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Estás solo, todo está destruído, la muerte quiere cazarte. Has sobrevivido al fin y eso no es todo: esta guerra sigue en pie, pues el fin supone un nuevo principio, uno más tormentoso donde tendrás que demostrar lo que vales. ¿Crees poder sobrevivir?, si no... Abandonad toda esperanza aquellos que os adentráis en este nuevo, virulento y destrozado lugar.
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Thea Grayson
31 de julio de 2014
Lisa Martin + 555-7247
Sara Pollard + 555-1352
Grams + 555-0130
O.L. Duke + 555-0132
Paul Edwards + 555-0137
Debby Freeman + 555-0141
¿Qué sería de la tal Lisa Martin ahora? No puedo evitar pensar en ellos, hay un teléfono encima del escritorio y dudo que este funcione, pero aún así siento la terrible tentación de levantarme y correr para marcar alguno de esos teléfonos, aunque sé que no habrá nadie al otro lado, tal vez como mucho un mensaje de voz para así conocer algo más de la persona. Ahora estará todos muertos, y yo me pregunto, ¿quien habría caído primero y el último?, ¿quién habría muerto de la peor forma? Dios, me estoy volviendo una lunática, pero... Hacía ya tiempo que quería hacer esto, simplemente escribir y bueno, al ver este cuaderno ahí tirado no he podido evitar hacerme con él y con un bolígrafo. He tachado los números de teléfono que el anterior dueño había escrito, aunque no sé por qué, como si fueran a servir de algo o qué sé yo...
Estoy en un despacho, en una estación de trenes, Hal está vivo, y aunque aún me resulte tan difícil de creer el grandullón está justo en frente de mi, durmiendo, aunque... Dudo si estará muy dormido, tal vez de un golpe y se levante de un salto amenazante. Suele ser lo suyo, estar alerta siempre. Supongo que si he empezado a escribir ahora y no antes es porque por fin puedo contar algo que de verdad me hace feliz.
Estaba entrando en una estación, como ya he escrito, y estaba en esta misma oficina medio dormida cuando escuché un golpe y bueno salí corriendo a ver que era, le vi de espaldas y al principio casi ni le reconocí, le apunté con el revólver que llevo descargado, por si acaso, madre mía y cuando se giró ambos nos quedamos de piedra. Le abracé tal que podría haberle ahogado ahí mismo. Por una vez en mucho tiempo me he sentido bien, yo sabía que Hal no podía haber muerto, al igual que el resto, aquellos a los que vi desaparecer, no los había visto morir, mis padres, mis amigos... Y por tanto no voy a descansar hasta dar con ellos, vivos o... Como fuera, necesitaba respuestas y de estar en su lugar me gustaría que no se olvidasen de mi, eramos una gran familia y uno jamás podía olvidarse de su familia.
Me siento una extraña al mirarle ahí completamente dormido, o al menos lo parece, hemos decidido dormir algo y me he despertado al rato, así que me he puesto a escribir esto. Es como si ver a Hal hubiera hecho que me hubiese despertado de una pesadilla y que todo lo que he vivido hasta ahora no haya sido real, es como si me hubiera devuelto al mundo tal y como era antes. Creo que ahora iré escribiendo más a menudo porque como he dicho, aunque no tuviera nada que escribir alegre antes, creo que todos aquellos a los que perdí en el camino deberían ser recordados, como Jack, el último que cayó, le he echado mucho de menos y no me olvido de su buen humor, lo extraño tanto... El mundo se ha convertido en un auténtico caos. ¿Pero qué más puedo decir de ello?
En fin, tengo la sensación de que ahora, por fin, tras tanto tiempo todo irá a mejor, conozco a Hal desde hace mucho y bueno, nunca ha sido un problema trabajar con él o estar juntos, lo bueno es que conozco algunas de sus manías y demás, así que... Me siento feliz de contar con su compañía. Espero seguir escribiendo más aquí, pero ahora voy a tratar de seguir durmiendo, que me hace mucha falta.
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Thea Grayson
14 de agosto de 2014
Descubrir que la siguiente página de mi diario está en blanco totalmente es toda una sorpresa, así que aprovecharé para escribir un par más de mis paranoias. Lena está viva. Aún no me puedo creer que esté con nosotros, pero así es, vivita y coleando, como ella siempre fue. Y me siento bien, últimamente estoy teniendo mucha suerte incluido hoy, aunque lo de hoy ha sido directamente algo sacado de una película de ciencia ficción. Apenas unos días después de encontrar a Lena y pasar de dos a tres hoy aumentamos en cinco personas. Si. Se llaman Katherine y Kyle y estoy totalmente segura de que tienen algo, algo romántico, no es que hable de que nos la quieren jugar o qué sé yo. Confío en ella, porque me ha salvado la vida pudiendo dejarme tirada. Ambas nos encontramos en un almacén abandonado de un puerto y aquello fue toda una locura.
He llegado hace ya unas horas, pero estaba haciendo las presentaciones y demás. Sé que prometí, o al menos me hice esa promesa, a mi misma, de que escribiría más a menudo y siento no haberla cumplido. Pero ahora si hay cosas interesantes para escribir.
Estoy en mi habitación, hace un buen rato que estoy aquí, si, tengo una habitación. Y es que cuando encontramos a Lena nos refugiamos en un motel que se encuentra entre nada y ninguna parte, está bien porque apenas se acercan los caminantes hasta aquí y si llegan suelen pasar de largo. Se suponía que iba a ser algo para un par de días como mucho, pero es que las camas, el agua, la enorme cocina llena de latas, conservas... Directamente no me puedo negar a un buen colchón y resulta curioso que este me lo parezca, nunca me gustaron los moteles porque sus camas eran demasiado incómodas. Creo que tanto dormir en otros sitios imposibles me ha hecho ser menos exigente. Tras ducharme y arreglarme un poco me he quedado aquí, hoy lena y Hal se encargarán de hacer la última guardia, creo que Kyle les ayudará, pues Katherine y yo estamos molidas a palos, sencillamente. Pura ciencia ficción, la verdad. Tres malditas arañas gigantes, todo se reduce a eso, un almacén y Katherine y yo solas, luchando por no acabar siendo la cena de una familia de arácnidos.
