Dead in the woods [Shane Walsh]

Recuerdo del primer mensaje :

Paz? Que era eso? Nunca supe lo que era la paz. Antes del apocalipsis yo era una agente del caos para mi, para mi familia, para mi entorno. Y Creo que hoy estaba pagando todas mis deudas. Desde el momento que me fui de mi casa sin un rumbo, completamente sola. A decir verdad no pensé que duraría tanto. Tuve suerte y me acogieron en un refugio, todo se fue a la mierda en seguida pero logré huir con un par más. La suerte no duró nada y a las pocas semanas volví a estar sola. No por mucho tiempo. Lograba encontrar gente a la que me acogía, ya sea por pena, para usarme, o para matarme, pero mi deseo de vivir era tan grande que siempre lograba permanecer viva. De nada servía porqué estaba en el infierno. No confiaba en nadie, apenas comía. Casi no dormía. Y de la noche a la mañana se pasaron 3 años así...

En el día de hoy y vaya a saber alguien que día era, pero estaba oscuro, deberían ser más o menos las nueve o diez de la noche, hacía un poco de frío.  Estábamos en una caravana de 3 vehículos, yo iba en el tercer vehículo y el más pequeño junto a Maurice, ex-abogado, Francés que tenía una relación conmigo luego de conocerme en un supermercado donde este grupo me acogió hace 2 meses atrás. En nuestro vehículo llevábamos las provisiones enlatadas que nos sobraban para el convoy, eso en la parte de atrás y en los asientos traseros, adelante, íbamos apenas yo y Maurice. Pero el convoy se detuvo de golpe sin poder saber que ocurría adelante.



Primero se escuchó el grito de algo, no era de una persona, y tampoco era de un muerto, era un grito que generaba desespero, pero no se podía ver nada, segundos pasados golpes en el primer camión y acompañado de eso disparos, pero luego de pocos segundos los disparos se detuvieron y esta vez si, gritos de personas agonizando y corriendo abandonando el camión mientras corrían asustados a cualquier dirección del bosque.

Y en seguida de todas partes del bosque más de 10 bichos enormes rodearon todo el convoy como si nos hubiéramos metido en su nido, quienes tenían armas dispararon, en nuestro auto, no tuvieron dificultad para darlo vuelta, y cuando este estaba al revés, podía sentir que me goteaba la frente con sangre de Maurice, este estaba medio inconsciente y pude escuchar el susurro de "Corre...Corre.." Que en el estado y la manera que me lo planteó fue el indicio de que tan desesperadora sería la noche.  Me desabroché el cinturón y logré escabullirme por la ventana frontal que se había roto, estas criaturas catalogadas como "Brain Sucker" se estaban literalmente comiendo a todos en el convoy.

Por puro impulso corrí hacía el bosque como si estuviera en una maratón, corrí tanto y tan desesperada que no sabía hacía donde iba y por vaya a saber quien encontré una enorme cabaña, estaba oscuro pero sin pensarlo dos veces me pareció la mejor opción para esconderme de momento, la entrada principal estaba trancada pero rápidamente entre llantos tomé una piedra rompí la ventana y me metí como pude, intenté no hacer ruido, me arrastré hasta abajo de la mesa abrazando mis piernas con mis brazos y mi mano tapando mi boca intentando asemejar todo lo que había ocurrido hace segundos. -No puede ser.. No puede ser..- Mis intentos de consuelo fallidos rezaban para no haber atraído a ninguno de esos bichos que estaba desarmada.

El frío empezaba a hacerme temblar con el viento de la carretera. Había logrado quitarme el bozal justo cuando el había bajado de la camioneta. En principio pensé que no sería bueno pero cuando mencionó que el motor estaba defectuoso imaginé que volveríamos a la ruta. La boca se me había secado con la sangre y la sentía seca además se me estaban partiendo los labios con el frío.  - Tengo frío. -

Odiaba tener que acudir a la persuasión pero no tenía más remedio. Me estaba congelando y en el mejor de los días me podría cubrir con una manta así no era necesario estar con el pero me tranquilizaría del frío.

No reaccioné a la nalgada apenas me mantuve quieta. No podía hacer nada de momento pero tenía algo para luego. Tenía una chance de escapar y no podía desperdiciarla pero tenía que estar tranquila no podía dejar que los nervios me comieran. Esta era una prueba vital para mi. Sabía que estaba sola y hoy más que nunca.

