- Welcome
- Basic
- Extra!
Estás solo, todo está destruído, la muerte quiere cazarte. Has sobrevivido al fin y eso no es todo: esta guerra sigue en pie, pues el fin supone un nuevo principio, uno más tormentoso donde tendrás que demostrar lo que vales. ¿Crees poder sobrevivir?, si no... Abandonad toda esperanza aquellos que os adentráis en este nuevo, virulento y destrozado lugar.
Conectarse
Últimos temas
¿Quién está en línea?
En total hay 5 usuarios en línea: 0 Registrados, 0 Ocultos y 5 Invitados Ninguno
Élite {36/54}
|
Hermanos
Directorios
|
Don't stop me now || Thirteen + Kilroy
Página 1 de 2. • Comparte
Página 1 de 2. • 1, 2
- Hal, Hal... ¡Hal! - Le zarandeé para que espabilase y por poco conseguí que me diera un puñetazo al despertarlo de forma tan brusca. - Peeerdón... - Rodé los ojos. - Me llevo tu coche un rato... Voy a dar una vuelta, tranquilo y cuida de Lena - La mirada que me echó fue la de un asesino en serie. - Necesito despejarme, cosas de chicas - Susurré con sorna quitandole importancia. - Shh... - Me llevé un dedo sobre los labios. - O despertarás a Lena - Sin más le enseñé las llaves del coche e hice un gesto de marcharme. - Volveré pronto - Le di un suave beso en una mejilla y salí corriendo antes de que pudiera decirme que no o algo por el estilo.
Fuera hacía algo de frío, pues aún era de madrugada, así que me eché una vieja camisa por encima mientras que caminaba en la dirección del jeep de Hal, aún no era capaz de entender como el grandullón no había salido corriendo detrás de mi para quitarme las llaves, pero allí estaba yo, subiéndome a su coche para salir de allí. No podía dormir, ¿por qué?, ni yo misma lo sabía, simplemente me alejaba de allí, quería despejarme un poco y ver si así a mi regreso era capaz de echar una cabezada. Tal vez pudiera acercarme a algún sitio a por víveres. Aunque aquel motel estaba lejos de todo y cerca de nada, ya había mirado los mapas, la verdad. Pero me gustaba conducir, era algo que me distraía con facilidad y me relajaba. Sentía haber dejado a Hal con la palabra en la boca, era algo que él detestaba, pero bueno, ya estaba hecho, tan sólo esperaba que el mosqueo le durase poco tiempo.
Las carreteras parecían desoladas, como la gran mayoría de todo cuanto quedaba en pie hoy en día. Algún que otro caminante que pululaba por las carreteras... Nada especial. No sabría decir cuanto tiempo llevaba conduciendo, simplemente era como uno de esos juegos, estaba totalmente concentrada en la carretera, de tal forma que evitaba cualquier posible choque, pues a veces había coches abandonados en mitad de la nada, o incluso alguno de esos zombies merodeando por el lugar con toda la calma del mundo, hasta que pasaba por su lado. Una vez sentí incluso como uno de ellos al pasar trataba de golpear el jeep de Hal. Esperaba no rallarlo. Pero eran cosas puntuales, sin importancia. Andaba cerca de la costa, podía ver el mar en el horizonte, pero no me detuve en ningún momento, continué mi camino hasta que a lo lejos vi unos grandes edificios. Según el mapa de carreteras eran unos almacenes, un puerto.
- A ver que nos encontramos... - Me dije en un susurro mientras que ponía en marcha de nuevo el coche y conducía en esa dirección. Aumenté la velocidad, pues ya no había ninguna ley de tráfico que me lo impidiera y en menos de cinco minutos entraba en una de esas calles de almacenes y barcos atracados al otro lado. Lo interesante es que no se veía ni un alma, ni viva, ni muerta. Bajé del coche de forma sigilosa y miré a mi alrededor, había detenido el coche en mitad de esa calle. Me mordí el labio, amanecía ya y una bandada de cuervos sobrevolaba el cielo con su particular canto. Tragué saliva y fui directa a la puerta trasera del coche para sacar mi bolsa de deporte que estaba prácticamente vacía, pues mis cosas seguían en el motel. Aprovecharía aquella excursión para tratar de hacerme con algo de utilidad. Tal vez diera con una nave que almacenase alimentos que aún no hubieran caducado. - A quien pretendes engañar... Ilusa - Me dije en voz baja mientras avanzaba por el lugar tras cerrar el coche. Caminaba con tranquilidad, el cielo empezaba a iluminarse, cada vez un poco más, dándome más visibilidad, eso era bueno. Me detuve delante de uno de los almacenes al ver la puerta medio abierta, había sido deslizada hacia un lado, dejando un hueco por el que podría entrar perfectamente una persona. Ya lo decía el dicho; La curiosidad mató al gato... Pero bueno, también se decía que los gatos tenían siete vidas, así que sin más me deslicé en el lugar encendiendo la linterna que llevaba conmigo para ver mejor en aquella oscuridad.
Fuera hacía algo de frío, pues aún era de madrugada, así que me eché una vieja camisa por encima mientras que caminaba en la dirección del jeep de Hal, aún no era capaz de entender como el grandullón no había salido corriendo detrás de mi para quitarme las llaves, pero allí estaba yo, subiéndome a su coche para salir de allí. No podía dormir, ¿por qué?, ni yo misma lo sabía, simplemente me alejaba de allí, quería despejarme un poco y ver si así a mi regreso era capaz de echar una cabezada. Tal vez pudiera acercarme a algún sitio a por víveres. Aunque aquel motel estaba lejos de todo y cerca de nada, ya había mirado los mapas, la verdad. Pero me gustaba conducir, era algo que me distraía con facilidad y me relajaba. Sentía haber dejado a Hal con la palabra en la boca, era algo que él detestaba, pero bueno, ya estaba hecho, tan sólo esperaba que el mosqueo le durase poco tiempo.
Las carreteras parecían desoladas, como la gran mayoría de todo cuanto quedaba en pie hoy en día. Algún que otro caminante que pululaba por las carreteras... Nada especial. No sabría decir cuanto tiempo llevaba conduciendo, simplemente era como uno de esos juegos, estaba totalmente concentrada en la carretera, de tal forma que evitaba cualquier posible choque, pues a veces había coches abandonados en mitad de la nada, o incluso alguno de esos zombies merodeando por el lugar con toda la calma del mundo, hasta que pasaba por su lado. Una vez sentí incluso como uno de ellos al pasar trataba de golpear el jeep de Hal. Esperaba no rallarlo. Pero eran cosas puntuales, sin importancia. Andaba cerca de la costa, podía ver el mar en el horizonte, pero no me detuve en ningún momento, continué mi camino hasta que a lo lejos vi unos grandes edificios. Según el mapa de carreteras eran unos almacenes, un puerto.
- A ver que nos encontramos... - Me dije en un susurro mientras que ponía en marcha de nuevo el coche y conducía en esa dirección. Aumenté la velocidad, pues ya no había ninguna ley de tráfico que me lo impidiera y en menos de cinco minutos entraba en una de esas calles de almacenes y barcos atracados al otro lado. Lo interesante es que no se veía ni un alma, ni viva, ni muerta. Bajé del coche de forma sigilosa y miré a mi alrededor, había detenido el coche en mitad de esa calle. Me mordí el labio, amanecía ya y una bandada de cuervos sobrevolaba el cielo con su particular canto. Tragué saliva y fui directa a la puerta trasera del coche para sacar mi bolsa de deporte que estaba prácticamente vacía, pues mis cosas seguían en el motel. Aprovecharía aquella excursión para tratar de hacerme con algo de utilidad. Tal vez diera con una nave que almacenase alimentos que aún no hubieran caducado. - A quien pretendes engañar... Ilusa - Me dije en voz baja mientras avanzaba por el lugar tras cerrar el coche. Caminaba con tranquilidad, el cielo empezaba a iluminarse, cada vez un poco más, dándome más visibilidad, eso era bueno. Me detuve delante de uno de los almacenes al ver la puerta medio abierta, había sido deslizada hacia un lado, dejando un hueco por el que podría entrar perfectamente una persona. Ya lo decía el dicho; La curiosidad mató al gato... Pero bueno, también se decía que los gatos tenían siete vidas, así que sin más me deslicé en el lugar encendiendo la linterna que llevaba conmigo para ver mejor en aquella oscuridad.
- :
¿Qué hora sería ya?, daba igual, llevaba ya un buen rato despierta sin ser capaz de volver a dormir. Por el contrario Kyle estaba bien dormido y me sabía mal despertarlo con tanta vuelta de un lado a otro, así que sencillamente me salí de aquella improvisada cama y poniéndome unas zapatillas salí a la calle principal del puerto. Kyle y yo habíamos encontrado un pequeño almacén que usamos de refugio aquella noche, pero yo andaba bastante inquieta. Seguir allí supondría despertar a mi compañero y sabiendo lo que le costaba dormir prefería que descansara algo más. Apenas estaba amaneciendo cuando me asomé por la puerta fuera. Algunos barcos atracados en el puerto seguían intactos al tiempo, mientras que otros estaban ya prácticamente hundidos. Era como si el agua se los hubiera tragado, con ayuda del tiempo, ese ser letal para todo y todos. A excepción de esos seres. Zombies, muertos vivientes, caminantes... Definitivamente parecía algo diabólico, sacado de algún tipo de castigo divino o similar. Ellos siempre estaban ahí como si el tiempo apenas les afectaran.
Pero muy lejos de ser algo mágico, producido por la ira de algún Dios, había sido más bien cosa nuestra. Y nosotros mismos vimos que acabaríamos con el mundo, pero no hicimos nada. Avanzaba por la calle principal viendo los barcos atracados a mi derecha y los almacenes a mi izquierda. No se veía ni un alma y bueno, lo agradecía, porque no llevaba nada conmigo para defenderme. Toda una locura, si. Aquello era un simple paseo. Me volví para mirar en la dirección que había venido, a Kyle le daría un infarto cuando no me viera allí, pero bueno, esperaba regresar también antes de que despertase.
Caminé hasta la puerta de una de las grandes naves, esta estaba abierta, apenas una rendija, así que hice fuerza para empujar la hoja y deslizárla apenas un poco más, de tal forma que pudiera pasar al interior. La nave no estaba apenas iluminada, tan sólo al fondo gracias a un tragaluz que ocupaba una parte del techo y un par de ventanas. El interior estaba repleto de grandes estanterías con cajas de cartón. Tardé un poco en acostumbrarme a esa oscuridad. Pero no parecía haber ninguna de esas cosas por el interior del lugar. Así que empecé a caminar con toda la calma del mundo en la dirección de las cajas, parecían ser de latas de comida y eso iluminó mi rostro, hasta que escuché un pequeño ruido.
-¡Dios!-Exclamé rápida cuando al girarme vi una figura humana entrando en el lugar. -Ky...-Callé rápidamente, pues ni de coña era Kyle, era una figura menuda, una chica. Tragué saliva retrocediendo, no llevaba ningún arma con el que defenderme y si mi me mordía estaba perdida, ya sabía lo que significaba un simple arañazo o un mordisco. No debí salir. Miraba hacia varios lados casi con desesperación en busca de alguna ruta de escape o algo incluso que utilizar como arma cuando una luz me iluminó. Me cubrí la cara de forma inmediata cuando me cegó con aquella luz. Así que estaba viva. -¿Hola?-Pregunté mientras colocaba una mano cerca de los ojos para evitar que la luz me diera de lleno en la cara, pero al menos para poder ver que hacía esa extraña, debía ser cuidadosa.
Pero muy lejos de ser algo mágico, producido por la ira de algún Dios, había sido más bien cosa nuestra. Y nosotros mismos vimos que acabaríamos con el mundo, pero no hicimos nada. Avanzaba por la calle principal viendo los barcos atracados a mi derecha y los almacenes a mi izquierda. No se veía ni un alma y bueno, lo agradecía, porque no llevaba nada conmigo para defenderme. Toda una locura, si. Aquello era un simple paseo. Me volví para mirar en la dirección que había venido, a Kyle le daría un infarto cuando no me viera allí, pero bueno, esperaba regresar también antes de que despertase.
Caminé hasta la puerta de una de las grandes naves, esta estaba abierta, apenas una rendija, así que hice fuerza para empujar la hoja y deslizárla apenas un poco más, de tal forma que pudiera pasar al interior. La nave no estaba apenas iluminada, tan sólo al fondo gracias a un tragaluz que ocupaba una parte del techo y un par de ventanas. El interior estaba repleto de grandes estanterías con cajas de cartón. Tardé un poco en acostumbrarme a esa oscuridad. Pero no parecía haber ninguna de esas cosas por el interior del lugar. Así que empecé a caminar con toda la calma del mundo en la dirección de las cajas, parecían ser de latas de comida y eso iluminó mi rostro, hasta que escuché un pequeño ruido.
-¡Dios!-Exclamé rápida cuando al girarme vi una figura humana entrando en el lugar. -Ky...-Callé rápidamente, pues ni de coña era Kyle, era una figura menuda, una chica. Tragué saliva retrocediendo, no llevaba ningún arma con el que defenderme y si mi me mordía estaba perdida, ya sabía lo que significaba un simple arañazo o un mordisco. No debí salir. Miraba hacia varios lados casi con desesperación en busca de alguna ruta de escape o algo incluso que utilizar como arma cuando una luz me iluminó. Me cubrí la cara de forma inmediata cuando me cegó con aquella luz. Así que estaba viva. -¿Hola?-Pregunté mientras colocaba una mano cerca de los ojos para evitar que la luz me diera de lleno en la cara, pero al menos para poder ver que hacía esa extraña, debía ser cuidadosa.
Lo que nunca me habría esperado sería encontrarme con alguien, alguien vivo. Miré a la muchacha que pareció tan sorprendida como yo casi con la boca abierta. - Hola... Y perdona - Moví la linterna en otra dirección para evitar que la mujer se cegara, ya que los zombies no la habían matado por lo menos que no fuera ahora yo y la dejase ciega, me dije con ironía. Lo que no pude evitar fue mirar hacia nuestro alrededor en busca de más personas o posible compañeros de ella, tal vez alguien que aprovechase mi sorpresa de encontrarla a ella, la oscuridad y me propinase algún golpe para así robarme todo cuanto tenía, que no era gran cosa en verdad. Pero que se llevasen el coche de Hal no sería nada agradable, no al menos para cuando se lo tuviera que contar, si es que me dejaban con vida. Y fue ene se preciso momento en el que me obligué a negar de forma rápida y alejar aquellos pensamientos tan pésimos. Aquella mujer parecía estar sola.
- Lo siento, otra vez - Sonreí de forma amable, esta vez me disculpaba por el susto que le había dado, sabía de esas cosas, pero principalmente para que en caso de que llevase un arma, tal vez una de fuego, no me disparase entre ceja y ceja allí sin más. Había que tener cuidado con la gente que encontrabas. Di un par de pasos, lentamente en su dirección, podría tener perfectamente una edad similar a la mía, una mujer guapa, si, pero con esos típicos rasgos que hoy en día llevábamos todos. Aspecto de cansancio, la ropa ligeramente sucia... No eral mejor tiempo de nadie. - Me llamo Thea y estaba de paso - Estiré una mano en su dirección cuando me acerqué algo más, dispuesta a hacer una amistad más o a simplemente demostrar que no buscaba problemas, pero claro. Aquellas presentaciones solían ser complicadas. ¿Quién mentía, de quién podías fiarte?, daban igual los tratos de cortesía, cualquiera podía simular simpatía y luego acabar contigo por la espalda.
