Madden #Jared

Acababa de escribir cuatro tonterías en mi diario y como siempre que cogía el bolígrafo y me ponía a escribir, se me iba la cabeza hasta el punto de que escribía por inercia y cuando terminaba me sorprendía a mi misma, desde luego tenía que haber sido escritora, ya fuera por decir: ¡Oh que profundo! y que nadie se enterase de lo que yo estaba diciendo. Así eran la mitad de los escritores modernos, a demás de una panda de chalados... Mucho que escribir pero nada que decir.

Hacía casi días enteros que no dormía, tal vez fuera por el pánico, ese miedo a morir, esas imágenes que tomaban vida en mi mente cada vez que cerraba los ojos, era todo mezclado en mi interior, aquella sensación... Era horroroso, quería gritar, gritar tan fuerte que así pudiera salir todo, conseguir que todo se fuera, olvidarlo... Sentía algo dentro, era como si me oprimiera fuerte, que casi incluso dolía, aquella sensación era odiosa, me sentía atada a la muerte, esta me perseguía como si se tratara de mi sombra y aquello me mataba, aquello me estaba matando lentamente, en ocasiones me había topado con cadáveres, cadáveres de gente que no había muerto a causa de los caminantes, gente que se había quitado la vida porque habían decidido que esto ya no era vida, que este mundo se había convertido en el mismísimo infierno, aquello me atormentaba, ¿pero y si fuera esa la solución?

Me encontraba tirada allí sobre el césped sin cortar, con la mirada perdida en el cielo, el sanatorio mental era un buen lugar donde relajar la mente, mi impala estaba oculto, mi bate allí, y seguramente el edificio plagado de caminantes, aún así yo estaba allí tirada en el suelo mirando hacia el cielo, las nubes, no tenían ninguna forma, tal vez una señal me hiciera despertar, pero es que aquello ya no merecía la pena.

Era normal que en aquel lugar mi cordura desapareciera, me puse de pié con calma, respiré hondo a la ve que miraba hacia el edificio, aquel lugar era tan deprimente, de golpe yo era otra perturbada, pateé algo que había en el suelo provocando ruido, empecé a gritar entonces rompiendo el silencio.

Demasiado estúpido, si, pero de golpe me sentí mejor. Otro grito más y me dejé caer al suelo a la vez que lo golpeaba con las manos y no solo eso, también arrancaba el césped y arañaba la tierra.
-¡Maldita sea!.-Gritaba aún con más fuerza a la vez que me levantaba con torpeza y me caía contra el césped aún mojado de las últimas lluvias, me di una buena al tropezar. Pero con el golpe medio me tranquilicé, ¿acababa de perder el juicio?, al menos ya estaba en el loquero... Pensé con sarcasmo mientras que aún tirada en el suelo echaba un vistazo hacia aquel edificio para seguidamente sentir un fuerte escalofrío que recorrió todo mi cuerpo y es que aquel lugar era bien siniestro.
-Bien, que salga ahora la niña de la muñeca de trapo.-Comenté bastante seria para mi, pero con sarcasmo.

-Pensé que era lo mejor, yo no quería que esto ocurriese...-Empecé a decir.-Ódiame, grítame, haz lo que quieras si crees que te vas a sentir mejor, pero yo no quería que esto ocurriera, y no te atrevas a decir que lo tenía planeado o que mi intención era acabar contigo como pasó con tu hermano, porque no es así... Él me engañó, la persona en la que más confiaba me hizo esto, así qué aunque no lo creas te entiendo y sé que lo que merezco es mucho más odio.-Empecé ha hablar casi a carrerilla, podía sentir incluso como me faltaba hasta el aire.-Y eso es lo peor, que de alguna forma sé que me he comportado como él y por eso me odiaré yo misma también...-Al decir aquello aparté la mirada, ¿qué diferencia había?, si se pensaba de alguna forma Jared había confiado en mi y había acabado mal, yo confié en Aaron y me infectó... ¿Cómo podía haber dejado que ocurriera aquello?. La cabeza me daba vueltas, tal vez toda mi desconfianza se debiera a simplemente eso, que las pocas veces que había confiado en alguien había acabado mal, aún no sabía por qué seguía allí, debería haberme dejado morir el día que tuve oportunidad de ello, así me habría ahorrado toda aquella mierda.

Esa confesión por mi parte solo me traería más problemas, pero sentí la necesidad de ser sincera, aunque fuera ahora, ya tarde, y allí estaba yo, encogiéndome, haciéndome cada vez más pequeña ante sus palabras, tenía demasiada razón.
-Es que no sé que decir...-Declaré casi con desesperación, porque el malestar era cada vez mayor y ya no solo eso, no me encontraba nada bien, ni mentalmente ni físicamente, nada... -¡Claro que lo siento!.-¿Es que no era evidente?, ¿se me veía alegre?, nunca me había sentido tan mal como ahora, nunca, ni siquiera cuando comprendí que Aaron me había engañado de aquella forma tan cruel. Tomé aire sonoramente y de la misma forma lo solté. -¿Pero es que algo de lo que te pueda decir te va ha hacer sentir mejor?.-Entonces alcé la mirada en su dirección, no tenía precisamente un máster en pedir disculpas, es más, odiaba pedir perdón, era como admitir que me había equivocado y nunca solía pedirlo, por eso ahora yo sabía que daba igual lo que dijese, aunque me sintiera totalmente culpable y destrozada por todo aquello, hacía tan solo un rato pensaba que me iba a morir por aquello, no me lo podía perdonar.