No sabía si se iba a enfadar por haberme quitado el bozal pero no estaba diseñado para personas así que no duró casi en mi boca. Intenté nuevamente forzar las cintas pero me temblaban las manos del frío y sentía que me haría más daño intentando soltarme. La noche recién comenzaba y no iba a soportar un viaje largo no sabía con cuanta gasolina contaba o si podría reparar el motor pero en el caso que si tenía que asegurarme que no moriría de hipotermia.

Pensé haber sido completamente ignorada porque el se fue a comprobar el motor y tras algunos minutos se acercó para responderme. Se descargó con palabras como si me golpearan los oídos su voz era gruesa y después de conocerlo me desagradaba cada cosa que decía pero necesitaba tener cintura para saber tratarlo.

Mi mayor duda que traía conmigo era si seguir y obedecer o intentar escapar. Iba a intentar la segunda opción porque imaginaba que terminaría muerta para el amanecer si bueno que admitía que estaba más tranquilo que antes. No le dije ni que si ni que no. Pero no tenía opción así que por lo tanto no me movía para escapar de momento.

Dejé ser amarrada porque sería una estupida si creía que le podía ganar mismo estando con el brazo herido el era más fuerte que yo. Tenía un hermano que había sido soldado sabía el tipo de entrenamiento que hacía y al ver los brazos de este hombre sabía que también dedicó tiempo para su cuerpo. Mientras me amarraba y yo quietita sin moverme apenas me limitaba a observarlo. - Necesito agua. -

No lo estaba midiendo. Mi boca estaba seca y la sangre que tenía de sus cachetazos se había secado también. Me dolía al tragar la poca saliva que conseguía juntar y también precisaba limpiarme la cara que tenía un camino de sangre que iba desde mi nariz hasta mi boca.

Me cargó hasta el bosque de nuevo y sentía los latidos de mi corazón acelerados. El frío se me fue y los nervios volvieron. -No! No!!! Dejame ir! - Cuando me cargó volví a moverme mover lo que podía los brazos y las piernas tentando irrumpir el avanzo de Shane Pero parecía más para el que le estuviera haciendo masajes.

Al dejarme sostenida en un árbol intenté luchar pero no conseguía. Cuando me avisó que iría por la cena mi cara era un conjunto de susto con enojo mucho más susto que enojo. Me quejé enojada luego de otra nueva palmada sabiendo a donde apuntaba todo esto. Cuando hizo la hoguera y se marchó fue el momento de quebrarme a llorar haciendo fuerzas con las manos para soltarme pero no conseguía. No quería dejar que me viera llorar o hacerle sentir que le temía. Iba a luchar hasta el ultimo minuto mientras sentía como mis muñecas se irritaban al intentar soltarme de la cuerda que estaba bien amarrada.

De su regreso vi que había traído algo de carne, se sentía el olor no sabía que tipo de carne pero no parecía de humano. Quería insultarlo de todos modos pero no ayudaría nada. Lo único positivo era que el no era un caníbal que comía carne humana así que mi pellejo estaba a salvo de ese lado. No servía hablar con este tipo estaba completamente loco.

Cuando me bajó los pantalones me sorprendió y alteró mucho - Que haces estúpido de mierda?! - No podía guardar las lagrimas que escondía y se me hizo un nuevo nudo en la garganta sin poder hacer nada. Estaba entre cortada y no se me podía escuchar con claridad -Por que haces esto? Dejame ir o matame si me vas a matar. - Al recibir los golpes los intentaba usar de impulso para soltarme pero nada.

Se detuvo y se sentó a comer tras preparar la carne que había conseguido. Tenía ingenio para conseguir comida y para torturar. No tenía hambre, el frío y la sed se me habían ido pero la sed iba a pasar factura tarde o temprano. No sabía que tanto tiempo podría aguantar así. Habían unos 8 grados o menos. No sabía en realidad pero cuando hablaba salía ese vapor de la boca del frío. Mis muñecas estaban coloradas de tan apretadas que estaban las amarraduras y más si yo las forzaba.

Estaba entregado a humillarme pensé que fue por el cuchillazo que le di en el brazo o porque estaba loco. - Métete toda la comida en el culo. - De nuevo intenté arrancar la rama conmigo y todo. La rama se movía pero precisaría mucho más peso y fuerza para poder arrancarla. Continué llorando pero mi llanto no era más de susto bueno. Si lo era pero tenía más odio que susto ahora.

