Noche en el desierto | Priv

30 de Mayo
21:38 Nevada

La luz dorada del atardecer la obligaba a caminar con los ojos entrecerrados mientras iba avanzando por el desierto. Se había atado la chaqueta a la cintura y su camisa de tirantes la había colocado entre su cabeza y una gorra con agujeros de balas y sangre seca. Su cuerpo, lleno de cicatrices y alguna que otra herida reciente, había pasado de ser blanco como la nieve a tomar un tono rosado. Se había quemado como una gamba, pero no quería detenerse hasta salir del desierto. ¿Cómo había llegado ahí?
Recordó que había coincidido con varias personas en medio de una disputa que no iba con ella y, cuando los tiros comenzaron a retumbar entre las calles de la ciudad que había dejado a su espalda, sus piernas comenzaron a correr como alma que llevaba el diablo. Aún escuchaba los gritos de las personas siendo devoradas vivas... Sacudió la cabeza con brusquedad. No era plan de centrarse en eso, solo necesitaba encontrar un refugio en el que descansar un poco...

---

El cielo se había tornado purpura cuando su pie se hundió en lo alto de una duna y la hizo caer y rodar por esta, gritando con voz seca un sonoro "mierda" que se tragó la arena. Una vez se detuvo, apoyó las manos en la arena y sacudió la cabeza, haciendo que la gorra volara a unos metros de distancia. Trató de levantarse pero tropezó con algo en la arena y volvió a caer. Cuando miro a sus pies, unos huesos asomaban entre la arena y un escalofrió recorrió su cuerpo obligándola a ponerse la camisa. Se puso a su lado y comenzó a desenterrar los restos de que o quién fuese el ser con el que había tropezado, viendo que no quedaba nada de carne pegada a los huesos. Sus huesos se helaron un segundo y se puso la chaqueta, haciendo muecas de dolor ante las quemaduras del sol de los últimos días. Se levantó y camino hasta recoger su gorra, colocándosela para seguir avanzando a paso algo más ligero. Ver aquello le había dado la fuerza para seguir avanzando.

-No me voy a quedar a vivir contigo... - Murmuró mientras levantaba la vista al cielo, viendo como la brillante luna comenzaba a enseñarle el camino.

Continuó avanzando durante varios minutos, no sabría decir cuantos, pero el agua de su botella ya se había acabado y, no sabía si era por la deshidratación o por el sol que había recibido pero, a lo lejos, le pareció ver la figura de un par de personas en la oscuridad de la noche...
Dudó, dudó mucho mientras sus pies aún se iban arrastrando por la arena pero finalmente levantó una mano al aire, intentando llamar su atención. Quisiera o no, necesitaba ayuda.

-!E-Eh¡ - Gritó notando como su garganta se irritaba y resquebrajaba, desplomándose de golpe en la arena de frente, mientras aún intentaba luchar para mantenerse despierta. A-gua... - La arena se le pego en los labios tratando de levantar la cabeza.

"Atención, debe presentarse en en el muelle de carga 4, se le requiere para una misión de reconocimiento, será desplegada en un vehículo de tierra junto a un compañero, le adjuntamos el perfil e identidad, tiene 20 minutos para prepararse, recuerden, deben traer a la base a cualquier superviviente dispuesto a unirse, la empresa anda falta de mano de obra..."

Aun no se acostumbra a que la voz de la niña la asalte en la intimidad de su habitación. Traga saliva y se frota la cara con las manos apartándose el pelo de la cara, llevaba poco tiempo dormido y el aviso la ha despertado sin más.
"Ya sabía que esto podía pasar pero tenía que ser ahora?" Tras organizar sus pensamientos se levanta despacio estirándose como un gato.

Se lanza al suelo y hace varias flexiones antes de vestirse para salir, así de paso entra en calor y se despeja un poco. No sale sin su vaso de café en cartón, caliente y reconfortante en el frío de la base.
Camina ya vestida de negro, pero con camiseta de negra de manga corta, lleva por encima el chaleco aunque desde la última directiva no llevan nada que los identifique a la vista como miembros de Umbrella, solo son dos supervivientes más ahí fuera. Aunque ella bajo la ropa al igual que el resto lleva las chapas de identificación de la empresa.

