamos. ¡GRACIAS A TODOS!
En cuanto el GONG suena todo se vuelve un puto caos, pero es exactamente lo que esperábamos, ni más ni menos. Los más sensatos y con escasas posibilidades de sobrevivir darán media vuelta si son listos pero por el momento está claro quiénes toman la delantera y resulta que por suerte están de mi lado así que no me preocupo demasiado por ellos y aprovecho mi carrera para empujar a no sé quién que se interponía en mi camino (*) para recoger una de las mochilas medianas del suelo sin pararme demasiado a comprobar nada. La verdad es que ya sé lo que hay dentro, así que me limito a colgarla en uno de mis hombros y para entonces ya tenemos a dos arqueras encima de la Cornucopia, joder, y un montón de armas desparramadas por el suelo de la misma. Hay que admitir que son rápidos, eso me hace plantearme lo que pasará cuando la alianza se vaya reduciendo pero ahora mismo no puedo pensar en esos detalles así que sacudo la cabeza.
Sé que nadie me va a frenar para recoger lo que quiera, ninguno de los ya armados quiero decir, pero entonces esa pelirroja se lanza sobre Nessa y yo derrapo por el suelo, resbalando unos metros en los que me hago con uno de los tridentes para acto seguido incorporarme hasta apoyar una rodilla en el suelo.
Espero a que ambas caigan al suelo y como evidentemente la pelirroja está más erguida, levantando una especie de hacha, sujeto el tridente con fuerza y sin titubear lo lanzo hacia ella con toda la intención de atravesarla entera.
Por desgracia el lanzamiento no es tan bueno como cabria esperar y pasa rozando la cabeza de la pelirroja para terminar clavándose en una de las paredes cercanas pero si es un poco lista se dará cuenta de que ya está prácticamente rodeada.
Sé que nadie me va a frenar para recoger lo que quiera, ninguno de los ya armados quiero decir, pero entonces esa pelirroja se lanza sobre Nessa y yo derrapo por el suelo, resbalando unos metros en los que me hago con uno de los tridentes para acto seguido incorporarme hasta apoyar una rodilla en el suelo.
Espero a que ambas caigan al suelo y como evidentemente la pelirroja está más erguida, levantando una especie de hacha, sujeto el tridente con fuerza y sin titubear lo lanzo hacia ella con toda la intención de atravesarla entera.
Por desgracia el lanzamiento no es tan bueno como cabria esperar y pasa rozando la cabeza de la pelirroja para terminar clavándose en una de las paredes cercanas pero si es un poco lista se dará cuenta de que ya está prácticamente rodeada.
(*) Puede ser cualquiera, ni siquiera tiene que caerse, sólo dar como un traspiés.
El miembro 'Jared Greace' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
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- We are Enjoy the Silence 4.0:
Nueve años matando zombies... Y no nos cansamos. ¡GRACIAS A TODOS!
Ahhh… Adrenalina a mi, esta será la última batalla de mi vida, pero no me importa, en esta guerra yo he cumplido más de lo podría haber esperado. He llegado vivo a la cornucopia, algo que cuando yo veía los Juegos del Hambre en el Distrito 11 veía imposible.
Llega Nessa, coge las ballestas y los virotes y los lanza arriba de la Cornucopia, otro de los pasos de nuestro plan cumplido. La observo mientras que coge las katanas, un tomahawk y una espada, por si acaso.
Las palas al suelo, no sé lo que esperan los de arriba que hiciéramos con esas cosas… No me interesan para nada, pero Nessa se guarda una detrás suya por si acaso. Un juego sádico el que pretenda matar con esas cosas, el Capitolio era un gran cabrón.
Puedo escuchar encima nuestra pisadas, Aniet y Anna, sin duda, preparando sus posiciones como francotiradoras en esta alianza. Estamos en buena posición, es cosa de segundos que estén aquí todos para matarnos a nosotros o para que les matemos, aunque he podido distinguir a una chica saliendo corriendo al bosque…
Y aquí llega, la pelirroja, Silvya, creo… Coge una buena mochila y cuando está cerca nuestra me la echa encima, pongo el brazo como defensa y la muevo con el contra los arcos y flechas. Me fijo en que un arco se rompe y todas las flechas se desperdigan.
Aparece Jared, con un tridente, falla el tiro, me doy cuenta que Silvya va a matar a Nessa, me avalanzo contra ella no sin antes arrancar el tridente y lanzárselo a los pies a Jared.
