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Estás solo, todo está destruído, la muerte quiere cazarte. Has sobrevivido al fin y eso no es todo: esta guerra sigue en pie, pues el fin supone un nuevo principio, uno más tormentoso donde tendrás que demostrar lo que vales. ¿Crees poder sobrevivir?, si no... Abandonad toda esperanza aquellos que os adentráis en este nuevo, virulento y destrozado lugar.
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F*ck! #Jared
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Observé a lo lejos como la carretera comenzaba casi a desaparecer en la gigantesca ciudad de Los Ángeles, o lo que quedaba de ella... Directamente, tardaría mucho, o directamente no volvería a poner un pié en aquella maldita ciudad, por poco acababa de postre, aquello fue de locos y salir de allí aún peor, todavía no se como lo conseguimos, con sus bajas, pero lo hicimos, aún recuerdo el golpe que fue ver a Mike caer. Pero eso debía de quedar atrás.
Tal vez hacer noche en la carretera dentro del coche era una locura, aún que todavía faltaba mucho para el anochecer, pero estaba agotada y quería descansar, llegar a alguna parte o mejor ni hacerlo, mi mente estaba desconectada de todo, con tal efecto que apenas conseguía pensar algo, sentí el aire en mi cara y aún que en otra ocasión eso habría ayudado a despejarme, ahora no me hacía nada, era uno de esos momentos en los que te daban ganas de mandarlo todo a la mierda, llevaba ya cerca de cinco meses sola de un lado a otro, encontrándome ocasionalmente con vivos, pero no me gustaba quedarme con ellos, por eso de que podía contagiarlos, "tonterías"... Pensé irónica para mi.
Pude distinguir entonces un parque de atracciones, ¿era eso de verdad?, tal vez sería una locura ir, o tal vez no... A lo mejor estaba vacío, o no... Y eso no sería nada divertido, pero en mi estado idiota mental, aquello me pareció buena idea, por lo que conduje el impala en la dirección del parque, al llegar observé como la puerta principal, una enorme de rejas estaba cerrada con una cadena y todo el parque estaba avallado, eso entonces no era mala señal, ¿no?, claro, mientras no me pusiera ha encender las luces y la atracciones, para no llamar la atención de esos seres... Por tanto bajé del coche a la vez que miraba a todos lados y sacaba de mi bota la palanca, la cual siempre me acababa haciendo daño en la pierna, pero era el mejor sitio donde esconderla y tenerla a mano, la coloqué en el centro de la cadena y la torcí haciendo presión para hacer que esta se rompiera y así abrir la puerta, entonces entré con el coche.
Tal vez hacer noche en la carretera dentro del coche era una locura, aún que todavía faltaba mucho para el anochecer, pero estaba agotada y quería descansar, llegar a alguna parte o mejor ni hacerlo, mi mente estaba desconectada de todo, con tal efecto que apenas conseguía pensar algo, sentí el aire en mi cara y aún que en otra ocasión eso habría ayudado a despejarme, ahora no me hacía nada, era uno de esos momentos en los que te daban ganas de mandarlo todo a la mierda, llevaba ya cerca de cinco meses sola de un lado a otro, encontrándome ocasionalmente con vivos, pero no me gustaba quedarme con ellos, por eso de que podía contagiarlos, "tonterías"... Pensé irónica para mi.
Pude distinguir entonces un parque de atracciones, ¿era eso de verdad?, tal vez sería una locura ir, o tal vez no... A lo mejor estaba vacío, o no... Y eso no sería nada divertido, pero en mi estado idiota mental, aquello me pareció buena idea, por lo que conduje el impala en la dirección del parque, al llegar observé como la puerta principal, una enorme de rejas estaba cerrada con una cadena y todo el parque estaba avallado, eso entonces no era mala señal, ¿no?, claro, mientras no me pusiera ha encender las luces y la atracciones, para no llamar la atención de esos seres... Por tanto bajé del coche a la vez que miraba a todos lados y sacaba de mi bota la palanca, la cual siempre me acababa haciendo daño en la pierna, pero era el mejor sitio donde esconderla y tenerla a mano, la coloqué en el centro de la cadena y la torcí haciendo presión para hacer que esta se rompiera y así abrir la puerta, entonces entré con el coche.
No memories, no pain, no life...
Ahí estoy yo, el rey del parque de atracciones Divertilandia... o como cojones se llamara, ya que soy el rey lo bautizo como quiero, ¿no? Total, la imaginación para estas cosas no es mi punto fuerte pero para otras puedo ser muy creativo, cuando me interesa... El caso es que me he pasado como una hora haciendo el idiota entre casetas de juegos medio rotas y destrozadas, limitándome a divertirme por una vez mientras llevo a cabo el habitual saqueo en los puestecillos en los que anteriormente se vendía comida basura. Y tan basura, como que en la mayoría de casos está totalmente podrida y caducada pero aún así consigo algunas bebidas y unos pocos sándwiches en buen estado que no tardo demasiado en devorar.
La verdad es que no hay tantos Podridos por aquí como cabría esperar. Cuando sucedió el brote el parque parece ser que se encontraba cerrado así que sólo me he topado con un par de ellos cerca de unos baños y por los alrededores pero al ser tan pocos he podido ignorarles sin problemas. Quizá luego me acerque a entretenerme con ellos para reventarles los sesos, eso siempre es entretenido... includo podría intentar atarles en la diana de tiro al plato...
Sacudo la cabeza para dejar esas ideas a un lado en cuanto veo la enorme noria delante de mí. Pongo las manos en mis caderas y ladeo la cabeza mientras observo la estructura chirriante con detenimiento -Qué cojones- me encojo de hombros y empiezo a subir a través de las vigas, cables y tuberías. No es un comportamiento maduro ni mucho menos recomendable, ¿pero a quién le importa? Ya no tengo que andar dando explicaciones así que cuando me apetece algo lo hago, sin más.
Termino acomodándome en una de las cabinas, a unos cinco metros del suelo más o menos. Se tambalea y chirría lo suyo pero al final se queda quietecita y yo me doy el gusto de disfrutar de una cerveza, aunque sea temblada. Sé que los zombies no llegarán hasta aquí aunque procuro controlar que no salgan de la nada con el jaleo que he ido armando pero supongo que la valla les retendrá.
Es entonces cuando aprecio el sonido de un motor avanzando a escasa velocidad, con precaución, y chasqueo la lengua claramente fastidiado por la interrupción -Espero que al menos esté buena- comento burlonamente, dándole un último y largo trago a la lata que tiro por encima de mi espalda. Eructo sonoramente dándome un par de golpes en el pecho y entonces me levanto asomándome por la tosca cabina viendo un interesante coche clásico que pasa justo por debajo. Y es ahora o nunca.
Me dejo caer como un desgraciado hasta aterrizar encima del capó delantero del impala estrepitosamente, suerte que iba lento, agarrándome a uno de los limpiaparabrisas para no terminar de hostiarme hasta el suelo -¡BU!- espeto con sonrisa de chiflado antes de mirar al conductor en cuestión. ¡Es una puñetera Barbie!
La verdad es que no hay tantos Podridos por aquí como cabría esperar. Cuando sucedió el brote el parque parece ser que se encontraba cerrado así que sólo me he topado con un par de ellos cerca de unos baños y por los alrededores pero al ser tan pocos he podido ignorarles sin problemas. Quizá luego me acerque a entretenerme con ellos para reventarles los sesos, eso siempre es entretenido... includo podría intentar atarles en la diana de tiro al plato...
Sacudo la cabeza para dejar esas ideas a un lado en cuanto veo la enorme noria delante de mí. Pongo las manos en mis caderas y ladeo la cabeza mientras observo la estructura chirriante con detenimiento -Qué cojones- me encojo de hombros y empiezo a subir a través de las vigas, cables y tuberías. No es un comportamiento maduro ni mucho menos recomendable, ¿pero a quién le importa? Ya no tengo que andar dando explicaciones así que cuando me apetece algo lo hago, sin más.
Termino acomodándome en una de las cabinas, a unos cinco metros del suelo más o menos. Se tambalea y chirría lo suyo pero al final se queda quietecita y yo me doy el gusto de disfrutar de una cerveza, aunque sea temblada. Sé que los zombies no llegarán hasta aquí aunque procuro controlar que no salgan de la nada con el jaleo que he ido armando pero supongo que la valla les retendrá.
Es entonces cuando aprecio el sonido de un motor avanzando a escasa velocidad, con precaución, y chasqueo la lengua claramente fastidiado por la interrupción -Espero que al menos esté buena- comento burlonamente, dándole un último y largo trago a la lata que tiro por encima de mi espalda. Eructo sonoramente dándome un par de golpes en el pecho y entonces me levanto asomándome por la tosca cabina viendo un interesante coche clásico que pasa justo por debajo. Y es ahora o nunca.
Me dejo caer como un desgraciado hasta aterrizar encima del capó delantero del impala estrepitosamente, suerte que iba lento, agarrándome a uno de los limpiaparabrisas para no terminar de hostiarme hasta el suelo -¡BU!- espeto con sonrisa de chiflado antes de mirar al conductor en cuestión. ¡Es una puñetera Barbie!
A penas tardé en abrir las dos hojas de puerta, las empujé y luego subí al coche para poder entrar en el interior del parque de atracciones, iba oscureciendo ya con más rapidez, no faltaría mucho para que se hiciera de noche por completo, a mi alrededor estaba todo oscuro, no encendería las luces del coche, sería lo más estúpido que podría hacer para acabar muerta.
Medio bostecé llevándome instintivamente una mano a la boca mientras que con la otra colocada sobre el volante y lentamente metía el coche en la entrada del parque con cuidado de que no se rayase por culpas de la entrada que no era muy grande, si lo hacía con cuidado no ocurriría nada, iba justo, estaba demasiado tranquila, hasta el lugar, me había fijado en todo lo que me rodeaba en aquella entrada, las puertas, las casetas que había a unos metros, todo, pero no se me ocurrió mirar a arriba, ¿por que coño debería de mirar arriba?.
El golpe fue ensordecedor, pero no porque el ruido fuera alto si no porque sentí como el corazón me daba un vuelco y a partir de ahí lo exageré todo y demasiado, pero no pensé en otra cosa nada más que en el maldito zombie que acababa de caer de donde hubiera caído, habría podido rayar el coche y entonces me cabreé y bastante. Ni siquiera pensé en el hecho de que podría morir, como siempre eso solía quedar en un segundo plano.
-¡Joder!.-Grité maldiciendo mientras me abalanzaba hacia atrás al asiento trasero cogiendo una de las recortadas y cargándola salía rápidamente del coche apuntando hacia mi derecha, solo se escuchó el típico sonido del arma al cargarse, mientras de reojo veía la noria que estaba aún lado, así que no era un angel caído del cielo, pensé con sarcasmo.
-Maldito hijo de puta...-Gruñí a la vez que mi dedo acariciaba el gatillo del arma y justo cuando iba a apretarlo me detenía al ver mejor el rostro de aquel tipo que no estaba muerto, y eso no... Eso no podía ser.
Si en los últimos meses había aprendido algo se me olvidó todo por completo al ver aquellos ojos, no sabía que cara debía tener en aquel momento yo, pero seguramente sería para echarme una foto, porque justo estaba allí, le estaba viendo, me quedé paralizada durante unos segundos mirándolo hasta que finalmente reaccioné.
Iba a abrir la boca para decir algo, pero apenas dije nada.
-Ah-ah... Jo-der...-Y casi como si hubiera visto un fantasma porque si, porque lo estaba viendo, me moví lo más rápido que pude girando el arma en mis manos para golpear con todas mis fuerzas su barbilla con la culata de la recortada, se podría decir que presa del pánico...
Medio bostecé llevándome instintivamente una mano a la boca mientras que con la otra colocada sobre el volante y lentamente metía el coche en la entrada del parque con cuidado de que no se rayase por culpas de la entrada que no era muy grande, si lo hacía con cuidado no ocurriría nada, iba justo, estaba demasiado tranquila, hasta el lugar, me había fijado en todo lo que me rodeaba en aquella entrada, las puertas, las casetas que había a unos metros, todo, pero no se me ocurrió mirar a arriba, ¿por que coño debería de mirar arriba?.
El golpe fue ensordecedor, pero no porque el ruido fuera alto si no porque sentí como el corazón me daba un vuelco y a partir de ahí lo exageré todo y demasiado, pero no pensé en otra cosa nada más que en el maldito zombie que acababa de caer de donde hubiera caído, habría podido rayar el coche y entonces me cabreé y bastante. Ni siquiera pensé en el hecho de que podría morir, como siempre eso solía quedar en un segundo plano.
-¡Joder!.-Grité maldiciendo mientras me abalanzaba hacia atrás al asiento trasero cogiendo una de las recortadas y cargándola salía rápidamente del coche apuntando hacia mi derecha, solo se escuchó el típico sonido del arma al cargarse, mientras de reojo veía la noria que estaba aún lado, así que no era un angel caído del cielo, pensé con sarcasmo.