-Michael...Bueno bueno...-Comprueba el informe antes de salir de su habitación, sonríe pues ya ha trabajado con él y no es un completo desconocido.
Al reunirse con él trata de no fingir sorpresa pero si le parece sorprendente que lleve un mapache con él.

-Parece que nos vamos a divertir los tres eh?...-Le echa un ojo al vehículo que parece haber pasado por mejores días.
-Con el objetivo de ir de incógnito desde luego se han esforzado en traernos la peor tartana posible para que de el pego eh?...-Respira hondo con ambas manos en la cadera y después lanza a la parte de atrás la bolsa con su equipo y deja encima también el rifle, se sube al asiento del co-piloto y se pone cómoda, no tarda en jugar con la radio un poco, pero como no logra sacar nada lo deja estar.

-Como se llama el pequeñín?...-Le acerca el dedo esperando que no la muerda, le gustan los animales y tiene mucho cariño por ellos, solo espera que el mapache no la tome como una amenaza o enemiga.
-Conduces tú no ?-Le sonríe y guiña un ojo, para finalmente relajarse y ponerse unas gafas de sol.

Cuando la puerta se abre y le da el sol de golpe sonríe prevenida.
"Lo sabía..."
Cayendo la noche, se da cuenta de que Michael está parando el coche y avisándola de algo.
Ella se despierta ligeramente y toma el rifle.
-Eso es una mujer? O es un zombie?...-No lo tiene claro así que toca el hombro de Michael para que detenga el vehículo.

Baja de un salto y apuntando al frente empieza a acercarse, sabiendo que aun les separan casi 20 o 30 metros.
-Estás bien? Como te llamas?...-Se queda quieta y mira atrás un momento para ver si su compañero la cubre y baja con ella.

—Tu si que tienes ganas una buena vida aquí. Luego dicen que unirse a umbrella es una mierda. Deberías ser de eso que dan su testimonio— le dijo con tranquilidad al mapache mientras lanzaba la pelotita que tenía en la mano contra la pared. Aunque aquella charla se vio interrumpida por esa voz medio infantil que aún le causaba ciertos escalofríos. Escuchó la orden a la perfección y se levantó de su cama —no me jodas, a quien carajo se le ocurrió poner la voz de una niña al sistema de operaciones de umbrella. A mí me sonaría a esas películas de terror que habían antes— la verdad es que se había acostumbrado bastante a hablarle al animal quién A veces lo miraba como si lo escuchara y otra simplemente lo ignoraba por completo.

Comenzó a colocarse su uniforme O al menos parte de este pues tenía que sacar todos los parches que lo mostraran como un soldado de umbrella luego le puso el chaleco al mapache ya que aquellos tratados de una situación de reconocimiento y si no era necesario dispararle algún zombie él no iba a gastar municiones —ven, vamos a dar una vuelta— dijo enganchando la correa de aquel animal y tomó la mochila donde este solía ir descansando.

Apenas miro quien era su compañera, la verdad es que no había tenido mucho tiempo para hablar con ella y en la última misión que estuvieron juntos simplemente le dio la impresión de que era bastante buena peleando y era todo lo que necesitaba. ¿No? Quizás Era ese pensamiento el que lo había hecho ser un poco aislado del resto de los soldados de umbrella, nunca parecía demasiado interesado en hacerse amigo de nadie pero tampoco se estresaba lo suficiente como para hacerse el enemigo de alguien.

Ya estaba en el punto de encuentro mirando la mierda de vehículo que les habían dado, cuando ella llegó y el mapache se encontraba trepado sus hombros, así que la miró y asintió con la cabeza. En realidad ya había tenido la oportunidad de trabajar con ella pero había olvidado por completo que en ese momento el mapache se había encontrado en su habitación. Era bastante normal que los demás miembros de umbrella le preguntaran por el animal en medio de una misión pero ella no lo hizo, al menos no en ese momento. Intentaba no parece algo serio —se supongo que con esto tenemos que convencerlos de venir aquí— para el, lo mejor de ser parte umbrella era la comodidad que tenían. Nada de vivir de comida de mierda o tener que cagarse de frío.

La vio acomodarse en el asiento de copiloto y es simplemente sonrió pues no le daba muchas opciones —en realidad solo se llama mapache— ¿Que? El jamás había dicho que tuviera imaginación! Desenganchó al animal y le quitó la correa para que este se pusiera cómodo incluso dejó un poco abierta su mochila y acomodó las armas donde ella las había dejado para luego sentarse en el asiento del conductor.