-Me siento fatal, créeme o no... -Acabé diciendo mientras que pasaba mis manos por mis mejillas y ojos limpiando las lágrimas y decidí añadir, aunque ya acabase resultando patética, me daba igual, pero no quería que pensase que había sido aposta o que era así de zorra.-No sabes cuanto lo siento, hace un rato creí que me iba a morir contigo.

Arrugo parcialmente la frente mientras le presto atención. Resulta irónico que me plantee la explicación de mi hermano y lo parecido que resulta a esta situación... pero exactamente a al inversa. ¿No sería lógico pensar que se trata de su pequeña venganza simplemente por ser físicamente como él? Desde mi punto de vista suena coherente pero por su estado no lo parece, aunque no descarto que su subconsciente sí lo estuviera deseando pero ahora mismo prefiero dejar de darle vueltas a esa opción. Suspiro entonces amargamente y dejo caer momentáneamente la cabeza hacia delante para observar mis propias botas. No sé, todo ha pasado demasiado deprisa y las emociones prácticamente se desbordan por todos lados, prácticamente no doy abasto porque encima son contradictorias entre si pero es que todo lo que acaba de pasar resulta difícil de digerir .

Por fin llega esa disculpa un tanto desesperada pero aún así lo suficientemente sincera como para volver a mirarla, esta vez de manera prácticamente suplicante -Ahora mismo cualquier cosa que me ayude a entender que nada de esto ha sido intencionado me vale- admito tragando pesado para terminar arrugando la barbilla. Por suerte siempre he sido bueno aguantando este tipo de sentimientos más amargos así que me limito a mantenerlos a ralla todo lo posible hasta que su última declaración consigue que se me escape una especie de sollozo tras el cuál río entre dientes débilmente. He sonado tan patético que me resulta imposible reaccionar de otra forma.

No me lo pienso demasiado esta vez, dejo caer la mochila pesadamente hasta el suelo y camino hasta ella para caer de rodillas delante suyo, abrazándola contra mi cuerpo de manera parecida a cuando nos hemos encontrado sólo que esta vez me gesto es algo más anhelante y desesperado porque el que necesita el contacto soy yo en lugar de a la inversa -Somos tan tocahuevos que ni infectándonos nos morimos- termino soltando en un intento de rebajar un poco la tensión y seriedad del momento.

No es que vaya a poder perdonarle lo que ha pasado, sobretodo el hecho de que no me informara al respecto, pero al menos ahora estoy seguro de que no pretendía que acabara así y mucho menos muerto. Tendré que conformarme, supongo que todos cometemos errores... aunque sean tan enormes como éste. Apoyo la mejilla parcialmente en su cabeza, dejando un beso en su pelo enmarañado antes de quedarme simplemente en esa posición hasta caer en la cuenta de algo -Ahora ya no tendrás ninguna excusa para que no pueda meterte la lengua dónde me apetezca- le susurro burlonamente a pesar de que está el evidente detalle de que quizá no quiere pero bueno, supongo que esta es la parte positiva de toda esta mierda así que soñar es gratis.

Me quedé mirándole fijamente, aún atormentada por todo aquello y empecé a negar lentamente, ¿de verdad podía creer que había sido intencionado?, eso me molestaba, pero la situación no estaba para que yo me enfadase, si no al contrario, aún así se lo quise decir.
-No pienses eso porque no es verdad, no sé como puedes pensarlo siquiera...-Y seguidamente pensé en lo que había dicho y volví a agachar la mirada, no podía saberlo, tampoco es que me conociera de toda la vida, si apenas hacía un mes que sabía de su existencia.

Al menos medio se ríe y eso me molesta, me dan ganas de golpearle, vale, fue muy patético, pero podía haberse hecho el loco... Había matado a montón de personas, pero no las contaba ya cuando yo tan solo las remataba, había deseado con todas mis fuerzas cargarme a unas cuantas vivas, como esa zorra pelirroja, pero es que era ella o yo... En cambio Jared no había hecho nada malo contra mi, sería demasiado, pero no podría aguantar con una muerte en mi cabeza, porque no podía, simplemente el hecho de saber que podría haber muerto por mi culpa me mataba, pero con él o cualquier otra persona, aún así acabé imitando su gesto y medio negué a la vez que sonreía de forma amarga en silencio.

-Maldita sea Jared, no tiene gracia, casi te mato...-Me llevé ambas manos a la cara de forma cansada, todo aquel rato había sido horrible e iba a tardar en recuperarme de ello. Y al igual que un rato atrás me sorprende con otro abrazo, vaya día llevaba porque ese abrazo también que lo necesitaba yo y sé de alguna forma que no era la única.-Mira, eso lo he pensado yo también...-Le contesté en voz baja mientras que rodeaba su cuerpo con mis brazos y acariciaba su espalda por encima de la camiseta.

