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Estás solo, todo está destruído, la muerte quiere cazarte. Has sobrevivido al fin y eso no es todo: esta guerra sigue en pie, pues el fin supone un nuevo principio, uno más tormentoso donde tendrás que demostrar lo que vales. ¿Crees poder sobrevivir?, si no... Abandonad toda esperanza aquellos que os adentráis en este nuevo, virulento y destrozado lugar.
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F*ck! #Jared
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Recuerdo del primer mensaje :
Observé a lo lejos como la carretera comenzaba casi a desaparecer en la gigantesca ciudad de Los Ángeles, o lo que quedaba de ella... Directamente, tardaría mucho, o directamente no volvería a poner un pié en aquella maldita ciudad, por poco acababa de postre, aquello fue de locos y salir de allí aún peor, todavía no se como lo conseguimos, con sus bajas, pero lo hicimos, aún recuerdo el golpe que fue ver a Mike caer. Pero eso debía de quedar atrás.
Tal vez hacer noche en la carretera dentro del coche era una locura, aún que todavía faltaba mucho para el anochecer, pero estaba agotada y quería descansar, llegar a alguna parte o mejor ni hacerlo, mi mente estaba desconectada de todo, con tal efecto que apenas conseguía pensar algo, sentí el aire en mi cara y aún que en otra ocasión eso habría ayudado a despejarme, ahora no me hacía nada, era uno de esos momentos en los que te daban ganas de mandarlo todo a la mierda, llevaba ya cerca de cinco meses sola de un lado a otro, encontrándome ocasionalmente con vivos, pero no me gustaba quedarme con ellos, por eso de que podía contagiarlos, "tonterías"... Pensé irónica para mi.
Pude distinguir entonces un parque de atracciones, ¿era eso de verdad?, tal vez sería una locura ir, o tal vez no... A lo mejor estaba vacío, o no... Y eso no sería nada divertido, pero en mi estado idiota mental, aquello me pareció buena idea, por lo que conduje el impala en la dirección del parque, al llegar observé como la puerta principal, una enorme de rejas estaba cerrada con una cadena y todo el parque estaba avallado, eso entonces no era mala señal, ¿no?, claro, mientras no me pusiera ha encender las luces y la atracciones, para no llamar la atención de esos seres... Por tanto bajé del coche a la vez que miraba a todos lados y sacaba de mi bota la palanca, la cual siempre me acababa haciendo daño en la pierna, pero era el mejor sitio donde esconderla y tenerla a mano, la coloqué en el centro de la cadena y la torcí haciendo presión para hacer que esta se rompiera y así abrir la puerta, entonces entré con el coche.
Tal vez hacer noche en la carretera dentro del coche era una locura, aún que todavía faltaba mucho para el anochecer, pero estaba agotada y quería descansar, llegar a alguna parte o mejor ni hacerlo, mi mente estaba desconectada de todo, con tal efecto que apenas conseguía pensar algo, sentí el aire en mi cara y aún que en otra ocasión eso habría ayudado a despejarme, ahora no me hacía nada, era uno de esos momentos en los que te daban ganas de mandarlo todo a la mierda, llevaba ya cerca de cinco meses sola de un lado a otro, encontrándome ocasionalmente con vivos, pero no me gustaba quedarme con ellos, por eso de que podía contagiarlos, "tonterías"... Pensé irónica para mi.
Pude distinguir entonces un parque de atracciones, ¿era eso de verdad?, tal vez sería una locura ir, o tal vez no... A lo mejor estaba vacío, o no... Y eso no sería nada divertido, pero en mi estado idiota mental, aquello me pareció buena idea, por lo que conduje el impala en la dirección del parque, al llegar observé como la puerta principal, una enorme de rejas estaba cerrada con una cadena y todo el parque estaba avallado, eso entonces no era mala señal, ¿no?, claro, mientras no me pusiera ha encender las luces y la atracciones, para no llamar la atención de esos seres... Por tanto bajé del coche a la vez que miraba a todos lados y sacaba de mi bota la palanca, la cual siempre me acababa haciendo daño en la pierna, pero era el mejor sitio donde esconderla y tenerla a mano, la coloqué en el centro de la cadena y la torcí haciendo presión para hacer que esta se rompiera y así abrir la puerta, entonces entré con el coche.
No memories, no pain, no life...
No tarda mucho en acabar con aquel, hubo un momento en el que él caminante le cogió de la camiseta y tiró de ella para acercárselo a él y estuve a punto de agarrarlo por los hombros para alejar a Jared de él, si no acabaría mordiéndole, pero nada, no hizo falta, él se las apañó a la perfección solito.
Voy a salir del sitio cuando Jared se coloca a escasos centímetros delante mía y yo le miro completamente sería cuando él sonríe y tira del bajo de mi camiseta, limpia en ella la improvisada arma como si nada y yo le sigo mirando de la misma forma medio echando la cabeza hacia un lado apartando la mirada de sus ojos, entonces se agacha y coloca la palanca en mi bota, cuando le escucho sonrío de la misma forma que él y entonces si que vuelvo la mirada hacia la suya, sonrío ligeramente entre pícara y divertida a la vez que alzo lentamente mi pierna libre y coloco mi pie sobre su hombro.
-Tengo hambre.-Digo entonces de golpe ya completamente seria a la vez que echo el pie hacia adelante empujándole y me aparto a la vez que me vuelvo a reír caminando hacia fuera a donde había dejado mi mochila junto a mis cosas.
Al salir de nuevo a donde estaban las mesas me fijo que en el fondo hay una máquina expendedora, me acerco ella aún dudando de si lo era o no ya que estaba girada contra la pared, por lo que la empujo un poco con mi propio peso hasta que consigo ver la ventanilla, si que lo era pero parecía vacía, cojo la palanca una vez más y fuerzo la puerta abriéndola, lo bueno es que aquello no era la primera vez que lo hacía y no en el apocalipsis precisamente... Me agacho y miro en el fondo encontrando varias bolsas de patatas, chetos y pelotazos, tres en total.
-Bueno...-Susurro para mi, mientras que las cojo y me giro mirando en la dirección de la cocina:
-Guaperas no estarás en plena depresión, ¿no?.-Le llamo alzando ligeramente la voz de forma burlona mientras que camino hasta donde había dejado mis cosas y me siento en el suelo a la vez que abro una bolsa de chetos y empiezo a comerlos.
Voy a salir del sitio cuando Jared se coloca a escasos centímetros delante mía y yo le miro completamente sería cuando él sonríe y tira del bajo de mi camiseta, limpia en ella la improvisada arma como si nada y yo le sigo mirando de la misma forma medio echando la cabeza hacia un lado apartando la mirada de sus ojos, entonces se agacha y coloca la palanca en mi bota, cuando le escucho sonrío de la misma forma que él y entonces si que vuelvo la mirada hacia la suya, sonrío ligeramente entre pícara y divertida a la vez que alzo lentamente mi pierna libre y coloco mi pie sobre su hombro.
-Tengo hambre.-Digo entonces de golpe ya completamente seria a la vez que echo el pie hacia adelante empujándole y me aparto a la vez que me vuelvo a reír caminando hacia fuera a donde había dejado mi mochila junto a mis cosas.
Al salir de nuevo a donde estaban las mesas me fijo que en el fondo hay una máquina expendedora, me acerco ella aún dudando de si lo era o no ya que estaba girada contra la pared, por lo que la empujo un poco con mi propio peso hasta que consigo ver la ventanilla, si que lo era pero parecía vacía, cojo la palanca una vez más y fuerzo la puerta abriéndola, lo bueno es que aquello no era la primera vez que lo hacía y no en el apocalipsis precisamente... Me agacho y miro en el fondo encontrando varias bolsas de patatas, chetos y pelotazos, tres en total.