La cojo del cuello con un brazo y con la mano que me queda lanzo un gancho frontal para que si lo fallo no le dé a Nessa por error…
Llega Nessa, coge las ballestas y los virotes y los lanza arriba de la Cornucopia, otro de los pasos de nuestro plan cumplido. La observo mientras que coge las katanas, un tomahawk y una espada, por si acaso.
Las palas al suelo, no sé lo que esperan los de arriba que hiciéramos con esas cosas… No me interesan para nada, pero Nessa se guarda una detrás suya por si acaso. Un juego sádico el que pretenda matar con esas cosas, el Capitolio era un gran cabrón.
Puedo escuchar encima nuestra pisadas, Aniet y Anna, sin duda, preparando sus posiciones como francotiradoras en esta alianza. Estamos en buena posición, es cosa de segundos que estén aquí todos para matarnos a nosotros o para que les matemos, aunque he podido distinguir a una chica saliendo corriendo al bosque…
Y aquí llega, la pelirroja, Silvya, creo… Coge una buena mochila y cuando está cerca nuestra me la echa encima, pongo el brazo como defensa y la muevo con el contra los arcos y flechas. Me fijo en que un arco se rompe y todas las flechas se desperdigan.
Aparece Jared, con un tridente, falla el tiro, me doy cuenta que Silvya va a matar a Nessa, me avalanzo contra ella no sin antes arrancar el tridente y lanzárselo a los pies a Jared.
La cojo del cuello con un brazo y con la mano que me queda lanzo un gancho frontal para que si lo fallo no le dé a Nessa por error…
El miembro 'Jacob Gallaher' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
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- We are Enjoy the Silence 4.0:
Nueve años matando zombies... Y no nos cansamos. ¡GRACIAS A TODOS!
Sonó el gong y un gesto de angustia se dibujó en mi rostro mientras mis piernas comenzaban a correr en dirección a la Cornucopia. Corrí lo más veloz que pude, por suerte era ligera, ágil, pero los segundos que tardé en llegar allí fueron eternos. Cada paso que daba parecía hecho en cámara lenta. Observé lo más deprisa que pude lo que estaba expuesto frente a mi, mientras todo se volvía cada vez más veloz. Una rubia, aventaba armas a sus compañeros, otros corrían y se empujaban mutuamente. Las armas que pretendía agarrar ya no las veía.
Tomé la mejor mochila que pude, una mediana. La grande era demasiado para mi. Un arma tocó mi pie mientras oía unos gritos, no comprendía qué pasaba, no quería ver siquiera. Con algo de esfuerzo llegué a tomar una katana y un chaleco de dagas. Ya tenía que irme, pero ¡Ya!.
Troté un poco hasta lograr alcanzar una mochila pequeña y unas garras de gato. Eso no era para mi, y corrí hacia mi compañero de distrito, corría por mi vida. Ya se estaban matando, ya había comenzado el baño de sangre. Mis manos temblaban, mi corazón latía como nunca. Podía morir en cualquier momento si no me largaba.
Llegué a él, estirando el brazo donde tenía la mochila pequeña (tipo 2) para que él la tomara. Ya luego le daría las garras de gato. Miré de reojo lo que sucedía a nada de distancia de donde me encontraba.
- Tenemos que largarnos, ¡ahora! - dije en un tono de voz normal. Intenté susurrar pero claro que no podía hacerlo.
Comencé a correr hacia esa especie de bosque, donde seguramente hayan muchos peligros, así como muchos recursos para sobrevivir. No me iría sin mi compañero de distrito, pero aun así corrí en dirección contraria al caos. Si iba a luchar no sería en ese momento.
Tomé la mejor mochila que pude, una mediana. La grande era demasiado para mi. Un arma tocó mi pie mientras oía unos gritos, no comprendía qué pasaba, no quería ver siquiera. Con algo de esfuerzo llegué a tomar una katana y un chaleco de dagas. Ya tenía que irme, pero ¡Ya!.
Troté un poco hasta lograr alcanzar una mochila pequeña y unas garras de gato. Eso no era para mi, y corrí hacia mi compañero de distrito, corría por mi vida. Ya se estaban matando, ya había comenzado el baño de sangre. Mis manos temblaban, mi corazón latía como nunca. Podía morir en cualquier momento si no me largaba.
Llegué a él, estirando el brazo donde tenía la mochila pequeña (tipo 2) para que él la tomara. Ya luego le daría las garras de gato. Miré de reojo lo que sucedía a nada de distancia de donde me encontraba.