¿Qué me decía mi instinto?, genial, a veces podía ser la persona más paranoica del mundo y ahora que le necesitaba este no me decía nada. Miré de nuevo a aquella mujer, ¿qué hacía a aquellas horas de la mañana en un lugar como aquel? - ¿Te refugias aquí?, vi la puerta abierta y... Simplemente me pudo la curiosidad - Fruncí ligeramente los labios al recordar el dicho que me había comentado a mi misma hacía un momento, desde luego la situación no pintaba muy allá, todavía podría salir escarmentada. Prefería haberme encontrado veinte mil veces antes un par de esos zombies a personas vivas. Aunque sonase muy mal, pero al menos los zombies eran predecibles, no como las personas. Bueno, ella no tenía la típica pinta de psicópata loca, que a saber que pinta era esa, pero no parecía una mala persona y si al final no trataba matarme me alegraría y todo de haberme encontrado con ella.
La miré esperando una respuesta, tal vez algo impaciente, pero disimulando bien, quería evitar que se pusiera nerviosa, era la regla de oro al encontrarse con otros supervivientes. Aún así dudaba que se refugiara ahí, de hacerlo, ¿por qué iba a dejar la puerta abierta?, no tenía sentido. La luz del día iba por fin asomando poco a poco por el lugar, se hacía de día por fin. Pero eso dio exactamente igual. Cuando un ruido llamó mi atención, un par de cadenas que habían colgadas del techo y a una altura bastante grande, comenzaron a sonar al chocar entre si, apenas fue un desliz, un pequeño ruido, pero yo lo distinguí y eso era preocupante. Miré a la chica con otra expresión y sin pedir permiso ni nada, señalé las cadenas avisándola y seguidamente me acerqué cogiándola del brazo con suavidad. - Shh... - Susurré mientras avanzábamos en la dirección de la puerta, parando de golpe cuando esa cosa cayó del techo interponiéndose entre nuestra salida de escape y nosotras. MIERDA. - Corre... - Susurré al final, esa cosa no parecía ser demasiado amigable, así que mejor huir, antes de convertirnos en el postre de esa cosa.
- Lo siento, otra vez - Sonreí de forma amable, esta vez me disculpaba por el susto que le había dado, sabía de esas cosas, pero principalmente para que en caso de que llevase un arma, tal vez una de fuego, no me disparase entre ceja y ceja allí sin más. Había que tener cuidado con la gente que encontrabas. Di un par de pasos, lentamente en su dirección, podría tener perfectamente una edad similar a la mía, una mujer guapa, si, pero con esos típicos rasgos que hoy en día llevábamos todos. Aspecto de cansancio, la ropa ligeramente sucia... No eral mejor tiempo de nadie. - Me llamo Thea y estaba de paso - Estiré una mano en su dirección cuando me acerqué algo más, dispuesta a hacer una amistad más o a simplemente demostrar que no buscaba problemas, pero claro. Aquellas presentaciones solían ser complicadas. ¿Quién mentía, de quién podías fiarte?, daban igual los tratos de cortesía, cualquiera podía simular simpatía y luego acabar contigo por la espalda.
¿Qué me decía mi instinto?, genial, a veces podía ser la persona más paranoica del mundo y ahora que le necesitaba este no me decía nada. Miré de nuevo a aquella mujer, ¿qué hacía a aquellas horas de la mañana en un lugar como aquel? - ¿Te refugias aquí?, vi la puerta abierta y... Simplemente me pudo la curiosidad - Fruncí ligeramente los labios al recordar el dicho que me había comentado a mi misma hacía un momento, desde luego la situación no pintaba muy allá, todavía podría salir escarmentada. Prefería haberme encontrado veinte mil veces antes un par de esos zombies a personas vivas. Aunque sonase muy mal, pero al menos los zombies eran predecibles, no como las personas. Bueno, ella no tenía la típica pinta de psicópata loca, que a saber que pinta era esa, pero no parecía una mala persona y si al final no trataba matarme me alegraría y todo de haberme encontrado con ella.
La miré esperando una respuesta, tal vez algo impaciente, pero disimulando bien, quería evitar que se pusiera nerviosa, era la regla de oro al encontrarse con otros supervivientes. Aún así dudaba que se refugiara ahí, de hacerlo, ¿por qué iba a dejar la puerta abierta?, no tenía sentido. La luz del día iba por fin asomando poco a poco por el lugar, se hacía de día por fin. Pero eso dio exactamente igual. Cuando un ruido llamó mi atención, un par de cadenas que habían colgadas del techo y a una altura bastante grande, comenzaron a sonar al chocar entre si, apenas fue un desliz, un pequeño ruido, pero yo lo distinguí y eso era preocupante. Miré a la chica con otra expresión y sin pedir permiso ni nada, señalé las cadenas avisándola y seguidamente me acerqué cogiándola del brazo con suavidad. - Shh... - Susurré mientras avanzábamos en la dirección de la puerta, parando de golpe cuando esa cosa cayó del techo interponiéndose entre nuestra salida de escape y nosotras. MIERDA. - Corre... - Susurré al final, esa cosa no parecía ser demasiado amigable, así que mejor huir, antes de convertirnos en el postre de esa cosa.
- Spoiler:
- :
-Soy Katherine-Me presenté en cuanto ella lo hizo, casi sin pensar, como si esos viejos tratos cordiales siguieran siendo de utilidad ahora. La miré con una mezcla de curiosidad y desconfianza. No era la primera vez que me topaba con alguien, Kyle y yo habíamos tenido ya varios desencuentros. La gente no solía ser antes por lo general muy amable y ahora que escaseaban las leyes o quienes pudieran hacer que se cumplieran no iba a ir a mejor la cosa. Por el contrario, ella, la morena no pareció nada desagradable, todo lo contrario a esas personas con las que me había encontrado antes junto a Kyle. Pero ambos ya sabíamos una cosa, por culpa de la experiencia, dichosa ella. Nunca te podías fiar de nadie, por muy simpático que pudiera parecer, eran esos los peores. Cuando se acercó alcé una mano en su dirección al par que retrocedía un par de pasos.-Por favor, quédate ahí-Pedí totalmente seria, quería evitar cualquier posible conflicto. Cuando me preguntó por el refugio negué, pero tampoco le diría donde.
-¿Y de...?-La pregunta iba a ser que de donde venía, pero no, vio algo e instintivamente miré en la dirección en la que ella. Apenas me di cuenta ni de que se acercase, pero cuando volví a mirar la tenía al lado y no pude evitar dar un pequeño respingo. -¡Mal...!-Me quejé pero callé de golpe al ver su expresión seria, tomé aire, ¿qué iba a hacer ahora?, asentí finalmente y decidí seguirla hacia afuera, en cuanto me fuera posible la despistaría y saldría corriendo. Tan sólo esperaba que no hubiera más gente fuera. ¿Me estaría volviendo una paranoica?
-¡Joder!-Exclamé de golpe a la vez que retrocedí cuando esa cosa cayó del techo interponiéndose entre la puerta y nosotras. Thea no estaba jugándose ninguna treta, decía la verdad, había escuchado algo.-¿Y ahora qué hacemos?-Pregunté cuando las dos comenzamos a retroceder lentamente conforme esa especie de araña gigantesca nos miraba de forma amenazante, ¿es que no bastaba con los zombies? Ya me había topado con más de esos seres, pero siempre era capaz de esquivarlos con la ayuda de Kyle, nunca hasta ahora había estado tan cerca de una de esas cosas. Y cuando ella pronunció la palabra mágica ambas salimos disparadas en la dirección contraria corriendo como si nos llevase la vida en ello, nunca mejor dicho.
Íbamos por un amplio pasillo, formado por estanterías, corriendo literalmente como almas perseguidas por el diablo, cuando volví la cara hacia atrás y no la vi, esa cosa había desaparecido y en el último momento vi la sombra que se cernía sobre ambas por lo que me dejé caer hacia un lado empujando a Thea, de tal forma que ambas caímos al suelo y esa araña a un lado nuestro, donde estábamos apenas hacía menos de un minuto.-¡Thea!-Tiré de ella para ayudarla a levantarse y eso que hacía apenas unos minutos dudaba de ella. Pero ella me había ayudado, otra habría aprovechado que no me di cuenta para usarme de carnaza y huir. La araña se movía lentamente en nuestra dirección y casi sin pensar agarré una lata del estante para lanzársela, la esquivó bien así que cogí dos más y las lancé en su dirección logrando que al menos una le diera y todo eso mientras que retrocedíamos y esa cosa avanzaba en nuestra dirección. Y cuando me giré para mirar al pasillo vi la otra, dos arañas y nosotras dos en medio. -Hay que joderse...-Susurré dándole un tirón a su brazo para que viera la otra. Miraba a mi alrededor, nos estaban rodeando y vi el hueco que había entre dos estanterías, podríamos salir por ahí o... -Eh... ¿Ves ese hueco?-Lo señalé. -Podemos salir por ahí, pero en cuanto lo hagamos nos perseguirán, yo iré hacia la estantería del fondo, tú a esta, si las empujamos en su dirección puede que o las matemos o consigamos las dejemos atrapadas lo justo para salir corriendo...-¿planes estúpidos?, a montones, pero todo se veía con más presión cuando no tenías ni una jodida arma.
-Thea, en tres...-Empecé a susurrar mientras que ambas nos movíamos, siendo acorraladas por esas dos.-...dos, uno... ¡Ya!-Y como había dicho corrí en la dirección que especifiqué para empujar la enorme y pesada estantería hacia el pasillo, lo bueno era que aunque estaba llena de cosas estas mismas ayudaron a que cayera, con un pequeño empujón.
-¿Y de...?-La pregunta iba a ser que de donde venía, pero no, vio algo e instintivamente miré en la dirección en la que ella. Apenas me di cuenta ni de que se acercase, pero cuando volví a mirar la tenía al lado y no pude evitar dar un pequeño respingo. -¡Mal...!-Me quejé pero callé de golpe al ver su expresión seria, tomé aire, ¿qué iba a hacer ahora?, asentí finalmente y decidí seguirla hacia afuera, en cuanto me fuera posible la despistaría y saldría corriendo. Tan sólo esperaba que no hubiera más gente fuera. ¿Me estaría volviendo una paranoica?
-¡Joder!-Exclamé de golpe a la vez que retrocedí cuando esa cosa cayó del techo interponiéndose entre la puerta y nosotras. Thea no estaba jugándose ninguna treta, decía la verdad, había escuchado algo.-¿Y ahora qué hacemos?-Pregunté cuando las dos comenzamos a retroceder lentamente conforme esa especie de araña gigantesca nos miraba de forma amenazante, ¿es que no bastaba con los zombies? Ya me había topado con más de esos seres, pero siempre era capaz de esquivarlos con la ayuda de Kyle, nunca hasta ahora había estado tan cerca de una de esas cosas. Y cuando ella pronunció la palabra mágica ambas salimos disparadas en la dirección contraria corriendo como si nos llevase la vida en ello, nunca mejor dicho.
Íbamos por un amplio pasillo, formado por estanterías, corriendo literalmente como almas perseguidas por el diablo, cuando volví la cara hacia atrás y no la vi, esa cosa había desaparecido y en el último momento vi la sombra que se cernía sobre ambas por lo que me dejé caer hacia un lado empujando a Thea, de tal forma que ambas caímos al suelo y esa araña a un lado nuestro, donde estábamos apenas hacía menos de un minuto.-¡Thea!-Tiré de ella para ayudarla a levantarse y eso que hacía apenas unos minutos dudaba de ella. Pero ella me había ayudado, otra habría aprovechado que no me di cuenta para usarme de carnaza y huir. La araña se movía lentamente en nuestra dirección y casi sin pensar agarré una lata del estante para lanzársela, la esquivó bien así que cogí dos más y las lancé en su dirección logrando que al menos una le diera y todo eso mientras que retrocedíamos y esa cosa avanzaba en nuestra dirección. Y cuando me giré para mirar al pasillo vi la otra, dos arañas y nosotras dos en medio. -Hay que joderse...-Susurré dándole un tirón a su brazo para que viera la otra. Miraba a mi alrededor, nos estaban rodeando y vi el hueco que había entre dos estanterías, podríamos salir por ahí o... -Eh... ¿Ves ese hueco?-Lo señalé. -Podemos salir por ahí, pero en cuanto lo hagamos nos perseguirán, yo iré hacia la estantería del fondo, tú a esta, si las empujamos en su dirección puede que o las matemos o consigamos las dejemos atrapadas lo justo para salir corriendo...-¿planes estúpidos?, a montones, pero todo se veía con más presión cuando no tenías ni una jodida arma.
-Thea, en tres...-Empecé a susurrar mientras que ambas nos movíamos, siendo acorraladas por esas dos.-...dos, uno... ¡Ya!-Y como había dicho corrí en la dirección que especifiqué para empujar la enorme y pesada estantería hacia el pasillo, lo bueno era que aunque estaba llena de cosas estas mismas ayudaron a que cayera, con un pequeño empujón.
- Spoiler:
- Lanzada previa: uso dos dados, el primero para ver si consigo matar a la de este lado y el segundo para ver si lo consigues tú, si sale que no conseguiremos un tiempo extra para huir.
El miembro 'Katherine Temple' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Desafíos' :
Resultados :
'Desafíos' :
Resultados :
PÍDEME ROL + MP
- We are Enjoy the Silence 4.0:
Nueve años matando zombies... Y no nos cansamos. ¡GRACIAS A TODOS!
Situaciones surrealistas donde las hubieran... Cuando Katherine me dijo de golpe que mirase hacia atrás y vi una segunda araña me dije que no podíamos tener menos suerte. - Esa es una buena pregunta... - Susurré cuando la castaña me preguntó por qué íbamos a hacer ahora. Recogí el revólver que llevaba en mi cinturón y observé en el tambor las tres balas que tenía, en el bolsillo llevaba otras seis más, así que rellené los tres huecos restantes, dudando de que aquel arma fuera a servir de mucho. - ¿Crees que habrán más? - Pregunté mientras apuntaba a la araña, pensando si disparar o no, tal vez el remedio fuera peor que la enfermedad y acabaran apareciendo más aún. Esas dos hijas de puta nos estaban rodeando y agotando nuestro espacio, no íbamos a poder salir y cuando estaba a punto de apretar el gatillo Katherine, así se presentó me hizo mirar el hueco que formaban las dos estanterías. Lo miré, podríamos escapar por ahí si, pero no llegar a la puerta sin que esas dos cosas salieran corriendo por patas, nunca mejor dicho.