Estaba confusa por su risa por lo que me mostraba el ya tenía todo en su cabeza y al recibir otro cachetazo la sangre volvió a salir de mi nariz. No me moví más después del cachetazo solo observaba el fuego y oír su comentario. Era sabido que quería eso. Solo necesitaba tiempo para que lo escupiera.

Volví a mirarlo sin saber si lo que hablaba iban en serio o no. Pero como le faltaban caramelos en el tarro el iba en serio. Tenía que correr o matarlo antes de darle oportunidad de algo. Tras verlo enojado tomando las tijeras me causó un insoportable grito de dolor mis dientes se apretaron tanto que la sangre de mi boca no pasaba.

Se calmó. No podía ser estúpida tenía que actuar con este psicópata. - Es Mia. - al hablar se me corrió sangre por la nariz que tenía presa. Comía totalmente despreocupado. Nunca se sabía si podía aparecer un zombie o otro de los bicho pero para lo que me estaba pasando aquí eso sería fantástico.

Las manos me estaban doliendo mucho pero tenía miedo de pedirle que me desamarre. Después de todo lo que le hice no me dejaría libre pero sentía como si mis muñecas me estuvieran quemando. Me detuve. Paré de llorar. Traté de controlarme. Apenas limitaba mis cara a observarlo comer. Pero estaba paciente. Pensando como podría salir de esta. - Tu brazo.. Soy medica.. Se te puede infectar la herida.  - Podría hasta curarlo si se lo creía para que me soltara y ganarme su confianza un poco.

Me di cuenta desde el momento que comenzó a hablar que no me había creído nada. Pero decía la verdad. Bueno era estudiante de veterinaria pero podía subir un poco el titulo porque sabía que hacer con una herida de esas. Se burló de mi y no tuve mas caso que hacerle.

Cuando preparaba nuevamente la tijera al fuego observé de reojo pero continué sin moverme pero al descubrirse el brazo vi que era para cauterizar la herida. Hizo meritos para ponerse delante de mi y pegar la tijera hirviendo en la herida. Se sintió el calor de la cuchilla como torraba la piel las venas de su cara parecían que iban a explotar pero no emitió un puto sonido.

Y de nuevo con la historia de la cabaña. La versión correcta esta vez. Me negué varias veces con la cabeza. - Yo no maté a nadie. Yo no maté a nadie. - repetí dos veces pensando en lo que ocurrió. Yo no había matado a ninguna persona. El lo ejecuto de un balazo. No iba a morir por mi herida. - Tu lo hiciste. -

Había confiado en el pero me equivoqué. Estaba vivo gracias a mi y las otras personas estaban muertas. Me estaba mareando. Me dolía la cabeza el cuerpo las manos. Verlo comer en mi cara me daba asco no apetito y mi boca se volvía a secar. - Tengo sed. - insistí de vuelta. No quería su comida. Quería apenas agua para recuperer un poco mis sentidos.

dejé que se burlara. No me cambiaba nada. Yo sabía lo que había hecho y no estaba bien pero yo no maté a nadie. No sabía que ganaba con este tipo de tortura. Mantuve mi postura quieta incluso cuando lanzó el beso mi cara era de disgusto y asco. Levanté la cara observando las ataduras mis manos estaban casi azules no sentía los dedos. Intenté moverlos pero no los sentía.

Se volvió a enojar era como una bomba de tiempo nunca se sabía cuando iba a explotar y cualquier cosita lo alteraba. Cuando me escupió el agua me tomó desprevenida pero no me sorprendía más nada de este psicópata. Quería mandarlo a que se meta el agua por el culo pero ya vi el resultado de eso.

Permanecí quieta por tres cuatro cinco segundos y con el tono medido le volví a pedir. - Tengo sed, me das agua por favor? - No tenía tanta sed pero me dolía la garganta al intentar tragar saliva seca y me seguía sintiendo mareada.

No sabía más que esperar de este psicópata y no me sorprendería que tirara el agua para apagar el fuego con tal de no darme agua pero había entrado en su juego ahora haciendo lo que el había pedido. Su tono de voz era mucho más elevado que el mio y eso me daba más dolor de cabeza. La noche se estaba volviendo más fría sin saber donde pasaría la noche o si sobreviviría hasta el amanecer.