Katherine y yo logramos escapar de esa mierda como pudimos, pero ambas con ayuda de nuestro ingenio y fuerza. Incluso me da al risa si recuerdo lo de la ventana, en serio, ambas tuvimos que saltar por una ventana mientras esa cosa nos perseguía. Y bueno, nos quedamos un poco colgadas, en verdad literalmente colgadas del borde de la ventana. Y aunque me ría nos acabamos dando una buena leche, aún me duele el brazo y el costado por culpa de la caída, menos mal que estuve aguda y supe apoyar el brazo, de lo contrario quien sabe, tal vez tendría un diente menos o peor aún una buena rotura en la clavícula, que aún recordaba una vieja caída de mi padre en la que se rompió tal hueso, por culpa de no saber apoyar los brazos bien cuando caía. Aunque no le culpo, ¿en esa fracción de tiempo en la que caes quien puede pensar en como colocar los brazos?, no seré una creída, en verdad he tenido mucha suerte, demasiada. Katherine antes de eso me sorprendió con un plan en el que pudimos acabar con las dos primeras de una forma mucho más limpia que con la tercera, que acabó atropellada. Si. Katherine ha confesado que antes de todo esto ella era bibliotecaria, cosa que me ha dejado más perpleja, pues la vi muy espabilada cuando ambas nos topamos con esas cosas, en cambio Kyle si que fue militar, soldado. Ambos provenían de Boston, pero no sé si se conocían de antes o no, lo cierto es que tengo curiosidad, ¿estarían juntos ya desde hace tiempo, o...? Hemos mantenido una charla en el bar del motel, Hal ha parecido congeniar a la perfección con Kyle y eso que es bastante desconfiado, pero claro, al parecer le ha tocado la fibra con lo del ejército y ambos han intercambiado viejas historias de su paso por ahí. Y la verdad es que con ello tengo la sensación de que nos llevaremos bien, no estoy del todo segura, pero... Lo creo, ha sido tal vez por como pese a la llegada y la desconfianza al final todos hemos acabado charlando de forma bastante abierta. Me ha gustado, la verdad. Sobre todo porque eso de socializar parece que ya lo había olvidado y ahora aquí estoy, escribiendo sobre ello. Creo que me daría vergüenza que alguien que me llegase a conocer leyera esto... Así que... Hola desconocido, tú no me conoces, genial y si me conoces deja de leer.
Pretendo... No sé que es lo pretendo con esto, lo más seguro es ello, no acabar en el olvido, el deseo de cualquier humano desde siglos atrás ha sido perdurar en el tiempo, este es entonces mi pequeño legado, aunque si, sea una mierda barata.
Sé que ya he hablado de ello, pero no puedo evitar quitarme de la cabeza a esos seres del almacén. ¿De dónde salen?, hay realmente algo ahí que me quema. Sé lo que son, pero dudo que Umbrella hubiera desarrollado tantos, tal vez halla una base abandonada cerca, a saber... Las BOW son mil veces peor que un zombie normal, que digo mil veces... No se puede describir y no lo sabes hasta que no te encuentras con una y ya es tarde como para huir. Las armas convencionales suelen ser poco efectivas y hoy yo he acabado con la munición que portaba, encontré unas balas en la caja registradora del motel, aunque ningún rastro de otro revólver, cosa que me extrañó, pero al menos me salvaron tal vez la vida. Cuando disparé a la tercera araña apenas conseguí hacerle daño y para mi sorpresa salieron dos más pequeñas, si, de la grande, fue algo que apenas logré ver con la oscuridad del almacén, pero con el disparo salieron dos más pequeñas, que aún así seguían siendo enormes en comparación con una normal y corriente de toda la vida.
Katherine logró distraer a la tercera y así yo pude acabar con ella, habíamos llegado hasta un taller y bueno, improvisamos sobre la marcha, queríamos salir porque sabía que no podríamos acabar con ella cuando me quedaban un par de balas, creo recordar, y entonces la vi rodeada y aterrada, así que me hice con uno de los coches del taller y adiós... Ese golpe también fue grande, menos mal que no iba a gran velocidad, lo justo para chocar la araña contra una de las paredes del dichoso taller. Aunque aún me duele algo el cuello, espero que tras una buena noche de descanso se me pase. Y tras escapar de ahí fuimos a buscar a Kyle, de quien no me había hablado hasta que quise huir de allí, cuando los zombies con todo aquel jaleo, como es normal, comenzaron a rodearlo todo. Y aquí estamos ahora.
Cambiando de tema. Seguramente, lo que más me moleste es que Hal tardará en venir por aquí. Tras el día de hoy me gustaría pasar un rato con él. Vale, me cuesta escribir sobre esto, este tema, aquí, así que mejor lo dejo. No quiero ser como la típica adolescente chalada que escribe en su diario sobre ese chico. Pero si que admitiré que estoy un poco chalada, y también que soy algo kamikace, el día de hoy de lo afirma junto a tantos otros y... Me empiezo a sentir cansada, además de que la luz que entra ya por las ventanas escasea bastante, anochece y creo que es una buena hora para ir a descansar algo, que me lo he ganado. He aumentado el número de latas de comida que tenemos, al final del todo conseguí algo de esa locura de viaje. Y ya casi no soy capaz de ni ver lo que escribo, así que si la letra es horrible, me disculpo. Y ahora a dormir, buenas noches seas quien seas, o días, tardes... Cuando sea que estés leyendo.
He llegado hace ya unas horas, pero estaba haciendo las presentaciones y demás. Sé que prometí, o al menos me hice esa promesa, a mi misma, de que escribiría más a menudo y siento no haberla cumplido. Pero ahora si hay cosas interesantes para escribir.