-Maldito hijo de puta...-Gruñí a la vez que mi dedo acariciaba el gatillo del arma y justo cuando iba a apretarlo me detenía al ver mejor el rostro de aquel tipo que no estaba muerto, y eso no... Eso no podía ser.
Si en los últimos meses había aprendido algo se me olvidó todo por completo al ver aquellos ojos, no sabía que cara debía tener en aquel momento yo, pero seguramente sería para echarme una foto, porque justo estaba allí, le estaba viendo, me quedé paralizada durante unos segundos mirándolo hasta que finalmente reaccioné.
Iba a abrir la boca para decir algo, pero apenas dije nada.
-Ah-ah... Jo-der...-Y casi como si hubiera visto un fantasma porque si, porque lo estaba viendo, me moví lo más rápido que pude girando el arma en mis manos para golpear con todas mis fuerzas su barbilla con la culata de la recortada, se podría decir que presa del pánico...
No memories, no pain, no life...
Me río abiertamente ante la reacción de la rubia. La verdad es que me he pegado un porrazo de la hostia y todavía me duele el brazo izquierdo y las rodillas pero aún así ha valido la pena por verla darse ese susto del siglo. El coche se detiene entonces y mi cuerpo resbala por el capó hasta terminar apoyando los pies en el suelo. Para entonces ella ya ha salido cargando una escopeta que probablemente pese más que ella, cosa fácil de conseguir -Eh, coño, que sólo era una broma- espeto para hacerla reaccionar, si es que pensaba que era un zombie o algo parecido, pero por si acaso me llevo la mano a mi cadera para sujetar la culata de mi revólver hasta que veo que se detiene.
Entonces relajo un poco más mi cuerpo y suspiro, fijándome mejor en el coche porque no es habitual ver Impalas circulando por ahí, y entonces es cuando reconozco la matrícula y vuelvo la vista a ella sorprendido pero antes de decir algo me llevo un golpe bastante doloroso que me hace girar la cara mientras retrocedo varios pasos con un traspiés -Qué poco sentido del humor tenéis las tías- protesto sujetándome la barbilla para acto seguido escupir algo de sangre a un lado. Le sonrío con cierta ironía y entonces desenfundo rápidamente para apuntarla también con mi arma. Puede que el revólver sea más pequeño pero el efecto terminará siendo el mismo que con su escopeta.
-De dónde cojones has sacado el coche- exijo mientras quito el seguro del arma sin titubear. Quizá si ella no me hubiera golpeado hubiera prescindido de apuntarla pero a la mierda, tiene pinta de estar pirada así que no me fío mucho de ella. Además si la mato me quedo con la escopeta que debe de molar que te cagas... pero primero respuestas. Está claro que el vehículo es justamente el de mi hermano así que le conoce o le ha conocido... o lo que sea. Quizá dependiendo de la que me cuenta hasta me caiga mejor, quién sabe.
Entonces relajo un poco más mi cuerpo y suspiro, fijándome mejor en el coche porque no es habitual ver Impalas circulando por ahí, y entonces es cuando reconozco la matrícula y vuelvo la vista a ella sorprendido pero antes de decir algo me llevo un golpe bastante doloroso que me hace girar la cara mientras retrocedo varios pasos con un traspiés -Qué poco sentido del humor tenéis las tías- protesto sujetándome la barbilla para acto seguido escupir algo de sangre a un lado. Le sonrío con cierta ironía y entonces desenfundo rápidamente para apuntarla también con mi arma. Puede que el revólver sea más pequeño pero el efecto terminará siendo el mismo que con su escopeta.
-De dónde cojones has sacado el coche- exijo mientras quito el seguro del arma sin titubear. Quizá si ella no me hubiera golpeado hubiera prescindido de apuntarla pero a la mierda, tiene pinta de estar pirada así que no me fío mucho de ella. Además si la mato me quedo con la escopeta que debe de molar que te cagas... pero primero respuestas. Está claro que el vehículo es justamente el de mi hermano así que le conoce o le ha conocido... o lo que sea. Quizá dependiendo de la que me cuenta hasta me caiga mejor, quién sabe.
Estaba demasiado cansada, en las últimas semanas no había dormido nada, las noches se hacían insoportables y el temor de que me pudieran atacar mientras dormía y que cuando me diera cuenta de todo ya fuera demasiado tarde ayudaba a que me pasase las noches enteras pendiente de cualquier ruido, por lo que ahora mismo, seguramente sería más zombie que aquellos que iban mordiendo a la gente, con lo que mi cabeza no estaría muy allá, ni siquiera para pensar con claridad sobre las cosas más estúpidas, como para intentar entender que diablos estaba pasando ahora.
Simplemente estaba allí de pié, si en algún momento intenté parecer capaz de llevar la situación debía ya dar por sentado que mi "plan" había llegado a su fin. Ni siquiera le apuntaba con el arma porque estaría a punto de caerse de mis manos, solo pensé que en esos momentos debería parecer realmente estúpida y me molestó, si, pero seguía igual de "zombie" como para pensar en algo más y mucho menos en una explicación inteligente para todo aquello. Sé que ha dicho algo, si... Pero ni siquiera presto atención, el fantasma de Aaron me persigue, está justo ahí y recuerdo todas las veces en las que he soñado como en vez de morir él moría y0, pero no a causa de un caminante como le ocurrió a él, si no que no se inmuta en apuntarme con su arma y dispararme, lo mismo que ocurre ahora, solo me fijo en el arma y él y por un momento pienso que se trata de otra maldita pesadilla, pero no, nunca me da tiempo a actuar o pensar en que decir, como mucho un grito o cubro mi rostro con las manos, pero nunca llego a saber que decir y en cambio esto parece más real y logro hablar. No me he quedado dormida.
-A... -Se que me cuesta hablar pero finalmente lo hago y suelto lo que llevaba meses queriendo decirle a un maldito fantasma.-Aaron, siento que no quisieras morir, pero no fue mi culpa...
Entonces finalmente me relajo, pero él me sigue apuntando con el arma y pienso en lo jodidamente loca que tengo que estar para imaginarme estas cosas.
Simplemente estaba allí de pié, si en algún momento intenté parecer capaz de llevar la situación debía ya dar por sentado que mi "plan" había llegado a su fin. Ni siquiera le apuntaba con el arma porque estaría a punto de caerse de mis manos, solo pensé que en esos momentos debería parecer realmente estúpida y me molestó, si, pero seguía igual de "zombie" como para pensar en algo más y mucho menos en una explicación inteligente para todo aquello. Sé que ha dicho algo, si... Pero ni siquiera presto atención, el fantasma de Aaron me persigue, está justo ahí y recuerdo todas las veces en las que he soñado como en vez de morir él moría y0, pero no a causa de un caminante como le ocurrió a él, si no que no se inmuta en apuntarme con su arma y dispararme, lo mismo que ocurre ahora, solo me fijo en el arma y él y por un momento pienso que se trata de otra maldita pesadilla, pero no, nunca me da tiempo a actuar o pensar en que decir, como mucho un grito o cubro mi rostro con las manos, pero nunca llego a saber que decir y en cambio esto parece más real y logro hablar. No me he quedado dormida.
-A... -Se que me cuesta hablar pero finalmente lo hago y suelto lo que llevaba meses queriendo decirle a un maldito fantasma.-Aaron, siento que no quisieras morir, pero no fue mi culpa...
Entonces finalmente me relajo, pero él me sigue apuntando con el arma y pienso en lo jodidamente loca que tengo que estar para imaginarme estas cosas.
No memories, no pain, no life...
Me cago en la puta, está tarada del todo. Pero mucho, ¿eh? Pobrecita ahora casi me da pena pero no me dejo llevar por las apariencias porque no sería la primera vez que intentan engañarme con artimañas de este tipo, la gente se las piensa todas para que bajes la guardia aunque en su caso no lo veo tan necesario yendo armada con esa pedazo de escopeta pero ya que la mantiene baja accedo a hacer lo mismo con mi viejo revólver, manteniendo el ceño fruncido y sin soltarlo ni ponerle el seguro. Una cosa es que le dé el beneficio de la duda y otra que vaya a fiarme del todo.
-¿Aaron...?- repito abriendo bastante los ojos, mirando momentáneamente alrededor como esperando que mi hermano salga de cualquier rincón o incluso del interior del coche pero qué va, el silencio es tan aplastante que casi puedo notar su presión asfixiándome. No soy de los que disfruta demasiado de la tranquilidad excesiva, me pone nervioso porque es antinatural aunque en teoría pueda ser lo más seguro -Él era mi hermano, yo soy Jared- aclaro por si quedaba alguna duda al respecto. Entonces caigo en la cuenta de que quizá lo conocía pero evidentemente no a mí y todo cobra un poco más de sentido... pero sólo un poco -¿Estás diciendo que te lo cargaste?- inquiero entonces entrecerrando parcialmente los ojos para analizar mejor su reacción.
La verdad es que parece un tanto en shock, como si estuviera viendo un puto fantasma, y quizá se trate precisamente de eso. Si lo asesinó debe haber creído que volvía de la tumba para devolverle el disparo y esa idea consigue mantenerme suficientemente a la expectativa como para empezar a mordisquearme los labios con impaciencia -¿Y bien?- insisto chasqueando los dedos delante de mi cara para que se centre y reaccione de una vez. Desde luego para darme la hostia sí que estaba bien despierta la tía lista...
-¿Aaron...?- repito abriendo bastante los ojos, mirando momentáneamente alrededor como esperando que mi hermano salga de cualquier rincón o incluso del interior del coche pero qué va, el silencio es tan aplastante que casi puedo notar su presión asfixiándome. No soy de los que disfruta demasiado de la tranquilidad excesiva, me pone nervioso porque es antinatural aunque en teoría pueda ser lo más seguro -Él era mi hermano, yo soy Jared- aclaro por si quedaba alguna duda al respecto. Entonces caigo en la cuenta de que quizá lo conocía pero evidentemente no a mí y todo cobra un poco más de sentido... pero sólo un poco -¿Estás diciendo que te lo cargaste?- inquiero entonces entrecerrando parcialmente los ojos para analizar mejor su reacción.
La verdad es que parece un tanto en shock, como si estuviera viendo un puto fantasma, y quizá se trate precisamente de eso. Si lo asesinó debe haber creído que volvía de la tumba para devolverle el disparo y esa idea consigue mantenerme suficientemente a la expectativa como para empezar a mordisquearme los labios con impaciencia -¿Y bien?- insisto chasqueando los dedos delante de mi cara para que se centre y reaccione de una vez. Desde luego para darme la hostia sí que estaba bien despierta la tía lista...
Observo como el cañón del arma baja del todo y deja de apuntarme, pero es que aún me cuesta hasta respirar, como si al mínimo movimiento una bomba fuera a explotar, no supe cuanto tiempo pasó hasta que habló por fin, analicé sus palabras con lentitud, ¡joder realmente sentía que me iba a estallar la cabeza!, al mismo tiempo el aire se filtró por el recinto una ligera brisa de aire frío llegó hasta donde me encontraba tal vez ayudándome a aclararme a la vez que tomar aire.
Aaron nunca me había dicho que tuviera un hermano, pero a demás de que era la idea más lógica él no solía contarme muchas cosas, Aaron está muerto, maldita sea, yo misma acabé él... Me quedé unos segundos analizando la situación, le miré fijamente entonces, es que era idéntico a Aaron, completamente sería, ya tal vez con algo más de lucidez, porque los recuerdos volvieron rápidos como siempre que querían fastidiarme y sentí de nuevo aquella misma sección cuando me mordió y ese pánico al ver que el revolver no respondía, esa fracción de segundo en la que sabes que todo ha terminado y vas a morir y entonces los gritos y como le golpeé para que no me matase... Joder, era lo más macabro que habría visto en toda mi maldita vida y no deseaba volver a recordarlo, pero era eso o volverme loca.
Aún seguía igual, con una maraña de ideas en mi cabeza para dar con la que era la solución razonable.
-¿Gemelos no?-Pregunté de forma seria, tal vez con algo de ironía... Quise echarme a reir, si, estas cosas solo me pasaban a mi, me giré hacia atrás para apartar la mirada de su cara casi sin saber como actuar, entonces añoré la botella de whisky que rompí hacía unos días por culpa de Anna, necesitaba un maldito trago y lo necesitaba rápido, observé a lo lejos la carretera y apreté los ojos durante unos segundos para volverme hacia él, no iba a desaparecer por más que lo deseara.
-Está muerto, se infectó y lo maté... ¡Eso es todo!-Dije entonces alzando los brazos ligeramente aún con el arma en la mano como si nada.-Él me pidió que lo hiciera...-..."Otra cosa es que lo quisiera", pero me callé, lo bajó que llegó a caer Aaron cuando murió me lo guardaría para mi, entonces tendría que explicar muchas cosas y solo quería largarme.