-Claro, donde tu quieras.-Le contesté en el mismo tono de voz y de la misma forma, un tanto irónica, pensé que ahora lo último que querría sería volver a acercarse a mi, pero ahí estaba él. Aquel día estaba siendo de locos, no pude evitar mirar en la dirección de aquel edificio, que irónico... Me decía mientras que volvía la mirada de nuevo hacia él, después de que aquella mañana perdiera el juicio y de alguna forma mientras que gritaba me sintiera mejor, después de casi matar a Jared y de ver como se moría, después de que despertase y la pequeña discusión me sentía demasiado cansada, habían sido demasiadas cosas para un solo día. Me limité a apoyar mi cabeza sobre su pecho y cerrar los ojos mientras que le abrazaba con firmeza y seguía deslizando mis manos por su espalda con suavidad.

Spoiler:

Esto es un poco raro pero es que me temo que ninguno de los dos somos demasiado normales y ahora además de verdad, incluyendo nuestro organismo en el pack. Supongo que hoy en día ya no queda demasiado gente cuerda pero cualquiera que presenciara nuestros altibajos emocionales apuesto a que no podría seguirnos el ritmo. En fin, qué le voy a hacer, no me va a servir de nada odiarla cuando ya ha quedado claro que no es lo que pretendía y seguir enfurruñados o cabreados sólo conseguiría amargarnos la existencia. Me parece que el día a día ya es suficientemente asqueroso como para añadir de nuestra propia cosecha, por eso prefiero obviar lo sucedido... en la medida de lo posible. Sé que siempre quedará un residuo de esto en el fondo de mi mente y es probable que en la de Nessa también pero es algo con lo que tendremos que aprender a lidiar.

En cuanto llega el abrazo la situación termina de serenarse y la verdad es que me encanta ese gesto tan tonto de frotarme la espalda, se podría decir que resulta incluso maternal, para que luego digan que no me conformo con poco. Por mi parte la balanceo un poco de lado a lado pero pasados unos segundos me río ante su cesión tan sumisa a mis propios propósitos, aunque evidentemente haya sido en coña -Mira que te tomo la palabra, ¿eh? En fin...- me resigno con un suspiro porque algo me dice que empiezo a entrar en la querida friendzone pero la verdad es que yo tampoco estoy seguro de como sentirme al respecto. Ya me ha apartado y dado calabazas varias veces en cuanto he intentado meterle mano así que bueno, quizá hasta termine asumiendo que no le interesa, ya iría siendo hora, ¿eh? Además sería masoca incluso para mí seguir intentándolo después de que ese contacto casi me matara.

Ella se apoya en mí y entonces empiezo a dejarme caer de espaldas hasta quedarme tumbado boca arriba en el césped, dejando que se quede parcialmente encima de mi pecho si quiere o a un lado -Dime la verdad, ¿cuánto hace que no estás con un tío en serio? O tía...- la verdad es que tampoco estoy seguro de su tendencia sexual pero por el pedazo morreo de tornillo que nos pegamos y desencadenó lo que ahora soy estoy bastante convencido que cómo mínimo hetero. Aunque tampoco me extrañaría que tenga algún tipo de rollo raro con Anna, se las ve muy unidas... y eso.

Mientras se lo piensa, porque tampoco estoy muy seguro de que me vaya a responder o decir la verdad, jugueteo con sus largos mechones de pelo entre mis dedos, distrayéndome con eso mientras vuelvo a ser consciente de que tengo hambre así que termino llevándome la otra mano al estómago palpando mi propio tatuaje -Qué hambre, joder...- protesto antes de obligarme a hacerme a un lado, arrastrando mi mochila hasta mí para rebuscar en su interior hasta dar con unas barritas energéticas que empiezo a devorar con ganas, pero aún así no me sacio y por tanto me quedo extrañado unos segundos hasta que decido girarme hacia ella -¿Tienes provisiones de sobra o algo así?- pregunto mientras me limpio la boca guarramente con el antebrazo, encontrando algunos restos de sangre reseca en él que empiezo a lamer sin darme demasiada cuenta.

Aún estaba un tanto afligida por todo aquello, no me podía quitar de la cabeza aquel tremendo error, casi le mataba, no había ocurrido así, pero ahora estaba infectado y eso suponía también muchos problemas y si no que me lo dijeran a mi... ¿Debía ser aún más antisocial?, aprender de mis errores nunca se me había dado muy bien, pero menos mal que no estaba muerto, no habría podido con ello, todos los tontos tienen suerte... O algo así. Era una idiota con suerte, no estaba muerto. Pero no me perdonaría ese tremendo fallo, con aquellas cosas de que alguien saliera perjudicado por mi culpa me volvía bastante pesada, o al menos no me sentaban nada bien.