-Bueno...-Susurro para mi, mientras que las cojo y me giro mirando en la dirección de la cocina:
-Guaperas no estarás en plena depresión, ¿no?.-Le llamo alzando ligeramente la voz de forma burlona mientras que camino hasta donde había dejado mis cosas y me siento en el suelo a la vez que abro una bolsa de chetos y empiezo a comerlos.
No memories, no pain, no life...
-Sí, yo también- afirmo cuando menciona el hambre en cuestión aunque en mi caso miro de forma directa entre sus piernas, aunque evidentemente no se vea nada con los tejanos, para que quede claro el doble sentido. Enseguida ella se limita a apartarme con el pie consiguiendo que me desequilibre y tenga que apoyarme con una mano en el suelo pero me lo tomo con humor, riendo despreocupadamente y captando el mensaje. Tampoco es que tuviera demasiadas esperanzas de poder ligármela pero había que intentarlo, ¿no? Siempre prefiero cagarla que quedarme pensando qué podría haber pasado si me hubiera arriesgado. Ese estilo no va conmigo.
Me incorporo entonces, mientras ella vuelve a perderse por la zona principal del comedor, y me sacudo la ropa para desplazarme hasta la cocina con la dichosa linterna, casi se me olvidaba. Desde allí, asomándome un poco por una especie de agujero en la pared, puedo ver los esfuerzos de la rubia para mover una aparatosa máquina expendedora que al parecer consigue forzar -¿Guaperas?- repito un tanto aturdido para acto seguido volver a reír por lo bajo. No es un apelativo que acostumbren a colocarme, sinceramente, pero tiene su gracia -Ya que te escaqueas voy a intentar cocinar algo, he encontrado arroz- desde luego lo que es currar no va mucho con la chavala, ahora empiezo a entender porque se entendía con mi hermano, pero yo estoy acostumbrando a gánarmelo y currármelo todo solito así que me adapto a cualquier cosa, supongo que por eso sigo entero a pesar de ser demasiado temerario.
Recupero una cazuela bastante ancha del propio suelo, la lavo toscamente, sin ningún tipo de jabón, y tras llenarla hasta la mitad la dejo encima de un fogón que aunque cuesta varios intentos consigo encender con la ayuda del mechero. Me quedo unos segundos ahí quieto como un idiota pero en realidad intento escuchar o apreciar olfativamente algún escape de gas. Todo parece en su sitio pero vete a saber, aún así corro el riesgo y sigo con ello ante la idea de cenar algo caliente. Añado una especie de pastilla de esas que anunciaban tanto en la tele para dar sabor a las cosas, a ver qué tal sale la mierda esta, y después espero a que hierva el agua mientras dedico mi atención al arroz en cuestión. Creo que hay algunos bichillos deambulando por él... Bah, lo que no mata engorda, yo desde luego no le doy importancia -Si quieres comer caliente vas a tener que colaborar- le advierto sintiéndome como una especie de hermano mayor, papel que no me pega simplemente porque nunca me lo he planteado ni "interpretado" pero lo que está claro es que no me gustan los vagos. Es decir, los que todavía son más vagos que yo.
Me incorporo entonces, mientras ella vuelve a perderse por la zona principal del comedor, y me sacudo la ropa para desplazarme hasta la cocina con la dichosa linterna, casi se me olvidaba. Desde allí, asomándome un poco por una especie de agujero en la pared, puedo ver los esfuerzos de la rubia para mover una aparatosa máquina expendedora que al parecer consigue forzar -¿Guaperas?- repito un tanto aturdido para acto seguido volver a reír por lo bajo. No es un apelativo que acostumbren a colocarme, sinceramente, pero tiene su gracia -Ya que te escaqueas voy a intentar cocinar algo, he encontrado arroz- desde luego lo que es currar no va mucho con la chavala, ahora empiezo a entender porque se entendía con mi hermano, pero yo estoy acostumbrando a gánarmelo y currármelo todo solito así que me adapto a cualquier cosa, supongo que por eso sigo entero a pesar de ser demasiado temerario.
Recupero una cazuela bastante ancha del propio suelo, la lavo toscamente, sin ningún tipo de jabón, y tras llenarla hasta la mitad la dejo encima de un fogón que aunque cuesta varios intentos consigo encender con la ayuda del mechero. Me quedo unos segundos ahí quieto como un idiota pero en realidad intento escuchar o apreciar olfativamente algún escape de gas. Todo parece en su sitio pero vete a saber, aún así corro el riesgo y sigo con ello ante la idea de cenar algo caliente. Añado una especie de pastilla de esas que anunciaban tanto en la tele para dar sabor a las cosas, a ver qué tal sale la mierda esta, y después espero a que hierva el agua mientras dedico mi atención al arroz en cuestión. Creo que hay algunos bichillos deambulando por él... Bah, lo que no mata engorda, yo desde luego no le doy importancia -Si quieres comer caliente vas a tener que colaborar- le advierto sintiéndome como una especie de hermano mayor, papel que no me pega simplemente porque nunca me lo he planteado ni "interpretado" pero lo que está claro es que no me gustan los vagos. Es decir, los que todavía son más vagos que yo.
Seguía aún sentada en el suelo, de golpe me había quedado completamente quieta, no sabía cuanto tiempo había pasado siquiera, en una mano tenía la bolsa de chetos y en la otra uno suelto, me lo llevaba a la boca cuando me fijé en la marca de mi brazo derecho, no se veía mucho ya que Jared tenía la linterna y yo ni me había preocupado en coger una, pero daba igual, había algo de claridad que era lo que me había permitido fijarme en la maldita cicatriz, apenas se notaba si, pero si te fijabas se podía distinguir, las imágenes transcurrieron de forma rápida en mi cabeza, el cuerpo inerte sin vida de Aaron, su despertar, sus ojos, la desesperación y finalmente la punzada de dolor, casi pude revivirlo de nuevo y las nauseas volvieron como de costumbre, pero las marcas era ya tan finas... ¿Cuanto tiempo había pasado?, empecé a echar cuentas, más de un año, aproximadamente unos trece o catorce meses...
Me moví de forma brusca reaccionando a la vez que soltaba las cosas de mis manos y me levantaba rápido quitándome la camiseta que estaba completamente sucia y era de manga corta, la tiré a una esquina y rebusqué en la bolsa de deporte una sudadera que había metido, rápidamente me la puse a la vez que iba que iba hacia la cocina, había escuchado lo último, mi pequeño estúpido trance me había quitado de en medio durante unos minutos, al entrar ni siquiera le miré porque me estaba olvidando de que no era Aaron.
-A ver Cheff...-Comenté en voz baja mientras insistía en estirar las mangas de la sudadera para que me tapasen hasta casi los dedos de las manos y me subía a la encimera para llegar a los estantes superiores y abrir los armarios en busca de algo, estaban casi vacíos a excepción de algunas cosas... En uno divisé un sobre de tallarines de esos de hervir con agua y un sobrecito de especias, los cogí y los dejé en la encimera a mi lado.-Hay sal, especies por un tubo...-Decía con lentitud mientras cogía las cosas y las bajaba dejándolas sobre la encimera.-Y...-Seguía moviéndome hacia la derecha para llegar a el resto de armarios, saqué dos platos.-En los cajones debe de haber cubiertos...-Le señalé con un dedo la dirección.-... Un paquete de galletitas saladas, hmm... ¡Y ketchup!-Cuando descubrí el bote de esto último casi me lancé dentro del interior del estante para cogerlo, ya que estaba al fondo, lo dejé todo sobre la encimera y me senté a un lado de las cosas mientras abría el bote de ketchup, la última vez que lo probé hacía meses de esto, Nina solía decir que le echaba ketchup hasta al ketchup, sonrío al recordarla y luego me vuelvo hacia Jared.