Aaron nunca me había dicho que tuviera un hermano, pero a demás de que era la idea más lógica él no solía contarme muchas cosas, Aaron está muerto, maldita sea, yo misma acabé él... Me quedé unos segundos analizando la situación, le miré fijamente entonces, es que era idéntico a Aaron, completamente sería, ya tal vez con algo más de lucidez, porque los recuerdos volvieron rápidos como siempre que querían fastidiarme y sentí de nuevo aquella misma sección cuando me mordió y ese pánico al ver que el revolver no respondía, esa fracción de segundo en la que sabes que todo ha terminado y vas a morir y entonces los gritos y como le golpeé para que no me matase... Joder, era lo más macabro que habría visto en toda mi maldita vida y no deseaba volver a recordarlo, pero era eso o volverme loca.
Aún seguía igual, con una maraña de ideas en mi cabeza para dar con la que era la solución razonable.
-¿Gemelos no?-Pregunté de forma seria, tal vez con algo de ironía... Quise echarme a reir, si, estas cosas solo me pasaban a mi, me giré hacia atrás para apartar la mirada de su cara casi sin saber como actuar, entonces añoré la botella de whisky que rompí hacía unos días por culpa de Anna, necesitaba un maldito trago y lo necesitaba rápido, observé a lo lejos la carretera y apreté los ojos durante unos segundos para volverme hacia él, no iba a desaparecer por más que lo deseara.
-Está muerto, se infectó y lo maté... ¡Eso es todo!-Dije entonces alzando los brazos ligeramente aún con el arma en la mano como si nada.-Él me pidió que lo hiciera...-..."Otra cosa es que lo quisiera", pero me callé, lo bajó que llegó a caer Aaron cuando murió me lo guardaría para mi, entonces tendría que explicar muchas cosas y solo quería largarme.
No memories, no pain, no life...
-Eso me temo...- confirmo como si fuera lo más evidente del mundo en cuanto puntualiza lo de ser gemelos. Entonces se vuelve a ir a sus mundos de Yupi y yo me quedo mirándola con una ceja arqueada. Pagaría lo que fuera por saber lo que está pensando o recordando esa cabecita rubia suya pero supongo que eso es mucho pedir... con algo de suerte terminaré enterándome poco a poco, por ahora no la presionaré demasiado porque tiene pinta de estar a punto de estallar y una tía histérica armada con una escopeta creo que es mucho más peligrosa que una horda de zombies.
Cuando confirma que está muerto y que además ella misma lo liquidó contengo el aliento momentáneamente, observándola con los ojos abiertos de par en par antes de relajar la expresión ignorando su siguiente puntualización porque en realidad se trata de detalles que no me importan. La reacción normal hubiera sido una buena pelea, un intentar vengar a mi gemelo volándole los sesos a la desconocida, pero en lugar de eso sonrío ampliamente -¿Ese puto cobarde te pidió que le mataras? Debió de ser su único momento de inspiración, antes de palmar- comento con evidente desdén para acto seguido abalanzarme hacia ella sólo para levantarla por los aires como si fuera una pluma. La verdad es que no pesa mucho -¡Wuhuuu!- exclamo sonora y animadamente, girando sobre mí mismo antes de volver a dejarla en el suelo -Me casaría contigo pero no tengo mi traje de Elvis por aquí- me río como si me hubieran dado la mejor noticia en mucho tiempo, porque de hecho así es, y entonces doy unas palmadas rítmicas en el capó del coche, un poco aboyado después de mi aparatosa caída.
-Hubiera preferido matarle yo pero no importa, lo que cuenta es que ya no molestará más- suspiro largamente y entonces observo el coche con mayor interés, recorriéndolo hasta llegar a la puerta de copiloto para terminar abriéndola con total libertad, pero sobretodo morro, inclinándome para curiosear el arsenal y otros utensilios que tiene por ahí desparramados la rubia antes de volver a erguirme apoyando los brazos en el techo del Impala. Un coche demasiado bueno como para que perteneciera a Aaron, prefiero que se lo haya apalancado ella incluso sin conocerla -No me has dicho tu nombre, ¿verdad? ¿Y de qué conocías a ese capullo?- no hubiera adivinado que fuera el tipo de chica que podría interesarle a mi hermano pero la verdad es que para ser gemelos apenas nos conocíamos. Ninguno tenía interés en ello, supongo.
Cuando confirma que está muerto y que además ella misma lo liquidó contengo el aliento momentáneamente, observándola con los ojos abiertos de par en par antes de relajar la expresión ignorando su siguiente puntualización porque en realidad se trata de detalles que no me importan. La reacción normal hubiera sido una buena pelea, un intentar vengar a mi gemelo volándole los sesos a la desconocida, pero en lugar de eso sonrío ampliamente -¿Ese puto cobarde te pidió que le mataras? Debió de ser su único momento de inspiración, antes de palmar- comento con evidente desdén para acto seguido abalanzarme hacia ella sólo para levantarla por los aires como si fuera una pluma. La verdad es que no pesa mucho -¡Wuhuuu!- exclamo sonora y animadamente, girando sobre mí mismo antes de volver a dejarla en el suelo -Me casaría contigo pero no tengo mi traje de Elvis por aquí- me río como si me hubieran dado la mejor noticia en mucho tiempo, porque de hecho así es, y entonces doy unas palmadas rítmicas en el capó del coche, un poco aboyado después de mi aparatosa caída.
-Hubiera preferido matarle yo pero no importa, lo que cuenta es que ya no molestará más- suspiro largamente y entonces observo el coche con mayor interés, recorriéndolo hasta llegar a la puerta de copiloto para terminar abriéndola con total libertad, pero sobretodo morro, inclinándome para curiosear el arsenal y otros utensilios que tiene por ahí desparramados la rubia antes de volver a erguirme apoyando los brazos en el techo del Impala. Un coche demasiado bueno como para que perteneciera a Aaron, prefiero que se lo haya apalancado ella incluso sin conocerla -No me has dicho tu nombre, ¿verdad? ¿Y de qué conocías a ese capullo?- no hubiera adivinado que fuera el tipo de chica que podría interesarle a mi hermano pero la verdad es que para ser gemelos apenas nos conocíamos. Ninguno tenía interés en ello, supongo.
Aquello fue demasiado raro, esperé más gritos y tal vez incluso que me devolviera la hostia de antes, pero en vez de eso su reacción fue como si le hubiera dicho que ya no había zombies, demasiado contento, le miré aturdida sin entender y luego comprendí que si nunca había sabido de él sería porque no se llevarían muy bien, típico de Aaron olvidar todo lo que le desagradaba, ¡y con razón!, estaba tan feliz él... Cuando me agarró y me levantó del suelo le miré como si le fuera a matar para intentar soltarme, al dejarme seguía igual de contento. Le miré alzando una ceja completamente seria, podrían llevarse a matar, pero seguía siendo su hermano, ¿no?, ¿ni siquiera algo de pena?.
-¿Qué coño pasó para que te alegres tanto?.-Le pregunté a la vez que me acercaba a él y deforma brusca apartaba las manos del coche, para luego mirar el capó y mirarle a él bastante molesta. -Joder... ¿Qué narices pasa contigo?, estás incluso peor que él...-Le empujé apartándole molesta, la verdad es que me intimidaba un poco, era exactamente igual que Aaron, pude distinguir algunas diferencias entonces, pero seguían siendo sus ojos, la última vez que alguien le hizo algo al coche le di una paliza con mi bate y ahora que esto era más grabe tan solo recibió un empujón...
-Mira lo que has hecho... ¡Chalado!-Le volví a mirar y luego al coche, siempre me había gustado ese coche y tal vez se me hubiera pegado la obsesión de Aaron con él, pasé los dedos por la carrocería y luego le miré a él. -Ya me cargué a uno, no me importaría acabar con la familia entera...-Cerré la puerta una vez que se apartó de ella, joder era hasta más hiperactivo que Aaron.
-Salía con ese capullo.-Recordé que le había llamado cobarde y medio reír de forma sarcástica, si tu supieras lo cobarde que llegó a ser... Luego dudé por un momento en presentarme, no supe por qué, era una gilipollez, así que acabé haciéndolo como si nada mientras colocaba las manos en el marco de la ventanilla que estaba abierta y daba un repaso al interior, todo desordenado, mi vida en un coche, todo estaba allí.-Vanessa.
-¿Qué coño pasó para que te alegres tanto?.-Le pregunté a la vez que me acercaba a él y deforma brusca apartaba las manos del coche, para luego mirar el capó y mirarle a él bastante molesta. -Joder... ¿Qué narices pasa contigo?, estás incluso peor que él...-Le empujé apartándole molesta, la verdad es que me intimidaba un poco, era exactamente igual que Aaron, pude distinguir algunas diferencias entonces, pero seguían siendo sus ojos, la última vez que alguien le hizo algo al coche le di una paliza con mi bate y ahora que esto era más grabe tan solo recibió un empujón...
-Mira lo que has hecho... ¡Chalado!-Le volví a mirar y luego al coche, siempre me había gustado ese coche y tal vez se me hubiera pegado la obsesión de Aaron con él, pasé los dedos por la carrocería y luego le miré a él. -Ya me cargué a uno, no me importaría acabar con la familia entera...-Cerré la puerta una vez que se apartó de ella, joder era hasta más hiperactivo que Aaron.
-Salía con ese capullo.-Recordé que le había llamado cobarde y medio reír de forma sarcástica, si tu supieras lo cobarde que llegó a ser... Luego dudé por un momento en presentarme, no supe por qué, era una gilipollez, así que acabé haciéndolo como si nada mientras colocaba las manos en el marco de la ventanilla que estaba abierta y daba un repaso al interior, todo desordenado, mi vida en un coche, todo estaba allí.-Vanessa.
No memories, no pain, no life...
-¿Te refieres a parte de amargarme la existencia? Aunque admito que de pequeños era diferente pero en fin... si iba a convertirse no quedaban muchas alternativas, ¿no?- y podría ser todo mentira para escudar su propio asesinato pero últimamente nos habíamos odiado tantísimo que no me importa, me limito a creerla porque es lo que quiero hacer. Si hubiera sido mi madre probablemente sí hubiera montado en cólera a pesar de no verla desde hace muchísimos años pero Aaron... Nunca pude perdonarle que no apreciara todo con lo que tuve que cargar para protegerle así que en cierto modo no puedo evitar pensar que se lo merece. Quizá soy demasiado duro pero no puedo evitarlo, es en lo que me he convertido.
Me aparto con las manos en alto en cuanto me empuja sin poder evitar una sonrisilla burlona -Me lo dicen mucho, la verdad. La mayoría están siempre en silencio y cagados de miedo mientras yo voy ahí gritando y destrozando cosas. Supongo que estoy un poco tarado, sí- es la parte más positiva de no tener nada que perder, puedes hacer lo que te dé la gana sin preocuparte y si llega el momento de morir pues que así sea pero ahora me toca a mí disfrutar, por una vez, y no pienso desperdiciar la oportunidad.
-Venga rubia, no te mosquees... que me has caído bien- replico con una un puchero fingido después de su intento de amenaza, que en realidad mucho miedo tampoco es que dé. Lo siento pero es que por mucho que lo intente no creo que la Barbie sea capaz de intimidar ni a una pulga. Apuesto a que podría tumbarla con un estornudo, está en los huesos la pobre, pero eso no quita que sigue teniendo una recortada en las manos. Le da morbo, hay que admitirlo.
Entonces admite que eran pareja y su actitud a la defensiva cobra más sentido, consiguiendo hacerme arquear las cejas durante un segundo -Bueno, bueno... pues lo siento, ¿vale?- no sé como me lo monto pero siempre termino metiendo unas cagadas tan épicas que me sorprendo a mí mismo y pretendo solucionarlo con un simple "lo siento". Dicen que lo que cuenta es la intención, ¿no?
-Vanessa, ¿eh? Conocí a una hace unos años, Vanessa la tigresa. Era bailarina de streptease... creo- entrecierro los ojos intentando recordar mejor pero la verdad es que esa época está bastante difusa en mi mente y tampoco creo que importe así que termino dando una palmada para dejar el tema a un lado -Te invito a un trago, por Aaron. Después puedes irte por donde has venido y olvidarte de que existo- a fin de cuentas, ¿qué posibilidades hay de que volvamos a cruzarnos? Probablemente uno de los dos moriría antes de que eso ocurriera y está claro que mi hiperactividad combinada con los recuerdos que le genero no son precisamente agradables para ella así que tampoco voy a obligarla a quedarse aunque me inspire cierta curiosidad.
-Seré bueno, prometido- añado con convicción, dibujando una de esas sonrisas con las que parece que no haya roto un plato en mi vida. A veces funciona...
Me aparto con las manos en alto en cuanto me empuja sin poder evitar una sonrisilla burlona -Me lo dicen mucho, la verdad. La mayoría están siempre en silencio y cagados de miedo mientras yo voy ahí gritando y destrozando cosas. Supongo que estoy un poco tarado, sí- es la parte más positiva de no tener nada que perder, puedes hacer lo que te dé la gana sin preocuparte y si llega el momento de morir pues que así sea pero ahora me toca a mí disfrutar, por una vez, y no pienso desperdiciar la oportunidad.