- Tenemos que largarnos, ¡ahora! - dije en un tono de voz normal. Intenté susurrar pero claro que no podía hacerlo.
Comencé a correr hacia esa especie de bosque, donde seguramente hayan muchos peligros, así como muchos recursos para sobrevivir. No me iría sin mi compañero de distrito, pero aun así corrí en dirección contraria al caos. Si iba a luchar no sería en ese momento.
¡Esto no es sano! Hacía grandes esfuerzos por mantener oculto un tembleque de piernas horrible, me agitaba en el sitio buscando un poco de valor. Hasta ahora toda la palabrería había sido suficiente para mantener alejado el temor a que una puta flecha me entre por la garganta y todo el mundo se ría porque no eres más que un perdedor, un perdedor de mierda que no ha durado ni un día. No quiero reflexionar mucho, y antes de que me de cuenta empieza la cuenta atrás. Me preparo para salir corriendo, pero no tengo intención de llegar hasta las armas. Tengo otro objetivo en mente mucho más sencillo.
¡Cero! ¡Empieza a correr, imbécil! Eso hice, corrí, pero no demasiado rápido, no quería agotarme, era importante saber marcarte un ritmo, no sirve de nada correr hasta quedarte con la lengua fuera si luego no puedes ni trotar sin descansar. Noté un empujón, me giré para ver al idiota en cuestión, no pensaba hacer nada, no era necesario. Me paré en seco al llegar a una de las mochilas grandes. Usaría mi tamaño para cargar con una sin demasiados problemas. No necesitaba armas, aún no, y ya se veía a la alianza. Era una alianza ganadora, teniendo en cuenta que habían sido jodidamente rápidos. Miré al techo de la cornucopia. ¡Francotiradores! Pues qué bien, a correr.
Aseguré la mochila a mi espalda, atando las correas, me giré en el sitio y y bajé la cabeza por si las tiradoras se atrevían a intentarlo. Al menos no sería un blanco tan fácil. Corrí lejos de la cornucopia, había visto a la rubia largarse por allí y seguiría a mi aliada. El resto a saber dónde andarían.
¡Cero! ¡Empieza a correr, imbécil! Eso hice, corrí, pero no demasiado rápido, no quería agotarme, era importante saber marcarte un ritmo, no sirve de nada correr hasta quedarte con la lengua fuera si luego no puedes ni trotar sin descansar. Noté un empujón, me giré para ver al idiota en cuestión, no pensaba hacer nada, no era necesario. Me paré en seco al llegar a una de las mochilas grandes. Usaría mi tamaño para cargar con una sin demasiados problemas. No necesitaba armas, aún no, y ya se veía a la alianza. Era una alianza ganadora, teniendo en cuenta que habían sido jodidamente rápidos. Miré al techo de la cornucopia. ¡Francotiradores! Pues qué bien, a correr.
Aseguré la mochila a mi espalda, atando las correas, me giré en el sitio y y bajé la cabeza por si las tiradoras se atrevían a intentarlo. Al menos no sería un blanco tan fácil. Corrí lejos de la cornucopia, había visto a la rubia largarse por allí y seguiría a mi aliada. El resto a saber dónde andarían.
Nervios, ansiedad, desesperación...sentimientos que separados de por si causaban problemas ahora todos al mismo tiempo...no era agradable. Di un ultimo vistazo a todos los demás y localice a mi compañera de distrito...¿podría confiar en ella? quizás juntos pudiéramos tener mas ventaja que estando cada quien por su lado. Recordaba haberla visto en el distrito, la mayor parte del tiempo junto a un chico, pero nunca habia hablado con ella, aun así era la única que me inspiraba confianza si tenia oportunidad la buscaría en medio del desastre que estaba a punto de comenzar.
El silencio del lugar se vio interrumpido por el ansiado sonido del gong que anunciaba la salida, con esa simple señal pegue un brinco de la plataforma y salí corriendo, al ver que los demás comenzaban a dejarme atrás apresure el paso pero incluso así al llegar a la Cornucopia todo era un completo caos, todo lo que habia visualizado desde la plataforma se habia revuelto y todo lo que quedaba por hacer era entrar, tener suerte y no morir en el intento.