No le sorprendió mucho que su compañera no hablara el camino al menos hasta que cayó la noche. Además no iba a mentirse diciendo que prefería tener una charla al silencio con el que solía sentirse más cómodo. Pero cuando notó algo en el medio del camino tuvo que detener el vehículo —no parece un zombie— murmuró. Pero la rubia ya había bajado del vehículo así que él se giró para tomar su arma y volver a enganchar al mapache a su cinturón —ven, hay trabajo— el animal se había quedado dormido así que parecía algo adormelado mientras se subía a su hombro.

En cuanto se bajó el vehículo pudo notar que el mapuche seguía bastante tranquilo por lo que le dio cierta confianza de acercarse. Aún así levantó el arma para cubrir a la rubia y luego recorrió el lugar con la vista no había muchos espacios donde algún zombie o alguna otra cosa pudiera estar escondido por lo que simplemente le doy la impresión de que solo estaba la mujer que estaba tirada en el suelo. —en mí mochila hay una botella se agua— había más de una botella pero no era importante eso —parece algo deshidratada— Aunque el mapache parecía tranquilo y no se veía nada extraño él le había sacado el seguro su arma y seguía apuntando a la mujer en el suelo. ¿Que? No tenía idea si eso era una trampa

Apretaba los ojos y luego los abría pestañeando muy fuerte para intentar que no se relajaran los parpados y se durmiera, no quería perder el conocimiento porque entonces si que ya estaba perdida... Sería un final muy triste y humillante y, si se rendía, la gente que había dejado atrás habrían caído en vano. Por eso, con las pocas fuerzas que le quedaban, se incorporó como pudo quedando de rodillas en la arena, viendo como dos personas se acercaban a ella. Tenía la vista algo borrosa por lo que no pudo ponerles cara pero si escuchó la voz de una mujer que le preguntaba algo desde la distancia.

-Agua... - Repitió totalmente desorientada, moviendo los ojos esperando que su vista se enfocase por un momento. Entonces pudo ver mejor a la muchacha que se mantenía a una distancia prudencial... y no la iba a juzgar, ella hubiese hecho exactamente lo mismo. -Vicky... - Se limitó a decir mientras se pasaba las manos por la cara intentando espabilar un poco más, viendo como otra persona llegaba por detrás de la chica.

Nunca se había visto tan mal, ni si quiera cuando empezó toda la mierda esta del apocalipsis. Siempre había tenido un plan B, o C... o D... Por qué nunca se sabía lo que podía pasar, pero esta vez todo la había sobrepasado, nunca hubiera esperado acabar perdida en medio del desierto y, por lo menos, ella parecía haber tenido algo más de suerte que el nuevo amigo que se había encontrado antes... De pronto se dio cuenta de algo... ¿Y si ellos habían hecho aquello? Le parecía raro que dos personas fuesen tan tranquilas por ahí caminando en medio del desierto... ¿Ella? Simplemente era una pobre desgraciada.

Se había puesto alerta y eso la había despertado aún más pero, aún así, no tenía fuerzas ni para pelear contra dos personas con armas en el caso de ser necesario, ni para salir huyendo. Así que de momento se limitaría a ver que pasaba, escuchando lo que el chico decía.

-Solo necesito agua... - Dijo intentando hablar lo más alto posible para que la escucharan. -No me han mordido ni nada... - Y era cierto, de momento, quitando su torpeza y alguna que otra riña con otro ser humano o animal, había salido ilesa en cuanto a infectados se refería. Y esperaba que así siguiera siendo, ya había visto lo que un pequeño mordisco podía acarrear. -No quiero problemas ¿vale? - Comentó esperando que fuesen buenas personas y no le pegasen un tiro por si las moscas.

Mientras su compañero habla y ayuda a la chica superviviente, ella da unos pasos dejándoles atrás mirando alrededor. De izquierda a derecha se está fijando como en poco menos de una hora caerá la completa oscuridad.
-Tenemos que seguir moviéndonos, de noche apenas veremos nada, lo mejor sería salir del desierto, rumbo a las Vegas, estamos más cerca de allí que de ningún otro lugar.-
Vuelve a pasar de largo por delante de ellos mirando a la chica por un momento y se para frente a ella observándola con cierta condescendencia.