-Venga rubia, no te mosquees... que me has caído bien- replico con una un puchero fingido después de su intento de amenaza, que en realidad mucho miedo tampoco es que dé. Lo siento pero es que por mucho que lo intente no creo que la Barbie sea capaz de intimidar ni a una pulga. Apuesto a que podría tumbarla con un estornudo, está en los huesos la pobre, pero eso no quita que sigue teniendo una recortada en las manos. Le da morbo, hay que admitirlo.
Entonces admite que eran pareja y su actitud a la defensiva cobra más sentido, consiguiendo hacerme arquear las cejas durante un segundo -Bueno, bueno... pues lo siento, ¿vale?- no sé como me lo monto pero siempre termino metiendo unas cagadas tan épicas que me sorprendo a mí mismo y pretendo solucionarlo con un simple "lo siento". Dicen que lo que cuenta es la intención, ¿no?
-Vanessa, ¿eh? Conocí a una hace unos años, Vanessa la tigresa. Era bailarina de streptease... creo- entrecierro los ojos intentando recordar mejor pero la verdad es que esa época está bastante difusa en mi mente y tampoco creo que importe así que termino dando una palmada para dejar el tema a un lado -Te invito a un trago, por Aaron. Después puedes irte por donde has venido y olvidarte de que existo- a fin de cuentas, ¿qué posibilidades hay de que volvamos a cruzarnos? Probablemente uno de los dos moriría antes de que eso ocurriera y está claro que mi hiperactividad combinada con los recuerdos que le genero no son precisamente agradables para ella así que tampoco voy a obligarla a quedarse aunque me inspire cierta curiosidad.
-Seré bueno, prometido- añado con convicción, dibujando una de esas sonrisas con las que parece que no haya roto un plato en mi vida. A veces funciona...
- intento de convencer XD:
Si, así era él, cuando algo no le interesaba simplemente se olvidaba de ello o pasaba del tema y si le exigías que hablara de ello podía liarse una buena porque se cabreaba y bastante, de ahí que más de una vez pasáramos semanas sin hacernos ni puñetero caso, porque siempre era así, si uno gritaba el otro tenía que seguirlo aún más alto y como eramos poco testarudos por desgracia... Así que si, entendería que no me hablase nunca de él, tal vez los demás lo sabrían y simplemente no me lo quisieran decir, o tal vez no, el que más probable podría saberlo sería Nico, que siempre creí que habían sido como hermanos, pero a saber que habría sido de él.
-Ya...-Medio reí ligeramente entre divertida e irónica,dandole la razón como a los locos. -Menos lobos caperucita, que seguro no es para tanto.-Comenté sobre lo de que todo el mundo se callaba ante él, si se parecía en algo más a Aaron, podría ser en la parte de exagerar, y es que él exageraba más que hablaba.
-En fin.-Susurro a la vez que coloco las manos sobre el techo del coche y apoyo la barbilla sobre estas para mirar a le lejos, ya era completamente de noche y él... Jared, eso creí que había escuchado tenía razón, no era Aaron, pero si que estaba en mi derecho a cabrearme, pensé mientras miraba de reojo el capó del coche y luego volvía la mirada hacia la entrada del parque, estaba demasiado cansada como para seguir gritando, tal vez si me topaba con Nacho más adelante podría ayudarme con lo del coche, no me había encontrado con él ni con Anna desde que destrocé aquel Ford GT, y habían pasado unos días, por lo que tocaría otro encuentro, era raro cuando no los veía, pero yo sabía que no podían morir, como le dije a Anna una vez, todo los tontos teníamos suerte y nosotros nos pasábamos de idiotas, sobre todo cuando había alcohol de por medio.
-Da igual, si te soy sincera nunca hasta ahora he estado mejor...-Egoísta, si, pero si comparaba antes con ahora sentía que antes algo me consumía y era como si Aaron fuera una maldita garrapata, no podía estar con nadie, ni él ni yo, de todas formas él ya me había demostrado lo que le importaba y nada mejor que al final de su vida, por lo que creo que tenía todo el derecho del mundo a cabrearme con él.
Me volví hacia Jared a la vez que me apoyaba sobre el coche y me cruzaba de brazos. Medio sonrío curvando los labios al escucharle.
-Yo conocía a un Jared, era un completo gilipollas... Y bastante calzonazos.-Añado a la vez que ruedo los ojos, recordando a aquel chico, era pequeña pero que mal me caía... Luego vuelvo a mirarle a él.
-Vale.-Dije sin más viendo como sonreía, al verlo no pude evitar soltar una mueca un tanto de extraño por aquella expresión y me giré para sacar del coche mi vieja chaqueta cuero negra, empezaba ha hacer frío, no tenía nada mejor que hacer y no iba a rechazar un trago ni loca. Mientras me ponía la chaqueta me fijé mejor en él, tratando de ser disimulada, o al menos de intentarlo, trataba de localizar las diferencias entre él y Aaron.-Y... ¿Que estás haciendo aquí?, si puedo preguntar.-Comenté de forma distraída mientras me recogía luego el pelo, dejando antes la recortada sobre el techo del coche.
-Ya...-Medio reí ligeramente entre divertida e irónica,dandole la razón como a los locos. -Menos lobos caperucita, que seguro no es para tanto.-Comenté sobre lo de que todo el mundo se callaba ante él, si se parecía en algo más a Aaron, podría ser en la parte de exagerar, y es que él exageraba más que hablaba.
-En fin.-Susurro a la vez que coloco las manos sobre el techo del coche y apoyo la barbilla sobre estas para mirar a le lejos, ya era completamente de noche y él... Jared, eso creí que había escuchado tenía razón, no era Aaron, pero si que estaba en mi derecho a cabrearme, pensé mientras miraba de reojo el capó del coche y luego volvía la mirada hacia la entrada del parque, estaba demasiado cansada como para seguir gritando, tal vez si me topaba con Nacho más adelante podría ayudarme con lo del coche, no me había encontrado con él ni con Anna desde que destrocé aquel Ford GT, y habían pasado unos días, por lo que tocaría otro encuentro, era raro cuando no los veía, pero yo sabía que no podían morir, como le dije a Anna una vez, todo los tontos teníamos suerte y nosotros nos pasábamos de idiotas, sobre todo cuando había alcohol de por medio.
-Da igual, si te soy sincera nunca hasta ahora he estado mejor...-Egoísta, si, pero si comparaba antes con ahora sentía que antes algo me consumía y era como si Aaron fuera una maldita garrapata, no podía estar con nadie, ni él ni yo, de todas formas él ya me había demostrado lo que le importaba y nada mejor que al final de su vida, por lo que creo que tenía todo el derecho del mundo a cabrearme con él.
Me volví hacia Jared a la vez que me apoyaba sobre el coche y me cruzaba de brazos. Medio sonrío curvando los labios al escucharle.
-Yo conocía a un Jared, era un completo gilipollas... Y bastante calzonazos.-Añado a la vez que ruedo los ojos, recordando a aquel chico, era pequeña pero que mal me caía... Luego vuelvo a mirarle a él.
-Vale.-Dije sin más viendo como sonreía, al verlo no pude evitar soltar una mueca un tanto de extraño por aquella expresión y me giré para sacar del coche mi vieja chaqueta cuero negra, empezaba ha hacer frío, no tenía nada mejor que hacer y no iba a rechazar un trago ni loca. Mientras me ponía la chaqueta me fijé mejor en él, tratando de ser disimulada, o al menos de intentarlo, trataba de localizar las diferencias entre él y Aaron.-Y... ¿Que estás haciendo aquí?, si puedo preguntar.-Comenté de forma distraída mientras me recogía luego el pelo, dejando antes la recortada sobre el techo del coche.
No memories, no pain, no life...
-¿En serio? Creía que no escucharía a nadie más decir eso, por eso suelen pensar que estoy chiflado, pero yo también estoy mejor ahora... Los últimos años fueron pasables pero no se puede comparar con la libertad de hacer lo que te sale de las pelotas sin tener que preocuparte por nada más, ¿verdad? A veces terminas en líos hasta el culo pero aplastar cabezas de zombies a mí no me parece un deporte tan malo...- opino suspirando y dejando caer la cabeza hacia atrás al darme cuenta de que ya me estoy enrollando más de lo necesario. Tiendo a ser bastante bocazas, será porque no tengo demasiadas charlas con gente así que cuando encuentro a alguien que no quiere volarme los sesos lo suelto todo sin pensar demasiado.
-Pff.... entonces no se parecía a mí- replico ante la mención a ese muermo de Jared, sonriendo de forma traviesa aunque enseguida contengo esa reacción porque parece que no le gustan mis sonrisas. ¿Tendré restos de comida en los dientes o qué? Bah, da igual, si salía con Aaron muy normalita tampoco podía ser así que no le doy demasiadas vueltas y en cuanto acepta empiezo a caminar -La bebida está en mi coche, lo aparqué cerca de aquí- le aclaro mientras se pone la chaqueta y me mira de la misma forma que los instructores del correccional cuando sospechaban de mí. La diferencia es que en este caso me importa un huevo porque no puede cachearme y si lo intenta... evidentemente me dejo.
-Nada. No hago nada, eso es lo mejor de todo. Bueno he saqueado algunos puestecillos y he hecho el gilipollas un rato por las atracciones pero básicamente distraerme y encontrar un sitio para pasar la noche. Tienen un prefabricado con una cocina bastante grande, me quedaré ahí- me encojo de hombros antes de meterme las manos en los bolsillos de la chaqueta y a pocos metros de distancia, justo detrás de los autos de choque, encontramos mi todoterreno -Puedes quedarte, si quieres, o buscas otro sitio. Tú misma- se lo propongo porque no creo que sea seguro dormirse en el coche o seguir conduciendo de noche pero evidentemente ella sabrá.
Entonces abro el maletero del coche y entre un montón de mierda dispersa y desordenada consigo desenterrar una botella de vodka medio llena. No es del mejorcito pero tampoco sabe a meado de gato así que no está mal -Espera...- sigo rebuscando hasta dar con un viejo vaso de plástico y tras limpiarlo toscamente con la camiseta, lo cuál no sé si habrá sido contraproducente, lo lleno hasta la mitad y se lo tiendo a Nessa. Paso de compartir botella sin conocerla de nada, que a veces hasta soy precavido, cuando me acuerdo -¡Por el gilipollas de mi hermano! Para que no vuelva a levantarse...- levanto la botella a modo de brindis y acto seguido bebo de ella largamente, emitiendo un jadeo al finalizar -He recorrido gran parte del parque y no hay muchos Podridos, creo que esto estaba cerrado cuando todo empezó así que no deberían causar problemas- decido aclarárselo antes de que se me olvide porque tiendo a abstraerme fácilmente.
-Pff.... entonces no se parecía a mí- replico ante la mención a ese muermo de Jared, sonriendo de forma traviesa aunque enseguida contengo esa reacción porque parece que no le gustan mis sonrisas. ¿Tendré restos de comida en los dientes o qué? Bah, da igual, si salía con Aaron muy normalita tampoco podía ser así que no le doy demasiadas vueltas y en cuanto acepta empiezo a caminar -La bebida está en mi coche, lo aparqué cerca de aquí- le aclaro mientras se pone la chaqueta y me mira de la misma forma que los instructores del correccional cuando sospechaban de mí. La diferencia es que en este caso me importa un huevo porque no puede cachearme y si lo intenta... evidentemente me dejo.
-Nada. No hago nada, eso es lo mejor de todo. Bueno he saqueado algunos puestecillos y he hecho el gilipollas un rato por las atracciones pero básicamente distraerme y encontrar un sitio para pasar la noche. Tienen un prefabricado con una cocina bastante grande, me quedaré ahí- me encojo de hombros antes de meterme las manos en los bolsillos de la chaqueta y a pocos metros de distancia, justo detrás de los autos de choque, encontramos mi todoterreno -Puedes quedarte, si quieres, o buscas otro sitio. Tú misma- se lo propongo porque no creo que sea seguro dormirse en el coche o seguir conduciendo de noche pero evidentemente ella sabrá.
Entonces abro el maletero del coche y entre un montón de mierda dispersa y desordenada consigo desenterrar una botella de vodka medio llena. No es del mejorcito pero tampoco sabe a meado de gato así que no está mal -Espera...- sigo rebuscando hasta dar con un viejo vaso de plástico y tras limpiarlo toscamente con la camiseta, lo cuál no sé si habrá sido contraproducente, lo lleno hasta la mitad y se lo tiendo a Nessa. Paso de compartir botella sin conocerla de nada, que a veces hasta soy precavido, cuando me acuerdo -¡Por el gilipollas de mi hermano! Para que no vuelva a levantarse...- levanto la botella a modo de brindis y acto seguido bebo de ella largamente, emitiendo un jadeo al finalizar -He recorrido gran parte del parque y no hay muchos Podridos, creo que esto estaba cerrado cuando todo empezó así que no deberían causar problemas- decido aclarárselo antes de que se me olvide porque tiendo a abstraerme fácilmente.