-¿Por qué Aaron nunca me habló de ti?, ¿Qué pasó?.-Le pregunto de golpe casi sin pensar.-Es decir... Eráis hermanos aún así y tu... Parecías tan contento con su muerte...-No sé donde me estoy metiendo, pero simplemente quiero saberlo, Aaron me demostró al final de su vida lo cobarde y capullo que era, ¿pero había sido siempre así?.
Me moví de forma brusca reaccionando a la vez que soltaba las cosas de mis manos y me levantaba rápido quitándome la camiseta que estaba completamente sucia y era de manga corta, la tiré a una esquina y rebusqué en la bolsa de deporte una sudadera que había metido, rápidamente me la puse a la vez que iba que iba hacia la cocina, había escuchado lo último, mi pequeño estúpido trance me había quitado de en medio durante unos minutos, al entrar ni siquiera le miré porque me estaba olvidando de que no era Aaron.
-A ver Cheff...-Comenté en voz baja mientras insistía en estirar las mangas de la sudadera para que me tapasen hasta casi los dedos de las manos y me subía a la encimera para llegar a los estantes superiores y abrir los armarios en busca de algo, estaban casi vacíos a excepción de algunas cosas... En uno divisé un sobre de tallarines de esos de hervir con agua y un sobrecito de especias, los cogí y los dejé en la encimera a mi lado.-Hay sal, especies por un tubo...-Decía con lentitud mientras cogía las cosas y las bajaba dejándolas sobre la encimera.-Y...-Seguía moviéndome hacia la derecha para llegar a el resto de armarios, saqué dos platos.-En los cajones debe de haber cubiertos...-Le señalé con un dedo la dirección.-... Un paquete de galletitas saladas, hmm... ¡Y ketchup!-Cuando descubrí el bote de esto último casi me lancé dentro del interior del estante para cogerlo, ya que estaba al fondo, lo dejé todo sobre la encimera y me senté a un lado de las cosas mientras abría el bote de ketchup, la última vez que lo probé hacía meses de esto, Nina solía decir que le echaba ketchup hasta al ketchup, sonrío al recordarla y luego me vuelvo hacia Jared.
-¿Por qué Aaron nunca me habló de ti?, ¿Qué pasó?.-Le pregunto de golpe casi sin pensar.-Es decir... Eráis hermanos aún así y tu... Parecías tan contento con su muerte...-No sé donde me estoy metiendo, pero simplemente quiero saberlo, Aaron me demostró al final de su vida lo cobarde y capullo que era, ¿pero había sido siempre así?.
No memories, no pain, no life...
Al menos mis protestas han servido para que Nessa se digne a echarme un cable así que a partir de ahora ya lo sé: pataletas por un tubo. Aún así tampoco estoy seguro de cuanto tiempo estaremos juntos, supongo que será la típica noche de conveniencia y poco más porque para ella debe de ser demasiado raro tener que estar hablando con alguien igualito a su novio. La pregunta es real, ¿entonces por qué no me deja que le meta la lengua? Mujeres, a ver quién las entiende... aunque es parte de su encanto, todo sea dicho -Trae todo lo que pilles, algo valdrá- yo de especies y esas mierdas ni puta idea pero oye, si conseguimos hacer una pizza al menos tendremos orégano.
Miro el agua que todavía no hierve, después el muestrario de botecitos que va dejando la rubia sobre la encimera y finalmente tuerzo la cabeza para quedarme observando con fijeza su pequeño culo. Podría estar más llenito pero vamos, me lo zumbaba igual, no soy remilgado para esas cosas -¿Los cojones...?- repito un tanto aturdido, saliendo de mi ensimismamiento hasta que mi cerebro recoloca la palabra de forma coherente. CAjones, ya decía yo que algo no cuadraba...
Me acerco a los susodichos abriéndolos pero por ahí sólo hay utensilios de cocina, mierda y más mierda, de eso tenemos para elegir -Aquí no creo que usaran cubiertos de metal...- deduzco por lo bajo para mí mismo, moviéndome un poco más por la estancia hasta encontrar un montón de sobres de plásticos con "packs" completitos de cuchillo, tenedor y cuchillo también de plástico. Acostumbran a ser de lo más incómodos pero nos harán el apaño así que cojo unos cuantos sobres arrojándolos al montón de cosas que Nessa ha ido acumulando y en ese momento añadimos los tallarines al agua.
-¿Te ha pillado frío?- pregunto al darme cuenta, un poco tarde creo, de que se ha cambiado de ropa. Resulta curioso y contradictorio porque estando junto al fogón yo empiezo a tener algo de calor así que dejo la chaqueta a un lado y empiezo a coger los frascos de especies para mirar y oler su contenido pero me paro en seco en cuanto Nessa menciona de nuevo a Aaron. En ese momento aprieto la mandíbula visiblemente pero consigo controlarme pasados unos pocos segundos -Nos llevábamos bien de pequeños, como cualquier pareja de gemelos. Luego pasó algo y nos distanciamos- apoyo las manos en la encimera quedándome un tanto absorto en mis propios pensamientos y recuerdos amargos, inspirando hondamente para acto seguido suspirar -No tengo ganas de hablar de eso, princesa. Quizá en otro momento- en ese momento incluso me pongo serio, lo cuál parece todo un logro viniendo de mí, pero definitivamente no pienso ponerme a indagar sobre toda esa mierda con una tía a la que apenas conozco. Era la novia de Aaron y quiere respuestas, lo entiendo, pero si de verdad le interesa va a tener que esperar. Resulta que para mi propia intimidad no soy tan abierto como muchos esperarían.
-¿Con qué quieres quedarte además del ketchup?- pregunto finalmente cambiando de tema, soltando la encimera para recoger ese paquete de galletas que parece ser lo único apetecible de lo que hay por aquí.
Miro el agua que todavía no hierve, después el muestrario de botecitos que va dejando la rubia sobre la encimera y finalmente tuerzo la cabeza para quedarme observando con fijeza su pequeño culo. Podría estar más llenito pero vamos, me lo zumbaba igual, no soy remilgado para esas cosas -¿Los cojones...?- repito un tanto aturdido, saliendo de mi ensimismamiento hasta que mi cerebro recoloca la palabra de forma coherente. CAjones, ya decía yo que algo no cuadraba...
Me acerco a los susodichos abriéndolos pero por ahí sólo hay utensilios de cocina, mierda y más mierda, de eso tenemos para elegir -Aquí no creo que usaran cubiertos de metal...- deduzco por lo bajo para mí mismo, moviéndome un poco más por la estancia hasta encontrar un montón de sobres de plásticos con "packs" completitos de cuchillo, tenedor y cuchillo también de plástico. Acostumbran a ser de lo más incómodos pero nos harán el apaño así que cojo unos cuantos sobres arrojándolos al montón de cosas que Nessa ha ido acumulando y en ese momento añadimos los tallarines al agua.