-Y que haces aquí sola y perdida en mitad de la nada? Cualquiera diría que se te ha ido la olla y has decidido caminar hasta morir, sabes al menos a donde vas? O como te llamas?...-Sin esperar a que le responda, se acerca hasta el coche y abre la guantera para consultar un mapa de carretera viejo y echo polvo.
-Joder...Cuantas horas has estado conduciendo?...-Niega con la cabeza y deja el mapa sobre el asiento del coche, vuelve a acercarse a los dos mientras hayan estado hablando para terminar de escuchar su conversación y ver que decisión toman al final.
-Entonces vienes con nosotros o prefieres seguir andando sola en la oscuridad?-Un tanto seca cortaría la conversación que estuvieran teniendo si la superviviente no se viera convencida.

Mantiene el rifle en las dos manos desde entonces mirando a su alrededor, de cierta forma tanta tranquilidad la mantiene inquieta.

¿Quién era tan estúpido para meterse en el desierto sin tener los recursos necesarios para mantenerse vivo? A menos claro que alguien lo hubieras estado siguiendo y que eso lo hubiera yo llevado a tomar medidas bastante desesperada. El punto allí era el motivo por el cual se había metido de ahí no es que en realidad le diera mucha lástima pues muchas personas morían todos los días.

El no era ni de cerca un experto leyendo a las personas Pero en realidad más bien se trataba del hecho de que no le importaba cómo reaccionar a los demás siempre y cuando no le parecieran una molestia a él. Y aún así podía notar como la mujer que acaban de encontrar se parecía nervioso suponía que era una reacción normal pues estaba completamente indefenso frente a ellos dos pero para su suerte ella no era un objetivo sino más bien un pequeño recurso que podían llegar a tener para umbrella.

Escucho a su compañera y el asintió, quizás los dos se sentían presa fácil en un lugar tan descubierto. El mantenía la guardia arriba mientras su compañera hablaba y sonrío cuando ella le pregunto por el tiempo que llevaba conduciendo —¿Que te puedo decir?— murmuró sin darle mucha importancia.

Ellos tenían el agua que la chica necesitaba pero pudo notar como su compañera no trajo ni siquiera una botella pequeña. La chica tenía que decidir si se subía con ellos o no. El mapache se asomo por su hombro y levantó la nariz como si buscará algo en el aire —señoritas, esto es rápido porque algo se acerca— y de verdad esperaba que se tratara de un simple zombie pero las cosas jamás eran tan simples.

Es muy complicado explicar las cosas que pasan por la noche en el desierto de nevada, en las vegas, si eso le sumas el apocalipsis zombie puedes ver con claridad que no todas las historias terminan de forma emocionante o trágica, a veces simplemente las cosas pasan y todos siguen con sus vidas, así se siente Adia, cuando por fin dejan a la chica cerca de una gasolinera que pretende usar como refugio.

Poco han logrado preguntarle y por lo perdida que la ha visto, tampoco cree que vaya a durar mucho ahí fuera, en el fondo le apena le duele, pero no lo demuestra en ningún momento, trata de mantenerse firme y tras despedirse de ella, se queda en los surtidores de combustible, junto a Michael.
Con paciencia va comprobando los surtidores uno a uno, la mayoría parecen rotos o estar completamente vacíos, cada vez es más difícil encontrar para repostar.
-Faltan aun unas pocas horas para que salga el sol, crees que deberíamos regresar ya o mejor seguimos buscando por la zona?-
Sus palabras suenan a las de alguien haciendo su trabajo y nada más, ahora ya tiene claro que es muy improbable que vuelvan a la base llevando algún superviviente, pero quizás si información valiosa.

Se ajusta el equipo y se acerca al capó del coche, para revisar el mapa con una pequeña linterna, en la oscuridad de la noche y el silencio del desierto, pues hace al menos una hora que dejaron atrás al pequeño grupo de no-muertos del que antes escaparon.

OFF:

La mujer había perdido por completo el conocimiento y probablemente eso se debía a la falta de agua. —¿Que hacemos con ella? — en realidad era una pregunta bastante retórica Por qué a ellos los habían mandado a buscar personas para llevarlos a umbrella y ella exactamente era una persona por lo que le hizo una seña a su compañera. Quisiera decir que lo lamentaba por la pelirroja pero la verdad es que no la conocía y él siempre cumplía con sus misiones.