Mientras que seguía entre sus brazos le miré de reojo intentando adivinar en que estaría pensando, su contestación es en el mismo tono, pero parece incluso resignado, yo no le había estado dando largas porque me gustase, tenía mis motivos como el hecho de que podía matarlo y esas cosas, que al final ni pude impedir, pero por lo menos seguía vivo, en los últimos días me había estado torturando, o al menos yo lo consideraba así, me provocaba y yo que me habría tirado encima a la primera de cambio pero es que me veía obligada a apartarme, ¡ehh... que has aguantado todo un mes, muy bien campeona!, no sabía de donde salía esa voz, pero empezaba a aborrecerla y bastante... Tómame la palabra. Pensé luego mirándole fijamente, pero me callé, ya bastante la había liado con un puñetero beso.

Se dejó caer hacia atrás y yo me dejé caer sobre él con cuidado mientras que apartaba mis manos de su espalda básicamente para que no me las aplastase contra el césped y las dejé sobre sus hombros, me quedé mirándole con una ceja ligeramente alzada, ¿era lógico no?.
-Si hace un año y un mes o así que murió Aaron... Un año y un mes o así, ¡mírame, me falta una etiqueta de peligro biológico en la frente!.-Dije sin más, con algo de ironía, aunque había habido otro de por medio, pero preferí ignorarlo, si eras obligada, no contaba.

Me eché hacia un lado quedando sentada sobre el césped mientras que miraba como se comía una barrita energética de esas, pero al parecer eso no había sido suficiente, le miré un tanto entre extrañada y confusa cuando empezó a relamerse, pero no le di mucha importancia, asentí a la vez que me levantaba y caminaba hacia el coche. Abrí la puerta trasera y medio me metí en el interior rebuscando entre mis cosas, fui sacando lo poco que tenía y lo fui dejando sobre el techo del coche, una bolsa de patatas fritas, un bote de ketchup, una lata de atún y un bote de cristal no muy grande, que se suponía que era ensaladilla rusa, me daba un asco tremendo, pero si había hambre había hambre y ponía que caducaba en un mes.
-Eso y agua...-Me volví encogiéndome de hombros. Y entonces recordé lo que me había dicho hacía ya bastante rato.-Jared, ¿sigue en pie lo de pasar un tiempo juntos?.-Le pregunté un tanto dudando, ya me había costado hasta repetirlo, pero me gustaría probar, había estado un año entero sola y sentía que no podía seguir así por mucho más tiempo, acabaría hablando con el T-Rex que llevaba en el asiento trasero, me lo acabé llevando de aquel sitio.

Me quedo pasmado cuando admite lo que lleva sin sexo. Al verla cualquiera pensaría que es una lanzada sin tapujos y a la hora de al verdad resulta que se trata justamente de lo contrario -Joder, Ness...- al principio me quedo un poco sin saber qué decir pero al final empiezo a descojonarme abiertamente. Lo he intentado pero es que no puedo evitarlo -Ahora entiendo un poco mejor tus reticencias, deben de haberte salido telarañas- me vuelvo a reír y me cubro un poco con los brazos por si vuela algún guantazo. Las chicas definitivamente se lo toman con más calma, yo cuando llevo un mes sin mojar ya ando un poco salido, para qué mentirnos, y probablemente ahora resulte todavía más complicado. Habrá que empezar a buscar condones en serio... vaya vida.

-Pero espera, eso de peligro biológico... ¿cómo va?- suena un poco absurdo pero ahora que estamos en situación similar me interesa saberlo -Si intercambio fluidos con otra persona...- joder qué fino me ha quedado no parezco ni yo -...la infecto, lo normal es que se convierta en zombie a menos que le pase lo mismo que a nosotros, ¿no?. Pero no me creo que en un año no hayas conocido a nadie más como tú o incluso Inmune, yo no es que haya coincidido con muchos pero alguno sí... ¿Tan feos eran?- arrugo la frente con una sonrisa, componiendo una expresión bastante cómica mientras tuerzo la cabeza mirando como se mete en el maletero para rebuscar entre su desorden. Eh, que me haya resignado a meterle mano no significa que no pueda mirarle el culo, eso sigue siendo gratis.

-Uuuhhh ketchup con atún, menuda delicatessen- sólo de pensarlo ya podría vomitar así que lo descarto y termino cogiendo el tarro de cristal para remirarlo por todos lados. Ensaladilla... nunca fue mi comida favorita pero lleva de todo, mucha proteína, hidratos de carbono... si con esto no lleno mi agujero negro estomacal empezaré a preocuparme -Pues no sé- respondo después de su pregunta. En el fondo me encanta que se haya comido un poco su propio orgullo para replantearla a pesar de lo que acaba de pasar, eso significa que realmente le apetece. ¡Aleluya! Interés por iniciativa propia, debería apuntar este día en el calendario por demasiadas cosas... ¿pero quién encuentra un calendario actualizado hoy en día? -La puta, esto está soldado- protesto después de varios intentos para abrir el tarro así que saco el cuchillo y empiezo a hacer palanca para que entre aire hasta que oigo el típico "plop".