Estoy en mi habitación, hace un buen rato que estoy aquí, si, tengo una habitación. Y es que cuando encontramos a Lena nos refugiamos en un motel que se encuentra entre nada y ninguna parte, está bien porque apenas se acercan los caminantes hasta aquí y si llegan suelen pasar de largo. Se suponía que iba a ser algo para un par de días como mucho, pero es que las camas, el agua, la enorme cocina llena de latas, conservas... Directamente no me puedo negar a un buen colchón y resulta curioso que este me lo parezca, nunca me gustaron los moteles porque sus camas eran demasiado incómodas. Creo que tanto dormir en otros sitios imposibles me ha hecho ser menos exigente. Tras ducharme y arreglarme un poco me he quedado aquí, hoy lena y Hal se encargarán de hacer la última guardia, creo que Kyle les ayudará, pues Katherine y yo estamos molidas a palos, sencillamente. Pura ciencia ficción, la verdad. Tres malditas arañas gigantes, todo se reduce a eso, un almacén y Katherine y yo solas, luchando por no acabar siendo la cena de una familia de arácnidos.
Katherine y yo logramos escapar de esa mierda como pudimos, pero ambas con ayuda de nuestro ingenio y fuerza. Incluso me da al risa si recuerdo lo de la ventana, en serio, ambas tuvimos que saltar por una ventana mientras esa cosa nos perseguía. Y bueno, nos quedamos un poco colgadas, en verdad literalmente colgadas del borde de la ventana. Y aunque me ría nos acabamos dando una buena leche, aún me duele el brazo y el costado por culpa de la caída, menos mal que estuve aguda y supe apoyar el brazo, de lo contrario quien sabe, tal vez tendría un diente menos o peor aún una buena rotura en la clavícula, que aún recordaba una vieja caída de mi padre en la que se rompió tal hueso, por culpa de no saber apoyar los brazos bien cuando caía. Aunque no le culpo, ¿en esa fracción de tiempo en la que caes quien puede pensar en como colocar los brazos?, no seré una creída, en verdad he tenido mucha suerte, demasiada. Katherine antes de eso me sorprendió con un plan en el que pudimos acabar con las dos primeras de una forma mucho más limpia que con la tercera, que acabó atropellada. Si. Katherine ha confesado que antes de todo esto ella era bibliotecaria, cosa que me ha dejado más perpleja, pues la vi muy espabilada cuando ambas nos topamos con esas cosas, en cambio Kyle si que fue militar, soldado. Ambos provenían de Boston, pero no sé si se conocían de antes o no, lo cierto es que tengo curiosidad, ¿estarían juntos ya desde hace tiempo, o...? Hemos mantenido una charla en el bar del motel, Hal ha parecido congeniar a la perfección con Kyle y eso que es bastante desconfiado, pero claro, al parecer le ha tocado la fibra con lo del ejército y ambos han intercambiado viejas historias de su paso por ahí. Y la verdad es que con ello tengo la sensación de que nos llevaremos bien, no estoy del todo segura, pero... Lo creo, ha sido tal vez por como pese a la llegada y la desconfianza al final todos hemos acabado charlando de forma bastante abierta. Me ha gustado, la verdad. Sobre todo porque eso de socializar parece que ya lo había olvidado y ahora aquí estoy, escribiendo sobre ello. Creo que me daría vergüenza que alguien que me llegase a conocer leyera esto... Así que... Hola desconocido, tú no me conoces, genial y si me conoces deja de leer.
Pretendo... No sé que es lo pretendo con esto, lo más seguro es ello, no acabar en el olvido, el deseo de cualquier humano desde siglos atrás ha sido perdurar en el tiempo, este es entonces mi pequeño legado, aunque si, sea una mierda barata.
Sé que ya he hablado de ello, pero no puedo evitar quitarme de la cabeza a esos seres del almacén. ¿De dónde salen?, hay realmente algo ahí que me quema. Sé lo que son, pero dudo que Umbrella hubiera desarrollado tantos, tal vez halla una base abandonada cerca, a saber... Las BOW son mil veces peor que un zombie normal, que digo mil veces... No se puede describir y no lo sabes hasta que no te encuentras con una y ya es tarde como para huir. Las armas convencionales suelen ser poco efectivas y hoy yo he acabado con la munición que portaba, encontré unas balas en la caja registradora del motel, aunque ningún rastro de otro revólver, cosa que me extrañó, pero al menos me salvaron tal vez la vida. Cuando disparé a la tercera araña apenas conseguí hacerle daño y para mi sorpresa salieron dos más pequeñas, si, de la grande, fue algo que apenas logré ver con la oscuridad del almacén, pero con el disparo salieron dos más pequeñas, que aún así seguían siendo enormes en comparación con una normal y corriente de toda la vida.
Katherine logró distraer a la tercera y así yo pude acabar con ella, habíamos llegado hasta un taller y bueno, improvisamos sobre la marcha, queríamos salir porque sabía que no podríamos acabar con ella cuando me quedaban un par de balas, creo recordar, y entonces la vi rodeada y aterrada, así que me hice con uno de los coches del taller y adiós... Ese golpe también fue grande, menos mal que no iba a gran velocidad, lo justo para chocar la araña contra una de las paredes del dichoso taller. Aunque aún me duele algo el cuello, espero que tras una buena noche de descanso se me pase. Y tras escapar de ahí fuimos a buscar a Kyle, de quien no me había hablado hasta que quise huir de allí, cuando los zombies con todo aquel jaleo, como es normal, comenzaron a rodearlo todo. Y aquí estamos ahora.
Cambiando de tema. Seguramente, lo que más me moleste es que Hal tardará en venir por aquí. Tras el día de hoy me gustaría pasar un rato con él. Vale, me cuesta escribir sobre esto, este tema, aquí, así que mejor lo dejo. No quiero ser como la típica adolescente chalada que escribe en su diario sobre ese chico. Pero si que admitiré que estoy un poco chalada, y también que soy algo kamikace, el día de hoy de lo afirma junto a tantos otros y... Me empiezo a sentir cansada, además de que la luz que entra ya por las ventanas escasea bastante, anochece y creo que es una buena hora para ir a descansar algo, que me lo he ganado. He aumentado el número de latas de comida que tenemos, al final del todo conseguí algo de esa locura de viaje. Y ya casi no soy capaz de ni ver lo que escribo, así que si la letra es horrible, me disculpo. Y ahora a dormir, buenas noches seas quien seas, o días, tardes... Cuando sea que estés leyendo.
