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Estás solo, todo está destruído, la muerte quiere cazarte. Has sobrevivido al fin y eso no es todo: esta guerra sigue en pie, pues el fin supone un nuevo principio, uno más tormentoso donde tendrás que demostrar lo que vales. ¿Crees poder sobrevivir?, si no... Abandonad toda esperanza aquellos que os adentráis en este nuevo, virulento y destrozado lugar.
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Un pie en la tierra y otro en la tumba || [2016] Alexia, Juliana, April, Scott, Marcus
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— 29/02/16 | Fort Detrick | 03 °C | Privado —
═ ✥ - ✥ ◍ ✥ - ✥ ═
UN PIE EN LA TIERRA Y OTRO EN LA TUMBA
Charles Town - Maryland
06:37:43 am
Charles Town - Maryland
06:37:43 am
Frente a un panorama nada convencional, pero en gozo de lo distópico, el irlandés conduce lentamente por las vías de Charles Town en pro a la maniobrabilidad de su actual vehículo, un Mbombe cuatro por cuatro de máxima capacidad y cuya plataforma se extiende varios metros sobre el suelo. Obvio, podía ver a través del parabrisas el por qué dichas características significaban un cambio radical en cuanto comodidad y utilidad se trataba, pues era evidente, o al menos hasta donde alcanzaba a ver la vista, que la colosal destrucción urbanística; producto de la ciudad vecina, ejerció sobre la localidad una sumisión espontánea que erradicó a perpetuidad la habitabilidad de aquel sitio.
Casas abandonadas, autos volcados y que atravesaban las estructuras de alguno que otro edificio se encontraban cubiertos completamente por el frío invernal que azota desde el norte, ventisca gélida que arrasa con todo a su paso y sin ofrecer tregua alguna. La nieve obstaculiza y se vuelve profunda, pero incluso cegados por el manto blanco y sin retorno todavía eran capaces de percibir el reflejo de un caos ocasionado en tiempos de antaño.
Era, además, la primera vez en mucho tiempo en el que Marcus lograba atestiguar su regreso al estado mayor, pero claro, esto solo significaba para él una mayor presión sobre sus hombros, porque innegablemente, consciente de lo que esto significa, sabe que deberá enfrentarse a sus recuerdos más profundos, fragmentos de aquella temporada en solitario donde tuvo que sobrevivir a lo sucedido en Washington.
—Tendremos que detenernos —comenta el rubio en voz neutra mientras pisa el pedal del freno—, así que aprovechen para bajar, orinar y buscar combustible, porque no volverá a suceder antes de arribar en Fort Detrick. ¿Entendido? —al costado izquierdo del vehículo se ubica la gasolinera Sheetz, la cual a su vez se encuentra localizada al pie de la entrada de la carretera 340 de William L. Wilson Fwy, misma que tomarían a continuidad hasta Frederick y Fort Detrick respectivamente.
Wright observa hacia su derecha—se desvanece el sonido del motor—luego de retirar las llaves del camión y entonces mira a su compañero Harker sin mucha emoción transmitida. —Quédate —cierra con extrema apatía—, necesitamos discutir algo importante. Blackwell, tú puedes encargarte de asegurar el perímetro. ¿Cierto? Protege a las chicas, nosotros iremos en un momento. —notifica antes de cerrar las puertas (luego de que todo mundo saliera) haciendo uso del seguro electrónico. Acto seguido señala hacia la guantera pidiéndole al moreno que saque los archivos confidenciales, y mientras tanto da una mirada por la ventanilla y enciende un cigarro para relajarse.
—¿Müller no te ha dicho nada al respecto? —le da una fumada a su cigarrillo—Es decir, antes de salir...
El rubio quería saber si el germano, quien usualmente tenía información sobre en este tipo de misiones, había hablado con su homólogo y semejante. «¿Quién más si no?» Porque la otra opción era la comandante Blackwell, pero la desconocía por completo y no sabía si tan solo era otra vasalla más que le era fiel a Müller. —Este tipo, Conway, me parece extraño que sólo nos haya enviado a nosotros tres para proteger y extraer. ¿No crees tú que nos hace falta más gente? —comenta durante su segunda fumada.