-¿Intentarás matarme otra vez o cómo está la cosa?- pregunto entonces con una sonrisilla porque así soy yo, capaz de frivolizar y bromear sobre mi propia muerte hace apenas unos minutos. Carpe diem, o algo por el estilo -Supongo que podemos probar, a pesar de todo- me temo que me cuesta más decir que "no" de lo que nunca admitiría. Ya no estoy tan seguro de que Nessa se merezca la oportunidad pero bueno, a mí también me apetece un poco de compañía y ahora que los dos estamos infectados probablemente seamos la combinación más compatible que podríamos tener. Lo cuál me recuerda que si coincido con más gente a partir de ahora tendré que ser más cuidadoso. La parte positiva es que no tengo que preocuparme por convertirme en zombie y esa idea consigue relajarme un poco.

-Podrías intentar convencerme del todo, ¿eh?- arqueo ambas cejas un par de veces y me limito a reír entre dientes mientras abro la dichosa ensaladilla, olfateando el interior para comprobar que efectivamente parece todo en su sitio -¿Esto no es peligroso por el rollo de la salmonelosis?- pregunto poco convencido -Lo que no te mata te hace más fuerte- tan irónico como la vida misma, sobretodo después de lo que acaba de pasar. Sin más preámbulo meto un dedo, el hecho de ser un cerdaco viene ya de serie, y me lo llevo a la boca asintiendo bastante conforme con el sabor.

Se echó a reír, ¿para que le diría nada?, le miré un tanto mal, si es que no y no es que no hubiera sido porque no hubiera querido, aún recuerdo a Dante en boxers acercándose a mi, pero es que aunque efectivamente estaba tremendo, su actitud no me gustaba nada, por lo que simplemente pasaba de él y ya estaba todo ahí, joder... Que triste. Luego con sus bromitas le miré completamente seria a la vez que alzaba una ceja y me reía con él, pero de forma bastante sarcástica.

-No rías tanto, ahora estás igual que yo, así es, olvídate de cualquier cosa que suponga...-Le decía exagerando la voz, un tanto, bastante diría yo que bromeando para lo que era la situación, porque eso molestaba, seguro que a él bastante y a mi eso me hizo mucha gracia, aunque no quisiera mostrarlo tanto, porque todavía estaba el hecho de que era mi culpa, si estuviera en su lugar me pegaría, pero es que o me lo tomaba con humor o nada... Puse los ojos en blanco y acabé copiando sus propias palabras. -Un intercambio de fluidos.-Decía ya más seria para que no se enfadase, la situación era más complicada de lo normal.

-Si, inmunes, pero demasiado plastas...-Añadía casi sin pensar mientras que abría la bolsa de patatas fritas, yo también tenía hambre y aunque aquella comida fuera una porquería algo era.-Hay veces que me pregunto por qué...-Añadí luego ya seria de verdad.-Es decir, hasta ahora solo e conocido gente inmune en este sentido, demasiados, Anna también, la mordieron hace poco...-Hablé un tanto con amargura.-Si alguien me dice que no se convierte en esas cosas es porque es inmune, pero infectados como yo solo he llegado a conocer a una persona y ahora tu... Me molesta, para que te voy a engañar.-Tras decir aquello empecé a comer algunas patatas mientras que él se peleaba con el bote de ensaladilla.

-Pues el ketchup con atún está bueno...-Le contesté demasiado seria para la tontería que era aquella y es que yo le echaba ketchup a todo, es más antes de toda aquella mierda tal vez comía aún peor que ahora...-No, está envasado y esas cosas, aún ni ha caducado.-Le señalé la tapa con la fecha de caducidad mientras que me apoyaba en el coche y seguía comiendo.-¿Y qué tal?, ¿está buena?.-Le pregunto cuando la prueba.

-¿Cómo quieres que te convenza?.-Le pregunté finalmente en el mismo tono en el que él me lo había pedido, y luego añadí.-Ya no más, con una vez he tenido de sobra.-Aunque para mi era un tema más serio, medio bromeé con aquel comentario, que casi le mato, ya habría más confianza digo yo. Pensé con sarcasmo.

-Qué negativa, de verdad... Pues yo no pienso quedarme sin follar, ya me haré amiguito de alguna Inmune o lo que sea- le aseguro con expresión traviesa. Está claro que no tengo intención de pasarme todo un año de secano como ella y aunque sería mucho más fácil para ambos "entretenernos" mutuamente me da que Nessa ya está tan acostumbrada a esto que ha terminado por irse a la acera de la asexualidad. Debería ser delito que no se deje toquetear por nadie, menudo desperdicio de cuerpo, aunque esté un poco flacucha para mi gusto -Además tarde o temprano te dormirás- dicho lo cuál me vuelvo a reír aunque espero que no se lo tome muy en serio porque no me aprovecharía hasta ese punto. Sólo las tetas o el culo...