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Thea Grayson
16 de agosto de 2014
Hoy es dieciséis de agosto y... No he podido dormir, la pesadilla ha sido diferente esta vez. Es extraño soñar con algo que me ocurrió hace ya un par de meses y de verdad. Al menos prefiero esta pesadilla, pues es algo que no me duele mentalmente tanto como otros recuerdos, es algo que me hace ponerme a pensar bastante en todo. Pues hace justamente tres meses atrás casi me matan. ¿Y por qué sueño hoy con ello?, a saber... Sólo sé que me asusté, pero no porque fuera a morir, si no porque temí no vivir esto. Lo que hoy tengo. Estaba convencida de que él no estaría muerto y quería seguir buscándole. A día de hoy estoy con ellos e incluso más gente. Me encantaría poder acercarme a Pensilvania y volver a ver a Leah para contarle que he logrado parte de mi propósito, por el cual me marché de aquel lugar que ahora es de ensueño. Aún no les he comentado a ninguno lo del poblado Amish, cosa que me quema, pero estoy buscando un buen momento, no quiero pensar en que soy egoísta, pero tal vez así sea. Temo que todos quieran marcharse allí, por el camino fácil cuando yo no quiero volver, porque antes tengo cosas que hacer fuera. Además sé que el alcalde del poblado no es muy dado a la gente nueva. Con tanto jaleo se me ha olvidado decirlo, si, como si fuera algo que se puede olvidar fácilmente. Pero si, tristemente soy una egoísta, porque en el fondo temo quedarme sola. Así que se lo diré a todos en cuanto estemos reunidos juntos. Buscaré un momento y se lo contaré. Tengo que añadir como razón de esta tardanza el hecho de que he temiendo que se enfaden por decírselo tan tarde y así han ido aumentando los días.
Sé que el poblado seguirá en pie, porque es sin duda el mejor refugio. Lleno de muros altos y fuertes, además se abastecen solos, por lo que prácticamente no necesitan nada del exterior, es increible ver algo así hoy en día. El problema es que poseen otra cultura y tradiciones a las que ni de lejos conseguí acostumbrarme cuando pasé aquella estancia allí, recuperándome. Sin duda es el lugar al que probablemente vaya cuando ya haya acabado cuanto quiero hacer aquí fuera. Aún me queda saber si mis padres siguen vivos, si el resto del grupo... Básicamente todos aquellos a los que no vi morir en Nueva York. Tenemos que encontrarlos vivos o... Me niego a escribir la siguiente palabra. Dicen que la esperanza es lo último que se pierde, así que conmigo no va a ser menos. El resto ya decidirá si ha perdido la esperanza o no o que harán con sus vidas, lo que si está claro es que yo no soy quien para ocultarles nada y mucho menos para decidir por ellos.
Estos días están resultando ser diferentes y sinceramente agradables, pese al fin del mundo, la muerte, las pesadillas... Llevaba meses sola y ahora estoy con Hal, Lena, Kilroy y Thirteen, que son los últimos con los que me topé en aquel puerto. Pensé que no se quedarían con nosotros mucho tiempo, pero sus planes parecen diferentes y por lo visto aquí seguirán. Me gusta, son buena gente y por tanto nos dan una buena compañía, es agradable ver que no todos los pocos supervivientes que quedan están como una puñetera cabra.
Tenemos más comida, aunque también más bocas que alimentar. Hal ha barajado la posibilidad de largarnos a otro motel, ha estado mirando mapas y resulta que mi compañero no tiene muy claro eso de quedarnos en un mismo lugar demasiado tiempo. A mi no me parece tan malo, pero él cree que lo mejor es estar en constante movimiento, por seguridad y Kyle ha parecido estar totalmente de acuerdo con él, así que en cuanto opinemos el resto seguramente nos largaremos de este sitio, que en verdad a mi me gusta bastante. Espero que el nuevo lugar sea como este. A mi no me importa, si ellos creen que así estaremos mejor, pues vale, ahora trataré de dormir algo, pues a saber cuando pillamos una cama tan cómoda como las que hay en este lugar. Es curioso, en otro tiempo este motel no llegaría a alcanzar ni la categoría de antro de mala muerte y ahora todos coincidíamos en que era casi como un hotelazo de cinco estrellas.
Sé que el poblado seguirá en pie, porque es sin duda el mejor refugio. Lleno de muros altos y fuertes, además se abastecen solos, por lo que prácticamente no necesitan nada del exterior, es increible ver algo así hoy en día. El problema es que poseen otra cultura y tradiciones a las que ni de lejos conseguí acostumbrarme cuando pasé aquella estancia allí, recuperándome. Sin duda es el lugar al que probablemente vaya cuando ya haya acabado cuanto quiero hacer aquí fuera. Aún me queda saber si mis padres siguen vivos, si el resto del grupo... Básicamente todos aquellos a los que no vi morir en Nueva York. Tenemos que encontrarlos vivos o... Me niego a escribir la siguiente palabra. Dicen que la esperanza es lo último que se pierde, así que conmigo no va a ser menos. El resto ya decidirá si ha perdido la esperanza o no o que harán con sus vidas, lo que si está claro es que yo no soy quien para ocultarles nada y mucho menos para decidir por ellos.
Estos días están resultando ser diferentes y sinceramente agradables, pese al fin del mundo, la muerte, las pesadillas... Llevaba meses sola y ahora estoy con Hal, Lena, Kilroy y Thirteen, que son los últimos con los que me topé en aquel puerto. Pensé que no se quedarían con nosotros mucho tiempo, pero sus planes parecen diferentes y por lo visto aquí seguirán. Me gusta, son buena gente y por tanto nos dan una buena compañía, es agradable ver que no todos los pocos supervivientes que quedan están como una puñetera cabra.