—Una es mejor que nada ¿No?— el mapache apareció inquieto Así que él dijo con cierta tranquilidad —lo que quieras, pero carguemos a la mujer y vámonos. Si el parece nervioso es porque algo ha sentido— aquel mapache no solo se había vuelto un buen compañero sino también un buen detector de problemas y si el mapache estaba incómodo ah no le parecía necesario gastar municiones en algo que podían evitar. 


No estaba seguro que la pelirroja sobreviviera hasta la base pero no tenían los insumos para hidratarla en ese momento —tendríamos que volver si queremos que ella viva— no era algo que le pareciera prioridad pero si el hecho de no tener que meterse en problemas innecesarios.

Mira a su alrededor como quien intenta evaluar los daños de una mala decisión con la pintura de la casa, una mala compra de un coche hasta la marca mala del café.
-Supongo que sí, al fin y al cabo tenemos órdenes...-Respira profundamente y hace una pausa, vuelve a poner la vista en el mapa y luego vuelve a mirar a Michael.
-Cuanto más lo pienso más tengo claro que lo mejor será llevarla a un sitio donde pueda recuperarse, la infinidad del desierto, no es para nada el lugar más idóneo, aunque, para serte sincera...-Empieza a cerrar el mapa y recoger-...Creo que no va a contar para nuestra cuota, no parece que vaya a cumplir ningún tipo de tarea ni nada parecido, casi creo que le exigirán algún favor a cambio de los cuidados...-Niega con la cabeza y finalmente se acerca a la puerta del coche para abrirle y sentarse en él.

Deja caer todo el peso de su cuerpo, como si hubiera estado cansada en algún momento, pero en realidad es más por el hastío y la frustración de no lograr sus objetivos para con la empresa, no le gustan las charlas de control de daños, ni las penalizaciones.

-Creo que deberíamos acercarla hasta el otro lado del desierto...-Comenta cuando Michael se sube finalmente al coche de nuevo con ella.
-Y pedirle que nos devuelva el favor, quizá trayendo a un grupo más grande...-Se encoge de hombros, pensativa, tratando de encontrar el mayor beneficio para ellos actualmente.
-Que opinas?- Se acomoda en el asiento con el rifle y saca el cañón por encima de la ventanilla.

Al menos los dos habían llegado al acuerdo de cumplir con la misión que tenían aunque sea solo llevar aquella pelirroja media deshidratada que habían encontrado en el medio del desierto. —bien, entonces la subo al auto— Aunque lo primero y más importante de la situación era poner a salvo a aquel animalito que se había vuelto su compañero Por lo que lo que volvió al auto y se quitó la mochila donde el animal estaba —quedate aquí, ya vuelvo— quizás podía parecer un poco extraño que a lo único ser al que trataba con cierto cariño era aquel animal o en las personas solían no interesarle demasiado, quizás porque nunca se había dado el tiempo de realmente llegar a querer a nadie y porque trabajaba en umbrella Y eso hijo de puta cambiaban el personal de la mañana en la noche.

Levantó a la mujer mientras escuchaba la idea de su compañera de llevarla a algún lugar y pedirle que a cambio los guiara a otras personas —¿Crees que va a sobrevivir? — preguntó con completa sinceridad pues la mujer parecía estar en mal estado y también le daba la sensación de que era esas mujeres a las cuales le encantaba complicar las cosas.

Una vez que acomodo a la mujer, se dejó caer su asiento —me da la impresión que es de las que quieren sacar ventaja, no se si va a cooperar tan fácil. Pero podemos intentarlo, eso es mejor que nada ¿No? — después de todo no era tan fácil encontrar gente en el medio del desierto.

De cualquier manera decidí hacerle caso a su animal salió de la mochila en la que se había quedado y fue directamente a acomodarse en sus piernas. Si el mapache le alertaba de que algo había allí era mejor que movieran el culo antes de que terminaran muertos por una estupidez. No es que no tuviera problemas con el hecho de enfrentarse a cualquier cosa que umbrella haya creado simplemente le parecía necesario si esa no era su misión.