-Así que Anna es inmune, ¿eh...?- arqueo una ceja visiblemente pero enseguida me pongo un poco más serio dado que ella también lo hace, escuchando sus dudas al respecto a pesar de que evidentemente ninguno de los dos tiene una respuesta para eso -No sé, yo creo que es inútil intentar racionalizar todo esto a menos que estés metido en un laboratorio y puedas entender como se comporta nuestro organismo. Quizá tiene que ver con una simple vacuna que nos pusieron de pequeños, una alteración en alguna molécula concreta...- me encojo de hombros sin darle mayor importancia y empiezo a rebuscar entre sus cosas. Ahora podemos compartirlo todo sin problema, excepto los derivados del sentido de la propiedad, así que me agencio una cuchara que limpio toscamente en los tejanos -O sea que somos la élite, ¿eh? Tendríamos que hacer nuestro propio grupo, en plan leprosos- la gracia en el culo pero yo me río igualmente mientras me llevo la primera cucharada a la boca con cierta precaución, sin ingerir demasiada cantidad por si resulta estar vomitivo.

-Está bastante decente, hacía un tiempo que no comía nada con tanta... salsa- admito antes de zamparme una cucharada más grande -Recuérdame que no se me ocurra pedirte que cocines, gracias- niego ligeramente con la cabeza pero entonces recuerdo que el día en el parque de atracciones también me comentó su obsesión por el ketchup. Tiene sus ventajas, supongo que con ese condimento todo le sabe bien, yo por suerte nunca he sido demasiado remilgado pero es que he tenido que comer incluso bazofia de la cárcel, y no siempre en un plato.

-Vamos a ver, Ness... ¿si te lo digo qué gracia tiene?- me quedo mirándola un tanto contrariado -Ponle un poco de imaginación, que yo me entere de lo mucho que me quieres...- extiendo los brazos a los lados un momento, exagerando bastante a decir verdad, después termino de acercarme a ella para inclinarme y hacerle algo de cosquillas con mi propia cara. Es un gesto bastante infantil pero a una de mis ex le encantaba, se partía de risa.

-Ya lo veo: Infectado sin compromiso busca inmune para unas cosas y otras principalmente tiene que surgir...-Empecé a levantar las manos señalando un cartel imaginario, más bien como si lo estuviera leyendo.-Abstenerse zombies, gracias.-Añadí de forma burlona. -O no... Quién sabe a lo mejor descubres un mundo de luz y de color.-Comenté en voz baja riendo, mientras que me llevaba un puñado de patatas a la boca y dejaba la bolsa por ahí, cerrándola antes, me limpié la cara con las manos y me volví hacia él, escuchando lo que decía acerca de dormirme, él se echó a reír y yo me acerqué completamente seria, colocando mi rostro a escasos centímetros del suyo. -Ya veremos quien se duerme antes...-Dije casi como si fuera una amenaza.

Si, lo que yo había pensado, a excepción de la mala leche que había que tener para aquello, es decir, ¿por qué no solo había inmunes?, me decía como si alguien tuviera la culpa de aquello, a él al menos no le habían mordido, esos mordiscos eran jodidamente horribles, ya por no hablar del dolor si no que tardaban bastante en curarse del todo y en cicatrizar.
-Si, somos los únicos gilipollas que en vez de palmar por un mordisco se tienen que quedar a ver lo que duelen, es genial...-Decía con sarcasmo recordando todo aquello, por un lado me quería hasta reír, pero en vez de ello sonreí en silencio, negando mientras que veía como cogía una cucharada de aquello y se lo llevaba a la boca, le miré alzando una ceja, a la vez que arrugaba el rostro un tanto asqueada, nunca me habían gustado esas conservas.-Pues tu te lo pierdes...-Dije encogiéndome de hombros.

Mientras tanto él seguía ahí quejándose de mi falta de iniciativa propia y que de que así no tenía gracia, le miraba de forma divertida asintiendo, tal vez dándole la razón como a los locos o simplemente dándosela de verdad, cuando se acercó me eché a reír a la vez que le agarraba por los hombros y echaba la cabeza hacia un lado divertida por la situación, coloqué una mano sobre su nuca mientras que me encogía aún riendo y mordía su hombro ligeramente por encima de la camiseta.

Me río abiertamente ante su imitación de anuncio de contactos, la verdad es que no ha estado mal -La ventaja de los zombies es que no creo que se opongan a ninguna de mis ocurrencias...- lo dejo un poco en el aire, casi mejor no entrar en detalles acerca de las ideas que se me pueden ocurrir cuando de sexo se trata porque además con el tiempo que lleva tranquilita quizá hasta se escandalizaría y tampoco es plan. Entonces se acerca más a mí y se pone como seria mientras me suelta esa especie de advertencia -No sabrías ni por dónde empezar, princesa- le respondo bastante convencido pero sin insistir más en el tema porque si no la cuerda se tensa... y se me terminaría olvidando que tengo que estar quietecito.

-No e joas. ¿Os mogdicos güeken?- no sé ni lo que he dicho, hablar con la boca llena es lo que tiene, pero desde luego no esperaba esa información. Yo creía que a partir de ahora podría pasearme entre los zombies como si estuviera por mi casa pero si tanto duele habrá que joderse y seguir evitándolos. Supongo que debe de ser como si te inyectaran una especie de veneno o algo parecido. Aunque puede que tenga demasiada imaginación para estas cosas.

En ese momento ella me mira con asquito y no puedo evitar sonreír con diversión pero con la boca cerrada. Si en el fondo es una remilgada para muchas cosas aunque a mí me resulta gracioso precisamente por lo contradictoria que puede llegar a ser, a ver quién es el guapo que llega a entenderla. Yo desde luego no pero ya lo tengo asumido.