- aclaración:
Me parece que no lo entendiste. Jared se refería a que todo el mundo suele estar callado y cagado de miedo por la situación en general, no por él xD-Menos lobos caperucita, que seguro no es para tanto.-
Diferencia básica con Aaron 1: Tatuaje en su mano izquierda y dilataciones en las orejas. Si se quita la chaqueta ya verás el resto xD
-Excepto por el hecho de acabar convertidos en la cena de un par de descerebrados... Si lo demás se podría decir que está muy bien.-Dije dándole razón y recordando que antes, a parte de las fiestas, las bromas y lo altercados con la policía, todo era muy tranquilo, me pasaba el tiempo libre estudiando o tocando la guitarra, lo bueno de ahora es que podía hacer lo que quisiera y cuando quisiera, si, jamás habría podido hacer todo lo que había hecho en los últimos meses, el ocio era algo que sobraba en estos días si tenías un poco de cuidado con lo demás.
Ya me había recogido el pelo y había cogido de nuevo la recortada, asentí a lo que dijo sobre la bebida y le seguí mientras metía una mano en mi bolsillo y en la derecha llevaba el arma con tranquilidad, ya que se ha girado le sigo fijándome mejor en las diferencias, Aaron solía llevar el pelo un poco más largo, aunque depende de como le diera era bastante dejado, si le daba se lo cortaba y si no igual, pude distinguir unos dilatadores en las orejas y nada más, ya que entre la oscuridad y que está de espaldas, no logro ver más. Le alcanzo y finalmente llegamos hasta el coche, al parecer lleva bastante tiempo por esta zona, normalmente suelo hablar más con la gente, pero ahora me costaba hacerlo así que apenas digo nada, cuando me dice que me puedo quedar asiento.
-Quiero pasar la noche en alguna parte, llevo toda la semana sin pegar ojo apenas, así que dudo que vaya a seguir conduciendo... Tenía pensado pasar la noche aquí.-Comento ya más tranquila mientras él abre la puerta del maletero de un todoterreno y yo me fijo en otro detalle, un tatuaje en una de sus manos,su coche está al igual que el mío hecho un desastre con cosas amontonadas por todas partes, miro como limpia un vaso y medio río en silencio para luego cogerlo cuando lo llena de vodka, alzo mi vaso junto a él haciendo una mueca divertida, claro que podía odiar a Aaron, había querido matarme. Y entonces me bebo el vaso de un golpe sintiendo en mi boca y garganta como el alcohol baja y con él ese ardor que hace que entre en calor, muerdo ligeramente mis labios y luego abro un poco la boca a la vez que cierro los ojos, estaba fuerte pero nada lo de siempre, y como siempre lo aguanto.
Entonces recuerdo una cosa, yo había pensado en lo mismo justo cuando entré, al parecer era cierto y había pensado en que cuando entrase cerraría las puertas pero con todo aquel lío se me olvidó hacerlo.
-¡Las puertas!, no las cerré al entrar... -Entorné los ojos a la vez que movía la cabeza, se me había olvidado por completo.-Lo iba ha hacer hasta que Spiderman me cayó del cielo...-Comenté mirándole con una sonrisa, irónica mientras que me giraba hacia la entrada y mordía ligeramente el borde del vaso, no se veía nada, pero sería mejor ir y asegurarse.
Ya me había recogido el pelo y había cogido de nuevo la recortada, asentí a lo que dijo sobre la bebida y le seguí mientras metía una mano en mi bolsillo y en la derecha llevaba el arma con tranquilidad, ya que se ha girado le sigo fijándome mejor en las diferencias, Aaron solía llevar el pelo un poco más largo, aunque depende de como le diera era bastante dejado, si le daba se lo cortaba y si no igual, pude distinguir unos dilatadores en las orejas y nada más, ya que entre la oscuridad y que está de espaldas, no logro ver más. Le alcanzo y finalmente llegamos hasta el coche, al parecer lleva bastante tiempo por esta zona, normalmente suelo hablar más con la gente, pero ahora me costaba hacerlo así que apenas digo nada, cuando me dice que me puedo quedar asiento.
-Quiero pasar la noche en alguna parte, llevo toda la semana sin pegar ojo apenas, así que dudo que vaya a seguir conduciendo... Tenía pensado pasar la noche aquí.-Comento ya más tranquila mientras él abre la puerta del maletero de un todoterreno y yo me fijo en otro detalle, un tatuaje en una de sus manos,su coche está al igual que el mío hecho un desastre con cosas amontonadas por todas partes, miro como limpia un vaso y medio río en silencio para luego cogerlo cuando lo llena de vodka, alzo mi vaso junto a él haciendo una mueca divertida, claro que podía odiar a Aaron, había querido matarme. Y entonces me bebo el vaso de un golpe sintiendo en mi boca y garganta como el alcohol baja y con él ese ardor que hace que entre en calor, muerdo ligeramente mis labios y luego abro un poco la boca a la vez que cierro los ojos, estaba fuerte pero nada lo de siempre, y como siempre lo aguanto.
Entonces recuerdo una cosa, yo había pensado en lo mismo justo cuando entré, al parecer era cierto y había pensado en que cuando entrase cerraría las puertas pero con todo aquel lío se me olvidó hacerlo.
-¡Las puertas!, no las cerré al entrar... -Entorné los ojos a la vez que movía la cabeza, se me había olvidado por completo.-Lo iba ha hacer hasta que Spiderman me cayó del cielo...-Comenté mirándole con una sonrisa, irónica mientras que me giraba hacia la entrada y mordía ligeramente el borde del vaso, no se veía nada, pero sería mejor ir y asegurarse.
- Off:
- Ok, me lié >.< Supongo que ya da igual...
Y gracias por la aclaración!
No memories, no pain, no life...
Me siento un poco sorprendido por el hecho de que lleve una semana entera sin pegar ojo. En teoría es lo normal si se está solo y sin nadie que te cubra las espaldas pero yo no podría sobrevivir de esa forma, estaría tan sopa que me morderían a la menor oportunidad y eso no me apetece -Tienes que descansar más o perderás demasiadas facultades... en fin- no insisto en ello porque tampoco es que sea su padre o su hermano para ir dando consejos ni nada remotamente parecido así que vuelvo a beber de la botella mientras ella termina su dosis de un solo trago, lo cuál deja claro que está acostumbrada a beber. ¿Pero quién no lo está hoy en día? Dudo que haya muchos supervivientes por ahí que se resistan a ahogar sus penas en un vaso de alcohol en cuanto se les presenta la ocasión.
-Pues bienvenida a mi reino. No puedo servirte una cena de lujo pero creo que tengo panchitos o algo parecido por ahí- comento riendo entre dientes en cuanto opta por quedarse, tras lo cuál me muestro dispuesto a rellenar su vaso hasta que menciona las puertas y me freno en seco, arqueando ambas cejas y optando por dejar la bebida para más tarde, guardándolo todo de nuevo en el maletero y cerrándolo con un golpe.
-Puto Spiderman... a mí siempre me ha gustado más Batman- opino burlonamente tras la clara alusión a mi aparatoso aterrizaje -Será mejor que comprobemos la entrada y la cerremos del todo, después te llevo a ese comedor- cierro con llave el todoterreno por si acaso, hay supervivientes demasiado listo que pueden observarte en cualquier momento, y después de hacerme con una linterna volvemos hasta el Impala para pasarlo de largo hasta aproximarnos a la entrada en cuestión. Como era de esperar algunos de esos cabrones ya se han colado dentro pero tampoco demasiados, por suerte. Unos seis o siete, más o menos. Hacen bastante bulto y enseguida que nos ven los más cercanos aceleran su torpe andar estirando los brazos hacia nosotros con desesperación.
-Están más flacos que tú, que ya es decir- le doy un pequeño codazo a Nessa, como si hubiera dicho el chiste del año o algo por el estilo, y después miro alrededor con insistencia para terminar corriendo hasta una vieja y diminuta caseta cerca de nuestra posición en la que anteriormente debían encargarse de accionar y controlar la atracción que había justo delante. Le pego un codazo a la ventanilla haciendo estallar los cristales y algunos de los Podridos ya se desvían hacia mi posición por estar siendo un tanto escandaloso. Introduzco el brazo por la ventana rota, abro la puerta y entonces me pongo a mirar la cantidad de botoncitos y palanquitas de esa cosa un tanto aturdido pero termino ignorándolo y me agacho para mirar debajo del panel, arrastrando una caja de herramientas de la cuál me quedo un martillo que parece relativamente resistente y contundente. Sería mejor algo que requiriese menos cercanía pero seguro que me apaño.
Me dispongo a salir pero para entonces ya tengo a uno de esos apestoso aguardando en la puerta así que doy un pequeño respingo -Woho, se ha equivocado de cabaña, la de los besos está a la izquierda- comento antes de apretar la mandíbula para propinarle un martillazo en la sien lo suficientemente brutal como para que se oiga un sonoro crujido que deja incrustada la herramienta en su cabeza y su cuerpo tendido en el suelo.
-Pues bienvenida a mi reino. No puedo servirte una cena de lujo pero creo que tengo panchitos o algo parecido por ahí- comento riendo entre dientes en cuanto opta por quedarse, tras lo cuál me muestro dispuesto a rellenar su vaso hasta que menciona las puertas y me freno en seco, arqueando ambas cejas y optando por dejar la bebida para más tarde, guardándolo todo de nuevo en el maletero y cerrándolo con un golpe.
-Puto Spiderman... a mí siempre me ha gustado más Batman- opino burlonamente tras la clara alusión a mi aparatoso aterrizaje -Será mejor que comprobemos la entrada y la cerremos del todo, después te llevo a ese comedor- cierro con llave el todoterreno por si acaso, hay supervivientes demasiado listo que pueden observarte en cualquier momento, y después de hacerme con una linterna volvemos hasta el Impala para pasarlo de largo hasta aproximarnos a la entrada en cuestión. Como era de esperar algunos de esos cabrones ya se han colado dentro pero tampoco demasiados, por suerte. Unos seis o siete, más o menos. Hacen bastante bulto y enseguida que nos ven los más cercanos aceleran su torpe andar estirando los brazos hacia nosotros con desesperación.
-Están más flacos que tú, que ya es decir- le doy un pequeño codazo a Nessa, como si hubiera dicho el chiste del año o algo por el estilo, y después miro alrededor con insistencia para terminar corriendo hasta una vieja y diminuta caseta cerca de nuestra posición en la que anteriormente debían encargarse de accionar y controlar la atracción que había justo delante. Le pego un codazo a la ventanilla haciendo estallar los cristales y algunos de los Podridos ya se desvían hacia mi posición por estar siendo un tanto escandaloso. Introduzco el brazo por la ventana rota, abro la puerta y entonces me pongo a mirar la cantidad de botoncitos y palanquitas de esa cosa un tanto aturdido pero termino ignorándolo y me agacho para mirar debajo del panel, arrastrando una caja de herramientas de la cuál me quedo un martillo que parece relativamente resistente y contundente. Sería mejor algo que requiriese menos cercanía pero seguro que me apaño.
Me dispongo a salir pero para entonces ya tengo a uno de esos apestoso aguardando en la puerta así que doy un pequeño respingo -Woho, se ha equivocado de cabaña, la de los besos está a la izquierda- comento antes de apretar la mandíbula para propinarle un martillazo en la sien lo suficientemente brutal como para que se oiga un sonoro crujido que deja incrustada la herramienta en su cabeza y su cuerpo tendido en el suelo.
- OFF:
- Supongo que no puedo usar ninguna arma hasta que aparezcan en mi inventario así que improviso e.e
En realidad si que había dormido, poco, me pasaba casi todas las noches en vela a causa de cualquier posible intruso en los agujeros que me metía, había semanas y semanas, en algunas ocasiones encontraba un buen lugar y me podía tirar un día entero durmiendo como si estuviera en hibernación... Tenía unos horarios de los más extraños últimamente, pero si, debía dormir porque acabaría siendo un zombie en vida, lo cual sería gracioso. Le miro asintiendo a lo que dice, como una cría dándole a su padre la razón como a los locos, aunque la tuviera.
-Me conformo con eso.-Comenté mientras me giraba hacia él aún con el vaso en la mano, dejé de mordisquear el borde y le miré alzando una ceja ligeramente divertida por su comentario.-A mi el Joker...-Le contesto en el mismo tono burlón mientras que voy hacia la dirección del Impala con el vaso aún en la mano, tras haber bebido yo no se lo iba a devolver, por si acaso...