Pero su plan no era sólo el de escapar y eso fue lo que me gustó más. Sería como pisarlas con el pie. - No está mal, te sigo - Susurré cuando ella comenzó a contar y ambas nos movíamos de forma muy lenta hacia el hueco, hasta que dio la señal y salimos disparadas en la dirección indicada. Mientras veía como esas dos desgraciadas nos perseguían, por si acaso sujetaba el arma entre mis manos, lista para disparar, pero no hizo falta porque llegamos antes que ellas. Al colocarme detrás de la estantería vi como la araña de mi lado trataba de trepar mi estantería, al igual que la del lado de Katherine. Aquellas estanterías de hierro no serían muy pesadas, de estar vacías claro, ahora contaban con cajas de mil y una cosas, por lo que tuve que apoyar todo mi peso sobre la estantería e incluso golpearla con fuerza. Lo bueno fue que al contar con tanto peso bastó con que se tambaleasen un poco hacia un lado para caer. Katherine y yo nos apartamos cuando prácticamente las dos estanterías cayeron al mismo tiempo. Demasiado ruido... Las dos estanterías cayeron contra las siguientes y la araña de su lado pareció quedar bien aplastada, además por el charco de aquel líquido verde que se había formado a su alrededor, parecía estar bien muerta. Subí por encima de la mía caminando con cuidado sobre las baldas en vertical. La araña estaba debajo, pero no muerta, se movía tratando de hacer fuerza para levantar la estantería.
- Quieta - Susurré de mala gana y sin más, la apunté con el gatillo y disparé tres veces, hasta que dejó de moverse. Bajé de la estantería hasta acercarme a Katherine y prácticamente dejarme caer en el suelo. - Que locura... - Susurré en voz baja resoplando para apartarme un mechón e pelo de la cara. - Demasiadas emociones fuertes - Observé la que habíamos liado en el almacén, habíamos hecho que se cayeran al menos seis estanterías. - Tenemos que salir de aquí, demasiado ruido ya y si no hay más seguro que vendrán los otros... - Me levanté de nuevo lentamente y miré hacia nuestro alrededor, otro dicho se me vino a la cabeza. - Dicen que a la avaricia rompe el saco, pero... O morimos por coger unas pocas de latas o nos morimos de hambre... - Susurré, no sabía cual era su situación, seguramente parecida a la mía, Hal, Lena y yo no contábamos apenas con mucha comida y allí había para tener latas y latas durante meses, con aquel ruido seguramente hubiésemos atraído a demasiados caminantes hacia el lugar, pero podríamos tratar de llevarnos unas latas, al menos yo. - Necesito llevarme unas cuantas... - Tensé la mandíbula mientras que corría hacia una de las estanterías que aún se mantenía en pie y tiraba de una de las cajas para ver su contenido y de forma rápida llenar la mochila con todo cuanto podía.
Pero su plan no era sólo el de escapar y eso fue lo que me gustó más. Sería como pisarlas con el pie. - No está mal, te sigo - Susurré cuando ella comenzó a contar y ambas nos movíamos de forma muy lenta hacia el hueco, hasta que dio la señal y salimos disparadas en la dirección indicada. Mientras veía como esas dos desgraciadas nos perseguían, por si acaso sujetaba el arma entre mis manos, lista para disparar, pero no hizo falta porque llegamos antes que ellas. Al colocarme detrás de la estantería vi como la araña de mi lado trataba de trepar mi estantería, al igual que la del lado de Katherine. Aquellas estanterías de hierro no serían muy pesadas, de estar vacías claro, ahora contaban con cajas de mil y una cosas, por lo que tuve que apoyar todo mi peso sobre la estantería e incluso golpearla con fuerza. Lo bueno fue que al contar con tanto peso bastó con que se tambaleasen un poco hacia un lado para caer. Katherine y yo nos apartamos cuando prácticamente las dos estanterías cayeron al mismo tiempo. Demasiado ruido... Las dos estanterías cayeron contra las siguientes y la araña de su lado pareció quedar bien aplastada, además por el charco de aquel líquido verde que se había formado a su alrededor, parecía estar bien muerta. Subí por encima de la mía caminando con cuidado sobre las baldas en vertical. La araña estaba debajo, pero no muerta, se movía tratando de hacer fuerza para levantar la estantería.
- Quieta - Susurré de mala gana y sin más, la apunté con el gatillo y disparé tres veces, hasta que dejó de moverse. Bajé de la estantería hasta acercarme a Katherine y prácticamente dejarme caer en el suelo. - Que locura... - Susurré en voz baja resoplando para apartarme un mechón e pelo de la cara. - Demasiadas emociones fuertes - Observé la que habíamos liado en el almacén, habíamos hecho que se cayeran al menos seis estanterías. - Tenemos que salir de aquí, demasiado ruido ya y si no hay más seguro que vendrán los otros... - Me levanté de nuevo lentamente y miré hacia nuestro alrededor, otro dicho se me vino a la cabeza. - Dicen que a la avaricia rompe el saco, pero... O morimos por coger unas pocas de latas o nos morimos de hambre... - Susurré, no sabía cual era su situación, seguramente parecida a la mía, Hal, Lena y yo no contábamos apenas con mucha comida y allí había para tener latas y latas durante meses, con aquel ruido seguramente hubiésemos atraído a demasiados caminantes hacia el lugar, pero podríamos tratar de llevarnos unas latas, al menos yo. - Necesito llevarme unas cuantas... - Tensé la mandíbula mientras que corría hacia una de las estanterías que aún se mantenía en pie y tiraba de una de las cajas para ver su contenido y de forma rápida llenar la mochila con todo cuanto podía.
- :
Cuando las estanterías cayeron al suelo el ruido que se produjo a continuación fue todo un escándalo, porque no sólo cayeron esas dos, si no que el resto las siguieron, al menos seis pude distinguir. Observé como la estantería caía a la vez que las cajas y demás que estas contenían, la araña trató de trepar por esta antes de que cayera, pero su propio peso tan sólo ayudó a que cayera de forma más rápida produciendo un chasquido asqueroso cuando ese ser repugnante murió aplastado. Hice una mueca de asco y me giraba hacia Thea que había subido sobre la estantería. Hicieron falta tres disparos para acabar con la segunda araña.
-¡Tienes un revólver!-Señalé lo obvio y aunque fuera un comentario estúpido no pude evitar decirlo, porque en un principio pensaba que iba tan desarmada como yo. Cuando se acercó hasta mi no pude evitar mirar a nuestro alrededor, al parecer ya era de día y se notaba en la claridad del almacén, que bueno, esta no era la mejor. Pero se vía más y lo bueno era que no parecían haber más de esas cosas. Así que me dejé caer a su lado tomando asiento en el suelo.-Y que lo digas... Pero no ha estado mal, ¿eh?-Sonreí, notablemente cansada. Ojalá Kyle lo hubiera visto, no me gustaba sentirme una inútil y ahora gracias a un plan mío seguía en pie. Pero la morena tenía razón, Thea mencionó lo conllevaba el ruido, haciéndome volver de nuevo a aquel jodido mundo. Suspiré. -Cierto...-Hice una mueca de asco poniéndome de pie al par que ella.
-Hay varios tipos de latas de diferentes tipos de comida, antes me fijé en ellos-Señalé mientras que se acercaba y aunque lo mejor era largarse Thea tenía razón, ¿cuando podríamos volver a encontrar un lugar así? Me acerqué con ella a la estantería y me hice con una maya de tela que había ahí, rápidamente improvisé un pequeño saco y comencé a llenarla con las latas que encontraba, no eché más de tres cuando me giré hacia la entrada.-¿Has oído eso?-Pregunté mientras que dejaba caer la bolsa en el suelo.-Hay prisa...-Susurré cuando al mirar en la dirección de la puerta distinguía como entraba alguien y por la forma en la que se movía, si, estaba muerto.
-Mierda... ¡Voy a acercarme a ver!-Eché a correr en la dirección del zombie, no quedaba muy lejos y mientras corría me fijé en que en una de las cajas de madera, encima, había una palanca de hierro con la que me hice a la carrerilla. Al llegar ala altura del muerto, este estiró los brazos en mi dirección. Se lanzaba contra mi cuando yo le golpeé con la palanca en la cabeza, con todas mis fuerzas. Al pasar a su lado le volví a golpear dejándolo atrás. Hasta que llegué a la puerta metálica.
-¡Joder!-Mascullé al ver la calle del puerto, al menos dos decenas de esos seres pululaban en la dirección de la puerta y cuando me vieron fue como si se les iluminara los ojos. Demasiados como para ir por ahí, sin pensarlo cerré la puerta y coloqué la cadena a su alrededor cerrando el candado. Me volví de nuevo en la dirección de Thea, al pasar por al lado del zombie hundí el filo de la palanca en su cabeza rematándolo antes de que se volviera a levantar.-Por esa puerta será mejor que no...-Susurré mientras cogía el saco del suelo y se escuchaban los primeros golpes en las puertas.
-¡Tienes un revólver!-Señalé lo obvio y aunque fuera un comentario estúpido no pude evitar decirlo, porque en un principio pensaba que iba tan desarmada como yo. Cuando se acercó hasta mi no pude evitar mirar a nuestro alrededor, al parecer ya era de día y se notaba en la claridad del almacén, que bueno, esta no era la mejor. Pero se vía más y lo bueno era que no parecían haber más de esas cosas. Así que me dejé caer a su lado tomando asiento en el suelo.-Y que lo digas... Pero no ha estado mal, ¿eh?-Sonreí, notablemente cansada. Ojalá Kyle lo hubiera visto, no me gustaba sentirme una inútil y ahora gracias a un plan mío seguía en pie. Pero la morena tenía razón, Thea mencionó lo conllevaba el ruido, haciéndome volver de nuevo a aquel jodido mundo. Suspiré. -Cierto...-Hice una mueca de asco poniéndome de pie al par que ella.
-Hay varios tipos de latas de diferentes tipos de comida, antes me fijé en ellos-Señalé mientras que se acercaba y aunque lo mejor era largarse Thea tenía razón, ¿cuando podríamos volver a encontrar un lugar así? Me acerqué con ella a la estantería y me hice con una maya de tela que había ahí, rápidamente improvisé un pequeño saco y comencé a llenarla con las latas que encontraba, no eché más de tres cuando me giré hacia la entrada.-¿Has oído eso?-Pregunté mientras que dejaba caer la bolsa en el suelo.-Hay prisa...-Susurré cuando al mirar en la dirección de la puerta distinguía como entraba alguien y por la forma en la que se movía, si, estaba muerto.
-Mierda... ¡Voy a acercarme a ver!-Eché a correr en la dirección del zombie, no quedaba muy lejos y mientras corría me fijé en que en una de las cajas de madera, encima, había una palanca de hierro con la que me hice a la carrerilla. Al llegar ala altura del muerto, este estiró los brazos en mi dirección. Se lanzaba contra mi cuando yo le golpeé con la palanca en la cabeza, con todas mis fuerzas. Al pasar a su lado le volví a golpear dejándolo atrás. Hasta que llegué a la puerta metálica.
-¡Joder!-Mascullé al ver la calle del puerto, al menos dos decenas de esos seres pululaban en la dirección de la puerta y cuando me vieron fue como si se les iluminara los ojos. Demasiados como para ir por ahí, sin pensarlo cerré la puerta y coloqué la cadena a su alrededor cerrando el candado. Me volví de nuevo en la dirección de Thea, al pasar por al lado del zombie hundí el filo de la palanca en su cabeza rematándolo antes de que se volviera a levantar.-Por esa puerta será mejor que no...-Susurré mientras cogía el saco del suelo y se escuchaban los primeros golpes en las puertas.
Asentí y al verla sonreír me reí con ella negando. - Nada mal - ¿Era estúpido estar así cuando apenas hacía un momento no nos fiábamos la una de la otra? Pudiera ser, pero es que hacía un momento daba por sentado hasta que no volveríamos a salir de ahí, así que... ¿Qué más daba?, seguíamos vivas y había que admitir que su plan había sido bastante inteligente. - Si, pero no demasiadas balas... - Había que ir con cuidado y gastar la munición con juicio, con esa cosa había sido lo mejor, de lo contrario ahora estaríamos corriendo aún perseguidas por ella.
Katherine se colocó a mi lado llenando un pequeño saco con cosas también, o llevaba mi mochila y cuando vimos el caminante, fue ella la que se ofreció a ir a la puerta, la miré fijamente mientras terminaba de llenar la mochila, ahora pesaría algo más de la cuenta, pero no me importaría. - Ahora te sigo - Esperaba que tan sólo fuera un caminante y además di por hecho que sabría defenderse, ¿no estaría ahí de no saber hacerlo, no? Cargué con mi mochila cuando acabé y ajusté las correas de esta para que la carga no fuera una molestia. Al mirar de nuevo vi a Katherine golpeando al caminante con una barra de hierro, parecía. Así que yo mientras cogí su saco y terminé de llenarlo, no era necesario ser una desagradecida u olvidarse de la amabilidad. Cuando acabé con este saqué las otras tres balas de mi bolsillo, vacié el tambor del revólver con los casquillos vacíos e introduje las tres balas, guardé el revólver justo cuando ella regresaba. - He metido algunas latas más - Comenté señalando el saco con la mirada. Y al parecer esa puerta no era una opción, cuando volví la mirada esta estaba cerrada y los golpes indicaban lo obvio.
- Debe de haber otra puerta por algún lado, ¡vamos! - Exclamé mientras echaba a correr hacia la parte de atrás del almacén. - ¿Cómo estaba esa calle?, mi coche estaba en la entrada... - Iba diciendo cuando al girar la esquina vi una de esas puertas típicas, normales. Cuando corrí hacia ella y la abrí me choqué contra esta, apenas se abrió un poco y no más y al fijarme vi que había un candado con una cadena fuera que mantenía la puerta cerrada. - Katherine, ¿me dejas la palanca? - Pedí volviéndome a ella. Haciendo fuerza con la palanca, en la parte justa de la cadena supondría romperla para poder salir. Pero al mirarla vi como al final de ese pasillo se acercaba por el techo otra de esas cosas. - ¡Mierda!, trata de romperlo tú, yo te cubro - Le pedí mientras echaba a correr hacia el pasillo para tratar de despistar a esa araña mientras que Katherine abría la puerta.
- ¡Maldita zorra, ven aquí! - Grité mientras que alzaba el revólver y disparaba en su dirección una vez, haciendo ruido y tirando cosas para que esa hija de puta se centrara en mi y así darle más tiempo a la chica que acababa de conocer, esperaba que no me dejase tirada al menos. Cuando avanzaba en su dirección escuché un siseo al par que un líquido pegajoso caía del techo y yo lo evitaba, algo me decía que no debía ni acercarme. Me colé por uno de los pasillos, ocultándome tras la estantería, viendo como la araña a lo lejos había logrado bajar y se paseaba tan tranquila por ahí buscándome. Salí, apunté y disparé en su dirección. Esa zorra soltó algo, algo que vi como se desprendía de su cuerpo, se detuvo apenas un momento y al fijarme esas dos cosas empezaron a moverse, eran dos arañas más pequeñas. - Oh... ¡Mierda! - Maldije al ver aquella estampa, las dos pequeñas parecían más rápidas, así que disparé dándole a la primera de lleno que cayó muerta y eso me sorprendió, así que disparé a la siguiente y la muy cabrona esquivó el disparo, eso ya no me sorprendió tanto, no es que se me diera muy bien aquello. Si mis cálculos no fallaban me quedaban dos balas, así que desesperada me escabullí por uno de los pasillos, rezando por que Katherine abriera la puerta de una maldita vez.