En el proceso, y ensimismado entre el pensamiento que quizá resultaba no ser más que la simple paranoia entre la desconfianza, Marcus observó el humo de su cigarro volatilizarse e inundar con su olor el resto de la cabina. «Somos peones», analizó. Pero dudaba de si aquella jugada los había convertido en carne de cañón o no. De allí la primera pregunta. «Es una misión de bajo perfil», se repetía así mismo, pero no podía evitar sentir lo contrario.
◌ ◌ ◌

![Un pie en la tierra y otro en la tumba || [2016] Alexia, Juliana, April, Scott, Marcus VOaC76K](https://i.imgur.com/vOaC76K.png)
Estaba cansado ya de someterse al castigo del clima invernal. El atuendo de combate y demás prendas que siempre vestía, le servía para ese propósito. Aún así, no era alguien dado a las bajas temperaturas, mucho menos siendo alguien criado en los aires templados de la ciudad mapache. Sentado sobre el asiento de copiloto, tenía toda su atención y capacidad de análisis centradas en la información que podía leer a través del PDA.
Ese día había llegado.
No pudo evitar recordar los momentos de la reunión tras la llegada de la nueva regencia del USFU en que aquél nombre de origen eslavo le hizo palidecer y tragar saliva. Ustanak. Había tenido la oportunidad de visitar un campo de prueba en sus años como pasante científico de Umbrella, privilegio que se le otorgaba a muy pocos, y a él por ser hijo del matrimonio Harker. A atestiguar la destrucción que aquella abominación podía causar cuando estaba en sus fases tempranas, en contraste con la inteligencia humana, e incluso superior a esta, que podía tener.
Sabía que iba a ser todo un reto.
El vehículo multipropósitos se detiene en medio de la vía con su conductor dando unas instrucciones a las que poco o nada atendió, seguía viendo el PDA en su muñeca. Echó un reojo a Alexia con una expresión muerta antes de que esta pusiese un pie en tierra y cerrase la puerta, y luego volvió a mirar a Marcus, haciéndole un ademán con el mentón hacia adelante, demandándole soltar lo que tenía que decir.
—No —Y desvió la mirada al frente. Pensaba que había sido una pregunta simple y no diría nada más. No había hablado con el viperino consejero desde lo de la Base Nellis. Pero entonces continuó la conversación por un cauce que el espía consideraría poco prudente—. También estoy preocupado por el riesgo de la misión. Míranos. Sólo tres armados custodiando a la jefa de investigación de drogas y a un recurso humano tan imprescindible como una ingeniera mecánica y tecnóloga —Fue allí cuando volteó a verlo a los ojos de nuevo. Gesto predecible que anunciaba una objeción de su parte—. Pero creer que nos mandaron a una misión suicida... Es estúpido. No te cae bien Conway, perfecto. ¿Crees que a mi sí? Ese vejestorio tiene los días contados. Va a morir en alguna misión buscando revivir la gloria de su juventud. Y si tú sigues pensando como piensas, nosotros compartiremos el mismo destino que él. Ponte pilas —Iba a terminar ya la cháchara para volver a reaprender lo que sabía de la BOW que iban a capturar, pero entonces el humo del cigarro que se fumaba su compañero lo hizo despegar de nuevo los ojos de la pantalla, esta vez con un semblante gélido como hacía fuera del auto—. ¿Me convidas? —Insinuó querer fumar. Si su respuesta era afirmativa y le compartía el cigarro del que fumaba, lo tiraría por la ventanilla. De no ser así, igualmente se tomaría la libertad para quitárselo y hacer lo propio. Lo mismo si le daba uno nuevo de la cajetilla.
Comería algo de los sobres de comida mientras los demás regresaban, y cuando lo hicieron, se voltearía hacia la cabina trasera para mirarles. —¿Todo en orden? —Observó a April y a Juliana a los ojos. Evitó hacerlo con Alexia. Ambos tenían su propia historia y tras el último encuentro, no es que fuesen muy unidos. Con Marcus tenía un vínculo mucho más sano, aunque fuera casi exclusivamente profesional, y eso ya era decir.
Ese día había llegado.
No pudo evitar recordar los momentos de la reunión tras la llegada de la nueva regencia del USFU en que aquél nombre de origen eslavo le hizo palidecer y tragar saliva. Ustanak. Había tenido la oportunidad de visitar un campo de prueba en sus años como pasante científico de Umbrella, privilegio que se le otorgaba a muy pocos, y a él por ser hijo del matrimonio Harker. A atestiguar la destrucción que aquella abominación podía causar cuando estaba en sus fases tempranas, en contraste con la inteligencia humana, e incluso superior a esta, que podía tener.