Ambos llegamos a la entrada pasando del coche, habían entrado varios, los miro desde lo lejos como van moviéndose de aquella forma torpe, alzo las cejas, aún sigo mordiendo el vaso sujetándolo con los dientes y las manos en los bolsillos, escucho lo que Jared dice y como seguidamente me da un pequeño codazo, le miro después rodando los ojos y dándole un empujón con mi mano derecha, con la otra cojo el vaso mientras que él se va a una caseta y yo a mi coche, abro la puerta mirando como varios me han visto y se acercan, tiro el vaso por ahí en el asiento trasero a la vez que me tropiezo cayendo en el interior del coche y maldiciendo porque no podía ver nada consigo dar con mis katanas, tendría que ordenar aquello, si, pero del dicho al hecho había un trecho... Eran pocos, si, pero no sabía si hacer ruido sería lo más indicado teniendo en cuenta que no me quería largar aún de allí... Me giro quedando tumbada sobre el asiento y la cantidad de cosas que tengo acumuladas en él a la vez que siento como algo se agarra a mi pierna y tiro viendo a un muerto extrañamente obsesionado con mi pie, le doy varias patadas hasta que cae al suelo y salgo impulsándome hacia afuera y dejándome caer sobre él empuño la katana con ambas manos para clavar la hoja en la cuenca de su ojo derecho hundiéndola hasta que se deja de mover, medio sonrío satisfecha, pero la sonrisa no dura mucho, justo cuando recuerdo que me perseguían dos y no uno, justo cuando el segundo sale de la nada y se lanza a por mi haciendo que cayese hacia un lado.
-¡Pero será posible!-No puedo evitar gritarlo mientras que trato de agarrar por los hombros al bicho para separar su boca de mi cuello y que no me muerda, sus gruñidos desesperados me impacientan a la vez que miro hacia mi alrededor y luego a él entrecerrando los ojos ligeramente asqueada ante la visión de su rostro y luego completamente asqueada cuando me echa todo el aliento en plena cara.-¡Joder tío!-Aprieto los dientes con fuerza cuando noto las uñas en mi cuello y saco las fuerzas de donde no las tengo para lanzarlo hacia otro lado y levantarme corriendo para recuperar la katana de la forma más tonta y torpe que puedo, la cojo y corro al rededor del coche para alejarme de él.
-Venga va...-Lo miro desde el otro lado del coche medio riendo y saltando como si estuviera en un ring de boxeo a la vez que me giro con lentitud, como la típica gilipollas de las películas de terror y ver que los otros cuatro estaban a penas a unos metros de mi, abro los ojos de par en par y corro hacia la coche abriendo la puerta trasera entrando y arrastrándome por el asiento hacia la otra puerta que estaba abierta viendo al otro que se quería meter al verme entrar, alzo la katana y la clavo en su boca que no paraba de abrirla, me impulso hacia adelante y lo agarro por el hombro para mover la hoja hacia arriba y así hundirla en el cerebro, definitivamente muere.-Por bocazas...-Pero los otros cuatro idiotas ya se habían dado cuenta de que en vez de golpear la puerta tan solo tenían que girar al rededor del coche para llegar hasta mi, muevo la cabeza de forma cansada y cojo la otra katana para entonces salir del coche cerrar la puerta y mirar como se iban acercando.
-¡Pero que pesados sois coño!-Se acercan peligrosamente, sería complicado hacer algo en aquel hueco por lo que echo a correr esquivándolos torpemente y sigo la dirección en la que había dejado a Jared, cuando llego resbalo y caigo al suelo de rodillas casi a sus pies.-Ay la hostia...-Susurro mientras respiro algo tras la carrera que me había pegado, miro en mi bota la palanca de hierro, que siempre la llevaba ahí y la cojo para dejársela, pegandola a su cuerpo de forma brusca mientras que me levanto ya tomándomelo con más calma mientras que escuchaba las voces cada vez más cercanas.
Los miro, miro a Jared, los vuelvo a mirar, no sé por qué pero me lo he pensado mejor, le quito la palanca y le doy las dos katanas.
-Yo... Como que voy a cerrar la puerta, ¡Ánimo Batman!-Digo señalando la puerta mientras asiento, alzo mis manos dándole fuerzas y me largo en la dirección que es, ¿cobarde?, vale, si mucho, pero no podía con mi alma, cuando durmiera algo más, ya hablaríamos, no me gustaba dejar mis armas a gente que apenas conocía y mucho menos las katanas, pero con tal de salir de ahí le daba hasta las llaves del impala.
-Me conformo con eso.-Comenté mientras me giraba hacia él aún con el vaso en la mano, dejé de mordisquear el borde y le miré alzando una ceja ligeramente divertida por su comentario.-A mi el Joker...-Le contesto en el mismo tono burlón mientras que voy hacia la dirección del Impala con el vaso aún en la mano, tras haber bebido yo no se lo iba a devolver, por si acaso...
Ambos llegamos a la entrada pasando del coche, habían entrado varios, los miro desde lo lejos como van moviéndose de aquella forma torpe, alzo las cejas, aún sigo mordiendo el vaso sujetándolo con los dientes y las manos en los bolsillos, escucho lo que Jared dice y como seguidamente me da un pequeño codazo, le miro después rodando los ojos y dándole un empujón con mi mano derecha, con la otra cojo el vaso mientras que él se va a una caseta y yo a mi coche, abro la puerta mirando como varios me han visto y se acercan, tiro el vaso por ahí en el asiento trasero a la vez que me tropiezo cayendo en el interior del coche y maldiciendo porque no podía ver nada consigo dar con mis katanas, tendría que ordenar aquello, si, pero del dicho al hecho había un trecho... Eran pocos, si, pero no sabía si hacer ruido sería lo más indicado teniendo en cuenta que no me quería largar aún de allí... Me giro quedando tumbada sobre el asiento y la cantidad de cosas que tengo acumuladas en él a la vez que siento como algo se agarra a mi pierna y tiro viendo a un muerto extrañamente obsesionado con mi pie, le doy varias patadas hasta que cae al suelo y salgo impulsándome hacia afuera y dejándome caer sobre él empuño la katana con ambas manos para clavar la hoja en la cuenca de su ojo derecho hundiéndola hasta que se deja de mover, medio sonrío satisfecha, pero la sonrisa no dura mucho, justo cuando recuerdo que me perseguían dos y no uno, justo cuando el segundo sale de la nada y se lanza a por mi haciendo que cayese hacia un lado.
-¡Pero será posible!-No puedo evitar gritarlo mientras que trato de agarrar por los hombros al bicho para separar su boca de mi cuello y que no me muerda, sus gruñidos desesperados me impacientan a la vez que miro hacia mi alrededor y luego a él entrecerrando los ojos ligeramente asqueada ante la visión de su rostro y luego completamente asqueada cuando me echa todo el aliento en plena cara.-¡Joder tío!-Aprieto los dientes con fuerza cuando noto las uñas en mi cuello y saco las fuerzas de donde no las tengo para lanzarlo hacia otro lado y levantarme corriendo para recuperar la katana de la forma más tonta y torpe que puedo, la cojo y corro al rededor del coche para alejarme de él.
-Venga va...-Lo miro desde el otro lado del coche medio riendo y saltando como si estuviera en un ring de boxeo a la vez que me giro con lentitud, como la típica gilipollas de las películas de terror y ver que los otros cuatro estaban a penas a unos metros de mi, abro los ojos de par en par y corro hacia la coche abriendo la puerta trasera entrando y arrastrándome por el asiento hacia la otra puerta que estaba abierta viendo al otro que se quería meter al verme entrar, alzo la katana y la clavo en su boca que no paraba de abrirla, me impulso hacia adelante y lo agarro por el hombro para mover la hoja hacia arriba y así hundirla en el cerebro, definitivamente muere.-Por bocazas...-Pero los otros cuatro idiotas ya se habían dado cuenta de que en vez de golpear la puerta tan solo tenían que girar al rededor del coche para llegar hasta mi, muevo la cabeza de forma cansada y cojo la otra katana para entonces salir del coche cerrar la puerta y mirar como se iban acercando.
-¡Pero que pesados sois coño!-Se acercan peligrosamente, sería complicado hacer algo en aquel hueco por lo que echo a correr esquivándolos torpemente y sigo la dirección en la que había dejado a Jared, cuando llego resbalo y caigo al suelo de rodillas casi a sus pies.-Ay la hostia...-Susurro mientras respiro algo tras la carrera que me había pegado, miro en mi bota la palanca de hierro, que siempre la llevaba ahí y la cojo para dejársela, pegandola a su cuerpo de forma brusca mientras que me levanto ya tomándomelo con más calma mientras que escuchaba las voces cada vez más cercanas.
Los miro, miro a Jared, los vuelvo a mirar, no sé por qué pero me lo he pensado mejor, le quito la palanca y le doy las dos katanas.
-Yo... Como que voy a cerrar la puerta, ¡Ánimo Batman!-Digo señalando la puerta mientras asiento, alzo mis manos dándole fuerzas y me largo en la dirección que es, ¿cobarde?, vale, si mucho, pero no podía con mi alma, cuando durmiera algo más, ya hablaríamos, no me gustaba dejar mis armas a gente que apenas conocía y mucho menos las katanas, pero con tal de salir de ahí le daba hasta las llaves del impala.
- Off:
- En realidad creo que si puedes utilizarlas, si, pero ahora tendrás que encontrarlas, de todas formas te he dejado eso... XD ¡Suerte!
PD: No he utilizado las armas de fuego, porque se supone que si hacemos ruido vendrán más y bla bla bla...
No memories, no pain, no life...
Oigo algo de jaleo fuera mientras me dedico a abatir al primer zombie con el martillo así que procuro salir lo antes posible de esa tosca caseta porque intuyo que Nessa se está peleando con otros cuantos. Teniendo en cuenta su arsenal y hasta donde ha llegado intuyo que sabe defenderse perfectamente solita pero aún así eran bastante, parecía algo cansada, está flacucha... y joder, no me lo quiero perder. Para mí ver una tía rompiendo y cortando cabezas es como verla metida en una pelea de barro, algo parecido.
Por desgracia no llego a tiempo de ver el espectáculo, una vez fuera me topo con Nessa viniendo hacia mí pero justo antes de alcanzarme se resbala hasta caer al suelo de rodillas -Luego si quieres continuamos con esto, ¿eh?- debería callarme la bocaza pero es imposible teniéndola en esa posición justo delante de mí -¿Estás bien?- a pesar de todo le tiendo una mano para ayudarla a levantarse, recibiendo repentinamente una palanca por su parte así que río por lo bajo y la sujeto con fuerza antes de girarme hacia los zombies que quedan, concretamente cuatro. Alguno está medio "encallado" por el Impala, como si necesitara instrucciones para rodearlo, pero en términos generales ya se acercan.
-¡Eh!, ¡lo que se da no se quita!- protesto cuando repentinamente la palanca desaparece de mis manos pero en cuanto es substituida por esas espadas samurais se me ilumina la cara y la sonrisa como a un crío la mañana de Navidad. Me cago en la puta esta rubia es mejor que Santa Claus, ¡y encima está buena! -Y tú ten cuidado, Catwoman- respondo mientras la veo alejándose, asegurándome de que ninguno de esos podridos decide seguirla. Por eso cuando el que estaba en el coche decide hacer precisamente eso, aunque a paso lento, opto por correr hacia él rodeando e ignorando al resto. Está solo y despistado así que en ese caso resulta muy fácil hundir una de las espadas en su cogote dejando que salga por uno de sus ojos.
El cuerpo cae a mis pies y yo sonrío complacido, un tanto macabro supongo -Esto es mejor que Kill Bill- comento para mí mismo mientras sacudo un poco la katana para que la sangre salpique el suelo. Acto seguido adopto una posición un poco rara, con una de las espadas en alto y la otra detrás de mi espalda. En cuanto el resto de Podridos están a mi altura le corto la cabeza al primero, hay que admitir que estas hojas están afiladas que te cagas, y tras finalizar el movimiento el arma que estaba en mi espalda tiene el ángulo perfecto para repetir el gesto en dirección contraria.
Para entonces ya sólo queda uno de ellos, lo malo es que está muy cerca de mi posición y por tanto consigue alcanzarme pero cuando sus manos ya se sujetan a mis hombros le doy una brutal patada en el estómago que le tira de bruces al suelo -¿Sois como de mantequilla, o qué?- a veces hasta parece demasiado fácil, si se dispone del armamento adecuado, pero probablemente sin las espadas de Nessa hubiera sido todo mucho más complicado. El zombie estira nuevamente el brazo para agarrarme el tobillo pero yo me limito a escupirle antes de descargar ambas espadas en la zona de su cuello, separándolo del resto de su cuerpo y quedándome con una rodilla en el suelo.
Ahí rodeado de sangre y cuerpos mutilados siento la clara tentación de agenciarme con una de las preciosas katanas que tengo entre las manos, no todos los días se encuentran espadas tan magníficas, pero se supone que vamos a pasar la noche aquí los dos y en el fondo supongo que soy un blando de mierda así que me resigno y vuelvo a levantarme mirando alrededor para ver si hay rastro de Nessa. Debería volver ya... si no me tocará ir a buscarla y hacerle de niñero -¿Nessie....?- pregunto con cierto tono infantil de burla. En cualquier momento terminará volándome la cabeza, lo sé.