Tenemos más comida, aunque también más bocas que alimentar. Hal ha barajado la posibilidad de largarnos a otro motel, ha estado mirando mapas y resulta que mi compañero no tiene muy claro eso de quedarnos en un mismo lugar demasiado tiempo. A mi no me parece tan malo, pero él cree que lo mejor es estar en constante movimiento, por seguridad y Kyle ha parecido estar totalmente de acuerdo con él, así que en cuanto opinemos el resto seguramente nos largaremos de este sitio, que en verdad a mi me gusta bastante. Espero que el nuevo lugar sea como este. A mi no me importa, si ellos creen que así estaremos mejor, pues vale, ahora trataré de dormir algo, pues a saber cuando pillamos una cama tan cómoda como las que hay en este lugar. Es curioso, en otro tiempo este motel no llegaría a alcanzar ni la categoría de antro de mala muerte y ahora todos coincidíamos en que era casi como un hotelazo de cinco estrellas.
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Thea Grayson
1 de octubre de 2014
St. George no está mal, bueno, las afueras de esta ciudad no están nada mal. Llevamos ya casi un mes por esta zona, ¿casi?, no, hoy hace un mes ya y supongo que no tardaremos en marcharnos. Es sin duda nuestra estancia más larga, desde lo de Overton estamos un poco cansados y aunque seguramente lo sucedido allí debería darnos más fuerzas para continuar vagabundeando por el país, por alguna extraña razón hoy seguimos aquí. Estamos siempre atentos a que Hal pueda decir algo, él es parece ser el encargado de decidir cuando nos movemos o hacia donde. Y a nadie nos molesta, pues sencillamente el resto no tenemos ideas mejores, así que nos fiamos de él básicamente. Eso si, desde el incidente del Plaza Motel hemos aumentado las guardias, los turnos son más largos y tratamos de abarcar más terreno, de no dejar ni un momento de vigilar los alrededores. Puede que nos hayamos vuelto más temerosos, pero es sin duda lo mejor. Nunca debemos bajar la guardia y nuestro fallo aquella vez fue distraernos, ya no nos podemos permitir ningún despiste más. Con aquel tuvimos la suerte de no perder a nadie, ¿pero y si no hubiera sido así?, desde luego aprendemos de nuestros errores y eso es lo que nos hace más fuertes.
En breve habrá una excursión, así que aún nos quedaremos algo más por aquí. Taylor, ha propuesto acercarnos un grupo a la ciudad, yo ya he decidido ir con ella, pues la rubia tiene razón, no contamos con armas apenas y los alrededores, pueblos pequeños y demás ya han sido prácticamente saqueados por todos los supervivientes o simplemente no pueden ofrecernos nada, así que hemos decidido visitar St. George, nos dejaremos caer por el armero de la policía para ver si encontramos más armas de fuego con las que poder defendernos. El ataque del Plaza Motel nos dejó prácticamente sin munición. Así que si queremos seguir hacia adelante no nos queda de otra que arriesgarnos, es morir en el intento o no hacer nada y morir. Sabemos que no es la mejor opción del mundo, que es arriesgado, pero es una única y muy buena oportunidad.
Mientras tanto seguimos arañando todas las provisiones que podemos, realizamos partidas de vez en cuando y viajamos por los alrededores de St. George en busca de comida, ropa de abrigo para el invierno... Cualquier cosa útil que nos pueda servir. En verdad más que simple responsabilidad, estamos tan solo retrasando el momento de esa partida, pues todos sabemos que las ciudades son un auténtico peligro y que cuanto más se eviten mejor. Suelen estar atestadas de cadáveres vivientes y ya de por si apenas contamos con munición o armas con las que defendernos. Así que pese a que sepamos que probar suerte en los alrededores es una perdida de tiempo nosotros lo tratamos de intentar por si acaso.
Este mes se ha vuelto algo pesado, como ya he dicho las guardias se han alargado y hemos invertido mucho tiempo en asegurar el perímetro y demás. He perdido ya la cuenta de las noches que he pasado en vela junto a Ha cubriendo los alrededores, además de las horas extra que he echado para así permitir que los demás descansaran. En verdad era el propio Hal quien hacía esto, yo simplemente me negaba a dejarle solo por más que él insistiera en que me fuera a descansar también. Lo cierto es que esas guardias no han estado nada mal, nos centrábamos en ello, pero también ha habido momentos para charlar y recordar otros tiempos o simplemente pensar en los nuevos.
Esos son algunos de los detalles más importantes de este mes, por otra parte la convivencia está siendo otro punto importante. Es algo que me gusta bastante del grupo, nos estamos acostumbrando los unos a los otros bastante bien y tenemos una buena relación, es agradable charlar con todos y estoy bastante cómoda, reconozco que jamás creí que fuera a pasar algo así, por eso estoy muy agradecida. Si hace unos meses que estaba tan sola me dijeran que a día de hoy iba a estar tan acompañada de buena gente como aquella... Para nada me lo creería, así que lo único que puedo pedir ahora es que todos sigamos bien, sobreviviendo y ante todo con vida.
En breve habrá una excursión, así que aún nos quedaremos algo más por aquí. Taylor, ha propuesto acercarnos un grupo a la ciudad, yo ya he decidido ir con ella, pues la rubia tiene razón, no contamos con armas apenas y los alrededores, pueblos pequeños y demás ya han sido prácticamente saqueados por todos los supervivientes o simplemente no pueden ofrecernos nada, así que hemos decidido visitar St. George, nos dejaremos caer por el armero de la policía para ver si encontramos más armas de fuego con las que poder defendernos. El ataque del Plaza Motel nos dejó prácticamente sin munición. Así que si queremos seguir hacia adelante no nos queda de otra que arriesgarnos, es morir en el intento o no hacer nada y morir. Sabemos que no es la mejor opción del mundo, que es arriesgado, pero es una única y muy buena oportunidad.
Mientras tanto seguimos arañando todas las provisiones que podemos, realizamos partidas de vez en cuando y viajamos por los alrededores de St. George en busca de comida, ropa de abrigo para el invierno... Cualquier cosa útil que nos pueda servir. En verdad más que simple responsabilidad, estamos tan solo retrasando el momento de esa partida, pues todos sabemos que las ciudades son un auténtico peligro y que cuanto más se eviten mejor. Suelen estar atestadas de cadáveres vivientes y ya de por si apenas contamos con munición o armas con las que defendernos. Así que pese a que sepamos que probar suerte en los alrededores es una perdida de tiempo nosotros lo tratamos de intentar por si acaso.