Sabía que iba a ser todo un reto.
El vehículo multipropósitos se detiene en medio de la vía con su conductor dando unas instrucciones a las que poco o nada atendió, seguía viendo el PDA en su muñeca. Echó un reojo a Alexia con una expresión muerta antes de que esta pusiese un pie en tierra y cerrase la puerta, y luego volvió a mirar a Marcus, haciéndole un ademán con el mentón hacia adelante, demandándole soltar lo que tenía que decir.
—No —Y desvió la mirada al frente. Pensaba que había sido una pregunta simple y no diría nada más. No había hablado con el viperino consejero desde lo de la Base Nellis. Pero entonces continuó la conversación por un cauce que el espía consideraría poco prudente—. También estoy preocupado por el riesgo de la misión. Míranos. Sólo tres armados custodiando a la jefa de investigación de drogas y a un recurso humano tan imprescindible como una ingeniera mecánica y tecnóloga —Fue allí cuando volteó a verlo a los ojos de nuevo. Gesto predecible que anunciaba una objeción de su parte—. Pero creer que nos mandaron a una misión suicida... Es estúpido. No te cae bien Conway, perfecto. ¿Crees que a mi sí? Ese vejestorio tiene los días contados. Va a morir en alguna misión buscando revivir la gloria de su juventud. Y si tú sigues pensando como piensas, nosotros compartiremos el mismo destino que él. Ponte pilas —Iba a terminar ya la cháchara para volver a reaprender lo que sabía de la BOW que iban a capturar, pero entonces el humo del cigarro que se fumaba su compañero lo hizo despegar de nuevo los ojos de la pantalla, esta vez con un semblante gélido como hacía fuera del auto—. ¿Me convidas? —Insinuó querer fumar. Si su respuesta era afirmativa y le compartía el cigarro del que fumaba, lo tiraría por la ventanilla. De no ser así, igualmente se tomaría la libertad para quitárselo y hacer lo propio. Lo mismo si le daba uno nuevo de la cajetilla.
Comería algo de los sobres de comida mientras los demás regresaban, y cuando lo hicieron, se voltearía hacia la cabina trasera para mirarles. —¿Todo en orden? —Observó a April y a Juliana a los ojos. Evitó hacerlo con Alexia. Ambos tenían su propia historia y tras el último encuentro, no es que fuesen muy unidos. Con Marcus tenía un vínculo mucho más sano, aunque fuera casi exclusivamente profesional, y eso ya era decir.
Nada habría revelado aquel invierno en su mayor representación, ni la naturaleza adormecida donde las hierbas y las plantas conservan su tierno color bajo la espesura de la nieve, ni los árboles que se adueñaron de las estructuras baldías, abrazando los ventanales cual enrredadera, alzándose así sus ramas despojadas desde los pilares como esqueletos descarnados que se aferraban al deseo innegable de coexistir en el mismo espacio que ellos. La escarcha por otro lado, se manifestaba como un manto de lejía que cubría casi por completo el vehículo.
Por otra parte, dentro del blindado se encontraba Alexia quien parecía no prestarle demasiada atención a los sujetos que la acompañaban mientras se limitaba únicamente a descansar su cuerpo sobre el asiento trasero de la maquinaria desde donde podía sentir como en medio de aquella semiobscuridad, caía sobre sus hombros un frío helado y sepulcral al que ésta no estaría del todo acostumbrada, viéndose encogida dentro de los pliegues de su chaqueta en busca de una mísera pizca de calor.
—Que frío de mierda—Susurró para sí misma mientras hundía sus manos al interior de sus bolsillos, resguardándolas del frío al que se exponían dentro de aquella “tumba de metal”.
Las indicaciones por parte del rubio fueron claras, dando paso a que la comandante avanzase detrás de las dos mujeres hacia la puerta trasera del vehículo con tal de salir al exterior, no sin antes ajustar la correa del subfusil que colgaba desde su cuello hasta el nivel de su pecho donde el cañón reposaba en dirección al suelo. Conforme la enorme puerta metálica se cerraba tras de si, pudo distinguir de reojo la mirada frívola de aquel hombre, la cual por un breve instante se cruzó con la suya cerrando en un simple silencio acompañado de indiferencia por parte de la mujer.