Por desgracia no llego a tiempo de ver el espectáculo, una vez fuera me topo con Nessa viniendo hacia mí pero justo antes de alcanzarme se resbala hasta caer al suelo de rodillas -Luego si quieres continuamos con esto, ¿eh?- debería callarme la bocaza pero es imposible teniéndola en esa posición justo delante de mí -¿Estás bien?- a pesar de todo le tiendo una mano para ayudarla a levantarse, recibiendo repentinamente una palanca por su parte así que río por lo bajo y la sujeto con fuerza antes de girarme hacia los zombies que quedan, concretamente cuatro. Alguno está medio "encallado" por el Impala, como si necesitara instrucciones para rodearlo, pero en términos generales ya se acercan.
-¡Eh!, ¡lo que se da no se quita!- protesto cuando repentinamente la palanca desaparece de mis manos pero en cuanto es substituida por esas espadas samurais se me ilumina la cara y la sonrisa como a un crío la mañana de Navidad. Me cago en la puta esta rubia es mejor que Santa Claus, ¡y encima está buena! -Y tú ten cuidado, Catwoman- respondo mientras la veo alejándose, asegurándome de que ninguno de esos podridos decide seguirla. Por eso cuando el que estaba en el coche decide hacer precisamente eso, aunque a paso lento, opto por correr hacia él rodeando e ignorando al resto. Está solo y despistado así que en ese caso resulta muy fácil hundir una de las espadas en su cogote dejando que salga por uno de sus ojos.
El cuerpo cae a mis pies y yo sonrío complacido, un tanto macabro supongo -Esto es mejor que Kill Bill- comento para mí mismo mientras sacudo un poco la katana para que la sangre salpique el suelo. Acto seguido adopto una posición un poco rara, con una de las espadas en alto y la otra detrás de mi espalda. En cuanto el resto de Podridos están a mi altura le corto la cabeza al primero, hay que admitir que estas hojas están afiladas que te cagas, y tras finalizar el movimiento el arma que estaba en mi espalda tiene el ángulo perfecto para repetir el gesto en dirección contraria.
Para entonces ya sólo queda uno de ellos, lo malo es que está muy cerca de mi posición y por tanto consigue alcanzarme pero cuando sus manos ya se sujetan a mis hombros le doy una brutal patada en el estómago que le tira de bruces al suelo -¿Sois como de mantequilla, o qué?- a veces hasta parece demasiado fácil, si se dispone del armamento adecuado, pero probablemente sin las espadas de Nessa hubiera sido todo mucho más complicado. El zombie estira nuevamente el brazo para agarrarme el tobillo pero yo me limito a escupirle antes de descargar ambas espadas en la zona de su cuello, separándolo del resto de su cuerpo y quedándome con una rodilla en el suelo.
Ahí rodeado de sangre y cuerpos mutilados siento la clara tentación de agenciarme con una de las preciosas katanas que tengo entre las manos, no todos los días se encuentran espadas tan magníficas, pero se supone que vamos a pasar la noche aquí los dos y en el fondo supongo que soy un blando de mierda así que me resigno y vuelvo a levantarme mirando alrededor para ver si hay rastro de Nessa. Debería volver ya... si no me tocará ir a buscarla y hacerle de niñero -¿Nessie....?- pregunto con cierto tono infantil de burla. En cualquier momento terminará volándome la cabeza, lo sé.
Es que ni siquiera me quería quedar para ver que tal se desenvolvía él con las dos katanas, ni siquiera pensé en que tal vez no pudiera ser precisamente ágil con ellas y acabará autolesionándose con ellas, me reí burlona al pensarlo mientras que salía corriendo en la dirección de las puertas, pensando en lo que me había dicho, casi ni había prestado atención.
-Será gilipollas...-Comento para mi misma aún así medio riéndome mientras corría en la dirección de las enormes puertas que daban acceso al parque, ambas estaban completamente despejadas y lo agradecí, no querría volver otra vez sin haber hecho nada, después de aquella forma torpe de defenderme antes ya me había dado cuenta de que demasiada suerte estaba teniendo, ni siquiera sabía como era que no estaba al lado del coche desangrándome, de verdad que no estaba muy lúcida en aquellos momentos.
Por fin consigo llegar hasta las dos puertas, miro fuera en la carretera y consigo divisar a metros de distancia varios zombies a ambos lados, nada peligroso, se pueden contar con los dedos de ambas manos, con las puertas del parque cerradas no habrá problema alguno, nada comparado con lo que vi aquella vez en Los Angeles, eso si que fue para pegarse un tiro directamente.
Ni siquiera me tenía que preocupar de los que había a lo lejos, no lograría llegar hasta después de un rato de que hubiera cerrado las puertas, por lo que cogí la palanca y la metí en mi bota izquierda, junto a mi pierna, la bota era grande no me molestaba para nada ahí, me acerqué hacia la hoja derecha y iré de ella hacia afuera mientras escuchaba algo de ruido de la zona en la que había dejado a Jared y algunos gruñidos de los caminantes de la carretera, daban igual, tiro de un pestillo que había en la parte baja de la puerta y lo hundo en un agujero que había en el suelo, cuando me levanto para ir a cerrar la otra puerta me atacan.
Como en la ocasión anterior apenas puedo reaccionar, me echo hacia atrás instintivamente y me doy la hostia del siglo con la puerta en la cabeza, por un momento hasta me mareo mientras entornos los ojos al ver como el puñetero zombie parece burlarse de mi en mi cara, porque no ataca simplemente se mueve delante de mía y curiosamente medio le veo doble, joder, para habernos matado... Muevo la cabeza negando rápido mientras que con la mano derecha cojo la palanca de hierro de mi bota y agarrándola con fuerza con ambas manos golpeo al caminante en plena cara, cae al suelo y me tiro encima suya para golpearle repetidas veces hasta que dejo de escuchar su gruñidos y medio jadeando me vuelvo a levantar para cerrar la puerta como si nada, aseguro la cadena que había y cierro un segundo pestillo que había, luego me vuelvo por donde he venido a ver que tal le ha ido a Jared.
Al parecer bien, camino en su dirección mientras sacudo las manos y la chaqueta, que están llenas de algo que no quiero saber ni que es...
-¡Ey Batman!, ¿Cómo te ha ido?-Le pregunto de forma distraída fijándome en la que ha liado por allí y en los cuerpos destrozados que yacen en el suelo.
-Será gilipollas...-Comento para mi misma aún así medio riéndome mientras corría en la dirección de las enormes puertas que daban acceso al parque, ambas estaban completamente despejadas y lo agradecí, no querría volver otra vez sin haber hecho nada, después de aquella forma torpe de defenderme antes ya me había dado cuenta de que demasiada suerte estaba teniendo, ni siquiera sabía como era que no estaba al lado del coche desangrándome, de verdad que no estaba muy lúcida en aquellos momentos.
Por fin consigo llegar hasta las dos puertas, miro fuera en la carretera y consigo divisar a metros de distancia varios zombies a ambos lados, nada peligroso, se pueden contar con los dedos de ambas manos, con las puertas del parque cerradas no habrá problema alguno, nada comparado con lo que vi aquella vez en Los Angeles, eso si que fue para pegarse un tiro directamente.
Ni siquiera me tenía que preocupar de los que había a lo lejos, no lograría llegar hasta después de un rato de que hubiera cerrado las puertas, por lo que cogí la palanca y la metí en mi bota izquierda, junto a mi pierna, la bota era grande no me molestaba para nada ahí, me acerqué hacia la hoja derecha y iré de ella hacia afuera mientras escuchaba algo de ruido de la zona en la que había dejado a Jared y algunos gruñidos de los caminantes de la carretera, daban igual, tiro de un pestillo que había en la parte baja de la puerta y lo hundo en un agujero que había en el suelo, cuando me levanto para ir a cerrar la otra puerta me atacan.
Como en la ocasión anterior apenas puedo reaccionar, me echo hacia atrás instintivamente y me doy la hostia del siglo con la puerta en la cabeza, por un momento hasta me mareo mientras entornos los ojos al ver como el puñetero zombie parece burlarse de mi en mi cara, porque no ataca simplemente se mueve delante de mía y curiosamente medio le veo doble, joder, para habernos matado... Muevo la cabeza negando rápido mientras que con la mano derecha cojo la palanca de hierro de mi bota y agarrándola con fuerza con ambas manos golpeo al caminante en plena cara, cae al suelo y me tiro encima suya para golpearle repetidas veces hasta que dejo de escuchar su gruñidos y medio jadeando me vuelvo a levantar para cerrar la puerta como si nada, aseguro la cadena que había y cierro un segundo pestillo que había, luego me vuelvo por donde he venido a ver que tal le ha ido a Jared.
Al parecer bien, camino en su dirección mientras sacudo las manos y la chaqueta, que están llenas de algo que no quiero saber ni que es...
-¡Ey Batman!, ¿Cómo te ha ido?-Le pregunto de forma distraída fijándome en la que ha liado por allí y en los cuerpos destrozados que yacen en el suelo.
No memories, no pain, no life...
Por suerte para mí Nessa deja claro lo que ya se intuía: sabe cuidarse solita. Me alegra porque lo de hacer de niñera no es precisamente mi fuerte, los niños terminan llorando en cuanto me acerco a ellos, así que a pesar de estar un poco sucia parece que no rastro de ninguna herida a destacar así que espero hasta que llegue dónde estoy yo -Genial, tengo que pedirme una de estas para el cumpleaños... cortan cuellos como si fueran mantequilla- aún así le devuelvo las armas con un suspiro de resignación, como si de un niño cediendo su mejor juguete se tratara, pero me mentalizo de que ya puedo apañarme con lo que tengo y no le doy más vueltas así que la acompaño hasta el Impala para coger y dejar lo que crea oportuno para pasar la noche.
-Supongo que ya está bien cerrado, ¿no?- me apoyo en el vehículo mientras ella rebusca entre toda su porquería y me limito a bostezar de forma sonora y exagerada mientras miro varias veces a nuestro alrededor, siempre con ese instinto de vigilancia activado. Es inevitable, al final se convierte en algo tan inconsciente como respirar -Por aquí- enciendo la linterna y empiezo a guiarla entre atracciones y puestecillos desmantelados, algunos por mí mismo, hasta que llegamos a una especie de cafetería hecha con bloques prefabricados. Bastante tosca y poco confortable, todo sea dicho, pero por esta noche tocará conformarnos así que entramos.
Se nota cierto hedor a podrido una vez dentro pero por suerte no es demasiado intenso ya que el almacén no debía estar del todo abarrotado -No sé tú pero yo tengo hambre, voy a ver si queda algo comestible- dicho lo cual me desvío hasta la zona de la cocina arrugando exageradamente la nariz una vez allí. Llego a arquearme hacia delante en una ocasión pero por suerte no para de ahí y termino sobreponiéndome a la peste así que avanzo hasta lo que debió de ser el almacén -Me cago en la puta que parió a... Coño. Joder. Mierda- soltando perlas como así fuera a menguar el mal olor, esas son mis grandes soluciones. Esas y subirme la camiseta para taparme la nariz y la boca mientras rebusco entre las estanterías alguna lata o conserva que pueda ser de utilidad porque todos los productos medianamente frescos o de nevera pasaron a mejor vida hace meses.
Al final entre tanta protesta hasta consigo dar con algo y cualquier cosa con fecha de caducidad extensa me vale para llenar la tripa -¡EH!, ¡¿cómo llevas lo de cocinar?!- pregunto en voz alta porque tampoco estoy seguro de si está cerca de mi posición o se ha quedado en la zona del comedor pero entonces empiezo a escuchar unos golpes insistentes y reiterativos cerca de donde estoy que consiguen que me ponga un poco más serio. Diría que vienen del congelador pero a ver quién es el guapo que abre eso...
-Supongo que ya está bien cerrado, ¿no?- me apoyo en el vehículo mientras ella rebusca entre toda su porquería y me limito a bostezar de forma sonora y exagerada mientras miro varias veces a nuestro alrededor, siempre con ese instinto de vigilancia activado. Es inevitable, al final se convierte en algo tan inconsciente como respirar -Por aquí- enciendo la linterna y empiezo a guiarla entre atracciones y puestecillos desmantelados, algunos por mí mismo, hasta que llegamos a una especie de cafetería hecha con bloques prefabricados. Bastante tosca y poco confortable, todo sea dicho, pero por esta noche tocará conformarnos así que entramos.
Se nota cierto hedor a podrido una vez dentro pero por suerte no es demasiado intenso ya que el almacén no debía estar del todo abarrotado -No sé tú pero yo tengo hambre, voy a ver si queda algo comestible- dicho lo cual me desvío hasta la zona de la cocina arrugando exageradamente la nariz una vez allí. Llego a arquearme hacia delante en una ocasión pero por suerte no para de ahí y termino sobreponiéndome a la peste así que avanzo hasta lo que debió de ser el almacén -Me cago en la puta que parió a... Coño. Joder. Mierda- soltando perlas como así fuera a menguar el mal olor, esas son mis grandes soluciones. Esas y subirme la camiseta para taparme la nariz y la boca mientras rebusco entre las estanterías alguna lata o conserva que pueda ser de utilidad porque todos los productos medianamente frescos o de nevera pasaron a mejor vida hace meses.