Este mes se ha vuelto algo pesado, como ya he dicho las guardias se han alargado y hemos invertido mucho tiempo en asegurar el perímetro y demás. He perdido ya la cuenta de las noches que he pasado en vela junto a Ha cubriendo los alrededores, además de las horas extra que he echado para así permitir que los demás descansaran. En verdad era el propio Hal quien hacía esto, yo simplemente me negaba a dejarle solo por más que él insistiera en que me fuera a descansar también. Lo cierto es que esas guardias no han estado nada mal, nos centrábamos en ello, pero también ha habido momentos para charlar y recordar otros tiempos o simplemente pensar en los nuevos.
Esos son algunos de los detalles más importantes de este mes, por otra parte la convivencia está siendo otro punto importante. Es algo que me gusta bastante del grupo, nos estamos acostumbrando los unos a los otros bastante bien y tenemos una buena relación, es agradable charlar con todos y estoy bastante cómoda, reconozco que jamás creí que fuera a pasar algo así, por eso estoy muy agradecida. Si hace unos meses que estaba tan sola me dijeran que a día de hoy iba a estar tan acompañada de buena gente como aquella... Para nada me lo creería, así que lo único que puedo pedir ahora es que todos sigamos bien, sobreviviendo y ante todo con vida.
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Thea Grayson
31 de octubre de 2014
Hoy es esa noche en la que años atrás me pasaba en el sofá de casa, atiborrándome de golosinas y caramelos mientras veía alguna vieja película. Sinceramente lo echo de menos y mucho, la comida no, la verdad, en otra época tal vez, hoy en día me gustaría un buen plato de comida para variar, pues estoy cansada de las chocolatinas y todas esas cosas, es que sumando la comida basura, los zombies y todo lo demás parece que celebramos Halloween durante todo el año. La comparación es horrible, lo sé. La vida se ha vuelto un infierno literal y yo aquí burlándome de ello... Añoro a Dallas demasiado, pues mi último Halloween lo celebré con ella, por allá en 2011, el de 2012 fue más literal y el de 2010 estaba demasiado triste y perdida como para celebrar nada, la muerte de Alex seguía ahí y no era capaz de hacer nada del estilo.
Aún recuerdo aquellos trajes horribles, las risas de Dallas por los comentarios de Frost, el desastre de la misión y el buen resultado al final. Pero lo mejor, fue que Dallas acabó por quedarse a dormir en mi casa, ambas hechas polvo tras nuestro paseo por urgencias. Que vergüenza pasamos allí, sobre todo yo vestida como una streaper de enfermera. Cualquiera que nos viera pensaría que eramos dos locas que la habíamos liado en alguna fiesta de la ciudad.
Hoy por el contrario estoy en un motel de esos de película de miedo barata, acompañada de muy buena gente, el grupo ha crecido considerablemente y lo cierto es que no puedo estar más satisfecha con ellos, son todos sin excluir a nadie buenas personas y el ambiente es sin duda el mejor. Disfruto con las bromas de Jay o Taylor, que siempre están dispuestos a sacarnos alguna sonrisa, con la compañía de Katherine que ha resultado ser una gran amiga, la el calor de Hal cada noche a mi lado... Aún no soy capaz de creer que hace apenas unos meses vagaba sola por el mundo, sin esperanzas y mucho menos sin nada.
No sé que hora es, lo cierto es que la mañana está pasando bien lenta, hoy me he levantado bastante cansada de la noche anterior, la guardia se prolongó prácticamente hasta que amaneció y desde entonces llevo en esta dichosa habitación. Quería dormir pero apenas me ha sido posible dar aunque sea una cabezada, esta noche lo pasaré mal en la siguiente guardia, sobre todo cuando me entre el sueño y luche por no dormirme, aunque bueno, con el frío que comienza a hacer seguro que me espabilo rápido.
No me queda de otra, creo que lo mejor será mantenerme en pie hasta que no pueda más y pedirle el cambio a alguien para esta noche. Al menos esta vez no pasaré sola el día.
Aún recuerdo aquellos trajes horribles, las risas de Dallas por los comentarios de Frost, el desastre de la misión y el buen resultado al final. Pero lo mejor, fue que Dallas acabó por quedarse a dormir en mi casa, ambas hechas polvo tras nuestro paseo por urgencias. Que vergüenza pasamos allí, sobre todo yo vestida como una streaper de enfermera. Cualquiera que nos viera pensaría que eramos dos locas que la habíamos liado en alguna fiesta de la ciudad.
Hoy por el contrario estoy en un motel de esos de película de miedo barata, acompañada de muy buena gente, el grupo ha crecido considerablemente y lo cierto es que no puedo estar más satisfecha con ellos, son todos sin excluir a nadie buenas personas y el ambiente es sin duda el mejor. Disfruto con las bromas de Jay o Taylor, que siempre están dispuestos a sacarnos alguna sonrisa, con la compañía de Katherine que ha resultado ser una gran amiga, la el calor de Hal cada noche a mi lado... Aún no soy capaz de creer que hace apenas unos meses vagaba sola por el mundo, sin esperanzas y mucho menos sin nada.
No sé que hora es, lo cierto es que la mañana está pasando bien lenta, hoy me he levantado bastante cansada de la noche anterior, la guardia se prolongó prácticamente hasta que amaneció y desde entonces llevo en esta dichosa habitación. Quería dormir pero apenas me ha sido posible dar aunque sea una cabezada, esta noche lo pasaré mal en la siguiente guardia, sobre todo cuando me entre el sueño y luche por no dormirme, aunque bueno, con el frío que comienza a hacer seguro que me espabilo rápido.
No me queda de otra, creo que lo mejor será mantenerme en pie hasta que no pueda más y pedirle el cambio a alguien para esta noche. Al menos esta vez no pasaré sola el día.
Enjoy the Silence 4.0 All rights reserved.
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Thea Grayson
Hoy es 21 del mes diciembre del año 2014.