Un tipo algo fornido y una rubia estaban estorbando el camino a las armas, ni de broma se las dejarías todas así que aproveche el conflicto que causo una pelirroja para escabullirme con rapidez alargue los brazos y, sin mirar, tome lo primero que mis manos agarraron: Una ballesta y un caracaj. Era suficiente, si me quedaba mas tiempo los de la alianza se darían cuenta y no dudarían en matarme, así que salí corriendo de la Cornucopia con dirección hacia el bosque, en mi prisa de colgarme la ballesta y alejarme del lugar di un traspié que por poco me deja tirado en el piso, al darme vuelta note que era una mochila de un tamaño mediano no lo dude y me la colgué en el brazo, alze la mirada hacia el desastre que se habia ocasionado y visualice dos francotiradoras en el techo de la Cornucopia, aunque sabia que estarían mas concentradas en dispararles a los que iban saliendo no habia porque esperar a que me estuvieran apuntando.
-Tenemos que largarnos, ¡ahora!- Una voz detrás de mí me sobresalto, al voltear me tranquilizo ver la cara de mi compañera de distrito quien me entrego una mochila pequeña si me la llevaba estaría demasiado sobrecargado y no seria muy útil para un escape rápido así que abrí ambas mochilas y llene la mediana lo mas que pude y la pequeña se la regrese a mi compañera -No esta tan pesada, podrás cargarla sin problemas- le dije antes de que se diera la vuelta y nos echáramos a correr, por suerte mi mochila no estaba tan pesada como me imagine que podría llegar a estarlo, aunque un descanso después de un rato de estarla cargando no estaría mal. Lo único que me causaba molestias era el carcaj pues con las manos ocupada con la ballesta y la mochila en la espalda el único lugar que me quedaba disponible eran los brazos y me estaba molestando.
Seguí a mi compañera en dirección al bosque, ella no estaba dispuesta a pelear en ese momento, tampoco yo y con el solo hecho de haber salido ilesos de la Cornucopia ya era un buen comienzo pero entre los dos nos las habíamos arreglado para conseguir varias cosas lo que era aun mejor pero ahora lo que importaba era deshacernos de los demás y cuidarnos el uno al otro.
El silencio del lugar se vio interrumpido por el ansiado sonido del gong que anunciaba la salida, con esa simple señal pegue un brinco de la plataforma y salí corriendo, al ver que los demás comenzaban a dejarme atrás apresure el paso pero incluso así al llegar a la Cornucopia todo era un completo caos, todo lo que habia visualizado desde la plataforma se habia revuelto y todo lo que quedaba por hacer era entrar, tener suerte y no morir en el intento.
Un tipo algo fornido y una rubia estaban estorbando el camino a las armas, ni de broma se las dejarías todas así que aproveche el conflicto que causo una pelirroja para escabullirme con rapidez alargue los brazos y, sin mirar, tome lo primero que mis manos agarraron: Una ballesta y un caracaj. Era suficiente, si me quedaba mas tiempo los de la alianza se darían cuenta y no dudarían en matarme, así que salí corriendo de la Cornucopia con dirección hacia el bosque, en mi prisa de colgarme la ballesta y alejarme del lugar di un traspié que por poco me deja tirado en el piso, al darme vuelta note que era una mochila de un tamaño mediano no lo dude y me la colgué en el brazo, alze la mirada hacia el desastre que se habia ocasionado y visualice dos francotiradoras en el techo de la Cornucopia, aunque sabia que estarían mas concentradas en dispararles a los que iban saliendo no habia porque esperar a que me estuvieran apuntando.
-Tenemos que largarnos, ¡ahora!- Una voz detrás de mí me sobresalto, al voltear me tranquilizo ver la cara de mi compañera de distrito quien me entrego una mochila pequeña si me la llevaba estaría demasiado sobrecargado y no seria muy útil para un escape rápido así que abrí ambas mochilas y llene la mediana lo mas que pude y la pequeña se la regrese a mi compañera -No esta tan pesada, podrás cargarla sin problemas- le dije antes de que se diera la vuelta y nos echáramos a correr, por suerte mi mochila no estaba tan pesada como me imagine que podría llegar a estarlo, aunque un descanso después de un rato de estarla cargando no estaría mal. Lo único que me causaba molestias era el carcaj pues con las manos ocupada con la ballesta y la mochila en la espalda el único lugar que me quedaba disponible eran los brazos y me estaba molestando.
Seguí a mi compañera en dirección al bosque, ella no estaba dispuesta a pelear en ese momento, tampoco yo y con el solo hecho de haber salido ilesos de la Cornucopia ya era un buen comienzo pero entre los dos nos las habíamos arreglado para conseguir varias cosas lo que era aun mejor pero ahora lo que importaba era deshacernos de los demás y cuidarnos el uno al otro.