Al final entre tanta protesta hasta consigo dar con algo y cualquier cosa con fecha de caducidad extensa me vale para llenar la tripa -¡EH!, ¡¿cómo llevas lo de cocinar?!- pregunto en voz alta porque tampoco estoy seguro de si está cerca de mi posición o se ha quedado en la zona del comedor pero entonces empiezo a escuchar unos golpes insistentes y reiterativos cerca de donde estoy que consiguen que me ponga un poco más serio. Diría que vienen del congelador pero a ver quién es el guapo que abre eso...
Asiento varias veces a la vez que muerdo ligeramente mi labio, de forma distraída terminando de ver la que había montando allí, entonces me devuelve las katanas, casi me había olvidado de ellas, le dedico una media sonrisa, las cojo y vamos directos hacia el coche, al rededor siguen los dos cadáveres, no tardo mucho en limpiar rápidamente las afiladas hojas y guardarlas en su funda, ni siquiera sabía que iba a coger de allí, pero finalmente me decanto por mis favoritos, tiro de una vieja bolsa de deporte que había pertenecido a Aaron y la lleno de lo que creí necesario, encima echo las dos recortadas, las dos glocks y las dos katanas, luego me cuelgo la bolsa al hombro y saco varias cosas que coloco sobre el techo del coche y finalmente cierro la puerta con llave, tras eso como de costumbre engancho la llave al tirante de mi sujetador.
-Ten.-Cuando me acerco ya había cogido las cosas de encima del coche, dos cuchillos militares de los que había encontrado en aquella casa abandonada hacía un par de meses y se los doy sin más. Luego le sigo por donde me indica entre las atracciones y casetas hasta lo que antes debió ser una cafetería o algo así, cuando entramos arrugo la nariz a causa del olor pero no era demasiado fuerte y me voy a costumbrando, es una zona amplia llena de mesas y sillas, al fondo una barra enorme con una cocina y seguramente un almacén o algo así, había un pequeño hueco en la pared, pero estaba casi todo a oscuras.
-La verdad es que si que tengo, ahora voy yo...-Comento con tranquilidad mientras aparto algunas mesas y dejo la bolsa de deporte en la zona que parecía estar más limpia, allí dentro no hacía frío por lo que me quité la chaqueta sacudiéndola contra una pared cercana, luego me senté en el suelo y saqué de la mochila una manta que tenía ya sus añitos, si no me confundía había sido de mi madre o de mi abuela... Me senté en ella mientras buscaba la botella de agua que había metido y daba un trago, para después alzar la mirada en la dirección en la que se había ido él y escuchar las maldiciones, medio me carcajeé a la vez que me levantaba e iba tras él.
-¡Ah si muy bien!, mi especialidad era llamar a telepizza, ¿Tienes un móvil?-Comenté con ironía, aunque en realidad si que sabía algo, me había criado con mi abuela que era toda una cocinitas, pero yo sabía que podría quemar una cocina si me dejaban sola y en los últimos años había vivido gracias a mi microondas... Mientras me tapaba la nariz y boca con la manga de mi camiseta para hacer algo más soportable aquel terrible olor. Cuando llego más cerca doy un salto hacia un lado pegándome a una pared al escuchar varios golpes.-¡Joder!, ¿Que coño ha sido eso?.-Digo mirando en la dirección y luego pensando que la respuesta era bien evidente me aparto cuanto más mejor del congelador cogiendo una vez más la palanca de hierro de mi bota se la doy a él, me coloco detrás de él y le doy varios empujones hacia adelante.
-Venga campeón, que tu le has encontrado...-Le digo en voz baja dándome cuenta de lo mucho que me he acomodado tras haberle dejado las katanas antes.
-Ten.-Cuando me acerco ya había cogido las cosas de encima del coche, dos cuchillos militares de los que había encontrado en aquella casa abandonada hacía un par de meses y se los doy sin más. Luego le sigo por donde me indica entre las atracciones y casetas hasta lo que antes debió ser una cafetería o algo así, cuando entramos arrugo la nariz a causa del olor pero no era demasiado fuerte y me voy a costumbrando, es una zona amplia llena de mesas y sillas, al fondo una barra enorme con una cocina y seguramente un almacén o algo así, había un pequeño hueco en la pared, pero estaba casi todo a oscuras.
-La verdad es que si que tengo, ahora voy yo...-Comento con tranquilidad mientras aparto algunas mesas y dejo la bolsa de deporte en la zona que parecía estar más limpia, allí dentro no hacía frío por lo que me quité la chaqueta sacudiéndola contra una pared cercana, luego me senté en el suelo y saqué de la mochila una manta que tenía ya sus añitos, si no me confundía había sido de mi madre o de mi abuela... Me senté en ella mientras buscaba la botella de agua que había metido y daba un trago, para después alzar la mirada en la dirección en la que se había ido él y escuchar las maldiciones, medio me carcajeé a la vez que me levantaba e iba tras él.
-¡Ah si muy bien!, mi especialidad era llamar a telepizza, ¿Tienes un móvil?-Comenté con ironía, aunque en realidad si que sabía algo, me había criado con mi abuela que era toda una cocinitas, pero yo sabía que podría quemar una cocina si me dejaban sola y en los últimos años había vivido gracias a mi microondas... Mientras me tapaba la nariz y boca con la manga de mi camiseta para hacer algo más soportable aquel terrible olor. Cuando llego más cerca doy un salto hacia un lado pegándome a una pared al escuchar varios golpes.-¡Joder!, ¿Que coño ha sido eso?.-Digo mirando en la dirección y luego pensando que la respuesta era bien evidente me aparto cuanto más mejor del congelador cogiendo una vez más la palanca de hierro de mi bota se la doy a él, me coloco detrás de él y le doy varios empujones hacia adelante.
-Venga campeón, que tu le has encontrado...-Le digo en voz baja dándome cuenta de lo mucho que me he acomodado tras haberle dejado las katanas antes.
- Off:
- Te cuento... Los cuchillos los encontré por lo que te los he dado aquí para que quede claro por qué ya no los tengo, lo demás se supone que aún ni lo había encontrado, así que ya tu haces lo que quieras.
No memories, no pain, no life...
Río por lo bajo ante su comentario sobre cocinar pero tampoco es que me pille realmente por sorpresa. No tiene mucha pinta de ser una chica que se encerraría en la cocina a preparar guisos pero yo qué sé, las apariencias engañan y todo eso, ¿no?
Los golpes del congelador sin duda alguna me habían sobresaltado pero cuando repentinamente Nessa habla debido a ellos detrás mío por poco me da un ataque. Por suerte me contengo porque nunca he sido dado a gritar pero el respingo no me lo quita nadie mientras me llevo momentáneamente la mano al pecho. Me cede entonces nuevamente esa tosca palanca, esta vez puedo comprobar de dónde la saca, y me limito a aceptarla sin más mientras me aparto la camiseta de la cara -Te estoy cuidando como una princesa, ¿eh? Te tocará cocinar...- digo a modo de trato, arqueando una ceja para acto seguido girarme hacia el congelador. Por suerte soy tan inconsciente que ni siquiera me importa tomar la iniciativa con estas cosas pero eso es lo mejor: no tener nada que perder. Cuando no tienes apenas miedo todo se vuelve menos desolador y aunque muchos dirían que morir o convertirse en uno de ellos ya es suficientemente malo yo no estoy tan de acuerdo con ninguna de esas opciones. Lo evitaré en la medida de lo posible, claro, pero si llega mi momento tampoco voy a maldecirme o lamentarme por ello. De hecho probablemente ese momento ya debería haber llegado hace mucho así que todo lo que vivo es tiempo prestado. Al menos he llegado más lejos que Aaron, eso sí que que me complace.
-Apártate un poco...- le indico a Nessa empujándola suavemente con una mano para finalmente llegar hasta el congelador en cuestión. Es como una inmensa nevera pero tumbada en horizontal, más o menos. Conserva un candado oxidado que parece que alguien puso allí hace tiempo pero no creo que vaya a aguantar muchos más golpes y de hecho termina por romperse justo cuando lo estoy pensando.
Sin más dilación abro la cubierta con un manotazo, retrocedo instintivamente pero aún así el caminante me agarra la camiseta tirando de ella con fuerza y desesperación, no sé porque cojones no me pasa esto con las tías, hasta que mi cuerpo choca contra el congelador en cuestión. El zombie acerca entonces la boca abierta a mi cuello pero lo que termina mordiendo es la palanca. A pesar de la situación soy capaz de reírme por esa imagen pero no tardo en agarrar con fuerza la barra para girarla rápida y bruscamente hasta partirle el cuello al podrido con el gesto. Al menos se queda inconsciente un rato porque vuelve a caer dentro de su improvisado ataúd así que le observo jadeante pero no me fío -¡Descanse en paz...!- espeto antes de hundir la palanca en su frente violentamente, volviendo a retirarla antes de cerrar estrepitosamente el congelador dando un par de palmadas en la cubierta. No puedo evitar ir regalando golpes por todos lados, como si mutilar a esos infectados no me bastara.
-Quizá deberíamos asegurarnos de que están todos bien muertos antes de decidirnos a dormir, no sé- propongo un tanto indeciso, acercándome entonces hasta ella con una sonrisilla socarrona hasta detenerme a escasos dos palmos de distancia de su cuerpo. Agarro el bajo de su camiseta pero me limito a limpiar la palanquita sin dejar de mirarla a ella con fijeza, empezando a descender hasta apoyar una rodilla en el suelo. Una vez ahí abajo estiro un poco su bota e introduzco la palanca con cuidado y lentitud en ella -Si quieres puedo meterte otras cosas...- comento con un deje de diversión y poquísima sutilidad.
Los golpes del congelador sin duda alguna me habían sobresaltado pero cuando repentinamente Nessa habla debido a ellos detrás mío por poco me da un ataque. Por suerte me contengo porque nunca he sido dado a gritar pero el respingo no me lo quita nadie mientras me llevo momentáneamente la mano al pecho. Me cede entonces nuevamente esa tosca palanca, esta vez puedo comprobar de dónde la saca, y me limito a aceptarla sin más mientras me aparto la camiseta de la cara -Te estoy cuidando como una princesa, ¿eh? Te tocará cocinar...- digo a modo de trato, arqueando una ceja para acto seguido girarme hacia el congelador. Por suerte soy tan inconsciente que ni siquiera me importa tomar la iniciativa con estas cosas pero eso es lo mejor: no tener nada que perder. Cuando no tienes apenas miedo todo se vuelve menos desolador y aunque muchos dirían que morir o convertirse en uno de ellos ya es suficientemente malo yo no estoy tan de acuerdo con ninguna de esas opciones. Lo evitaré en la medida de lo posible, claro, pero si llega mi momento tampoco voy a maldecirme o lamentarme por ello. De hecho probablemente ese momento ya debería haber llegado hace mucho así que todo lo que vivo es tiempo prestado. Al menos he llegado más lejos que Aaron, eso sí que que me complace.
-Apártate un poco...- le indico a Nessa empujándola suavemente con una mano para finalmente llegar hasta el congelador en cuestión. Es como una inmensa nevera pero tumbada en horizontal, más o menos. Conserva un candado oxidado que parece que alguien puso allí hace tiempo pero no creo que vaya a aguantar muchos más golpes y de hecho termina por romperse justo cuando lo estoy pensando.
Sin más dilación abro la cubierta con un manotazo, retrocedo instintivamente pero aún así el caminante me agarra la camiseta tirando de ella con fuerza y desesperación, no sé porque cojones no me pasa esto con las tías, hasta que mi cuerpo choca contra el congelador en cuestión. El zombie acerca entonces la boca abierta a mi cuello pero lo que termina mordiendo es la palanca. A pesar de la situación soy capaz de reírme por esa imagen pero no tardo en agarrar con fuerza la barra para girarla rápida y bruscamente hasta partirle el cuello al podrido con el gesto. Al menos se queda inconsciente un rato porque vuelve a caer dentro de su improvisado ataúd así que le observo jadeante pero no me fío -¡Descanse en paz...!- espeto antes de hundir la palanca en su frente violentamente, volviendo a retirarla antes de cerrar estrepitosamente el congelador dando un par de palmadas en la cubierta. No puedo evitar ir regalando golpes por todos lados, como si mutilar a esos infectados no me bastara.
-Quizá deberíamos asegurarnos de que están todos bien muertos antes de decidirnos a dormir, no sé- propongo un tanto indeciso, acercándome entonces hasta ella con una sonrisilla socarrona hasta detenerme a escasos dos palmos de distancia de su cuerpo. Agarro el bajo de su camiseta pero me limito a limpiar la palanquita sin dejar de mirarla a ella con fijeza, empezando a descender hasta apoyar una rodilla en el suelo. Una vez ahí abajo estiro un poco su bota e introduzco la palanca con cuidado y lentitud en ella -Si quieres puedo meterte otras cosas...- comento con un deje de diversión y poquísima sutilidad.
- off:
- regaloooosss grax
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