Las vistas que hay desde mi ventana son demasiado hermosas como para simplemente obviarlas. Creo que jamás he visto una noche tan estrellada como la de hoy. Bueno si, pero nunca antes de que todo se fuera al traste. Es porque ya apenas queda luz aquí abajo, toda la faz de la tierra se sumerge en la total y desoladora oscuridad.Todos duermen, bueno, casi todos. Me espera una noche larga de guardia. Hoy me tocaba a mi y aquí estoy, en la azotea, abrigada con varias prendas y mantas. La azotea de este motel es un buen sitio, desde que llegamos sigo sorprendida con sus vistas y hoy que es luna llena todo parece aún más mágico.
(...) Me he quedado dormida, maldita sea. Apenas han sido unos 45 minutos de reloj. Al escribir esa última frase me he quedado observando el cielo y me he quedado completamente dormida. Así que aquí sigo, escribiendo, revisando los alrededores y bebiendo café que Kamekona me ha preparado.
Sé que hace mucho que no escribo, por ello este nombre te extrañará, pero resulta que ahora somos más en el grupo. Dallas sigue viva, ahora estará durmiendo unos metros de aquí en su habitación. Parece mentira, pero es real y no pude sentirme más feliz de encontrarla. También contamos con otros, Kamekona, un tipo particular que está empeñado en encargarse de la comida, le encontré con Taylor, él iba acompañado de una chica llamada Blake, resulta ser un genio con los ordenadores, pero apenas he podido hablar con ella. Sherry, una joven a la que encontré en un psiquiátrico... Ha resultado ser una buena compañera del grupo, perteneció a Seguridad Nacional y en el tema con referencia a Umbrella anda de los nervios. Sé que ahí falla algo, porque apenas he logrado sacarle nada de por qué, ¿por qué se lo toma como si fuera algo tan personal?
Keith Kästner, la hija de Frost también sigue viva, la encontramos muy mal herida y medio muerta, pero Bonnie logró curarla y no puedo sentirme más dichosa por volver a verla, sin embargo cada vez que miro sus ojos, su rostro... Veo a su padre y se me hace cuesta arriba recordarlo. Es duro pensar en los caídos. Keith no venía sola, cuidaba de ella un chico que come como si fuera una lima, espero que encontremos más comida, porque a este paso...
Sé que han pasado muchas cosas y que me dejo otras tantas por plasmar aquí, pero cada vez me siento más cansada y es preferible que me espabile echando un vistazo por los alrededores.
Espero poder seguir escribiendo más: T. Grayson.
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Thea Grayson
Hoy es 31 del mes diciembre del año 2014.
Acaban de pasar como quince minútos desde la media noche. Así que ya es oficial; ya es 31 de diciembre. El último día del 2014. Aún parece mentira que esté aquí, cuando por allá en 2012 pensaba que no llegaría ni a finales de aquel año. Desde entonces he perdido la cuenta de las veces que he pensado en que iba a morir. Que todo señalaba que iba a acabar, sin embargo aquí sigo, respirando y pensando por mi misma, sin la necesidad de acabar con la vida de alguien para satisfacer mi propia hambre. Todos duermen. Y aunque yo debería ser la primera en hacerlo, no puedo. Me siento demasiado intranquila, acabamos de llegar a un lugar nuevo. Tras tanto tiempo en el motel de St. George hemos decidido movilizar al grupo. Jay, a quien suelo llamar Guitar Hero decía conocer un pueblecito al norte de Utah que se ubicaba en la costa de un lago y tras casi un día de viaje por fin estamos aquí. Resulta interesante porque ontaremos con agua y además hicimos un gran descubrimiento. Casi por casualidad nos encontramos con una enorme casa a las afueras. Todos parecen contentos con ella, pues nos ha proporcionado un dormitorio para cada uno, de sobra incluso y hasta Bonnie ya ha organizado una pequeña consulta. La he visto ir a dormirse no hacía mucho. La casa al parecer es de nueva construcción, da la sensación de que la prepararon bien para sus inquilinos y estos jamás llegaron, nisiquiera ha sufrido saqueos y nos hemos encontrado una despensa llena de comida, sábanas limpias y en general un lugar bastante cómodo. Tal vez sea esa comodidad lo que me altera, pues por experiencia las cosas nunca son tan sencillas. Aunque tal vez Taylor tenga razón, dijo algo así como: "Es el milagro de la nav idad". No estaría nada mal algo de tranquilidad para variar. Aunque a mi me cueste aceptarla.
El viaje ha sido hasta sencillo, atravesamos Utah de sur a norte sin problemas. Hicimos un par de paradas y todo estuvo muy tranquilo, hasta la casa. Que por cierto cuenta hasta con un muro propio, lo cual supone más seguridad, pero es que todo sigue siendo demasiado perfecto.
El pueblecito en el que nos situámos, ya que al fin y al cabo, la casa está aquí, aunque a las afueras, tiene un nombre del que ahora no me acuerdo. Aún así, no tardaremos en echar un vistazo al pueblo connombredelquenomeacuerdo, Jay ya me lo dirá, creo que él se lo conoce. Iremos a echar un vistazo en cuanto nos recuperemos del viaje, pues no corre prisa aún. Estamos muy bien abastecidos por ahora. Cosa que me alegra, pero llevo tanto tiempo alerta que ahora me cuesta muchísimo bajar la calma y por ello mismo aún no me iré a dormir. Si no me equivoco todos están durmiendo ahora. Así que me tocará a mi hacer la guardia y no es que me toque de forma obligatoria, es que si no lo hago no me voy a quedar tranquila. Todos estabamos cansados y nos fuimos a dormir, pues al contar con el muro dábamos por sentado que no podía pasar nada y que por una noche no íbamos a tener tan mala suerte... Pero no, sigo intranquila y tras tanta buena suerte no me extrañaría que ahora llegasen los problemas. Así que me marcho a hacer la ronda. Espero solo estar paranoica y que no ocurra nada. Ya diré que tal...
Espero poder seguir escribiendo más: T. Grayson.
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Thea Grayson
Hoy es 17 del mes marzo del año 2015.