Una vez afuera, Blackwell aprovechó para estirarse, extendiendo sus brazos al tope de su cabeza a la par que movía sus caderas como si se tratase de un calentamiento previo a algo, en tanto se dedicaba a observar detenidamente el comportamiento de ambas mujeres, centrándose en la seguridad que debía brindarles por profesión. Sus ideas por otro lado, parecían dispersas en su cabeza ante el encuentro aparentemente programado con aquel conocido de antaño que de alguna manera perturbaba el “buen juicio” que ésta disponía a la hora de realizar su trabajo.
Por otra parte, dentro del blindado se encontraba Alexia quien parecía no prestarle demasiada atención a los sujetos que la acompañaban mientras se limitaba únicamente a descansar su cuerpo sobre el asiento trasero de la maquinaria desde donde podía sentir como en medio de aquella semiobscuridad, caía sobre sus hombros un frío helado y sepulcral al que ésta no estaría del todo acostumbrada, viéndose encogida dentro de los pliegues de su chaqueta en busca de una mísera pizca de calor.
—Que frío de mierda—Susurró para sí misma mientras hundía sus manos al interior de sus bolsillos, resguardándolas del frío al que se exponían dentro de aquella “tumba de metal”.
Las indicaciones por parte del rubio fueron claras, dando paso a que la comandante avanzase detrás de las dos mujeres hacia la puerta trasera del vehículo con tal de salir al exterior, no sin antes ajustar la correa del subfusil que colgaba desde su cuello hasta el nivel de su pecho donde el cañón reposaba en dirección al suelo. Conforme la enorme puerta metálica se cerraba tras de si, pudo distinguir de reojo la mirada frívola de aquel hombre, la cual por un breve instante se cruzó con la suya cerrando en un simple silencio acompañado de indiferencia por parte de la mujer.
Una vez afuera, Blackwell aprovechó para estirarse, extendiendo sus brazos al tope de su cabeza a la par que movía sus caderas como si se tratase de un calentamiento previo a algo, en tanto se dedicaba a observar detenidamente el comportamiento de ambas mujeres, centrándose en la seguridad que debía brindarles por profesión. Sus ideas por otro lado, parecían dispersas en su cabeza ante el encuentro aparentemente programado con aquel conocido de antaño que de alguna manera perturbaba el “buen juicio” que ésta disponía a la hora de realizar su trabajo.
A veces no creo tener claro que es lo que los ejecutivos de Umbrella están pensando, que esas grandes mentes pueden llegar a tener en mente al mandarnos a hacer semejante estupidez, ¿es que no tienen consciencia? ¿A quién se le ocurrió esto? sea como sea, decir que esto no funciono seria no hacer justifica a nada de lo que realmente sucedió…
Primero debo ir por partes, la idea de tenia la empresa era recuperar uno de sus proyectos más poderosos, una poderosa bestia, un B.O.W. clase 3 que había sido soltado en la última base existente que pertenecía al ejército de los Estados Unidos, Fort Detrick, una zona que anteriormente fue propuesta peor que como la gran mayoría del país, sintió la ira de Umbrella y ahora no es más que un foso de caminantes.
La misión seria llevada a un equipo con un equipo altamente calificado o eso parecía, entre ellos Scott Harker, un agente competente del SETR, que me había escoltado en el pasado, "agente" enter muchas comillas, ya que la discreción no es uno de sus puntos fuertes pues… tampoco se puede decir que no fue alguien que no sepa lo que hace, es bueno usando su rifle, además de haberme salvado la vida con un ninjato, personalmente, creo que hubiera entrado a los Ice sin ningún problema si no hubiera sido por las parálisis que se le daban.
Personalmente al tal Wright lo conozco poco y nada y sinceramente mucho mejor no conocerlo, parece ser un soldado que no tiene piedad por nada ni por nadie, se supone que fue un piloto pero… no se en que fuerza le habrán aceptado, no me fio del ni un pelo de este tipo, la tal Alexia también estaba presente, y lo único que se de ella es el jodido hecho de que es de la líder de la USS y sinceramente lo único que se de ella es que es una imbécil y que le gusta maltratar a la gente, una cosa completamente irrelevante para esto, si podía mantenerme as salvo supongo que poco importa que sea una imbécil, lo que esto era no era asunto mío.