-¿Te ha pillado frío?- pregunto al darme cuenta, un poco tarde creo, de que se ha cambiado de ropa. Resulta curioso y contradictorio porque estando junto al fogón yo empiezo a tener algo de calor así que dejo la chaqueta a un lado y empiezo a coger los frascos de especies para mirar y oler su contenido pero me paro en seco en cuanto Nessa menciona de nuevo a Aaron. En ese momento aprieto la mandíbula visiblemente pero consigo controlarme pasados unos pocos segundos -Nos llevábamos bien de pequeños, como cualquier pareja de gemelos. Luego pasó algo y nos distanciamos- apoyo las manos en la encimera quedándome un tanto absorto en mis propios pensamientos y recuerdos amargos, inspirando hondamente para acto seguido suspirar -No tengo ganas de hablar de eso, princesa. Quizá en otro momento- en ese momento incluso me pongo serio, lo cuál parece todo un logro viniendo de mí, pero definitivamente no pienso ponerme a indagar sobre toda esa mierda con una tía a la que apenas conozco. Era la novia de Aaron y quiere respuestas, lo entiendo, pero si de verdad le interesa va a tener que esperar. Resulta que para mi propia intimidad no soy tan abierto como muchos esperarían.
-¿Con qué quieres quedarte además del ketchup?- pregunto finalmente cambiando de tema, soltando la encimera para recoger ese paquete de galletas que parece ser lo único apetecible de lo que hay por aquí.
- Spoiler:
- Diferencias super obvious con Aaron 2: los dos brazos tatuados a muerte, como ya te comenté :3
Le miro alzando una ceja extrañada porque no entiendo a que se refería y luego me pregunta que si tenía frío, la verdad es que no, para nada, pero era la única prenda que me había traído de manga larga y la única limpia pues la otra camiseta daba asco, asiento dándole la razón como si nada para no decir nada más, él al contrario se quita la chaqueta y abro ligeramente la boca para decir algo, pero finalmente decido callarme, miro hacia otro lado, pero no pedo evitar girarme para mirar de reojo sus brazos completamente llenos de tatuajes, estaba tan sorprendida por sus rasgos faciales que apenas me había fijado en lo demás y ahora que se había quitado la chaqueta me daba cuenta, jooo-deeer..., me decía mentalmente, Aaron ni de lejos tenía ese cuerpo, ¿que le habría costado irse con Nico al gimnasio?, en fin, él era demasiado perro para todo lo demás que no fuera tocar la batería. Definitivamente él parecía una versión mejorada en cuanto a físico, por lo demás no tenía ni idea de como sería, a penas le conocía, me obligué al final a apartar la mirada.
Me quedé allí sentada con los pies colgando moviéndolos como si fuera una cría y la mirada perdida en mis manos y el bote de ketchup, había preferido no mirarle cuando le pregunté por su hermano porque ya me esperaba que no se lo tomase a mal, pero cuando me contestó alcé la mirada ligeramente sorprendida por su actitud, parecía tenso, molesto pero en ningún momento se puso hecho una furia ni empezó a gritar, cuando a Aaron se le preguntaba algo que no le interesaba gritaba y se cabreaba bastante normalmente por eso nunca le había preguntado a cerca de su familia, siempre que pasaba algo así, le mandaba a la mierda y me largaba, era una de las cosas que tenía que me sacaban de quicio, que nunca se podía hablar seriamente con él.
-Da igual, disculpa, te entiendo...-Le contesté de forma sincera a la vez que le miraba y asentía, entonces cambió de tema y preferí no volver ha hablar de ello.
-La verdad es que me da igual.-Comento cuando me pregunta que si me quiero quedar algo más, bajo de la encimera y me acerco a la cazuela en la que ya había puesto los tallarines y echo un poco de sal, seguidamente cojo una cuchara de madera que había en uno de los cajones en los que había mirado él y muevo los tallarines para que no se peguen al fondo.
-¿Y sabes que vas ha hacer ahora o hacia dónde vas?-Le pregunto mientras muevo la pasta con lentitud.-He ido encontrándome con más gente desde que empezó esto... A las afueras de Atlanta hay una especie de campamento, creo que hay un buen grupo, aunque no estoy segura de si seguirán allí, pero ni se te ocurra ir al centro de la ciudad, dicen que había un supuesto refugio, pero ahora es una trampa mortal, y ni de coña vayas a Los Angeles, aún no sé como estoy aquí, no he visto nunca tantos juntos, estábamos en la azotea en un edificio, intentábamos sacar a gente de una cárcel, se habían encerrado allí para aguantar y podía haber perfectamente miles rodeando el edificio... Murió un chico, nos vieron rodearon también nuestro edificio... Luego nos enteramos de que murió otra chica, era más joven que yo, y gracias a que me encontré con dos buenas amigas, Anna me salvó la vida cuando la conocí, me corté el brazo con un hierro, desde entonces es la persona con la que más he coincidido y siempre me alegro de verla...-Entonces recuerdo lo del bar de carretera y los demás bichos de la cárcel.-... no sé si lo sabes, pero los zombies son lo de menos, hace unos días estando con esa chica que te digo, Anna, nos topamos con una pequeña horda, con ellos iba otra cosa, medía al menos dos metros de alto y llevaba un hacha que era más grande que yo...-Entonces medio río al recordarlo todo.-Se nos quitó la borrachera del susto...-Y añado.-Y por lo que me han dicho, de esos bichos hay muchos y creéme cuando te digo que los zombies son nada comparados a eso...-Simplemente he cambiado de tema y cuando quiero cambiar de tema puedo hablar demasiado, pero de cosas que se pueden decir sin problema alguno, apago el fogón ya que la comida parece lista y la muevo una vez más a la vez que cojo la cazuela con el borde de la manga de mi sudadera por el asa, para no quemarme y con ayuda de la cuchara reparto dos partes, creo que iguales, en los dos platos, luego la dejo caer en un fregadero cercano.
Me quedé allí sentada con los pies colgando moviéndolos como si fuera una cría y la mirada perdida en mis manos y el bote de ketchup, había preferido no mirarle cuando le pregunté por su hermano porque ya me esperaba que no se lo tomase a mal, pero cuando me contestó alcé la mirada ligeramente sorprendida por su actitud, parecía tenso, molesto pero en ningún momento se puso hecho una furia ni empezó a gritar, cuando a Aaron se le preguntaba algo que no le interesaba gritaba y se cabreaba bastante normalmente por eso nunca le había preguntado a cerca de su familia, siempre que pasaba algo así, le mandaba a la mierda y me largaba, era una de las cosas que tenía que me sacaban de quicio, que nunca se podía hablar seriamente con él.
-Da igual, disculpa, te entiendo...-Le contesté de forma sincera a la vez que le miraba y asentía, entonces cambió de tema y preferí no volver ha hablar de ello.
-La verdad es que me da igual.-Comento cuando me pregunta que si me quiero quedar algo más, bajo de la encimera y me acerco a la cazuela en la que ya había puesto los tallarines y echo un poco de sal, seguidamente cojo una cuchara de madera que había en uno de los cajones en los que había mirado él y muevo los tallarines para que no se peguen al fondo.
-¿Y sabes que vas ha hacer ahora o hacia dónde vas?-Le pregunto mientras muevo la pasta con lentitud.-He ido encontrándome con más gente desde que empezó esto... A las afueras de Atlanta hay una especie de campamento, creo que hay un buen grupo, aunque no estoy segura de si seguirán allí, pero ni se te ocurra ir al centro de la ciudad, dicen que había un supuesto refugio, pero ahora es una trampa mortal, y ni de coña vayas a Los Angeles, aún no sé como estoy aquí, no he visto nunca tantos juntos, estábamos en la azotea en un edificio, intentábamos sacar a gente de una cárcel, se habían encerrado allí para aguantar y podía haber perfectamente miles rodeando el edificio... Murió un chico, nos vieron rodearon también nuestro edificio... Luego nos enteramos de que murió otra chica, era más joven que yo, y gracias a que me encontré con dos buenas amigas, Anna me salvó la vida cuando la conocí, me corté el brazo con un hierro, desde entonces es la persona con la que más he coincidido y siempre me alegro de verla...-Entonces recuerdo lo del bar de carretera y los demás bichos de la cárcel.-... no sé si lo sabes, pero los zombies son lo de menos, hace unos días estando con esa chica que te digo, Anna, nos topamos con una pequeña horda, con ellos iba otra cosa, medía al menos dos metros de alto y llevaba un hacha que era más grande que yo...-Entonces medio río al recordarlo todo.-Se nos quitó la borrachera del susto...-Y añado.-Y por lo que me han dicho, de esos bichos hay muchos y creéme cuando te digo que los zombies son nada comparados a eso...-Simplemente he cambiado de tema y cuando quiero cambiar de tema puedo hablar demasiado, pero de cosas que se pueden decir sin problema alguno, apago el fogón ya que la comida parece lista y la muevo una vez más a la vez que cojo la cazuela con el borde de la manga de mi sudadera por el asa, para no quemarme y con ayuda de la cuchara reparto dos partes, creo que iguales, en los dos platos, luego la dejo caer en un fregadero cercano.
- Spoiler:
- .______. Yo he puesto cAjones, mente sucia (?)
No memories, no pain, no life...
Por suerte para mí Nessa entiende que no quiera indagar sobre estas cosas tan pronto así que no tengo que terminar cabreándome ni nada por el estilo e incluso puedo agenciarme ese paquete de galletas saladas que parecen tan apetitosas... aunque por el momento las reservo por si acaso, con los tallarines debería bastar por esta noche. Después vuelvo mi atención a los pequeños tarros de especias, mientras ella se encarga de la cazuela, y me hago con el del orégano con una sonrisa un tanto infantil. ¿Qué? Nunca se sabe cuando puedes encontrar pizzas congeladas, yo sigo manteniendo la esperanza.
-Ni idea... Suelo moverme por instinto, dónde me lleve el viento y esas mierdas- admito cruzándome de brazos con una sonrisa antes de apoyar el culo en la encimera. Por el momento me ha ido bien así y aunque he oído muchos rumores aquí y allá sobre asentamientos y salvaciones nunca me he fiado de ninguno de ellos. Entonces empieza una explicación bastante extensa sobre sus propias experiencias por el infierno y la verdad es que por una vez presto atención porque suena interesante y además es información que me resultará útil así que procuro retener los nombres y advertencias que va dándome mientras escucho sin interrumpirla. De vez en cuando hasta parezco educado.
-Ah, sí, esas cosas petadas de anabolizantes y esteroides... Me he topado con dos de ellos desde que todo empezó. El primero no llegó a verme y no me entretuve demasiado en averiguar lo que era, con el segundo fue una velada bastante... interesante. Aún me pregunto como salí vivo de aquello- me quedo un tanto pensativo, dejando las manos en el borde de la encimera, y finalmente me aparto para dejarle espacio cuando se pone a trastear con la cazuela, procurando echarle un cable para llenar los platos sin que termine todo por el suelo.
-Creo que lo mejor con esos bichos es huir o esconderse, no caen así como así a menos que tuvieras un tanque o un bazooka a tu alcance- recuerdo entonces su Impala repleto de cosas y armas y río por lo bajo -Aunque quizá sí que tienes uno de esos, ¿eh?- cojo los platos dejando que se encargue de los sobres con cubiertos y nos movemos hasta la zona del comedor, tomando asiento en la mesa que parece algo más limpia, aún así intentado limpiarla vagamente con un trapo antes de decidirme a dejar las cosas encima -¿Y tú qué?, ¿ibas a algún sitio concreto?, ¿a visitar a esa Anna...?- no tengo ni idea de quién es esa pero parece que se llevan bien, lo que no entiendo es porque no viajan juntas siendo así pero ellas sabrán. Quizá discutieron, las mujeres tienen esas cosas.
-Quizá me paso por ese refugio de Atlanta- decido repentinamente -Me apetece poder descansar unos días sin tener que andar con un ojo abierto, si dices que son legales les ofrecería algo a cambio de eso- no es que tenga mucho que ofrecer pero creo que podríamos llegar a un acuerdo, después de eso empiezo a comer con ganas y sin demasiada moderación. No es lo mejor que he probado en mi vida pero es comestible y está caliente así que me conformo de sobra con ello.
-Ni idea... Suelo moverme por instinto, dónde me lleve el viento y esas mierdas- admito cruzándome de brazos con una sonrisa antes de apoyar el culo en la encimera. Por el momento me ha ido bien así y aunque he oído muchos rumores aquí y allá sobre asentamientos y salvaciones nunca me he fiado de ninguno de ellos. Entonces empieza una explicación bastante extensa sobre sus propias experiencias por el infierno y la verdad es que por una vez presto atención porque suena interesante y además es información que me resultará útil así que procuro retener los nombres y advertencias que va dándome mientras escucho sin interrumpirla. De vez en cuando hasta parezco educado.
-Ah, sí, esas cosas petadas de anabolizantes y esteroides... Me he topado con dos de ellos desde que todo empezó. El primero no llegó a verme y no me entretuve demasiado en averiguar lo que era, con el segundo fue una velada bastante... interesante. Aún me pregunto como salí vivo de aquello- me quedo un tanto pensativo, dejando las manos en el borde de la encimera, y finalmente me aparto para dejarle espacio cuando se pone a trastear con la cazuela, procurando echarle un cable para llenar los platos sin que termine todo por el suelo.
-Creo que lo mejor con esos bichos es huir o esconderse, no caen así como así a menos que tuvieras un tanque o un bazooka a tu alcance- recuerdo entonces su Impala repleto de cosas y armas y río por lo bajo -Aunque quizá sí que tienes uno de esos, ¿eh?- cojo los platos dejando que se encargue de los sobres con cubiertos y nos movemos hasta la zona del comedor, tomando asiento en la mesa que parece algo más limpia, aún así intentado limpiarla vagamente con un trapo antes de decidirme a dejar las cosas encima -¿Y tú qué?, ¿ibas a algún sitio concreto?, ¿a visitar a esa Anna...?- no tengo ni idea de quién es esa pero parece que se llevan bien, lo que no entiendo es porque no viajan juntas siendo así pero ellas sabrán. Quizá discutieron, las mujeres tienen esas cosas.
-Quizá me paso por ese refugio de Atlanta- decido repentinamente -Me apetece poder descansar unos días sin tener que andar con un ojo abierto, si dices que son legales les ofrecería algo a cambio de eso- no es que tenga mucho que ofrecer pero creo que podríamos llegar a un acuerdo, después de eso empiezo a comer con ganas y sin demasiada moderación. No es lo mejor que he probado en mi vida pero es comestible y está caliente así que me conformo de sobra con ello.
- OFF:
- Sí, sí, lo sé. Ha sido él solo el que ha entendido "cojones", Nessa lo dijo bien. No le hagas mucho caso al pobre... xDDDD
Medio sonrío mientras termino de llenar lo platos y finalmente dejo las cosas por ahí, cojo el bote de ketchup y lo guardo en el bolsillo de mi sudadera que era grande, él lleva los platos de comida así que yo cojo lo demás y camino tras él escuchando lo que dice.
-Para nada, Anna si que tiene una, pero es muy tacaña con la munición... Si no me equivoco aún no ha gastado ni una sola bala de su revolver, es todo un personaje...-Río mientras recuerdo la de veces que la he visto utilizar todo tipo de armas improvisadas por no gastar munición.-Aunque si que tengo algo...-Comento en un susurro poniendo los ojos en blanco mientras que me siento, las dos pistolas ametralladoras que encontré en el bar de aquel pueblucho y que se encuentran junto a la motosierra en el maletero del coche, es que siendo sincera no me veía utilizando aquello, sentía que yo misma me haría daño antes de conseguir atacar a algo, la motosierra en cambio si que la había utilizado, seguidamente niego con la cabeza quitandole importancia mientras que le doy el sobre con sus cubiertos y cojo los míos.
-No, Anna y yo nos encontramos de vez en cuando, es ya casi tradición, y raro el mes que no nos veamos, a demás tiene a su hermana en Atlanta y yo paso de ir al refugio...-Voy diciendo casi sin pensar mientras que hago una pausa para morder el borde del plástico del sobre y así abrirlo.-No voy hacia ningún sitio en particular, supongo que igual que tu, en este año he recorrido el país de este a oeste varias veces, de vez en cuando paso cerca de Los Angeles, luego Kansas, Atlanta... Supongo que así hago turismo, ahora está todo en temporada baja, por lo que no está nada mal...-Voy diciendo recordando lo que me había dicho a mi misma cuando comenzó todo, no podía ir con nadie, y mucho menos quedarme en Atlanta, ya me lo habían ofrecido varias personas, pero supongo que tenía miedo de cometer un error, cualquier fallo y se acabó, podía matar a alguien pero es que ya no solo era eso, ¿si alguien descubría lo que pasaba conmigo, cuanto dudarían en pegarme un tiro en la cabeza?. Si alguna vez lo de los zombies quedaba atrás, ¿que ocurriría conmigo?. Seguiría siendo un problema, podría infectar a alguien por error y vuelta a empezar...
-No tendrás que ofrecer nada, tal vez cooperar con la seguridad y esas cosas.-Le digo mientras empiezo a comer de forma tranquila, no entiendo por qué de golpe no tengo hambre, pero me obligo a comer, hasta hacía unos minutos me moría por cualquier cosa, era estúpido, pero me deprimía al pensar en aquellas cosas. Apoyo mi cara ligeramente sobre mi mano y el codo sobre la mesa mientras que voy comiendo casi de forma aburrida.
-Si vas pregunta por Anna, dile que vas de mi parte, puede que te reciba bien o... te patee el culo.-Añado sin mirar a ninguna otra parte más que a mi plato, bromeando y medio riéndome ligeramente dejando que el silencio reinase entonces durante un rato mientras que poco a poco voy terminando la comida.
-Para nada, Anna si que tiene una, pero es muy tacaña con la munición... Si no me equivoco aún no ha gastado ni una sola bala de su revolver, es todo un personaje...-Río mientras recuerdo la de veces que la he visto utilizar todo tipo de armas improvisadas por no gastar munición.-Aunque si que tengo algo...-Comento en un susurro poniendo los ojos en blanco mientras que me siento, las dos pistolas ametralladoras que encontré en el bar de aquel pueblucho y que se encuentran junto a la motosierra en el maletero del coche, es que siendo sincera no me veía utilizando aquello, sentía que yo misma me haría daño antes de conseguir atacar a algo, la motosierra en cambio si que la había utilizado, seguidamente niego con la cabeza quitandole importancia mientras que le doy el sobre con sus cubiertos y cojo los míos.
-No, Anna y yo nos encontramos de vez en cuando, es ya casi tradición, y raro el mes que no nos veamos, a demás tiene a su hermana en Atlanta y yo paso de ir al refugio...-Voy diciendo casi sin pensar mientras que hago una pausa para morder el borde del plástico del sobre y así abrirlo.-No voy hacia ningún sitio en particular, supongo que igual que tu, en este año he recorrido el país de este a oeste varias veces, de vez en cuando paso cerca de Los Angeles, luego Kansas, Atlanta... Supongo que así hago turismo, ahora está todo en temporada baja, por lo que no está nada mal...-Voy diciendo recordando lo que me había dicho a mi misma cuando comenzó todo, no podía ir con nadie, y mucho menos quedarme en Atlanta, ya me lo habían ofrecido varias personas, pero supongo que tenía miedo de cometer un error, cualquier fallo y se acabó, podía matar a alguien pero es que ya no solo era eso, ¿si alguien descubría lo que pasaba conmigo, cuanto dudarían en pegarme un tiro en la cabeza?. Si alguna vez lo de los zombies quedaba atrás, ¿que ocurriría conmigo?. Seguiría siendo un problema, podría infectar a alguien por error y vuelta a empezar...
-No tendrás que ofrecer nada, tal vez cooperar con la seguridad y esas cosas.-Le digo mientras empiezo a comer de forma tranquila, no entiendo por qué de golpe no tengo hambre, pero me obligo a comer, hasta hacía unos minutos me moría por cualquier cosa, era estúpido, pero me deprimía al pensar en aquellas cosas. Apoyo mi cara ligeramente sobre mi mano y el codo sobre la mesa mientras que voy comiendo casi de forma aburrida.
-Si vas pregunta por Anna, dile que vas de mi parte, puede que te reciba bien o... te patee el culo.-Añado sin mirar a ninguna otra parte más que a mi plato, bromeando y medio riéndome ligeramente dejando que el silencio reinase entonces durante un rato mientras que poco a poco voy terminando la comida.
No memories, no pain, no life...
-¿Por qué no te quedas con ella si os lleváis tan bien?- habla de ella prácticamente como si fuera algún tipo de hermana y por tanto me resulta bastante extraño que siga sola, yo desde luego no lo haría si encontrara a alguien con quién me llevara tan bien pero tampoco me anclaría a un mismo lugar durante demasiados días seguidos. Cuando empecé a ser nómada me di cuenta que lo de ser sedentario no va conmigo y aunque sea más arriesgado lo prefiero así, de hecho es uno de los factores que me motivan a seguir haciéndolo, el riesgo es mi forma de vida y si no sencillamente estallo.
-No te va mucho lo de socializar, ¿eh?- sonrío de lado cuando ya va quedando algo más claro su asqueo entorno a la gente en general. He conocido a varios como ella durante estos meses, supongo que es inevitable cuando la mayoría de supervivientes se han convertido en una panda de violadores psicópatas y asaltadores de caminos pero aún así siento lástima por ella. Si pretende quedarse siempre sola se volverá loca, eso seguro.
-Puedo hacer eso o lo que haga falta, no se me caen los anillos por currar- me encojo de hombros terminando mi plato en un periquete y entonces lo aparto a un lado para que no estorbe, apoyando los brazos cruzados encima de la mesa para quedarme mirándola inquisitivamente. Pobrecilla, creo que la estoy aburriendo más que una ostra o simplemente tiene sueño porque repentinamente parece bastante decaída y desganada así que no digo nada pero voy mirando su plato de reojo para asegurarme de que come lo suficiente. Cuando me sale la vena paternal me doy asco pero ahí está, qué le voy a hacer.
-No tenía intención de hacerlo... pero la saludaré de tu parte si consigo conocerla- le prometo riendo entre dientes antes de recostarme mejor en el asiento, volviendo a ponerme la chaqueta para poder tantear los bolsillos hasta sacar un trozo de regaliz del bueno, no esa mierda de color negro que te deja la boca con sabor a petróleo -No hay demasiadas ventanas aquí así que será seguro. Atrancaré la puerta y deberíamos poder dormir sin problemas...- miro la puerta un instante y de nuevo a ella -¿Quieres que montemos guardias? Yo preferiría descansar....- opino levantándome del asiento para cederle otro trozo de regaliz que tengo por ahí. Las chucherías animan a cualquiera aunque sean cosa de críos, ¿no?