Katherine se colocó a mi lado llenando un pequeño saco con cosas también, o llevaba mi mochila y cuando vimos el caminante, fue ella la que se ofreció a ir a la puerta, la miré fijamente mientras terminaba de llenar la mochila, ahora pesaría algo más de la cuenta, pero no me importaría. - Ahora te sigo - Esperaba que tan sólo fuera un caminante y además di por hecho que sabría defenderse, ¿no estaría ahí de no saber hacerlo, no? Cargué con mi mochila cuando acabé y ajusté las correas de esta para que la carga no fuera una molestia. Al mirar de nuevo vi a Katherine golpeando al caminante con una barra de hierro, parecía. Así que yo mientras cogí su saco y terminé de llenarlo, no era necesario ser una desagradecida u olvidarse de la amabilidad. Cuando acabé con este saqué las otras tres balas de mi bolsillo, vacié el tambor del revólver con los casquillos vacíos e introduje las tres balas, guardé el revólver justo cuando ella regresaba. - He metido algunas latas más - Comenté señalando el saco con la mirada. Y al parecer esa puerta no era una opción, cuando volví la mirada esta estaba cerrada y los golpes indicaban lo obvio.
- Debe de haber otra puerta por algún lado, ¡vamos! - Exclamé mientras echaba a correr hacia la parte de atrás del almacén. - ¿Cómo estaba esa calle?, mi coche estaba en la entrada... - Iba diciendo cuando al girar la esquina vi una de esas puertas típicas, normales. Cuando corrí hacia ella y la abrí me choqué contra esta, apenas se abrió un poco y no más y al fijarme vi que había un candado con una cadena fuera que mantenía la puerta cerrada. - Katherine, ¿me dejas la palanca? - Pedí volviéndome a ella. Haciendo fuerza con la palanca, en la parte justa de la cadena supondría romperla para poder salir. Pero al mirarla vi como al final de ese pasillo se acercaba por el techo otra de esas cosas. - ¡Mierda!, trata de romperlo tú, yo te cubro - Le pedí mientras echaba a correr hacia el pasillo para tratar de despistar a esa araña mientras que Katherine abría la puerta.
- ¡Maldita zorra, ven aquí! - Grité mientras que alzaba el revólver y disparaba en su dirección una vez, haciendo ruido y tirando cosas para que esa hija de puta se centrara en mi y así darle más tiempo a la chica que acababa de conocer, esperaba que no me dejase tirada al menos. Cuando avanzaba en su dirección escuché un siseo al par que un líquido pegajoso caía del techo y yo lo evitaba, algo me decía que no debía ni acercarme. Me colé por uno de los pasillos, ocultándome tras la estantería, viendo como la araña a lo lejos había logrado bajar y se paseaba tan tranquila por ahí buscándome. Salí, apunté y disparé en su dirección. Esa zorra soltó algo, algo que vi como se desprendía de su cuerpo, se detuvo apenas un momento y al fijarme esas dos cosas empezaron a moverse, eran dos arañas más pequeñas. - Oh... ¡Mierda! - Maldije al ver aquella estampa, las dos pequeñas parecían más rápidas, así que disparé dándole a la primera de lleno que cayó muerta y eso me sorprendió, así que disparé a la siguiente y la muy cabrona esquivó el disparo, eso ya no me sorprendió tanto, no es que se me diera muy bien aquello. Si mis cálculos no fallaban me quedaban dos balas, así que desesperada me escabullí por uno de los pasillos, rezando por que Katherine abriera la puerta de una maldita vez.
- :
Cuando recogí la malla del suelo vi que esta pesaba algo más y al mirar a la pelinegra esta comentó que se había tomado la molestia de llenarla más. Observé el contenido y alcé la mirada en su dirección. -Gracias-Sonreí de forma sincera y también sorprendida por ello, pues hacía un momento no quería ni que se acercara a mi y ahora había que vernos, trabajando juntas ni más ni menos. Al parecer aún quedaba gente buena, no tanta como me gustaría, pero quedaban más y Thea era una de ellas. O al menos eso era lo que estaba empezando a pensar yo. Tras que ella entendiera también lo que estaba pasando ambas cargamos con nuestras cosas y echamos a correr hacia la parte trasera del almacén, un sitio que no me inspiraba demasiada confianza, la verdad... Esa zona estaba demasiado oscura.
Al llegar a la altura de la dichosa puerta vi como Thea trataba de abrirla sin éxito, al acercarme vi entonces la cadena que sujetaba esta puerta por fuera cerrada, así que cuando me pidió la palanca se la iba a ofrecer, tal como dijo, pero al parecer no iba a ser tan sencillo.
-¿Yo?-Pregunté dudando de mi, pero dio igual la chica del pelo azabache salió corriendo para despistar a nuestra nueva atacante. -¿No podía ser un día tranquilo, no?-Pregunté a saber a quien mientras me acercaba a la puerta y me fijaba en como estaba el candando y la cadena.-¡Noooo!-Me contesté yo sola con sorna mientras que usaba la palanca para hacer fuerza en las cadenas y las hacia girar presionando para tratar de romperlas, o hacer el indio... Tal vez más lo segundo. -Esto en las películas de robos parece más sencillo...-Me giré para ver que pasaba, perdí de vista a Thea, eso si, se la escuchaba maldecir y tirar cosas, eso al menos era algo. Cuando me volví y vi esa cara pútrida y asquerosa tratar de asomarse por el hueco de la puerta por poco provocó que me diera un ataque. Di un respingo y caí hacia atrás soltando la palanca que cayó al suelo, fuera. Yo al contrario caí hacia atrás, viendo como el zombie trataba de entrar por ese hueco sin éxito alguno y la palanca entre sus pies, un poco por detrás de él, si quería cogerla debía acercarme y estirar la mano.
-¿Pero qué he hecho yo para tener esta mala suerte?-Pregunté con sarcasmo mientras me acercaba gateando lentamente. Los disparos me pusieron más nerviosa igual que el zombie que empezó a agacharse desesperado, pero por fin algo de suerte. La cadena le impedía agacharse más, el muy idiota se había enganchado a esta. Al llegar a su altura empecé a patear al zombie para alejarlo, una y otra vez hasta que conseguí que se moviera un poco y así pudiera estirarme y meter la mano para coger la palanca. El zombie volvía desde fuera a la carga y cuando llegó me puse en pie hundiendo la punta de la palanca en su ojo derecho, de tal forma que esta acabó hundiéndose en su cerebro y el muerto cayendo definitivamente muerto hacia atrás. Golpeé llena de rabia las cadenas e hice palanca apretando con todas mis fuerzas hasta que la cadena no se rompió, pero si el extremo que ataba la cadena a la pared y así la puerta se abrió de par en par.-¡Thea corre!-Le grité sin llegar a verla mientras salía y observaba que en ese lado del muelle no hubieran más zombies.
Al llegar a la altura de la dichosa puerta vi como Thea trataba de abrirla sin éxito, al acercarme vi entonces la cadena que sujetaba esta puerta por fuera cerrada, así que cuando me pidió la palanca se la iba a ofrecer, tal como dijo, pero al parecer no iba a ser tan sencillo.
-¿Yo?-Pregunté dudando de mi, pero dio igual la chica del pelo azabache salió corriendo para despistar a nuestra nueva atacante. -¿No podía ser un día tranquilo, no?-Pregunté a saber a quien mientras me acercaba a la puerta y me fijaba en como estaba el candando y la cadena.-¡Noooo!-Me contesté yo sola con sorna mientras que usaba la palanca para hacer fuerza en las cadenas y las hacia girar presionando para tratar de romperlas, o hacer el indio... Tal vez más lo segundo. -Esto en las películas de robos parece más sencillo...-Me giré para ver que pasaba, perdí de vista a Thea, eso si, se la escuchaba maldecir y tirar cosas, eso al menos era algo. Cuando me volví y vi esa cara pútrida y asquerosa tratar de asomarse por el hueco de la puerta por poco provocó que me diera un ataque. Di un respingo y caí hacia atrás soltando la palanca que cayó al suelo, fuera. Yo al contrario caí hacia atrás, viendo como el zombie trataba de entrar por ese hueco sin éxito alguno y la palanca entre sus pies, un poco por detrás de él, si quería cogerla debía acercarme y estirar la mano.
-¿Pero qué he hecho yo para tener esta mala suerte?-Pregunté con sarcasmo mientras me acercaba gateando lentamente. Los disparos me pusieron más nerviosa igual que el zombie que empezó a agacharse desesperado, pero por fin algo de suerte. La cadena le impedía agacharse más, el muy idiota se había enganchado a esta. Al llegar a su altura empecé a patear al zombie para alejarlo, una y otra vez hasta que conseguí que se moviera un poco y así pudiera estirarme y meter la mano para coger la palanca. El zombie volvía desde fuera a la carga y cuando llegó me puse en pie hundiendo la punta de la palanca en su ojo derecho, de tal forma que esta acabó hundiéndose en su cerebro y el muerto cayendo definitivamente muerto hacia atrás. Golpeé llena de rabia las cadenas e hice palanca apretando con todas mis fuerzas hasta que la cadena no se rompió, pero si el extremo que ataba la cadena a la pared y así la puerta se abrió de par en par.-¡Thea corre!-Le grité sin llegar a verla mientras salía y observaba que en ese lado del muelle no hubieran más zombies.
¿Pero qué estaba haciendo Katherine, había llamado a un cerrajero? Me decía con ironía mientras que caminaba por detrás de la estantería de forma sigilosa, pues escuchaba los ruidos de esas dos y cuando dejé de escucharlos fue ahí cuando me preocupé de veras. Tragué saliva. Me sentía como la típica rubia idiota de la típica película de miedo mala que era perseguida por aquel aún más idiota todavía, asesino del cuchillo y esa máscara con cara de susto. Miré en varias direcciones y tragué aire, lo iba a necesitar. Decidí seguir avanzando por el pasillo, pero atenta, tanto que cuando escuché un mínimo ruido salté hacia un lado cayendo en el suelo de cuclillas viendo de nuevo ese líquido viscoso en el suelo, apenas donde había estado hacia menos de unos segundos, al ver a la araña ahí y la pequeña que se acercaba, me levanté como pude y salí corriendo, esta vez en la dirección de donde debería de estar Katherine, ¿qué pasaba?, narices tendría la morena de salir corriendo y dejarme tirada, pero justo cuando giraba la esquina escuché como me llamaba.
Había conseguido abrir la puerta, así que corrí esta vez con todas mis fuerzas, sintiendo como el mismísimo diablo me perseguía. Al pasar por la puerta no me lo pensé dos veces, agarré con fuerza la cadena y tiré de esta viendo como las dos arañas corrían en nuestra dirección, justo cuando cerré ambas parecieron llegar a esta. Pero no podían abrir, ¿no? Y empezaron a golpear desde el otro lado.
- ¡Es hora de largarse! - Exclamé señalando hacia un lado del muelle. Le di una palmada en la espalda y atranqué la puerta como me fue posible con un tablón y la cadena, mientras se seguían escuchando los golpes, no aguantaría demasiado, tan solo esperaba que lo justo para que pudiéramos huir. - ¿Estás bien? - Pregunté cuando vi el caminante en el suelo. - Claro que si, ¡pobrecillo, como le has dejado! - Añadí con algo de ironía, pues en cierto modo aquellas cosas seguían dando pena si te ponías a pensar en ello, habían sido personas vivas, como nosotras ahora, que seguramente murió de una forma bastante horrible a juzgar por las marcas de mordiscos que tenía.
- Creo... - Empecé a decir cuando empezamos a correr por aquella zona, pero nos detuvimos al instante. - ¡¿No hay salida?! - Exclamé de golpe extrañada por ello, mirando a Katherine de reojo, nos encontrábamos rodeadas de edificios, y en frente el mar. - Tendremos que volver a entrar a uno de los almacenes y atravesárlo para ir a las calles principales... - Susurré viendo el panorama, no era el mejor plan del mundo, pero es que era la única forma. Aquel debía ser una zona de carga privada para esos almacenes que daban a ella. Cuando escuché los golpes que procedían de la puerta del almacén donde habíamos estado tiré de Katherine para ocultarnos tras uno de los bidones que habían allí. Al asomarme vi como la puerta se rompía. - Han conseguido salir, vamos... - Susurré en voz baja a la vez que caminaba de cuclillas y me acercaba a la fachada de ese almacén, entonces junté ambas manos para ayudarla a subir a la ventana que había ahí, estaba abierta y daba al almacén de al lado. - Sube y me ayudas luego - Le pedí mientras que me colocaba para que así ella pudiera colarse en aquel lugar, lo único que pedía era que aquel lugar estuviera vacío y esas dos no se fijaran en nosotras, ¿era aquello mucho pedir?
Había conseguido abrir la puerta, así que corrí esta vez con todas mis fuerzas, sintiendo como el mismísimo diablo me perseguía. Al pasar por la puerta no me lo pensé dos veces, agarré con fuerza la cadena y tiré de esta viendo como las dos arañas corrían en nuestra dirección, justo cuando cerré ambas parecieron llegar a esta. Pero no podían abrir, ¿no? Y empezaron a golpear desde el otro lado.
- ¡Es hora de largarse! - Exclamé señalando hacia un lado del muelle. Le di una palmada en la espalda y atranqué la puerta como me fue posible con un tablón y la cadena, mientras se seguían escuchando los golpes, no aguantaría demasiado, tan solo esperaba que lo justo para que pudiéramos huir. - ¿Estás bien? - Pregunté cuando vi el caminante en el suelo. - Claro que si, ¡pobrecillo, como le has dejado! - Añadí con algo de ironía, pues en cierto modo aquellas cosas seguían dando pena si te ponías a pensar en ello, habían sido personas vivas, como nosotras ahora, que seguramente murió de una forma bastante horrible a juzgar por las marcas de mordiscos que tenía.
- Creo... - Empecé a decir cuando empezamos a correr por aquella zona, pero nos detuvimos al instante. - ¡¿No hay salida?! - Exclamé de golpe extrañada por ello, mirando a Katherine de reojo, nos encontrábamos rodeadas de edificios, y en frente el mar. - Tendremos que volver a entrar a uno de los almacenes y atravesárlo para ir a las calles principales... - Susurré viendo el panorama, no era el mejor plan del mundo, pero es que era la única forma. Aquel debía ser una zona de carga privada para esos almacenes que daban a ella. Cuando escuché los golpes que procedían de la puerta del almacén donde habíamos estado tiré de Katherine para ocultarnos tras uno de los bidones que habían allí. Al asomarme vi como la puerta se rompía. - Han conseguido salir, vamos... - Susurré en voz baja a la vez que caminaba de cuclillas y me acercaba a la fachada de ese almacén, entonces junté ambas manos para ayudarla a subir a la ventana que había ahí, estaba abierta y daba al almacén de al lado. - Sube y me ayudas luego - Le pedí mientras que me colocaba para que así ella pudiera colarse en aquel lugar, lo único que pedía era que aquel lugar estuviera vacío y esas dos no se fijaran en nosotras, ¿era aquello mucho pedir?
- :
En cuanto Thea pasó ambas tiramos de la puerta y la mantuve cerrada hasta que ella aprovechó un tablón y la atrancó. Ambas estábamos de acuerdo en que no aguantaría mucho. Había una araña de esas golpeándola al otro lado. Maldita sea por un momento pensé que nos iba a matar ahí mismo.-Si, gracias... casi me mata de un ataque al corazón, pero por lo demás bastante bien...-Rodé los ojos pese a los golpes que estaban provocando ese par de seres desde el otro lado... -Espera-Paré de golpe agarrándola por el hombro.-¿Había una cría ahí?-Pregunté de golpe, pues me había parecido ver que esa grandullona no venía sola.
Seguí a Thea por el lugar hasta que ambas nos dimos cuenta de que estábamos encerradas, la única solución era la de entrar a otro almacén y salir por la puerta hacia las calles principales, tan sólo espera poder evitar la que estaba llena de zombies, básicamente porque ni de coña podríamos pasa por allí. Recordé que ella había dicho que su coche estaba allí, ¿Thea pensaba dejar que se marchara con ella?, esperaba que si, ahora confiaba más en la pelinegra. Pero antes debían ir a pro Kyle, no se iría sin él.-¿Y cómo llegaremos hasta tu coche si está donde los zombies?-Pregunté, pues ya habíamos visto Kyle y yo que no había coches por esa zona, habíamos estado mucho tiempo tratando de dar con uno sin éxito alguno. Aquel día estaba resultando ser uno de esos a los que se les podría poner una marca en el calendario como día negro o mejor dicho día Kamikace. Y lo mejor de todo era pensar que Kilroy estaría durmiendo tan tranquilo o... Esperaba que no se hubiera despertado, porque le conocía muy bien y entonces estaría buscándome ahora. No quería que se acercara a esta zona y lo haría, maldita sea, si le pasaba algo... -Tenemos que ir a por mi compañero, estábamos refugiados en un almacén y le dejé durmiendo, no me puedo ir sin él-Mi mirada lo dijo todo, no sin él y posiblemente a Thea, Kyle le importase una mierda y le daría exactamente igual, no era su problema, ¿no?, así que podía dejarme tirada. Tal vez ni siquiera estaba dispuesta a ayudarme, simplemente era ella quien quería largarse y punto. Pero entonces la puerta se rompió y ella tiró de mi para cubrirnos tras un barril. Cuando vi como se colocaba observé la ventana en la pared, quería que subiera. ¿Hablaba en serio?, hacía un momento tan sólo pensaba en que ella quisiera ponerse a salvo sin importar yo, ahora me ayudaba para ser la primera en subir. Lo sentía, sentía ser tan desconfiada, pero no lo podía evitar, aunque Thea no hiciera más que darme pruebas para definitivamente fiarme de ella. Asentí dejando el saco en el suelo y me agarré a sus hombros apoyando el pie sobre sus manos, me costó un poco agarrar el borde de la ventana pero cuando lo hice me impulsé hacia arriba y me dejé caer al otro lado y menuda caída...
-Ah...-Me resultó imposible no quejarme. Apoyé ambas manos y miré la ventana, estaba a bastante altura, al mirar hacia mi alrededor me encontré con que aquel almacén era un taller. Y para colmo no podía alcanzar a la ventana para ayudar a Thea a subir. Me costó ponerme en pie, pero lo hice algo dolorida. Entonces miré hacia mi alrededor hasta dar con una mesa no muy lejanas, fui corriendo hacia ella y la arrastré hasta llegar debajo de la ventana, me subí en ella y salté hasta apoyar mi estómago en el borde de la ventana estirando la mano hacia Thea.-¡Thea, dame la mano!-Le rogué mientras me estiraba cuanto podía para que así ella llegase mejor y le costase menos subir.
Seguí a Thea por el lugar hasta que ambas nos dimos cuenta de que estábamos encerradas, la única solución era la de entrar a otro almacén y salir por la puerta hacia las calles principales, tan sólo espera poder evitar la que estaba llena de zombies, básicamente porque ni de coña podríamos pasa por allí. Recordé que ella había dicho que su coche estaba allí, ¿Thea pensaba dejar que se marchara con ella?, esperaba que si, ahora confiaba más en la pelinegra. Pero antes debían ir a pro Kyle, no se iría sin él.-¿Y cómo llegaremos hasta tu coche si está donde los zombies?-Pregunté, pues ya habíamos visto Kyle y yo que no había coches por esa zona, habíamos estado mucho tiempo tratando de dar con uno sin éxito alguno. Aquel día estaba resultando ser uno de esos a los que se les podría poner una marca en el calendario como día negro o mejor dicho día Kamikace. Y lo mejor de todo era pensar que Kilroy estaría durmiendo tan tranquilo o... Esperaba que no se hubiera despertado, porque le conocía muy bien y entonces estaría buscándome ahora. No quería que se acercara a esta zona y lo haría, maldita sea, si le pasaba algo... -Tenemos que ir a por mi compañero, estábamos refugiados en un almacén y le dejé durmiendo, no me puedo ir sin él-Mi mirada lo dijo todo, no sin él y posiblemente a Thea, Kyle le importase una mierda y le daría exactamente igual, no era su problema, ¿no?, así que podía dejarme tirada. Tal vez ni siquiera estaba dispuesta a ayudarme, simplemente era ella quien quería largarse y punto. Pero entonces la puerta se rompió y ella tiró de mi para cubrirnos tras un barril. Cuando vi como se colocaba observé la ventana en la pared, quería que subiera. ¿Hablaba en serio?, hacía un momento tan sólo pensaba en que ella quisiera ponerse a salvo sin importar yo, ahora me ayudaba para ser la primera en subir. Lo sentía, sentía ser tan desconfiada, pero no lo podía evitar, aunque Thea no hiciera más que darme pruebas para definitivamente fiarme de ella. Asentí dejando el saco en el suelo y me agarré a sus hombros apoyando el pie sobre sus manos, me costó un poco agarrar el borde de la ventana pero cuando lo hice me impulsé hacia arriba y me dejé caer al otro lado y menuda caída...
-Ah...-Me resultó imposible no quejarme. Apoyé ambas manos y miré la ventana, estaba a bastante altura, al mirar hacia mi alrededor me encontré con que aquel almacén era un taller. Y para colmo no podía alcanzar a la ventana para ayudar a Thea a subir. Me costó ponerme en pie, pero lo hice algo dolorida. Entonces miré hacia mi alrededor hasta dar con una mesa no muy lejanas, fui corriendo hacia ella y la arrastré hasta llegar debajo de la ventana, me subí en ella y salté hasta apoyar mi estómago en el borde de la ventana estirando la mano hacia Thea.-¡Thea, dame la mano!-Le rogué mientras me estiraba cuanto podía para que así ella llegase mejor y le costase menos subir.
- Si... - Entorné los ojos ligeramente molesta al recordarlo. - Es una historia larga... Larga y asquerosa como para contarla ahora, ¡vamos Katherine! - Expliqué recordando como al disparar a esa zorra salieron esos dos renacuajos que parecían el doble de hiperactivos que la madre. Pero ahora lo de menos era preocuparse de esa forma tan extraña a la vez que inquietante forma de reproducción de ese mal bicho. Lo que me preocupaba era que nos atrapasen. Cuando Katherine consiguió subir en seguida me quedé mirando a la ventana, esperando a que la chica me tendiera la mano, pero eso no llegó a pasar. O el tiempo me parecía jodidamente eterno mientras que esperaba y a la vez escuchaba ese ruido asqueroso que esas dos hacían. - Mierda... - Susurré sólo para mi, pensando que tal vez Katherine me hubiera dejado tirada y aprovechara que esas dos estarían entretenidas conmigo para huir con... Ese compañero suyo al que había mencionado. ¡Eso no lo dijo antes! Aunque ya no recordaba si le había preguntado o no... Pero ese ruido era cada vez más cercano y de pronto cesó.
Respiré de forma sigilosa, como si ese ruido tan pequeño pudiera provocar que me localizaran, algo me decía que si. Apenas escuché nada, simplemente algo me hizo reaccionar. Me levanté de golpe empujando el barril que tenía detrás hacia atrás golpeando a la araña grande, mientras me giraba cogiendo mi revólver y disparaba a la pequeña que se lanzaba contra mi. Si conseguía salir de aquello viva tendría aracnofobia fijo... Me eché hacia un lado, la pequeña estaba muerta, pero aún faltaba la grande, que sin duda me preocupaba tanto o más. Al menos parecía que se había quedado aturdida con el golpe, momento en el que escuché a Katherine, estaba apoyada en la ventana estirando su mano hacia mi.
Rápida corrí en su dirección, recogiendo el saco del suelo que ella había dejado, salté y agarré su mano impulsándome hacia arriba en la pared con ayuda de los pies, dejando caer el pequeño saco en el interior y agarrándome ahora con es amano libre al borde de la ventana para subir. Tal vez fuera la desesperación de pensar que la araña subía y me pillaba de espaldas, así con todo el culo fuera de la ventana, irónico, porque si lo hacía, entonces si que me iba a dar pero bien por culo, que me impulsé hacia dentro cayendo literalmente de cabeza sobre una mesa. Aunque me ayudé de las manos para no darme tal vez la hostia del siglo. Seguidamente me puse de pie sobre esa superficie para cerrar la ventana de un solo golpe.
- ¡¿Por qué has tardado tanto?! - Exclamé casi sin darme cuenta, la verdad era que algo nerviosa por ello aún, y encima no tuvimos ni un maldito respiro, porque antes de poder bajar de la mesa esta se rompió provocando que ambas nos viniéramos abajo con otro buen golpe. - Dios... Necesito unas vacaciones... - Me quejé en el suelo tratando de ponerme en pie, estaba hecha mierda... Nada de tranquilidad. La araña golpeó el cristal desde fuera logrando que yo diera un pequeño respingo. - He matado a las crías de Superspider, ahora estará cabreada, será mejor que nos larguemos ya de una vez - Decía mientras que me levantaba rápidamente y la ayudaba a ponerse en pie, quejándome por los rasguños y golpes que me había ganado hoy.
Y sin más eché a correr en la dirección de en frente por aquel taller, en busca de una salida que no condujera al mismísimo infierno. Mientras corría casi sin poder más ya con mi alma un zombie salió gruñendo de detrás de uno de los coches, tensé la mandíbula. - ¡Cierra el pico, estoy cabreada gilipollas! - No le di tiempo ni a que se lanzara contra mi, le golpeé en toda la barbilla con la culata del revólver a la vez que le empujaba golpeando su estómago con un rodillazo al llegar a su altura y provocaba que cayera sobre el motor de uno de los coches con el capó abierto, que dejé caer sobre el muerto dejándolo ahí atrapado. Lo sentía por él, pero había prisa. Cuando llegué a la puerta principal maldije. Estaba cerrada a cal y canto. Así que me volví justo cuando sonaba aquel ruido a cristales rotos. Tan sólo vi una cosa negra subir hacia el techo del taller. Mierda, mierda y más mierda... - La puerta está cerrada y es una buena cerradura - Empecé a decirle a mi compañera entre susurros mientras miraba hacia nuestro alrededor preocupada de esa cosa que parecía no darse por vencida. - Tan solo me queda una bala y podría forzar la puerta, pero tardaré un rato... - Tragué saliva mirándola de reojo. - Necesitaría que la entretuvieras... Puede que incluso las llaves estén por ahí, sería lo lógico si ese estaba aquí... - Añadí mirando de reojo al zombie que no era capaz de salir aún de esa pequeña trampa en la que le había metido.
Respiré de forma sigilosa, como si ese ruido tan pequeño pudiera provocar que me localizaran, algo me decía que si. Apenas escuché nada, simplemente algo me hizo reaccionar. Me levanté de golpe empujando el barril que tenía detrás hacia atrás golpeando a la araña grande, mientras me giraba cogiendo mi revólver y disparaba a la pequeña que se lanzaba contra mi. Si conseguía salir de aquello viva tendría aracnofobia fijo... Me eché hacia un lado, la pequeña estaba muerta, pero aún faltaba la grande, que sin duda me preocupaba tanto o más. Al menos parecía que se había quedado aturdida con el golpe, momento en el que escuché a Katherine, estaba apoyada en la ventana estirando su mano hacia mi.
Rápida corrí en su dirección, recogiendo el saco del suelo que ella había dejado, salté y agarré su mano impulsándome hacia arriba en la pared con ayuda de los pies, dejando caer el pequeño saco en el interior y agarrándome ahora con es amano libre al borde de la ventana para subir. Tal vez fuera la desesperación de pensar que la araña subía y me pillaba de espaldas, así con todo el culo fuera de la ventana, irónico, porque si lo hacía, entonces si que me iba a dar pero bien por culo, que me impulsé hacia dentro cayendo literalmente de cabeza sobre una mesa. Aunque me ayudé de las manos para no darme tal vez la hostia del siglo. Seguidamente me puse de pie sobre esa superficie para cerrar la ventana de un solo golpe.
- ¡¿Por qué has tardado tanto?! - Exclamé casi sin darme cuenta, la verdad era que algo nerviosa por ello aún, y encima no tuvimos ni un maldito respiro, porque antes de poder bajar de la mesa esta se rompió provocando que ambas nos viniéramos abajo con otro buen golpe. - Dios... Necesito unas vacaciones... - Me quejé en el suelo tratando de ponerme en pie, estaba hecha mierda... Nada de tranquilidad. La araña golpeó el cristal desde fuera logrando que yo diera un pequeño respingo. - He matado a las crías de Superspider, ahora estará cabreada, será mejor que nos larguemos ya de una vez - Decía mientras que me levantaba rápidamente y la ayudaba a ponerse en pie, quejándome por los rasguños y golpes que me había ganado hoy.
Y sin más eché a correr en la dirección de en frente por aquel taller, en busca de una salida que no condujera al mismísimo infierno. Mientras corría casi sin poder más ya con mi alma un zombie salió gruñendo de detrás de uno de los coches, tensé la mandíbula. - ¡Cierra el pico, estoy cabreada gilipollas! - No le di tiempo ni a que se lanzara contra mi, le golpeé en toda la barbilla con la culata del revólver a la vez que le empujaba golpeando su estómago con un rodillazo al llegar a su altura y provocaba que cayera sobre el motor de uno de los coches con el capó abierto, que dejé caer sobre el muerto dejándolo ahí atrapado. Lo sentía por él, pero había prisa. Cuando llegué a la puerta principal maldije. Estaba cerrada a cal y canto. Así que me volví justo cuando sonaba aquel ruido a cristales rotos. Tan sólo vi una cosa negra subir hacia el techo del taller. Mierda, mierda y más mierda... - La puerta está cerrada y es una buena cerradura - Empecé a decirle a mi compañera entre susurros mientras miraba hacia nuestro alrededor preocupada de esa cosa que parecía no darse por vencida. - Tan solo me queda una bala y podría forzar la puerta, pero tardaré un rato... - Tragué saliva mirándola de reojo. - Necesitaría que la entretuvieras... Puede que incluso las llaves estén por ahí, sería lo lógico si ese estaba aquí... - Añadí mirando de reojo al zombie que no era capaz de salir aún de esa pequeña trampa en la que le había metido.
- :
La escena podría ser perfectamente sacada de una película de terror tanto como de una cómica, la araña justo ahí en el suelo y Thea trepando por la pared mientras que yo tiraba de ella, hasta que quedó con el culo fuera.-¡Pues para estar escaseando la comida pesas lo tuyo amiga!-Exclamé bromeando, entre dientes por el esfuerzo, pese a lo siniestra que era la situación mientras que tiraba de la pelinegra hacia adentro. Incluso empujando directamente su culo sin cortarme un pelo. Si, estábamos resultando un tanto patéticas, más aún cuando ambas caímos sobre la mesa de esa forma. Si fuéramos de dibujos tendría un par de pajaritos revoloteando por encima de mi cabeza, Thea pese a la buena leche que se dio reaccionó rápida cerrando la ventana.
-Oh Disculpa, estaba atareada comiéndome el suelo y buscando esta mesa para ayudarte a subir...-Susurré frustrada con cierto sarcasmo cuando ella cerró la ventana, preciso instante en el que ¡BUM!, esa araña homicida saltó contra la ventana y aunque no la llegó a romper ambas dimos un respingo provocando que la mesa se hiciera añicos.-Hoostia terrible...-Susurré en voz baja al final mientras que nos ayudábamos a levantarnos mutuamente.-Creo que es el momento de salir corriendo-Añadí al par que rodaba los ojos.-Si es que podemos...-Añadí mientras que la seguía y por Dios bendito, aquella mujer parecía incansable. La seguí viendo como ella se encargaba del zombie que salía a nuestro paso, hice una mueca de aprobación, no se lo cargó, pero fue original. En cuanto llegamos a la puerta y vi como la golpeaba frustrada sentí que hasta ahí había llegado nuestro viaje. Y curiosamente no pude evitar pensar en Kilroy y en cuando se diera cuenta de que no estaba a su lado. Al girarme y ver la araña entrar, aunque se ocultase en el techo sentí que ese final sería más cercano.
-¿Entretenerla?-Pregunté casi incrédula recordando como ella lo había hecho antes, pero joder, tenía un arma de fuego.-¿Cómo, le cuento un chiste?-Pregunté con algo de sarcasmo mientras que daba un par de pasos hacia adelante y sujetaba con fuerza la palanca de hierro. ¿Qué se suponía que iba a hacer con ella? Avancé por el lugar casi volviendo hasta la ventana, miraba al techo y prácticamente no veía nada, el lugar era demasiado alto, con pocas ventanas y por tanto una luz muy escasa. Apenas lograba distinguir a Thea en la puerta incluso. Cuando escuché ese golpe arriba me giré rápidamente, nerviosa, sentía que me iba a dar un ataque en cualquier momento.
Tragué saliva, ojalá pudiera encontrar antes esas estúpidas llaves, y me fijé en la pequeña oficina que había en una esquina, así que miré hacia mi alrededor y comencé a tirar cosas, recordando como antes Thea había hecho eso mismo para así poder darme un tiempo muy valioso y abrir la puerta.-¡Aquí, vamos!-Aquello era toda una aventura Kamikace. Empecé a tirar los botes de pintura y herramientas por el suelo, todo cuanto encontraba hasta que entré en la oficina y cerré tras de mi. El zombie que estaba sentado en la silla se levantó avanzando en mi dirección al igual que la araña golpeaba la puerta para entrar dentro. Caí al suelo por culpa del muerto a la vez que le golpeaba con todas mis fuerzas para acabar con él, con ayuda de la palanca de hierro. Pero cuando la puerta se hizo mil añicos sólo pude empujar al zombie hacia un lado , saltar sobre el escritorio abriendo la ventana que daba al taller y saltando por esta huía hasta que esa cosa saltó, prácticamente dejándose caer del techo justo en frente de mi, haciendo que retrocediera muy lentamente. Era demasiado rápida y me tenía acorralada.-¿Thea?-Pregunté con cierto tono de preocupación, ¿habría abierto ya esa dichosa puerta?, ni siquiera podría mirar en su dirección, pues desviar la mirada de esa puta araña no era ahora la mejor opción que tenía...
-Oh Disculpa, estaba atareada comiéndome el suelo y buscando esta mesa para ayudarte a subir...-Susurré frustrada con cierto sarcasmo cuando ella cerró la ventana, preciso instante en el que ¡BUM!, esa araña homicida saltó contra la ventana y aunque no la llegó a romper ambas dimos un respingo provocando que la mesa se hiciera añicos.-Hoostia terrible...-Susurré en voz baja al final mientras que nos ayudábamos a levantarnos mutuamente.-Creo que es el momento de salir corriendo-Añadí al par que rodaba los ojos.-Si es que podemos...-Añadí mientras que la seguía y por Dios bendito, aquella mujer parecía incansable. La seguí viendo como ella se encargaba del zombie que salía a nuestro paso, hice una mueca de aprobación, no se lo cargó, pero fue original. En cuanto llegamos a la puerta y vi como la golpeaba frustrada sentí que hasta ahí había llegado nuestro viaje. Y curiosamente no pude evitar pensar en Kilroy y en cuando se diera cuenta de que no estaba a su lado. Al girarme y ver la araña entrar, aunque se ocultase en el techo sentí que ese final sería más cercano.
-¿Entretenerla?-Pregunté casi incrédula recordando como ella lo había hecho antes, pero joder, tenía un arma de fuego.-¿Cómo, le cuento un chiste?-Pregunté con algo de sarcasmo mientras que daba un par de pasos hacia adelante y sujetaba con fuerza la palanca de hierro. ¿Qué se suponía que iba a hacer con ella? Avancé por el lugar casi volviendo hasta la ventana, miraba al techo y prácticamente no veía nada, el lugar era demasiado alto, con pocas ventanas y por tanto una luz muy escasa. Apenas lograba distinguir a Thea en la puerta incluso. Cuando escuché ese golpe arriba me giré rápidamente, nerviosa, sentía que me iba a dar un ataque en cualquier momento.
Tragué saliva, ojalá pudiera encontrar antes esas estúpidas llaves, y me fijé en la pequeña oficina que había en una esquina, así que miré hacia mi alrededor y comencé a tirar cosas, recordando como antes Thea había hecho eso mismo para así poder darme un tiempo muy valioso y abrir la puerta.-¡Aquí, vamos!-Aquello era toda una aventura Kamikace. Empecé a tirar los botes de pintura y herramientas por el suelo, todo cuanto encontraba hasta que entré en la oficina y cerré tras de mi. El zombie que estaba sentado en la silla se levantó avanzando en mi dirección al igual que la araña golpeaba la puerta para entrar dentro. Caí al suelo por culpa del muerto a la vez que le golpeaba con todas mis fuerzas para acabar con él, con ayuda de la palanca de hierro. Pero cuando la puerta se hizo mil añicos sólo pude empujar al zombie hacia un lado , saltar sobre el escritorio abriendo la ventana que daba al taller y saltando por esta huía hasta que esa cosa saltó, prácticamente dejándose caer del techo justo en frente de mi, haciendo que retrocediera muy lentamente. Era demasiado rápida y me tenía acorralada.-¿Thea?-Pregunté con cierto tono de preocupación, ¿habría abierto ya esa dichosa puerta?, ni siquiera podría mirar en su dirección, pues desviar la mirada de esa puta araña no era ahora la mejor opción que tenía...
- ¡Oye! - Si Katherine hubiera visto la mirada que le eché se habría callado, aunque por su tono de voz sabía que estaba de cachondeo y menudo momento para ponerse a decir bromas, la verdad. Pero no negaré que me empezaba a caer bien la morena. Cuando estábamos en el suelo tiradas como dos idiotas, cuando se rompió la mesa le dediqué una sonrisa nerviosa, una pequeña carcajada. Aún a punto de palmarla devoradas por una araña y con un buen sentido del humor, merecíamos un premio. Todo a partir de ahí fue más rápido, nos ayudamos a ponernos en pie, apartamos al zombie, la araña que entró...
- ¡Pero no le vayas a contar el de la araña sorda, que a lo mejor se ofende...! - Alcé la voz con sarcasmo mientras veía como la morena salía corriendo y yo me agachaba al lado de la cerradura para buscar entre mis cosas las horquillas que había improvisado de gazúas estando con Hal. - Esto no a funcionar ni de coña... - Susurré mientras que empezaba usar ambas para tratar de abrir la puerta, al par que los gritos de Katherine y los golpes resonaban por todo el lugar. - ¡Voy, voy! - Gritaba para que me escuchara y tal vez tranquilizarla. - Si supiera que a va a funcionar tal vez... - me dije en voz baja mientras introducía en un borde el alambre recto y luego el que tenía forma de L en el otro extremo, ahora tan sólo había que tener tacto y girar ambos alambres con cuidado. Había que ir moviéndolos de forma cuidadosa, imitando los dientes de la llave y girando ambos alambres como si se tratasen de esta, no movérlos a lo bestia como salían en las películas, que parecían más que estar forzando una cerradura hacer punto de cruz. - Vamos, vamos... - Me susurraba en un intento de animarme, hasta que escuché aquel escándalo. Katherine estaba haciendo muy bien su trabajo, tal vez demasiado.
Al girarme vi a la araña justo en frente de ella, estaba acorralada. Sin pensarlo dos veces corrí hacia el coche del zombie, sin importar que este estuviera aún bajo el capó tambaleándose. Las llaves estaban puesta, perfecto. Tuve que girar dos veces la llave en el contacto hasta que el vehículo arrancó, la araña estaba justo en frente, pisé a fondo y me la llevé por delante chocándolo luego con una de las paredes del taller. El golpe fue tremendo. La araña hizo un ruido asqueroso cuando quedó aprisionada. Y vi algo verde y viscoso caer sobre la luna del coche, preferí no seguir mirando. Tan sólo me quité el cinturón y salí del coche prácticamente dejándome caer en el suelo, dolorida por tanta hostia que me había dado hoy. Con esta iba el cupo completo por lo menos el de un mes. - ¿Estás bien? - Le pregunté a Katherine cuando alcé la mirada en su dirección y vi el zombie en el suelo, que con un brazo recién arrancado por culpa de mi "carrera" empezaba a ponerse en pie. Lo gracioso fue ver como en su cinturón había colgando un llavero lleno de estas.
- Bufff... - Resoplé dejándome caer en el suelo. Aunque alcé la mirada tan sólo para apuntarle con el revólver y gastar mi última bala. Ya habíamos hecho demasiado ruido y estaba cansada. A la mierda el ruido, las balas, la escasez, prepararse... - Larguémonos de aquí de una vez por todas - Pedí mientras me ponía en pie no sin un gran esfuerzo y me acercaba al muerto para quitarle las llaves. Recogí mi mochila, iba cojeando ligeramente, me había dado un buen golpe en la rodilla. Abrí la puerta y al hacerlo vi el coche justo en frente, pero ese grupo de zombies que antes nos acorralaban en el otro almacén se empezaba a acercar peligrosamente a nuestra dirección.
- ¡Vamos! - Eché a correr hacia el jeep de Hal para subir en este y arrancar, en cuanto Katherine subió hice girar el coche con una maniobra rápida para salir de esas calle cuanto antes mejor. - Katherine, ¿dónde está tu compañero? - Pregunté mientras conducía por aquella calle de almacenes, esperando sus indicaciones para responderlas. Ya me había dejado claro que no se iría sin él, y yo entendía de esas cosas.
- ¡Pero no le vayas a contar el de la araña sorda, que a lo mejor se ofende...! - Alcé la voz con sarcasmo mientras veía como la morena salía corriendo y yo me agachaba al lado de la cerradura para buscar entre mis cosas las horquillas que había improvisado de gazúas estando con Hal. - Esto no a funcionar ni de coña... - Susurré mientras que empezaba usar ambas para tratar de abrir la puerta, al par que los gritos de Katherine y los golpes resonaban por todo el lugar. - ¡Voy, voy! - Gritaba para que me escuchara y tal vez tranquilizarla. - Si supiera que a va a funcionar tal vez... - me dije en voz baja mientras introducía en un borde el alambre recto y luego el que tenía forma de L en el otro extremo, ahora tan sólo había que tener tacto y girar ambos alambres con cuidado. Había que ir moviéndolos de forma cuidadosa, imitando los dientes de la llave y girando ambos alambres como si se tratasen de esta, no movérlos a lo bestia como salían en las películas, que parecían más que estar forzando una cerradura hacer punto de cruz. - Vamos, vamos... - Me susurraba en un intento de animarme, hasta que escuché aquel escándalo. Katherine estaba haciendo muy bien su trabajo, tal vez demasiado.
Al girarme vi a la araña justo en frente de ella, estaba acorralada. Sin pensarlo dos veces corrí hacia el coche del zombie, sin importar que este estuviera aún bajo el capó tambaleándose. Las llaves estaban puesta, perfecto. Tuve que girar dos veces la llave en el contacto hasta que el vehículo arrancó, la araña estaba justo en frente, pisé a fondo y me la llevé por delante chocándolo luego con una de las paredes del taller. El golpe fue tremendo. La araña hizo un ruido asqueroso cuando quedó aprisionada. Y vi algo verde y viscoso caer sobre la luna del coche, preferí no seguir mirando. Tan sólo me quité el cinturón y salí del coche prácticamente dejándome caer en el suelo, dolorida por tanta hostia que me había dado hoy. Con esta iba el cupo completo por lo menos el de un mes. - ¿Estás bien? - Le pregunté a Katherine cuando alcé la mirada en su dirección y vi el zombie en el suelo, que con un brazo recién arrancado por culpa de mi "carrera" empezaba a ponerse en pie. Lo gracioso fue ver como en su cinturón había colgando un llavero lleno de estas.
- Bufff... - Resoplé dejándome caer en el suelo. Aunque alcé la mirada tan sólo para apuntarle con el revólver y gastar mi última bala. Ya habíamos hecho demasiado ruido y estaba cansada. A la mierda el ruido, las balas, la escasez, prepararse... - Larguémonos de aquí de una vez por todas - Pedí mientras me ponía en pie no sin un gran esfuerzo y me acercaba al muerto para quitarle las llaves. Recogí mi mochila, iba cojeando ligeramente, me había dado un buen golpe en la rodilla. Abrí la puerta y al hacerlo vi el coche justo en frente, pero ese grupo de zombies que antes nos acorralaban en el otro almacén se empezaba a acercar peligrosamente a nuestra dirección.
- ¡Vamos! - Eché a correr hacia el jeep de Hal para subir en este y arrancar, en cuanto Katherine subió hice girar el coche con una maniobra rápida para salir de esas calle cuanto antes mejor. - Katherine, ¿dónde está tu compañero? - Pregunté mientras conducía por aquella calle de almacenes, esperando sus indicaciones para responderlas. Ya me había dejado claro que no se iría sin él, y yo entendía de esas cosas.
- :
-¡¿Cuál era ese chiste Thea?!-Alcé la voz mientras miraba fijamente a la araña, acercarse poco a poco, ¿de verdad estaba pasando aquello? -Preferiría que en vez de decirme el chiste me echaras una mano, pero tú verás...-Respiré hondo, hasta que escuché el ruido del motor y como en las películas, vi el coche pasar de forma fugaz llevándose la araña por medio hasta que se estampó contra la pared del taller. -¡Thea!-Corrí en su dirección como mejor pude, ¿había dicho ya que estaba molida?, cuando salió del coche paré en seco respirando prácticamente de puro alivio. -No estás bien-¡Claro que no estaba bien!, aquella tipa acababa de estrellar un coche contra una pared, se había ido sola a encarar una araña de dos metros y ahora estaba tan tranquila, bueno entre comillas, parecía tan hecha polvo como yo.
Aún así no podía creerme que esa cosa estuviera ya muerta, preferí no mirarla, era asqueroso.-¿Estás muy mal herida?-Pregunté mientras me acercaba por si necesitaba ayuda para levantarse. Aunque la pelinegra parecía que aún podría seguir dando más guerra.-¡Hay que joderse!-Exclamé cuando vi las llaves colgando del cinturón del muerto.-Las tenía él todo el tiempo...-Susurré con un resoplido, recordando como casi me mtaba buscandolas en aquel despacho. Ya no se entretuvo con rodeos y le disparó, se puso en pie en nada y como no parecía estar muy mal hice lo mismo recogiendo mis cosas.
Rápidas ambas salimos corriendo del almacén hacia su coche, estaba bastante cerca de la puerta y aunque los zombies empezaban a venir del otro lado nos dio tiempo a llegar sin problema alguno. En cuanto subí Thea condujo el coche por aquella calle, alejándonos de los zombies. Y cuando iba a pedirle que fuéramos a por Kyle ella antes se acordó de él y en conclusión me dije, más bien me confirmé que ella era una buena persona, no de esos supervivientes a los que tristemente estaba acostumbrada a ver.-Ah... ¡Gira hacia la izquierda y entra en la tercera calle, es el segundo almacén a nuestra derecha!-Iba diciendo de forma torpe y lenta, pues estaba tratando de hacer memoria y recordar el sitio.-¡Por ahí!-Pedí mientras que señalaba el lugar y cuando el coche de ella paró en el lugar bajé rápidamente fijándome en que me había equivocado, era el tercer almacén, así que corrí hacia la siguiente puerta. En esa calle no había zombies, pero no tardarían en llegar, aquel grupo ahora mismo estaría avanzando hacia nuestra posición. Tan solo esperaba que para cuando llegasen aquí nosotros ya estuviéramos bien lejos. Aquella nave pertenecía a un almacén de muebles, había llegado la noche anterior junto a Kyle y ambos nos quedamos a dormir ahí tras ver que era un lugar seguro. Me había despertado hacía ya un rato y decidí ir a dar una vuelta, no le dije nada porque no quería despertarlo.
En aquella locura de paseo había dado con Thea. Corría por el almacén subiendo las escaleras que daban a la oficina, si no se había despertado Kyle debería de estar ahora ahí. Abrí la puerta tratando de no hacer ruido, sin saber si Thea me seguía o no. Respiré aliviada al ver que estaba ahí tumbado en aquel improvisado colchón en el que ambos habíamos dormido. Me dejé caer a su lado y le sujeté por los hombros para despertarlo con cuidado, sin ser demasiado brusca. Sabía que él no era muy buenos despertares.-¡Kyle!-Acaricié su mejilla con una mano.-¡Tenemos que irnos, vamos, despierta, rápido...!-En cuanto abrió los ojos me moví de forma rápida por el lugar recogiendo nuestras cosas a la mayor brevedad posible, lanzandole su mochila para que me ayudase.-Es una larga historia...-Iba diciendo de forma atropellada, bueno, él ya se daría cuenta de que no estaba en mi mejor momento, con la ropa sucia, rota, despeinada y seguramente más de un nuevo moratón y arañazo.-Salí fuera y... No había muy buen ambiente, prometo contártelo todo ahora después, pero date prisa, nos están esperando!-Iba diciéndole de aquella forma tan rápida que tuve que parar a la fuerza de hablar para tomar aire. Al menos apenas tardé en guardarlo todo y cargar con mi mochila para largarnos de allí cuanto antes mejor.
Aún así no podía creerme que esa cosa estuviera ya muerta, preferí no mirarla, era asqueroso.-¿Estás muy mal herida?-Pregunté mientras me acercaba por si necesitaba ayuda para levantarse. Aunque la pelinegra parecía que aún podría seguir dando más guerra.-¡Hay que joderse!-Exclamé cuando vi las llaves colgando del cinturón del muerto.-Las tenía él todo el tiempo...-Susurré con un resoplido, recordando como casi me mtaba buscandolas en aquel despacho. Ya no se entretuvo con rodeos y le disparó, se puso en pie en nada y como no parecía estar muy mal hice lo mismo recogiendo mis cosas.
Rápidas ambas salimos corriendo del almacén hacia su coche, estaba bastante cerca de la puerta y aunque los zombies empezaban a venir del otro lado nos dio tiempo a llegar sin problema alguno. En cuanto subí Thea condujo el coche por aquella calle, alejándonos de los zombies. Y cuando iba a pedirle que fuéramos a por Kyle ella antes se acordó de él y en conclusión me dije, más bien me confirmé que ella era una buena persona, no de esos supervivientes a los que tristemente estaba acostumbrada a ver.-Ah... ¡Gira hacia la izquierda y entra en la tercera calle, es el segundo almacén a nuestra derecha!-Iba diciendo de forma torpe y lenta, pues estaba tratando de hacer memoria y recordar el sitio.-¡Por ahí!-Pedí mientras que señalaba el lugar y cuando el coche de ella paró en el lugar bajé rápidamente fijándome en que me había equivocado, era el tercer almacén, así que corrí hacia la siguiente puerta. En esa calle no había zombies, pero no tardarían en llegar, aquel grupo ahora mismo estaría avanzando hacia nuestra posición. Tan solo esperaba que para cuando llegasen aquí nosotros ya estuviéramos bien lejos. Aquella nave pertenecía a un almacén de muebles, había llegado la noche anterior junto a Kyle y ambos nos quedamos a dormir ahí tras ver que era un lugar seguro. Me había despertado hacía ya un rato y decidí ir a dar una vuelta, no le dije nada porque no quería despertarlo.
En aquella locura de paseo había dado con Thea. Corría por el almacén subiendo las escaleras que daban a la oficina, si no se había despertado Kyle debería de estar ahora ahí. Abrí la puerta tratando de no hacer ruido, sin saber si Thea me seguía o no. Respiré aliviada al ver que estaba ahí tumbado en aquel improvisado colchón en el que ambos habíamos dormido. Me dejé caer a su lado y le sujeté por los hombros para despertarlo con cuidado, sin ser demasiado brusca. Sabía que él no era muy buenos despertares.-¡Kyle!-Acaricié su mejilla con una mano.-¡Tenemos que irnos, vamos, despierta, rápido...!-En cuanto abrió los ojos me moví de forma rápida por el lugar recogiendo nuestras cosas a la mayor brevedad posible, lanzandole su mochila para que me ayudase.-Es una larga historia...-Iba diciendo de forma atropellada, bueno, él ya se daría cuenta de que no estaba en mi mejor momento, con la ropa sucia, rota, despeinada y seguramente más de un nuevo moratón y arañazo.-Salí fuera y... No había muy buen ambiente, prometo contártelo todo ahora después, pero date prisa, nos están esperando!-Iba diciéndole de aquella forma tan rápida que tuve que parar a la fuerza de hablar para tomar aire. Al menos apenas tardé en guardarlo todo y cargar con mi mochila para largarnos de allí cuanto antes mejor.
Apenas tuve que conducir el jeep demasiado, simplemente Katherine me fui indicando y en menos de tres minutos ya había parado el vehículo en frente de la puerta del almacén que ella había dicho. Aunque al bajarse la morena avanzó algo más hacia la siguiente puerta, por lo que yo hice lo mismo deteniendo el jeep en el lugar correcto. Respiré hondo, quería simplemente apoyar la frente en el volante y dormir. Maldita la hora en la que decidí ir a dar una vuelta, a partir de ahora le daría la razón más a menudo a Hal. Aunque al final no me arrepentiría si todo salía bien. Si no hubiera venido ¿qué habría sido de Katherine?, ella estaba en aquel almacén sola, con esas cosas. Preferí no pensarlo. Tenían que darse prisa, esos zombies no tardarían en llegar hasta aquí. Así que inquieta bajé del coche y fui rápida hacia la puerta del almacén, deteniéndome al pensar en algo. ¿Confiaba en el compañero de Katherine? Ella si, ella parecía de fiar, pero... ¡Claro que si!, ¿a caso entonces se preocuparía la morena de alguien si no era de fiar?, a saber, ta vez el golpe había sido peor. La verdad era que la cabeza me daba vueltas.
Finalmente decidí que podría fiarme de aquel tipo, ¿por qué no?, debía ayudar a Katherine como ella me había ayudado a mi. Nadie se había ofrecido, simplemente había sido un pacto silencioso. Ambas decidimos ayudarnos sin decir nada, sin ponernos de acuerdo y de esa forma habíamos cooperado juntas para luchar por ese objetivo común de seguir con vida.
La seguí por el interior de el almacén, subí las escaleras viendo como entraba en un despacho y fui de forma más lenta hacia allí, esperaba que su amigo no estuviera herido, ya que era raro que ella le hubiera dejado ahí para ir por ahí sola. Cuando me acercaba al despacho escuché las voces de ella. Le llamaba Kyle, pero algo llamó mi atención, y fue que a parte de preocupación y demás distinguí cierto tono cariñoso en ella, cuando pronunció su nombre o simplemente que tenían que irse. Al entrar la vi corriendo ya de un lado a otro recogiendo sus cosas.
- Dame, la llevaré al jeep - Susurré mientras me acercaba y cogía su mochila para echarles una mano, momento en el que miré fijamente a aquel tipo, con cierta curiosidad. - ¡Hola! - Dije sin más saliendo del despacho, fue una situación extraña, o al menos a mi me lo resultó, pero me fiaba de Katherine y los ayudaría. Rápidamente bajé las escaleras saliendo a la calle para guardar su mochila en la parte de atrás junto al saco que ella había cogido con comida del almacén. Eché un vistazo hacia el final de la calle, un caminante, no tardarían en llegar el resto. - ¡Katherine, es hora de largarse! - Alcé la voz mientras que subía al jeep esperando a esos dos, en cuanto subieran saldría disparada calle abajo para dar la vuelta. ¿Y ahora?, ¿los dejaría en algún lugar seguro?, ¿vendrían conmigo a aquel motel?, Hal me iba a matar.
Finalmente decidí que podría fiarme de aquel tipo, ¿por qué no?, debía ayudar a Katherine como ella me había ayudado a mi. Nadie se había ofrecido, simplemente había sido un pacto silencioso. Ambas decidimos ayudarnos sin decir nada, sin ponernos de acuerdo y de esa forma habíamos cooperado juntas para luchar por ese objetivo común de seguir con vida.
La seguí por el interior de el almacén, subí las escaleras viendo como entraba en un despacho y fui de forma más lenta hacia allí, esperaba que su amigo no estuviera herido, ya que era raro que ella le hubiera dejado ahí para ir por ahí sola. Cuando me acercaba al despacho escuché las voces de ella. Le llamaba Kyle, pero algo llamó mi atención, y fue que a parte de preocupación y demás distinguí cierto tono cariñoso en ella, cuando pronunció su nombre o simplemente que tenían que irse. Al entrar la vi corriendo ya de un lado a otro recogiendo sus cosas.
- Dame, la llevaré al jeep - Susurré mientras me acercaba y cogía su mochila para echarles una mano, momento en el que miré fijamente a aquel tipo, con cierta curiosidad. - ¡Hola! - Dije sin más saliendo del despacho, fue una situación extraña, o al menos a mi me lo resultó, pero me fiaba de Katherine y los ayudaría. Rápidamente bajé las escaleras saliendo a la calle para guardar su mochila en la parte de atrás junto al saco que ella había cogido con comida del almacén. Eché un vistazo hacia el final de la calle, un caminante, no tardarían en llegar el resto. - ¡Katherine, es hora de largarse! - Alcé la voz mientras que subía al jeep esperando a esos dos, en cuanto subieran saldría disparada calle abajo para dar la vuelta. ¿Y ahora?, ¿los dejaría en algún lugar seguro?, ¿vendrían conmigo a aquel motel?, Hal me iba a matar.
- :
La verdad es que la noche anterior no había estado mal, encontrar un sitio como aquel almacén para dormir no era moco de pavo, era mejor que las anteriores noches que Kate y yo habíamos pasado, al menos ahora teníamos un techo bajo el que dormir, y un sitio "limpio" de caminantes, y digo limpio porque ninguno está realmente limpio nada, antes o después haríamos ruido y bum, todo lleno otra vez, y nos tocaría marcharnos, a pata, porque la inmensa mayoría de coches que veíamos estaban secos de gasolina o apenas tenían nada, era inútil. Estaban siendo unos días tranquilos, porque tampoco nos faltaban provisiones, quiero decir... nunca sobraba, pero al menos no pasábamos hambre, aunque claro, si hiciese falta quedarme sin cenar por dejar que ella cenase... Adelante pues, pero no, teníamos para ambos y sin ningún problema, cosa que estaba bastante bien.
Pero de pronto toda esa calma se esfumó, era uno de los pocos días en los que no tenía ningún tipo de pesadillas y sin embargo, bam, Kate me despertó, agradecí esa caricia, pero que me llamase a gritos no ayudó, y luego además se puso a hablar en voz alta mientras recogía todo y a mi el atontamiento del despertar me duraba un poco. -Pero Kate, qué dices...-Dije parpadeando repetidas veces para acostumbrar los ojos a la escasa luz. ¿Quién era esa? Me levanté y me puse a recoger mis cosas, que fue algo rápido porque no me gustaba deshacer la mochila, y mucho menos desvestirme. -Eh... Hola.- Presté atención a Kate, que estaba destrozada o al menos lo aparentaba y me acerqué a ella cogiéndola por las manos y mirándola de arriba a abajo. -¿Estás bien...?- Pero me di cuenta de que algo pasaba, porque estaban ambas con demasiadas prisas y las seguí atentamente, llegamos hasta un jeep y metí mi mochila junto a la de la otra chica. Esperé hasta que Kate se sentó en el asiento del copiloto para subirme yo a los asientos traseros, justo detrás de Kate y agarrarme a él para mirar a la morena. -Vale, ¿qué coño ha pasado aquí y quién eres tú?- Dije intentando poner voz de pocos amigos, y es que levantarme de esta manera me ponía de muy mala hostia si además no me explicaban las cosas.
Pero de pronto toda esa calma se esfumó, era uno de los pocos días en los que no tenía ningún tipo de pesadillas y sin embargo, bam, Kate me despertó, agradecí esa caricia, pero que me llamase a gritos no ayudó, y luego además se puso a hablar en voz alta mientras recogía todo y a mi el atontamiento del despertar me duraba un poco. -Pero Kate, qué dices...-Dije parpadeando repetidas veces para acostumbrar los ojos a la escasa luz. ¿Quién era esa? Me levanté y me puse a recoger mis cosas, que fue algo rápido porque no me gustaba deshacer la mochila, y mucho menos desvestirme. -Eh... Hola.- Presté atención a Kate, que estaba destrozada o al menos lo aparentaba y me acerqué a ella cogiéndola por las manos y mirándola de arriba a abajo. -¿Estás bien...?- Pero me di cuenta de que algo pasaba, porque estaban ambas con demasiadas prisas y las seguí atentamente, llegamos hasta un jeep y metí mi mochila junto a la de la otra chica. Esperé hasta que Kate se sentó en el asiento del copiloto para subirme yo a los asientos traseros, justo detrás de Kate y agarrarme a él para mirar a la morena. -Vale, ¿qué coño ha pasado aquí y quién eres tú?- Dije intentando poner voz de pocos amigos, y es que levantarme de esta manera me ponía de muy mala hostia si además no me explicaban las cosas.
-Kyle, por favor espabila-Le pedí volviéndome en su dirección hablando en un tono más tranquilo. Sabía que él podía ponerse en modo nervioso de un momento a otro y más si no se enteraba de lo que pasaba, así que tampoco quería que ocurriese eso. pero es que tampoco era el momento de ponerse a explicar cuanto había ocurrido en el almacén.-Un poco apaleada, pero bien, tranquilo, ahora te lo explicamos cielo-Le miré fijamente sujetando sus manos, acariciándolas con cariño tras que Thea se llevase la mochila para ayudarnos. Miré a Kyle acariciando sus manos y llevando la otra a su rostro para darle otra caricia más sobre su mejilla.-Estoy bien-Susurré sobre sus labios, dándole un pequeño y rápido beso.-Pero tenemos que irnos-Terminé de acariciar su mejilla y tiré con suavidad de él para salir ambos disparados escaleras abajo hacia el coche de Thea.
-¡Ya vamos!-Exclamé mientras salía cuando escuchamos a la pelinegra meternos prisa. Kyle lanzó las cosas hacia el interior del coche mientras que yo me fijaba en el fondo de la calle, ya empezaban a llegar esas cosas. Subí rápidamente tras ese breve vistazo al jeep de la chica y Kyle hizo lo mismo en el asiento trasero.-Listos-Susurré, y casi antes de que terminase la palabra ella arrancó el jeep para salir de aquel pequeño infierno que habíamos creado por culpa de tanto ruido.
Kyle, con esa impaciencia suya que tanto le caracterizaba para aquel tipo de cosas, se asomó entre ambos asientos para preguntar que pasaba y yo entendía que preguntase.-Ella es Thea y digamos que me ha salvado la vida-La miré de reojo y luego a Kyle.-Nos encontramos en uno de los almacenes, fui a echar un vistazo y casi no lo cuento-Iba explicando, girándome apenas un poco para mirar a Kyle.-Puedes fiarte de ella, es buena gente-La miré con una pequeña sonrisa cómplice, recordando la paliza que esas cosas nos habían dado, pero al menos no más que la que nosotras le devolvimos.-Todo se estaba llenando de esas cosas, teníamos que irnos si o si-Expliqué mientras que señalaba a lo lejos la horda de zombies que avanzaba por la zona que habíamos dejado. Thea no podía haber sido más oportuna, de no estar ella no querría ni imaginar que habría sido de mi por culpa de esas cosas. Me daban hasta escalofríos pensar en ello.
-¡Ya vamos!-Exclamé mientras salía cuando escuchamos a la pelinegra meternos prisa. Kyle lanzó las cosas hacia el interior del coche mientras que yo me fijaba en el fondo de la calle, ya empezaban a llegar esas cosas. Subí rápidamente tras ese breve vistazo al jeep de la chica y Kyle hizo lo mismo en el asiento trasero.-Listos-Susurré, y casi antes de que terminase la palabra ella arrancó el jeep para salir de aquel pequeño infierno que habíamos creado por culpa de tanto ruido.
Kyle, con esa impaciencia suya que tanto le caracterizaba para aquel tipo de cosas, se asomó entre ambos asientos para preguntar que pasaba y yo entendía que preguntase.-Ella es Thea y digamos que me ha salvado la vida-La miré de reojo y luego a Kyle.-Nos encontramos en uno de los almacenes, fui a echar un vistazo y casi no lo cuento-Iba explicando, girándome apenas un poco para mirar a Kyle.-Puedes fiarte de ella, es buena gente-La miré con una pequeña sonrisa cómplice, recordando la paliza que esas cosas nos habían dado, pero al menos no más que la que nosotras le devolvimos.-Todo se estaba llenando de esas cosas, teníamos que irnos si o si-Expliqué mientras que señalaba a lo lejos la horda de zombies que avanzaba por la zona que habíamos dejado. Thea no podía haber sido más oportuna, de no estar ella no querría ni imaginar que habría sido de mi por culpa de esas cosas. Me daban hasta escalofríos pensar en ello.
Katherine no tardó apenas nada en llegar junto a su compañero una vez que yo subí al jeep, lo diferente es que a mi se me hubiera hecho eterna la espera porque estaba tensa pensando en que esas cosas estaban cada vez más cerca a nosotros, no quería ningún enfrentamiento más, menos porque ya no me quedaba nada de munición y tanto Katherine como yo estábamos para el arrastre o simplemente para dormir la mona durante unas buenas horas. Por lo que en cuanto ambos estuvieron dentro del coche pisé a fondo para salir lo más rápido posible de aquel lugar. ¿Controles, reglas de velocidad en el puerto y no más de sesenta?, a la mierda, ¡qué importaban ya aquellas cosas?
- ¡Un placer extraño! - Miré al tipo a través del espejo retrovisor, alzando una mano a modo de saludo cuando Katherine me lo presentó, bueno en verdad me presentó a él. - Kyle, ¿no? - Pregunté con una pequeña sonrisa mirándole de reojo esta vez. Me había parecido escuchar ese nombre cuando seguía a mi nueva amiga por las escaleras del almacén. ¿Amiga?, si, era lo que tenía salvarse el culo la una a la otra, que esas cosas ya te daban un poco para confiar en la otra persona. Pero cuando dije que la había salvado la vida no pude evitar carcajearme, eso si, sin apartar la vista del camino, a ver si íbamos a sobrevivir a unas cuantas arañas gigantes pero no a un accidente de coche. - ¿Bromeas? - Pregunté a la vez que la miraba de reojo y luego volvía mi atención a la carretera. - Ha sido un buen trabajo en equipo, si no llega a ser por ella estaría muerta - Miré a Kyle haciendo una mueca. - Gracias, pero... Todo se debe a que tú te has portado también - Y no mentía, Katherine me había ayudado, quité importancia de mi aparición, pues verdaderamente si no hubiera sido por ella yo estaría muerta también, ambas nos habíamos ayudado y eso fue lo que necesité para confiar en ella y ayudarnos.
- ¿Vais hacia algún sitio en especial?, podría acercaros, yo me refugio en un motel con dos amigos, es un lugar seguro y está totalmente despejado, si queréis os podéis venir con nosotros - Hal me iba a matar tal vez por ello, pero bueno, no me importaría llevarlos. Ese lugar era seguro, lo habíamos despejado y bueno, tenía sus ventajas. - ¿Qué le decís a habitaciones con camas blanditas, a no dormir en el suelo y una cocina que funciona y que cuenta con comida para un par de semanas, eh? - Seguramente con aquello mejoraba bastante mi oferta y a Hal o lena no le importarían, pues en verdad Katherine parecía buena persona y seguramente su compañero sería como ella.
- Katherine, era un científico que tenía una araña y quería hacer un experimento con ella para comprobar algo... - Empecé a decir de forma seria, como si aquello fuera importante, mientras que miraba a hacia la carretera, ya habíamos salido del puerto y me sentía más segura. - Así que empezó arrancando una pata a la araña y la llamó, la araña fue hacia él y anotó en su libreta algo - Fui explicando. - Y así todo el rato, le arrancaba una pata a la araña, la llamaba y esta se acercaba, hasta que ya no le quedaron más patas y al final la llamó y no pasó nada, así que el doctor comenzó a escribir en su cuaderno; conclusión del experimento, si le arrancas todas las patas a una araña se quedan sordas, porque no me hace caso - Dios, aquel chiste era de esos malos que te daban hasta ganas de pegarle a quien lo contaba, pero tras aquel enfrentamiento con esas cosas en los almacenes me empecé a reír como una idiota. Aunque en verdad seguramente porque seguíamos vivas más que otra cosa, pese a la paliza que nos habían dado seguíamos ahí, aguantando.
- ¡Un placer extraño! - Miré al tipo a través del espejo retrovisor, alzando una mano a modo de saludo cuando Katherine me lo presentó, bueno en verdad me presentó a él. - Kyle, ¿no? - Pregunté con una pequeña sonrisa mirándole de reojo esta vez. Me había parecido escuchar ese nombre cuando seguía a mi nueva amiga por las escaleras del almacén. ¿Amiga?, si, era lo que tenía salvarse el culo la una a la otra, que esas cosas ya te daban un poco para confiar en la otra persona. Pero cuando dije que la había salvado la vida no pude evitar carcajearme, eso si, sin apartar la vista del camino, a ver si íbamos a sobrevivir a unas cuantas arañas gigantes pero no a un accidente de coche. - ¿Bromeas? - Pregunté a la vez que la miraba de reojo y luego volvía mi atención a la carretera. - Ha sido un buen trabajo en equipo, si no llega a ser por ella estaría muerta - Miré a Kyle haciendo una mueca. - Gracias, pero... Todo se debe a que tú te has portado también - Y no mentía, Katherine me había ayudado, quité importancia de mi aparición, pues verdaderamente si no hubiera sido por ella yo estaría muerta también, ambas nos habíamos ayudado y eso fue lo que necesité para confiar en ella y ayudarnos.
- ¿Vais hacia algún sitio en especial?, podría acercaros, yo me refugio en un motel con dos amigos, es un lugar seguro y está totalmente despejado, si queréis os podéis venir con nosotros - Hal me iba a matar tal vez por ello, pero bueno, no me importaría llevarlos. Ese lugar era seguro, lo habíamos despejado y bueno, tenía sus ventajas. - ¿Qué le decís a habitaciones con camas blanditas, a no dormir en el suelo y una cocina que funciona y que cuenta con comida para un par de semanas, eh? - Seguramente con aquello mejoraba bastante mi oferta y a Hal o lena no le importarían, pues en verdad Katherine parecía buena persona y seguramente su compañero sería como ella.
- Katherine, era un científico que tenía una araña y quería hacer un experimento con ella para comprobar algo... - Empecé a decir de forma seria, como si aquello fuera importante, mientras que miraba a hacia la carretera, ya habíamos salido del puerto y me sentía más segura. - Así que empezó arrancando una pata a la araña y la llamó, la araña fue hacia él y anotó en su libreta algo - Fui explicando. - Y así todo el rato, le arrancaba una pata a la araña, la llamaba y esta se acercaba, hasta que ya no le quedaron más patas y al final la llamó y no pasó nada, así que el doctor comenzó a escribir en su cuaderno; conclusión del experimento, si le arrancas todas las patas a una araña se quedan sordas, porque no me hace caso - Dios, aquel chiste era de esos malos que te daban hasta ganas de pegarle a quien lo contaba, pero tras aquel enfrentamiento con esas cosas en los almacenes me empecé a reír como una idiota. Aunque en verdad seguramente porque seguíamos vivas más que otra cosa, pese a la paliza que nos habían dado seguíamos ahí, aguantando.
- :
Todo había pasado muy rápido, de pronto estaba dormido, con mis sueños y esas estupideces y de pronto plas, me despertó de aquella forma que por poco me mareo, por suerte estábamos acostumbrados a levantarnos de forma brusca, nunca se sabía si los caminantes atacarían en mitad de la noche o qué se yo. Ni siquiera aquel beso cariñoso por su parte me calmó, para nada, es cierto que me gustó, como todos los que nos dábamos, pero joder, la situación seguía siendo muy tensa y acabar en el jeep de una desconocida tampoco ayudó. Me giré cuando acabé de preguntar para ver cómo nos alejábamos de nuestro pequeño refugio, este había durado menos de lo normal, ni una noche. Ahora ni siquiera sabía a dónde nos llevaría, quizás nos matase o qué se yo, aún no me fiaba.
-Kyle, sí.- Respondí dejándome caer en el asiento, a Kate parecía haberle caído en gracia aquella mujer, y supuse que podía confiar en ella. Ya más calmado me coloqué en el asiento central, poniéndome el cinturón por si acaso y mirando a ambas. -Un placer, eh... Thea.- Dije, tomándome un segundo para pensar en el nombre que había dicho mi compañera, joder, aún seguía dormido. Apoyé las manos sobre los hombros de los asientos, escuchando atento lo que decían las chicas, ¿qué me había perdido aquella noche? Cuando comenzaron a hablar me sorprendí mucho, no es que considerara a Kate algo distinto a lo que contaban, es que me daba pavor dejarla hacer nada de eso sola, si la hubiese pasado algo jamás me lo perdonaría. -Creo que no tenemos ninguna parada planeada, solo... nos vamos moviendo.- No mentía, simplemente vagábamos de un sitio a otro arañando todos los suministros que podíamos. Su oferta era tentadora, demasiado, y en parte me extrañaba a la par que me daba miedo. -Vale, ¿pero quienes son "nosotros"?- Miré a Thea y a Kate de reojo, solo podía velar por su seguridad, no quería meterla en un nido de extraños. Tampoco podía negarme, nos vendría bien comer y cenar caliente, estar resguardados, poder dormir en una cama a sabiendas de que no nos levantaremos en mitad de la noche... en definitiva, podía estar muy bien. Después Thea volvió a hablar, y al principio parecía muy seria, pero enseguida calé de qué hablaba y me eché hacia atrás, recostándome en el asiento mientras miraba a Kate por si ella no se lo sabía, si Thea era capaz de hacer un chiste así tenía que ser de fiar, sí o sí.
-Kyle, sí.- Respondí dejándome caer en el asiento, a Kate parecía haberle caído en gracia aquella mujer, y supuse que podía confiar en ella. Ya más calmado me coloqué en el asiento central, poniéndome el cinturón por si acaso y mirando a ambas. -Un placer, eh... Thea.- Dije, tomándome un segundo para pensar en el nombre que había dicho mi compañera, joder, aún seguía dormido. Apoyé las manos sobre los hombros de los asientos, escuchando atento lo que decían las chicas, ¿qué me había perdido aquella noche? Cuando comenzaron a hablar me sorprendí mucho, no es que considerara a Kate algo distinto a lo que contaban, es que me daba pavor dejarla hacer nada de eso sola, si la hubiese pasado algo jamás me lo perdonaría. -Creo que no tenemos ninguna parada planeada, solo... nos vamos moviendo.- No mentía, simplemente vagábamos de un sitio a otro arañando todos los suministros que podíamos. Su oferta era tentadora, demasiado, y en parte me extrañaba a la par que me daba miedo. -Vale, ¿pero quienes son "nosotros"?- Miré a Thea y a Kate de reojo, solo podía velar por su seguridad, no quería meterla en un nido de extraños. Tampoco podía negarme, nos vendría bien comer y cenar caliente, estar resguardados, poder dormir en una cama a sabiendas de que no nos levantaremos en mitad de la noche... en definitiva, podía estar muy bien. Después Thea volvió a hablar, y al principio parecía muy seria, pero enseguida calé de qué hablaba y me eché hacia atrás, recostándome en el asiento mientras miraba a Kate por si ella no se lo sabía, si Thea era capaz de hacer un chiste así tenía que ser de fiar, sí o sí.
Página 1 de 2. • 1, 2
Página 1 de 2.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Ayer a las 23:51 por Ireth Haven
» ₪ Habilidades: Actualización de Puntos
Dom 03 Nov 2024, 14:19 por Ryder
» Detrás de las Colinas (Confirmación Élite)
Dom 03 Nov 2024, 14:17 por Ryder
» Respira de nuevo ▬ Privado
Sáb 02 Nov 2024, 20:12 por Octavia Orue
» ₪ MICROPUNTOS: regalo semanal
Sáb 02 Nov 2024, 18:53 por Agent 4.0
» S.T.A.R.S. de Raccoon City y otros {2/5}
Sáb 02 Nov 2024, 18:03 por Alice Stephens
» Gajes del oficio [Jesse Doe]
Sáb 02 Nov 2024, 17:59 por Alice Stephens
» Agentes de SHIE... digo Pandemonium [0/6 + TRAMAS LIBRES]
Vie 01 Nov 2024, 23:11 por Ryder
» ₪ Temas Concluidos {O B L I G A T O R I O}
Jue 31 Oct 2024, 10:08 por Agent 4.0
» Turno de urgencia [Ethan y Sylvia]
Jue 31 Oct 2024, 00:53 por Ethan Wake