Después de eso llega el pequeño "juego" y por suerte se lo toma con humor, que a fin de cuentas era la intención, así que me doy por satisfecho aunque hubiera sido todavía mejor si la hubiera convencido de que realmente hiciera algo pero en fin, lo he intentado, que conste. Se sujeta a mis hombros apoyando un poco la cara en uno de ellos y entonces rodeo el bajo de su espalda con un antebrazo para besarla sonoramente en la cabeza, mirándola con una sonrisa porque me gusta verla un poco animada, sobretodo después de toda la mierda que acabamos de pasar y como estaba cuando la encontré. Me quedo unos segundos en esa posición, dubitativo, pero por suerte no llego a perder la coherencia de mis actos -¿Tienes alguna ruta planeada o algo así?- pregunto con toda la naturalidad que puedo permitirme, obligándome a soltarla y dejarle su espacio optando por entretenerme con el tarro de ensaladilla que vuelvo a cerrar y dejar en su sitio, guardándome la cuchara en uno de los bolsillos del pantalón.

Después de eso camino unos metros y recupero mi mochila y mi camiseta aunque sigo sin ponérmela porque total, está hecha un asco y voy bien así. Dejo ambas cosas en el maletero del Impala, para que quede clara la intención, y bajo la cubierta asegurándome de que está bien cerrada antes de moverme hasta una de las puertas del vehículo -Hostias, ¡el Rexie!- río por lo bajo al ver al pobre muñeco medio enterrado entre unos cuantos libros y cajas pero creo que eso demuestra que en el fondo Nessa es una nostálgica. Aunque no lo admitiría ni muerta, eso seguro.

Sus ocurrencias. Me dije mentalmente a la vez que alzaba las cejas ligeramente, aún con la sonrisa en los labios, los fruncí y miré hacia otro lado. Evitando que me riera, a saber que le gustaba a este... Luego me encogí de hombros ante su comentario de que no sabría ni por donde empezar, a la vez que me echaba hacia un lado y caminaba apartándome de su lado con aquella expresión divertida aún.-Si tu lo dices...-Dejé caer como si nada...

No había quien lo entendiera, hacía unas horas casi se estaba dando hostias por bajarme los pantalones y ahora estaba tan tranquilo, de golpe moví la cabeza y parpadeé al escucharle hablar, ¿qué coño había dicho?, me giré sobre mis propios pies para mirarle y verle como se ponía las botas con el bote de ensaladilla, me eché a reír abiertamente porque me hizo bastante gracia verle así, con una pequeña carcajada mientras que me señalaba la barbilla para que se limpiase donde él mismo se había manchado. Luego negué y me volví hacia el impala.

Después de que volviera a encontrar la camisa y me la volviera a poner y que se acercara jugando, pegando su rostro al mío queriéndome hacer cosquillas y que luego le mordiera ligeramente en el hombro, me rodeó con un brazo, me quedé por un instante mirando fijamente los tatuajes de su brazo y tras besarme en la cabeza no tardó en apartarse, le miré un poco aturdida por ello y negué rápidamente para salir de aquel estado de idiota en el que me había quedado, la verdad es que era bien raro todo, por todo el cúmulo de sensaciones y momento que teníamos, prácticamente en un día habían sido de todo tipo. Empezaba a trastornarme algo y eso me hacía sentirme completamente chalada.

Yo también decidí echarme hacia un lado, abrí la puerta del coche y me asomé al interior de la parte delantera, para sacar la vieja guía de carreteras de Estados Unidos, le faltaba el plano de San Francisco, ¿por qué sería?. Pensé con ironía mientras que abría el plano que había de todos los Estados y lo estiraba en el suelo, dejándome caer sobre él con cuidado para sujetar los bordes y que se mantuviera allí

-Si, mira, cojo una moneda y la tiro, si cae en un sitio que detesto la vuelvo a tirar y si me gusta, pues ahí voy... -Decía como si nada a la vez que con un rotulador buscaba aproximadamente la zona en la que estábamos, la marqué y luego alcé la mirada hacia Jared.-¿Quieres probar suerte o tienes pensado algún lugar?.-Le pregunté desde el suelo mientras que volvía a concentrarme en el mapa mirando los lugares que estaban más cercanos. Luego de eso volví a alzar la mirada extrañada, cuando dijo "Hostias, ¡el Rexie!". -¡¿Qué dices?!-Le pregunté extrañada.

Prrr...:

Me quedo unos instantes ahí, asomado a la parte trasera del Impala por una de las ventanillas. Distingo bastantes bártulos y algunas armas, aunque menos que la anterior ocasión, pero en cuanto ella sale del vehículo la sigo sin más, deteniéndome a su lado y poniéndome en cuclillas para poder mirar el mapa que extiende delante de los dos. Le falta un trozo pero a grandes rasgos está en buen estado y por eso creo, precipitadamente, que me explicará su gran plan o la gran ruta que tiene planeada para todo el año pero en lugar de eso me topo con que el destino queda en manos de la suerte así que río abiertamente y la miro un tanto extrañado pero tampoco del todo sorprendido.