Después de eso me muevo hasta la puerta y empiezo a acumular muebles para impedir que pueda abrirse. Dudo que un zombie la atraviese y si alguien más lo intenta le oiríamos seguro así que me siento bastante seguro, lo suficiente para acercarme a esa manta que Nessa había preparado hace un buen rato para tumbarme en la misma con un pequeño suspiro de cansancio, dejando una mano detrás de la cabeza y otra encima de mi vientre, observando el deteriorado techo con el ceño un poco fruncido -Me da que mañana ya no estarás aquí, ¿eh?- estoy casi seguro pero tampoco es la primera vez que me pasa así que no le doy verdadera importancia, menos aún después de haber dejado claro que es una solitaria. Al menos yo ya tengo un sitio al que ir -Deberías darme un beso de buenas noches entonces- comento con sonrisa traviesa mientras la miro.
-No te va mucho lo de socializar, ¿eh?- sonrío de lado cuando ya va quedando algo más claro su asqueo entorno a la gente en general. He conocido a varios como ella durante estos meses, supongo que es inevitable cuando la mayoría de supervivientes se han convertido en una panda de violadores psicópatas y asaltadores de caminos pero aún así siento lástima por ella. Si pretende quedarse siempre sola se volverá loca, eso seguro.
-Puedo hacer eso o lo que haga falta, no se me caen los anillos por currar- me encojo de hombros terminando mi plato en un periquete y entonces lo aparto a un lado para que no estorbe, apoyando los brazos cruzados encima de la mesa para quedarme mirándola inquisitivamente. Pobrecilla, creo que la estoy aburriendo más que una ostra o simplemente tiene sueño porque repentinamente parece bastante decaída y desganada así que no digo nada pero voy mirando su plato de reojo para asegurarme de que come lo suficiente. Cuando me sale la vena paternal me doy asco pero ahí está, qué le voy a hacer.
-No tenía intención de hacerlo... pero la saludaré de tu parte si consigo conocerla- le prometo riendo entre dientes antes de recostarme mejor en el asiento, volviendo a ponerme la chaqueta para poder tantear los bolsillos hasta sacar un trozo de regaliz del bueno, no esa mierda de color negro que te deja la boca con sabor a petróleo -No hay demasiadas ventanas aquí así que será seguro. Atrancaré la puerta y deberíamos poder dormir sin problemas...- miro la puerta un instante y de nuevo a ella -¿Quieres que montemos guardias? Yo preferiría descansar....- opino levantándome del asiento para cederle otro trozo de regaliz que tengo por ahí. Las chucherías animan a cualquiera aunque sean cosa de críos, ¿no?
- ñom xDD:
Después de eso me muevo hasta la puerta y empiezo a acumular muebles para impedir que pueda abrirse. Dudo que un zombie la atraviese y si alguien más lo intenta le oiríamos seguro así que me siento bastante seguro, lo suficiente para acercarme a esa manta que Nessa había preparado hace un buen rato para tumbarme en la misma con un pequeño suspiro de cansancio, dejando una mano detrás de la cabeza y otra encima de mi vientre, observando el deteriorado techo con el ceño un poco fruncido -Me da que mañana ya no estarás aquí, ¿eh?- estoy casi seguro pero tampoco es la primera vez que me pasa así que no le doy verdadera importancia, menos aún después de haber dejado claro que es una solitaria. Al menos yo ya tengo un sitio al que ir -Deberías darme un beso de buenas noches entonces- comento con sonrisa traviesa mientras la miro.
Ahora soy yo la que quiere cambiar de tema por lo que en vez de contestarle con una explicación simplemente niego moviendo la cabeza de lado a lado, recordándome a cuando era más pequeña, siempre negaba de la misma forma. Cuando termino de comer me echo hacia atrás y dejo caer la cabeza hacia atrás fijándome en el techo mientras que muerdo mi labio inferior ligeramente.
-Si, pero es que no puedo parar quieta en el mismo sitio, se podría decir que me agobio...-Comento sin más, entonces me incorporo de golpe y asiento agradeciéndole su intención de saludar a Anna si la ve, será gracioso comentarle luego todo este jaleo y como casi me volví loca en menos de unos segundos, luego escucho lo que dice sobre montar guardias.
-Mejor no, estamos bastante bien así, el parque está entero avallado y cerrado y las puertas y ventanas cerradas, es imposible que entre algo sin que nos demos cuenta y yo tengo demasiado sueño, creo que desde hace días esperaba una noche tranquila, normalmente duermo en el coche...-Digo y después sonrío ampliamente al ver el regaliz, me gustaba demasiado, por lo que no lo rechazo y me echo hacia adelante cogiéndolo.-Gracias.-Digo mientras muerdo el trozo, recordando como antes siempre tenía una bolsa de regalices y piruletas escondidas en un estante de mi habitación, seguramente aún habrán un montón todavía allí...
Le sigo con la mirada mientras muerdo el regaliz y lo termino, va hacia la puerta asegurándola y luego como si nada se tumba en mi manta, agacho la mirada medio riendo a la vez que niego en silencio y me levanto para acercarme y sentarme a un lado, seguidamente le miro fijamente y muevo las manos hacia un lado para que me deje sitio, luego saco otra manta de la bolsa y la tiro encima de él, cojo mi chaqueta que estaba a un lado y la coloco de almohada, ignoro sus comentarios aún con la sonrisa en mis labios y me tumbo sin decir nada estirando de la manta para taparme un poco.
-Buenas noches Jared.-Digo sin más a la vez que me acomodo en un lado acurrucándome cerrando los ojos y dándole la espalda a él.
-Si, pero es que no puedo parar quieta en el mismo sitio, se podría decir que me agobio...-Comento sin más, entonces me incorporo de golpe y asiento agradeciéndole su intención de saludar a Anna si la ve, será gracioso comentarle luego todo este jaleo y como casi me volví loca en menos de unos segundos, luego escucho lo que dice sobre montar guardias.
-Mejor no, estamos bastante bien así, el parque está entero avallado y cerrado y las puertas y ventanas cerradas, es imposible que entre algo sin que nos demos cuenta y yo tengo demasiado sueño, creo que desde hace días esperaba una noche tranquila, normalmente duermo en el coche...-Digo y después sonrío ampliamente al ver el regaliz, me gustaba demasiado, por lo que no lo rechazo y me echo hacia adelante cogiéndolo.-Gracias.-Digo mientras muerdo el trozo, recordando como antes siempre tenía una bolsa de regalices y piruletas escondidas en un estante de mi habitación, seguramente aún habrán un montón todavía allí...
Le sigo con la mirada mientras muerdo el regaliz y lo termino, va hacia la puerta asegurándola y luego como si nada se tumba en mi manta, agacho la mirada medio riendo a la vez que niego en silencio y me levanto para acercarme y sentarme a un lado, seguidamente le miro fijamente y muevo las manos hacia un lado para que me deje sitio, luego saco otra manta de la bolsa y la tiro encima de él, cojo mi chaqueta que estaba a un lado y la coloco de almohada, ignoro sus comentarios aún con la sonrisa en mis labios y me tumbo sin decir nada estirando de la manta para taparme un poco.
-Buenas noches Jared.-Digo sin más a la vez que me acomodo en un lado acurrucándome cerrando los ojos y dándole la espalda a él.
No memories, no pain, no life...
Parar quieta, ¿eh...? Eso me recuerda a alguien, básicamente a mí mismo, así que presupongo que su amiga Anna debe de ser algo más sedentaria en ese sentido. ¿No dijo algo de que su hermana estaba en el campamento de Atlanta? Por lógica ella también, o debe de pasar largas temporadas allí. Sea como sea no es asunto mío y está claro que Nessa sabe apañarse perfectamente sola así que no voy a insistir más con todo eso, creo que ya he averiguado suficiente siendo la primera vez que nos vemos, sólo espero que no siga pensando en Aaron cuando hablamos o algo por el estilo porque eso sí que me tocaría los huevos.