La respiracion de Baekho comenzaba a hacerse mas fuerte , cerro sus ojos intentando calmar su corazon al mismo tiempo que estiraba un poco sus musculos al escuchar como la cuenta regresiva se hacercaba al tan ansiado Gong...!
En cuanto el mismo sono, Baekho corrio a todo lo que le dieron sus pies, agachandose , esquivando ataques de sus ahora enemigos, debia de alcanzar una mochila rapido, y se dirigio hacia alli con un claro objetivo, tomo una de las mochilas que quedaban solas, luego se agacho nuevamente al sentir como uno de los tributos comenzaba a atacar a los demas, rapidamente diviso el arma que habia estado viendo en los ultimos momentos. Corrio con todo lo que pudo hasta llegar a la misma y entonces tomo una de las katanas y luego cuando sintio que no tenia nada mas por tomar se dirigio corriendo hacia el resguardo de los arboles.
Debia de correr, alejarse de alli, la Cornocopia ahora seria un baño de sangre, lo habia visto muchas veces por televicion, por mas bueno que fuera, en medio de la confucion la mayoria caerian. Corrio rapidamente y se oculto detras de un arbol, dandose unos segundos para descanzar, y luego volvio su mirada hacia el desastre detras de el. Cerro sus ojos y continuo corriendo, ahora su cabeza solo le decia "cuanto mas lejos mejor, cuanto mas lejos mejor...!!"
off:aclaro Baekho agarro una mochila pequeña de tipo 1
En cuanto el mismo sono, Baekho corrio a todo lo que le dieron sus pies, agachandose , esquivando ataques de sus ahora enemigos, debia de alcanzar una mochila rapido, y se dirigio hacia alli con un claro objetivo, tomo una de las mochilas que quedaban solas, luego se agacho nuevamente al sentir como uno de los tributos comenzaba a atacar a los demas, rapidamente diviso el arma que habia estado viendo en los ultimos momentos. Corrio con todo lo que pudo hasta llegar a la misma y entonces tomo una de las katanas y luego cuando sintio que no tenia nada mas por tomar se dirigio corriendo hacia el resguardo de los arboles.
Debia de correr, alejarse de alli, la Cornocopia ahora seria un baño de sangre, lo habia visto muchas veces por televicion, por mas bueno que fuera, en medio de la confucion la mayoria caerian. Corrio rapidamente y se oculto detras de un arbol, dandose unos segundos para descanzar, y luego volvio su mirada hacia el desastre detras de el. Cerro sus ojos y continuo corriendo, ahora su cabeza solo le decia "cuanto mas lejos mejor, cuanto mas lejos mejor...!!"
off:aclaro Baekho agarro una mochila pequeña de tipo 1
Había llegado la hora....el distrito 3, iba a dar lo mejor de sí...mi compañera de distrito, mi alianza....sabía que podía hacerlo...así que, después de alardear un poco salí corriendo de frente a toda velocidad, para alcanzarla cornucopia... sin detenerme a ver si alguien me atacaba o no...
Seguí corriendo hasta la cornucopia viendo como se mataban mutuamente, aproveche el desastre que 3 personas hacían para tomar una de las palas y el martillo a lo vikingo. Ví de reojo como un compañero de alianza se alejaba a los bosques...sabía que es lo que debía hacer, aunque no quisiera. Teníamos que proteger a alguien....
Sin detenerme salí corriendo con la pala en la espalda como protección y el martillo empuñado empuñada en mis manos hacia el bosque hasta la posición de Baekho, a una distancia prudente... no fuera que quisiera traicionarme.....
¿Dónde está la niña? dije apretando fuerte la pala....
Off:tomé una pala y un martillote de la cornucopia aprovechando el baño de sangre entre los presentes
Seguí corriendo hasta la cornucopia viendo como se mataban mutuamente, aproveche el desastre que 3 personas hacían para tomar una de las palas y el martillo a lo vikingo. Ví de reojo como un compañero de alianza se alejaba a los bosques...sabía que es lo que debía hacer, aunque no quisiera. Teníamos que proteger a alguien....
Sin detenerme salí corriendo con la pala en la espalda como protección y el martillo empuñado empuñada en mis manos hacia el bosque hasta la posición de Baekho, a una distancia prudente... no fuera que quisiera traicionarme.....
¿Dónde está la niña? dije apretando fuerte la pala....