Hoy hace ya un mes que viajo sola. Hace un mes perdí a mi grupo y no he vuelto a saber nada de ellos desde entonces, aunque los he buscado, he movido cielo y tierra para encontrarlos y hasta ahora no he encontrado nada. Últimamente cada día es una tortura, no hago más que darle vueltas a todo ello, ¿estarán bien?, ¿les habrá pasado algo?, ¿me estarán buscando ellos a mi? No puedo dormir siquiera, no hay un solo momento en el que no les recuerde o no se me llenen la cabeza de preguntas sobre ellos. Tampoco he dejado de llorar, odio estar sola de nuevo y cuando pienso en ello no lo puedo evitar.
Ya ni sé hacia dónde ir. Seguí el viaje hacia Nueva York, pensando que el grupo seguiría hacia allí, en búsqueda de Kamekona, pero nada, tampoco los he encontrado, ni a él ni mucho menos al resto así que he vuelto sobre mis pasos en busca de ellos.
cada vez que miro mis mapas siento rabia y tras llevar horas y horas tachando ciudades, haciendo suposiciones solo consigo provocarme un fuerte dolor de cabeza. Ya no sé que hacer, comienzo a perder mis fuerzas de seguir buscando, la esperanza etc... Tal vez haya dado ya con mi final, es lo único que se me ocurre. ¿Qué sino?
Me encuentro en una gasolinera, debo andar por el norte de Oklahoma o Texas, no tengo ni idea. No he logrado encontrar con ningún cartel legible. Acabo de instalarme y me he asegurado de que todo esté en orden. No negaré que estoy asustada, no deseo volver al inicio, no quiero ni puedo estar sola de nuevo.
Trataré de descansar algo tras mi largo viaje y comer algo. He encontrado un par de chocolatinas y refrescos a los que les daré uso, lo necesito bastante. Luego no sé lo que haré, mi ánimo está por los suelos tras todo lo que ha ocurrido. Parece que fue ayer cuando me separé de ellos y ha pasado ya un mes... Un maldito mes en el que he estado sola... Sola de nuevo.
Espero poder seguir escribiendo más: T. Grayson.
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Thea Grayson
Hoy es 18 del mes marzo del año 2015.
Es la primera vez que escribo tan seguido. Pero es por una buena razón: me muero.Dejé la gasolinera atrás, pues había un pequeño pueblo cerca, creí que podría acercarme y recoger comida. Pensé que estaba de suerte, pues nada más llegar a las afueras di con un pequeño supermercado en el que decidí colarme. He bajado la guardia demasiado... El cansancio sigue acumulándose pese a que anoche lograra dormir algo más. Trato de entender como he podido caer tanto, pero es mi culpa. Últimamente todo ha ido de mal en peor. Los perdí a todos y ahora esto.
Me han mordido, así que se acabó. He recordado a Jack, él fue tan valiente cuando se quitó la vida. Yo no sé si seré capaz, no sé que va a ser de mi, no lo sé. Ojalá ellos estuvieran aquí conmigo, pero no me puedo quejar, no estoy sola del todo. Una chica que me ha encontrado se ha empeñado en quedarse aquí conmigo. No quiero que se quede hasta el final, porque no deseo hacerle daño cuando pierda el control. Pero tenerla aquí me hace bien, así no me siento tan sola.
Ojalá pudiera decirles algo a los demás. Avisarles de que no es necesario que me sigan buscando o todo cuanto quise decirles en su día. Tal vez aún me quede una pequeña oportunidad y tal vez leáis esto algún día o tal vez no, pero lo intentaré. Que mis palabras no mueran también conmigo.
Debo resumir porque mis fuerzas comienzan a fallar ya, no me apetece seguir escribiendo y me siento cada vez peor. Creo que ya viene la fiebre.
Os quiero. Habéis sido mi familia durante mucho tiempo, cuando más os necesitaba vosotros estuvisteis ahí y no sabéis la pena que me da no poder volveros a ver. Lo mal que me hace sentir que no veré como la pequeña Frost llegará tan o más lejos que todos nosotros. Volver a reír con los chistes de Guitar Hero, bromear con Katherine sobre ella y Kyle. O esas alucinantes salidas de Dallas, que siempre tenía una respuesta para todo.
Lo bueno es que por fin ha terminado mi lucha, no como yo deseaba, pero podré descansar finalmente y no sentir, ni padecer más por nada. Así que no os sintáis mal por mi, solo seguid hacia adelante por favor.
Ojalá podáis leer esto algún día. Os busqué, os lo juro.
Me gustaría deciros tantas cosas... Pero no puedo, me siento muy cansada.
Adiós: T. Grayson.
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Thea Grayson
Hoy es 19 del mes marzo del año 2015.
Cuando he abierto los ojos esta mañana pensaba que se trataba de un día normal. La luz entraba por una ventana y apenas me dejaba ver nada. Creí que en cualquier momento sonaría el despertador para ir a trabajar. Dallas llamaría y me encontraría con Maze a medio camino de la comisaría, como era de costumbre.Entonces sentí aquel dolor de cabeza y la visión se hizo más clara, recordando lo de ayer. Pensaba que se trataba de una ensoñación, producto de la fiebre, pero no, estaba despierta y había aguantado hasta el siguiente día. Logré levantarme y sentarme en aquel viejo colchón. Estaba algo mareada, pero no tenía fiebre y por lo demás diría que hasta estaba bien.
No entiendo nada. Ha pasado ya medio día y el mareo se ha disipado, me encuentro bien.
Falta una hora aproximadamente para que se cumplan 24 horas exactas desde que me mordieron. Se supone que debería haber perdido la consciencia hace rato y sin embargo estoy bien. ¿Estaré alucinando? No y no entiendo absolutamente nada.
Sé que mi actitud es estúpida, que en vez de estar escribiendo aquí debería hacer otra cosa, tal vez impedir que me convierta en una de esas cosas... pero no puedo, no soy capaz y lo siento, espero no hacer daño a nadie después.
Supongo que dentro de unas horas ocurrirá, tal vez por alguna razón que desconozco esto esté tardando algo más en mi. Así que sí encuentras esto y me has dado muerte, gracias y siento muchísimo haber tratado de morderte. Si por el contrario, y espero que no, he logrado hacerte daño...
Lo siento, no soy capaz de seguir escribiendo esta mierda.
T. Grayson.
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