El se mantenía siempre a una distancia medida como si me tuviera miedo que me pudiera aprovechar y hacer algo mientras el hacía lo suyo. No me podía mover no sentía las manos y no tenía la fuerza para hacerlo. Continuaba burlándose y luego de ver hasta donde quería llegar me di cuenta que no me iba a dar nunca el agua solo quería fastidiarme.

Quería que se lo dijera de manera sensual? Enfermo. Tomé un suspiro como si me estuviera preparando. - Puedes meterte el agua bien por el culo. - Sabía lo que me esperaba pero no aguantaba más esto. Estaba con frío. Mareada. Me dolía todo el cuerpo.

Con mi respuesta ya lo veía venir otra vez violento pero no me iba a dejar pisotear por algo que no iba a conseguir. Se me pasó por la cabeza querer morirme. Ya. De golpe de un ataque del corazón y que hiciera lo que quisiera con mi cuerpo. Yo le temía a la muerte pero este psicópata me había llevado a tal extremo que no quería estar más consciente.

Tenía pensado también pedir que aflojara un poco las amarraduras pero con la locura que traía este demente lo que podría hacer era atar más fuertes las cuerdas. Con todo el alboroto que estaba causando no podía creer como ni un puto zombie se acercó. Nada. Donde estábamos? Solo se escuchaba el viento y el fuego quemar.

En un instante solo se oyó mi respiración acelerada su macabra cara se acercó siendo consciente que esto había sido arte mía. Estaba enojadisimo. No era la primera vez en la noche que lo veía así pero la suma de enojos se ponía peor. Quitó el agua de allí y se rebuscó en otras cosas.

Insulto atrás de insulto tiró cenizas en mis piernas y no se de donde tomé fuerzas para gritar de dolor. Pero eso no fue nada comparado a lo que hizo después cuando me sujetó de espaldas y vi la tijera intenté moverme pero me congelé cuando pegó la tijera caliente en mi cintura.

Lloraba de dolor y con el peso de su cuerpo más mi cuerpo tenso fue suficiente para que la rama que me tenía en el árbol se partiera y me cayera desplomada al piso. No me podía mover me llevé un buen golpe y seguía con las manos y piernas atadas mismo no estando colgada del árbol. No tenía fuerzas para intentar levantarme.

Mi cara se llenó de polvo me arrollé con mis manos atadas cubriéndome las quemaduras mientras lloraba. Pero me recompuse rápido sin moverme porque sabía que el no se iba a quedar quieto. Estaba cerca de la fogata y sin pensar metí mis manos que ya no las sentía estaban azules. Las metí adentro de la fogata para que se quemaran las amarraduras.

En el primer contacto con las brasas sentí el insoportable dolor del fuego pero movía los brazos para intentar agarrar todas las cuerdas del brazo pero sentí como me arrastraba de al lado de la foguera y solo había logrado quemarme las manos. Con única vía de escape fracasada dejé de moverme sin mostrar oposición de momento y ahora si estaba en problemas mientras lloraba desesperada.

Si el dilema sale "SI" logro quemar las amarraduras si sale que "NO", Shane logra sacarme de ahí.

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No podía creer hasta donde había sido capaz de llegar este hombre. Estaba completamente indefensa no tenía como reaccionar. Y me continuó agrediendo en mi cara con un cinturón, los moretones en mis mejillas saltaron y a cada golpe parecía que era peor que el anterior.

Estaba aturdida entre el dolor que tenía en las manos, la caída y los golpes en la cara y sin terminar atacó mis manos que ya estaban quemadas poniendo acero caliente en ellas. El dolor fue tan tan grande que por suerte para mi me desmayé casi de momento.

No sabía cuanto tiempo había pasado pero los rayos del sol me encandilaron y me despertaron. Había amanecido. Me desperté tosiendo con mucho pero mucho dolor en todo el cuerpo. Seguía atada. Tardé unos segundos en recapitular al ver mis manos parecía que las había metido en una sierra, no podía mover un dedo era donde más me dolía.

No sabía donde estaba el desquiciado pero ya había anunciado que me había despertado pero no sabía que hacía Shane ni que planeaba hacer hoy. Me sorprendió despertarme no pensé que pasaría de la madrugada pero sabía que se venía un día jodido con este loco al lado. parecía que se me había corrido el maquillaje pero era la sangre que perdí de la boca y la nariz toda la noche estaba casi negra ya pegada en mi cara.