Finalmente se acerca a la improvisadísima cama, no es la más cómoda en la que he estado, sinceramente, y me hago a un lado sin dejar de mirarla pero nada, la flacucha es una orgullosa y no se digna ni a darme un beso, ¡ni que se lo hubiera pedido de tornillo! Que tampoco me hubiera opuesto a eso, está claro, pero me conformaba con algo más simple y tan feo no debo de ser si salía con un tío igual que yo. JA. Quizá sea precisamente por eso, bien pensado...
Se tumba entonces en silencio, le gusta hacerse la interesante a la tía, y finalmente ambos terminamos mínimamente arropados y cada uno en su lado. O eso es lo que se debía creer pero está claro que no me conoce mucho porque a pesado no me gana nadie. Apenas han pasado unos segundos desde que me ha deseado buenas noches cuando ya estoy girándome para apoyarme en su espalda, rodeando si cintura con un brazo fácilmente debido a lo poca cosa que es. Apuesto a que podría aplastarla si me lo propusiera -Podría comerte a mordiscos ahora mismo- le susurro traviesamente cerca de la oreja, apartando su larga melena para poder besarla suavemente en el cuello. Ya que ella no ha querido tomar la iniciativa lo hago yo pero en realidad no tengo intención de ir más allá. Que puedo ser un salido mental pero no soy de los que fuerzan a las chicas a hacer cosas que no quieren... Entonces recuerdo aquellas acusaciones que hicieron que mi vida terminará en espiral de destrucción y me quedo rígido momentáneamente. Trago saliva pesadamente pero me deshago de todas esas ideas, ese ya no soy yo y no volverá a pasar.
-Buenas noches, princesa- me limito a decir con toda la intención de quedarme dormido tal cual en esa posición. Otra cosa es que ella me deje pero el que no arriesga no gana.
Finalmente se acerca a la improvisadísima cama, no es la más cómoda en la que he estado, sinceramente, y me hago a un lado sin dejar de mirarla pero nada, la flacucha es una orgullosa y no se digna ni a darme un beso, ¡ni que se lo hubiera pedido de tornillo! Que tampoco me hubiera opuesto a eso, está claro, pero me conformaba con algo más simple y tan feo no debo de ser si salía con un tío igual que yo. JA. Quizá sea precisamente por eso, bien pensado...
Se tumba entonces en silencio, le gusta hacerse la interesante a la tía, y finalmente ambos terminamos mínimamente arropados y cada uno en su lado. O eso es lo que se debía creer pero está claro que no me conoce mucho porque a pesado no me gana nadie. Apenas han pasado unos segundos desde que me ha deseado buenas noches cuando ya estoy girándome para apoyarme en su espalda, rodeando si cintura con un brazo fácilmente debido a lo poca cosa que es. Apuesto a que podría aplastarla si me lo propusiera -Podría comerte a mordiscos ahora mismo- le susurro traviesamente cerca de la oreja, apartando su larga melena para poder besarla suavemente en el cuello. Ya que ella no ha querido tomar la iniciativa lo hago yo pero en realidad no tengo intención de ir más allá. Que puedo ser un salido mental pero no soy de los que fuerzan a las chicas a hacer cosas que no quieren... Entonces recuerdo aquellas acusaciones que hicieron que mi vida terminará en espiral de destrucción y me quedo rígido momentáneamente. Trago saliva pesadamente pero me deshago de todas esas ideas, ese ya no soy yo y no volverá a pasar.
-Buenas noches, princesa- me limito a decir con toda la intención de quedarme dormido tal cual en esa posición. Otra cosa es que ella me deje pero el que no arriesga no gana.
- Spoiler:
- OFF: ¿Creo que cerramos? Porque dudo que Nessa siga ahí a la mañana siguiente... ¿o como va la cosa? XD
No había pasado ni un minuto seguramente cuando vuelvo a abrir los ojos de nuevo al notar como él se mueve pegándose a mi, no sé si empujarle o apartarme pero finalmente decido no moverme porque la verdad que no es algo que me desagrade, es más coloco mi brazo sobre el suyo y muevo las yemas de mis dedos sobre su mano en una débil caricia y un pequeño escalofrío recorre mi cuerpo al sentir su aliento sobre mi piel, pero no digo ni hago nada más.
Cierro los ojos de nuevo - Hazlo, y al final acabarás haciéndolo literalmente. - Pienso irónica a modo de contestación sintiendo la necesidad de apartarle de golpe, pero tampoco lo hago y cuando siento sus labios en mi cuello es lo último que me faltaba para no poder apartarle, pero finalmente siento que parece quedarse quieto y casi respiro tranquila.
Y aquí de nuevo lo veo todo más claro, si antes había dudado por un momento en ir corriendo al maldito refugio ahora veía claro que no, debía seguir tal cual o acabaría metiendo la pata y alguien acabaría muy mal, o quería eso para nadie, solía ser algo egoísta, tenía que reconocerlo, pero aquello era bien diferente, sigo durante un buen rato con los ojos abiertos de par en par aún con el sueño que tengo, pero ahora si que no quiero ni puedo dormir, pasa un buen rato hasta que creo que él está dormido y me aparto con cuidado, me quedo mirando a Jared un rato entre la oscuridad, no mereces acabar como Aaron. Me levanto recogiendo mis cosas de forma sigilosa, lo último que quiero ahora es que se despierte, voy hacia la puerta y antes de irme dejo la recortada a su lado, seguía teniendo la otra y aún recuerdo como se le iluminaron los ojos al verla, me cuesta un poco dejarla porque sin duda es mi arma favorita pero lo hago y salgo fuera apartando las cosas con cuidado y cerrando la puerta detrás de mi.
Cuando salgo del parque con el impala cierro las puertas una vez más y sigo hacia adelante tal vez me encuentre con Anna en breve o a saber... Lo que si quiero ahora es dar con un puñetero motel y dormir una semana entera si hace falta.
Cierro los ojos de nuevo - Hazlo, y al final acabarás haciéndolo literalmente. - Pienso irónica a modo de contestación sintiendo la necesidad de apartarle de golpe, pero tampoco lo hago y cuando siento sus labios en mi cuello es lo último que me faltaba para no poder apartarle, pero finalmente siento que parece quedarse quieto y casi respiro tranquila.
Y aquí de nuevo lo veo todo más claro, si antes había dudado por un momento en ir corriendo al maldito refugio ahora veía claro que no, debía seguir tal cual o acabaría metiendo la pata y alguien acabaría muy mal, o quería eso para nadie, solía ser algo egoísta, tenía que reconocerlo, pero aquello era bien diferente, sigo durante un buen rato con los ojos abiertos de par en par aún con el sueño que tengo, pero ahora si que no quiero ni puedo dormir, pasa un buen rato hasta que creo que él está dormido y me aparto con cuidado, me quedo mirando a Jared un rato entre la oscuridad, no mereces acabar como Aaron. Me levanto recogiendo mis cosas de forma sigilosa, lo último que quiero ahora es que se despierte, voy hacia la puerta y antes de irme dejo la recortada a su lado, seguía teniendo la otra y aún recuerdo como se le iluminaron los ojos al verla, me cuesta un poco dejarla porque sin duda es mi arma favorita pero lo hago y salgo fuera apartando las cosas con cuidado y cerrando la puerta detrás de mi.
Cuando salgo del parque con el impala cierro las puertas una vez más y sigo hacia adelante tal vez me encuentre con Anna en breve o a saber... Lo que si quiero ahora es dar con un puñetero motel y dormir una semana entera si hace falta.
- Spoiler:
- Vaaale, te ha tocado, lo cierras tu O.o.
No memories, no pain, no life...
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