-No acostumbro a tener mucha suerte pero déjame probar por esta vez...- cojo la moneda de su mano y entonces me encojo de hombros -Rexie, el dinosaurio ese que llevas en el coche en plan señor Wilson- probablemente me mirará como si me faltara un tornillo, dudo que recuerde tan bien cómo yo esa anécdota de la película "Náufrago", pero no le doy mucha importancia al asunto y coloco la moneda entre mis dedos para hacerla saltar hasta el mapa... en teoría. La triste realidad es que termina saliendo disparada yo que sé a dónde perdiéndose por el césped -La madre que me parió....- miro alrededor un tanto confundido, después me palpo los escasos bolsillos del pantalón pero lo único que encuentro es la dichosa cuchara que usé para comerme la ensaladilla. Que por cierto, todavía tengo algo de hambre pero sólo cuando me paro a pensarlo... raro de cojones.

-Imagínate lo que pasaba cada vez que jugaba al streap-póquer- arqueo ambas cejas y finalmente opto por tirar la cuchara en medio del papel. Bah, qué más da. Evidentemente es bastante extensa pero me centro en dónde apunta la parte cóncava y señalo esa zona acusadoramente, inclinándome para verlo mejor ya que hay como chorrocientos mil nombrecitos por todos lados -Stapleton, Nebraska- termino leyendo para posteriormente dar una palmada bastante animado. La verdad es que queda la hostia de lejos de aquí, por lo menos una semana no nos la quita nadie y eso contando que no encontremos muchos imprevistos -Me gusta el frío, ¿te lo había dicho? Y además desde que me he despertado tengo una calor de la hostia... Bueno ahora estoy un poco mejor- miro mi propio cuerpo y después el de ella, evidentemente cubierta con bastante más tela exceptuando esas piernas quilométricas que me comería a mordiscos. Si me dejara, claro.

-En fin. Conduzco yo, ¿no?- me levanto y le dedico una sonrisa radiante así como de niño bueno. Que a estas alturas no cuela demasiado pero bueno aún así me suma unos puntillos para intentar ablandarla un poco así que me muevo hasta la puerta delantera del asiento del condcutor, por si cuela -Si no me aburriré, empezaré a molestarte y será peor- le advierto para intentar convencerla del todo aunque bien pensado si no me deja la idea de incordiarla tampoco me desagrada del todo.

Me quedé mirándole mientras que se ponía a mi lado y se reía de mi "maravilloso" plan de ir de un sitio a otro, pues si, a mi me parecía perfecto, porque si salía un sitio muy lejano ya no estaba el solo hecho de visitar ese sitio, si no todos los lugares que había y paradas hasta llegar a este, por lo que era perfecto. O en su medida algo parecido... Pensé a la vez que ponía la mirada en blanco, tan malo no podría ser... ¡Que yo seguía entera!, o al menos casi, que me había llevado mis mordiscos...

-¡Claro!-Le decía cuando él cogió la moneda y yo me dejaba caer hacia atrás, quedando sentada en el suelo, me encogí y apoyé la barbilla sobre las rodillas para ver donde caía la moneda. Luego recordé al Señor Wilson de Daniel el travieso y finalmente me acordé de la película de Tom Hanks, la verdad es que ya había comparado al T-Rex con un balón de futbol en una ocasión y negué, medio riendo en silencio.-Es T-Rex, a secas...-Le contesté sin más señalando el mapa para que tirase la moneda de una vez y en menos de unos segundos ambos perdimos el recorrido de la moneda que se fue tal vez a Canadá... Solté una risilla burlona, pero muy baja. -Vaya puntería-Decía mientras que intentaba localizar con la mirada el lugar en el que habría caído la moneda, pero antes de que la pudiera localizarla él ya había cogido la cuchara y la echaba sobre el mapa.

-Yo no entiendo el póquer...-Casi solté sin pensar, estaba concentrada en la cuchara mirando la dirección la zona donde había caído, pero fue Jared quien reveló el sitio.-¡Pues vamos allá!-Me levanté y cogí el mapa doblándolo de mala forma, aquello era casi imposible de volver a colocar como estaba, lo guardé en el salpicadero mientras que le escuchaba quejarse del calor, bueno, ¿sería normal no?, hacía un rato que la fiebre le había matado y eso no lo entendía, él había pasado por mismo que Aaron, pero no se había convertido en nada y a mi por el contrario fue como si no hubiera pasado nada, me preocupaba en aquel sentido, pero decidí no seguir dándole vueltas.

-Antes de ir hacia allí, ¿no crees que no estaría de más ir ha hacerle una visita a nuestros colegas del motel para saludarlos?-Me volví hacia él y le hablé con algo de sarcasmo, pero seria, yo quería mis katanas de vuelta. Luego y aunque por un lado me costó le di las llaves del coche, si así era feliz, pues vale, ya se cansaría de conducir, así yo podría dormir un rato o hacer cualquier cosa para pasar el rato, estaba un poco cansada de tanto conducir.

Spoiler: