Don't stop me now || Thirteen + Kilroy

Recuerdo del primer mensaje :

- Hal, Hal... ¡Hal! - Le zarandeé para que espabilase y por poco conseguí que me diera un puñetazo al despertarlo de forma tan brusca. - Peeerdón... - Rodé los ojos. - Me llevo tu coche un rato... Voy a dar una vuelta, tranquilo y cuida de Lena - La mirada que me echó fue la de un asesino en serie. - Necesito despejarme, cosas de chicas - Susurré con sorna quitandole importancia. - Shh... - Me llevé un dedo sobre los labios. - O despertarás a Lena - Sin más le enseñé las llaves del coche e hice un gesto de marcharme. - Volveré pronto - Le di un suave beso en una mejilla y salí corriendo antes de que pudiera decirme que no o algo por el estilo.

Fuera hacía algo de frío, pues aún era de madrugada, así que me eché una vieja camisa por encima mientras que caminaba en la dirección del jeep de Hal, aún no era capaz de entender como el grandullón no había salido corriendo detrás de mi para quitarme las llaves, pero allí estaba yo, subiéndome a su coche para salir de allí. No podía dormir, ¿por qué?, ni yo misma lo sabía, simplemente me alejaba de allí, quería despejarme un poco y ver si así a mi regreso era capaz de echar una cabezada. Tal vez pudiera acercarme a algún sitio a por víveres. Aunque aquel motel estaba lejos de todo y cerca de nada, ya había mirado los mapas, la verdad. Pero me gustaba conducir, era algo que me distraía con facilidad y me relajaba. Sentía haber dejado a Hal con la palabra en la boca, era algo que él detestaba, pero bueno, ya estaba hecho, tan sólo esperaba que el mosqueo le durase poco tiempo.

Las carreteras parecían desoladas, como la gran mayoría de todo cuanto quedaba en pie hoy en día. Algún que otro caminante que pululaba por las carreteras... Nada especial. No sabría decir cuanto tiempo llevaba conduciendo, simplemente era como uno de esos juegos, estaba totalmente concentrada en la carretera, de tal forma que evitaba cualquier posible choque, pues a veces había coches abandonados en mitad de la nada, o incluso alguno de esos zombies merodeando por el lugar con toda la calma del mundo, hasta que pasaba por su lado. Una vez sentí incluso como uno de ellos al pasar trataba de golpear el jeep de Hal. Esperaba no rallarlo. Pero eran cosas puntuales, sin importancia. Andaba cerca de la costa, podía ver el mar en el horizonte, pero no me detuve en ningún momento, continué mi camino hasta que a lo lejos vi unos grandes edificios. Según el mapa de carreteras eran unos almacenes, un puerto.

- A ver que nos encontramos... - Me dije en un susurro mientras que ponía en marcha de nuevo el coche y conducía en esa dirección. Aumenté la velocidad, pues ya no había ninguna ley de tráfico que me lo impidiera y en menos de cinco minutos entraba en una de esas calles de almacenes y barcos atracados al otro lado. Lo interesante es que no se veía ni un alma, ni viva, ni muerta. Bajé del coche de forma sigilosa y miré a mi alrededor, había detenido el coche en mitad de esa calle. Me mordí el labio, amanecía ya y una bandada de cuervos sobrevolaba el cielo con su particular canto. Tragué saliva y fui directa a la puerta trasera del coche para sacar mi bolsa de deporte que estaba prácticamente vacía, pues mis cosas seguían en el motel. Aprovecharía aquella excursión para tratar de hacerme con algo de utilidad. Tal vez diera con una nave que almacenase alimentos que aún no hubieran caducado. - A quien pretendes engañar... Ilusa - Me dije en voz baja mientras avanzaba por el lugar tras cerrar el coche. Caminaba con tranquilidad, el cielo empezaba a iluminarse, cada vez un poco más, dándome más visibilidad, eso era bueno. Me detuve delante de uno de los almacenes al ver la puerta medio abierta, había sido deslizada hacia un lado, dejando un hueco por el que podría entrar perfectamente una persona. Ya lo decía el dicho; La curiosidad mató al gato... Pero bueno, también se decía que los gatos tenían siete vidas, así que sin más me deslicé en el lugar encendiendo la linterna que llevaba conmigo para ver mejor en aquella oscuridad.

Kyle como era de esperar no parecía muy seguro de la pelinegra, cosa que entendía, acababa de conocerla y no sabía de las cosas que habíamos pasado juntas en tan poco tiempo, casi nos mataban y ambas pudimos dejarnos tiradas para ganar tiempo, pero ninguna lo hizo, así que confiaba en ella.

-Eso es cierto, pensé que estabas sola-Me volví hacia la morena con curiosidad, tampoco había que ponerse en plan a la defensiva, porque bueno, era cierto que no había venido con nadie cuando estábamos en los almacenes y tampoco es que tuviéramos tiempo de ponernos a hablar sobre compañeros y demás, yo misma le hablé de Kyle cuando nos estábamos marchando tras todo aquel revuelo. Así que dejaría que Thea se explicase.-Sinceramente todo eso suena bastante bien-Solté refiriéndome a lo del motel, aunque Kyle dudase de ello. Me volví asomándome entre los dos asientos delanteros para verle a él recostado en el asiento de atrás, no pude evitar sonreirle y después vocalizar la palabra: "Tranquilo", de forma muy lenta para que me entendiera y Thea no me escuchara o se diera cuenta. Dos años y pico junto a una persona daban para mucho y sobre todo para acabar conociendola, así que ya sabía que Kyle no estaría nada seguro de Thea y sus dos amigos y que seguramente aún no se fiaría de ella.

Cuando me volví escuché como comenzaba a hablar mi nueva conocida, algo me decía que podíamos ser buenas amigas, pero a saber, lo cierto es que estaba muy animada con el hecho de poder estar con más gente. Thea empezó a hablar sobre un científico y como este quería hacer un experimento con una araña. Así que con mi atontamiento pensé que hablaba de esas zorras gigantes y de como una araña podía tener ese tamaño, pero lo que me tenía que contar era muy diferente de eso y cuando acabó me quedé mirándola sorprendida, era el chiste que me iba a contar y cuando ella rompió a reír yo lo hice igual, llevándome una mano a la cabeza.-¡Dios, es malísimo!-Exclamé alzando la voz, eso si, sin dejar de reírme con ella, pensando que Kyle nos tacharía seguramente de chaladas. Seguramente fuera su propia risa lo que provocaba que yo me riera también o simplemente que tras esa paliza prefería reír a ponerme a llorar, porque pensar que existían cosas así a parte de los zombies te ponía los pelos de punta, si, daba mucho miedo, demasiado, pero seguíamos vivos y eso era lo único en lo que debíamos pensar ahora, en continuar así.

Escuchar la risa de Katherine siguiendo a la mía fue el pequeño detonante que necesitaba para arrancarme a reír tal vez con más fuerza, aunque seguía conduciendo y con toda la atención del mundo puesta en el camino. Hasta que finalmente fui parando, vaya par de dos tontas, seguro que Kyle se decía eso. - Casi nos matan y nosotras aquí, riéndonos de ello... - Fui parando porque con tanto cachondeo acabaríamos por estrellar el jeep de Hal contra algo y si no moríamos en el accidente él ya se encargaría de matarme por joderle el coche. Y no pude evitar pensar en él, ¿estaría muy desesperado esperando mi regreso?, me apetecía mucho verle otra vez, aunque sólo fuera para regañarme por irme sola así tan de golpe. De verdad que me apetecía escucharle cuanto antes, abrazarle... Me obligué a negar para mi misma, si seguía así si que nos acabaríamos estrellando...

- Mis compañeros, Hal y Lena, como le dije a Katherine trabajaba en el departamento de S.T.A.R.S. en Nueva York - Solté sin llegar a andarme con rodeos. Entendía que el compañero de Katherine preguntase, que incluso ella misma lo hiciera porque no les había comentado nada a ninguno. - Sé que tampoco os podéis fiar de mi palabra, pero somos de fiar, os ayudaremos en cuanto podamos - Y me volví apenas un poco para mirar a Katherine y dedicarle una pequeña sonrisa. Decía la verdad, era así de sencillo. - ¿Qué decís?, si no os gusta os podéis largar sin más, ¿eh? - Añadía mientras que miraba la carretera fijamente y luego giraba cuando era necesario, pues aún recordaba a la perfección el camino de vuelta hacia el motel. - Os devolveremos hasta la fianza si os arrepentís - Añadí bromeando mientras que cambiaba de marcha y subía la velocidad, aquella carretera era todo recto, cuando había venido no vi ningún obstáculo, así que si íbamos más rápido podríamos llegar hasta antes de lo previsto. Quería darme una ducha, cenar y dormir tal vez dos años seguidos. - El sitio es perfecto, está en mitad de la nada, no tiene ningún pueblo cercano y lo limpiamos de zombies, tan sólo había un par, no pensábamos que fuera algo temporal, pero por ahora lo está siendo, mi amiga Lena y yo hemos estado limpiando las cocinas y el bar, así que es un sitio perfecto para comer, encontramos un armario entero repleto de cosas, tenemos un motor de gasolina para la luz que usamos en algunos ratos y hay agua, ¿podéis imaginar algo mejor? - Y así era, nos estábamos organizando según mi juicio bastante bien. - Pero si lo preferís podéis quedaros esta noche, descansar, comer bien y marcharos mañana o cuando querías, no habría problema con ello - Comenté al final, pues a lo mejor si que tenían pensado ir a algún otro sitio, o a saber... A mi no me importaría para nada que se quedaran allí con nosotros, cuantos más mucho mejor. Continué un rato más conduciendo, sinceramente ni supe cuanto tiempo había pasado, pero finalmente vi a lo lejos el motel. - Ahí lo tenéis - Señalé con una mano el edificio que apenas se veía a lo lejos y yo aumenté la velocidad para llegar cuanto antes, aparcando el jeep finalmente en la entrada, como Hal lo había dejado la primera vez. - Vamos, me estarán esperando - Les animé a abajar mientras que yo lo hacía e iba a por mi mochila con todo cuanto había recogido junto a Katherine de aquel almacén. Presentaría a Hal y Lena a Kyle y Katherine y a ver que pasaba, tan sólo esperaba que saliera algo bueno de ahí y lo cierto es que había algo me decía que si.