Off:tomé una pala y un martillote de la cornucopia aprovechando el baño de sangre entre los presentes
La voz, la detestable voz que anunciaba la tan esperada y temida cuenta regresiva. Mi respiración se acelero al escucharla sintiendo como el corazón retumbaba con mayor fuerza y el sudor en las manos aumentaba. 10, 9…una pequeña lagrima cayo por mi mejilla pensando en mi padre que yace postrado en una cama intentado lidiar con la enfermedad, y mi hermanito ¿Quién iba a cuidar de él? A papá le queda poco tiempo de vida y él es demasiado pequeño para valerse por sí mismo. Debo sobrevivir y ser vencedora, no por fortuna y gloria, si no por él, solo por él.
2…1... Suspire colocándome en posición… ¡CERO!...el gong al fin ha sonado. Mis piernas instintivamente se movieron ansiando volar sobre el césped, los tributos apresuraban el paso haciendo lo posible por llegar primeros, uno de ellos me empujo casi logrando que perdiera el equilibrio. Maldito me ha retrasado bastante.
Agachándome tome una de las mochilas medianas dejando que colgara del brazo y seguir la trayectoria hacia las arma. No puede ser, están desparramadas y encima de la cornucopia hay 2 francotiradores apuntando a sus próximas víctimas. Sin perder un segundo más me apropie de las primeras armas, una garra de gato y dos Tomahawks, ambas hachas las coloque en mi cinturón, asegurando que mi compañero de distrito o mi aliada necesitarían una de esas armas sin embargo en el caos aun no podía verlos ¿Qué más? Piensa rápido. El arco, las flechas cayeron de la Carcaj cuando el chico del distrito 11 lanzo la pesada mochila ¡qué mala suerte! Pero no soy buena en otra cosa, me arriesgare. Coloque la mochila en la espalda, aprovechando el lió que se estaba desatando, agache la cabeza mientras recogía con la mayor rapidez posible las flechas y las colocaba en la carcaj ganándome unos pinchazos en las manos, una maniobra muy arriesgada y sobre todo estúpida.
Logre encontrar a mi aliada y le alcance la garra de gato, ya hice algo por ella, espero hallar a Keanu pero ahora no me iba a poner a buscarlo. Es hora de irse, tome el arco junto con la carcaj y corrí en dirección al espeso bosque, a pesar de que las Tomahawks me dificultaban el paso.
Adentrándome en el bosque, espere, aguardaría unos minutos a mi compañero escondida detrás de un árbol observando la pelea a distancia ¡Oh por favor! ¡Aparece ya! La sangre esta a punto de derramarse.
2…1... Suspire colocándome en posición… ¡CERO!...el gong al fin ha sonado. Mis piernas instintivamente se movieron ansiando volar sobre el césped, los tributos apresuraban el paso haciendo lo posible por llegar primeros, uno de ellos me empujo casi logrando que perdiera el equilibrio. Maldito me ha retrasado bastante.
Agachándome tome una de las mochilas medianas dejando que colgara del brazo y seguir la trayectoria hacia las arma. No puede ser, están desparramadas y encima de la cornucopia hay 2 francotiradores apuntando a sus próximas víctimas. Sin perder un segundo más me apropie de las primeras armas, una garra de gato y dos Tomahawks, ambas hachas las coloque en mi cinturón, asegurando que mi compañero de distrito o mi aliada necesitarían una de esas armas sin embargo en el caos aun no podía verlos ¿Qué más? Piensa rápido. El arco, las flechas cayeron de la Carcaj cuando el chico del distrito 11 lanzo la pesada mochila ¡qué mala suerte! Pero no soy buena en otra cosa, me arriesgare. Coloque la mochila en la espalda, aprovechando el lió que se estaba desatando, agache la cabeza mientras recogía con la mayor rapidez posible las flechas y las colocaba en la carcaj ganándome unos pinchazos en las manos, una maniobra muy arriesgada y sobre todo estúpida.
Logre encontrar a mi aliada y le alcance la garra de gato, ya hice algo por ella, espero hallar a Keanu pero ahora no me iba a poner a buscarlo. Es hora de irse, tome el arco junto con la carcaj y corrí en dirección al espeso bosque, a pesar de que las Tomahawks me dificultaban el paso.
Adentrándome en el bosque, espere, aguardaría unos minutos a mi compañero escondida detrás de un árbol observando la pelea a distancia ¡Oh por favor! ¡Aparece ya! La sangre esta a punto de derramarse.
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