Bueno, con estos tres personajes también estábamos Juliana y yo, que serviríamos de refuerzo, Juliana es doctora y científica y bueno yo soy especialista en Mecánica y Tecnología, serviré de apoyo técnico al equipo, solo pro cualquier cuestión, si hay algún desperfecto estoy aquí para solucionarlo, yo suponía que tal vez Juliana al ser una científica del I+D tenia forma de controlar a la bestia, creía por lo menos que se podría someter de algún modo.
El plan era el siguiente, se supone que deberíamos separarlo de la horda de infectados de la zona y allí someterlo con fuego, alejándolo de la zona de los dormitorios que fue donde empezó la infestación, o eso nos habían dicho, porque literalmente el Ustanak se tomó todo con literal seriedad, la cosa se propuso a destruir absolutamente todo, las zonas estaba calcinadas, o traspasadas por agujeros de bala, el edificio del comedor estaba completamente destrozado, y pero aún el edificio central del mismo también estaba en ruinas, Ustanak vino con el objetivo de aplastarlo todo
La organización era devastadora, no teníamos un plan de contingencia para evitar a los caminantes, tampoco teníamos nada a mano con para poder detener a la criatura más de lo necesario para poder extraerla… a pesar de que tenían un equipo armamentístico más que sobresaliente, más a posteriori nos daríamos cuenta que darle de tiros por 40 minutos al bicho no bastaría, además sin contar ni siquiera con la cantidad de cuantos zombies había en la zona , había estado en muchos sitios en mi vida, y hasta ese día, hasta este jodido y maldito día, la última vez que vi una horda tan grande fue cuando escape de Kansas, pero… lo que había en ese lugar no tenía precedentes, eran cientos, incluso me atrevería a decir que miles, el jadeo de esas cosas se va a quedar en mi cabeza porque jamás en la vida oí tantos como en ese momento…
Cuando entramos en el lugar, tuvimos la suerte de que en los dormitorios y la entrada no había demasiados, había entrado y con extrema cautela los Profesionales de Red mataron a los caminantes de forma sigilosa, pudimos aproximarnos sin problemas por la zona, sin tratar de llamar la atención de la horda más grande que se encontraba, nos movimos pro la zona de los aparcamientos para evitar tener que cruzarnos con la horda amontonada, tuvieron la idea de que los caminantes irían por la carne más fresca de los interiores, avanzando al Hangar y al el gran estanque, debido a esa necesidad que tienen de moverse, y gracias a Dios bendito pues… así fue… los soldados se dedicaron mucho tiempo a entrar en la base y limpiar los aparcamientos de las zonas donde quedaban los zombies, y trajeron las camionetas de la base allí, cerca de
Scott y el tal Marcus quisieron tomar la delantera al explorar el edificio más grande del recinto, y podría jugar que aún recuerdo los pasos de esa cosa, recuerdo claramente ese temblor que la criatura deja al pisar el suelo, como si fueran tambores, esa cosa no se escondía de nosotros, esa cosa nos emboscó, esa cosa no era un experimento, un proyecto no sé qué mierdas, mierdas al vapor, esa cosa era un demonio sediento de sangre, una que los tres soldados no pudieron evitar, de un gran salto desde la zona alta del edificio de departamentos, ni siquiera pensé como el edificio pudo aguantar el peso del bicho, tampoco pensé el cómo sabía exactamente donde estábamos, solo sabía que estaba esperándonos, para emboscarnos de ese modo en la puerta del edificio principal, el combate estuvo completamente desigual, los tres soldados le enfrentaron, y en un cierto tiempo no me lo podría creer, esos tipos eran tan habilidosos que no eran humanos, no podían pelear con él en ese modo, tal vez hubiéramos ganado pero lo que no contábamos era que el Ustanak y los soldados hicieron tanto ruido que atrajeron a los zombies, de a poco disparamos y les atacamos pero… no había manera de no evitar que nos rodearan…
Recibir la orden de Scott de retirarnos así que volvimos, no sin que ese monstruo nos pisara los talones, además de las caminantes que tenían muchas ganas de devorarnos, se movían demasiado rápido, los tres soldados intentaron subir pero esa cosa los intercepto antes, una de las camionetas exploto debido a la Gatling de esa cosa , exploto en mil pedazos, cuando sucedió no estuve tan lejos para que la explosión me mate, sino que estuve lo suficiente para que me dejara sorda temporalmente y me hiciera joderme de lo lindo, caí al suelo , quedo otra camioneta y los demás dijeron que Juliana y yo escapáramos, quise quedarme a esperarla, pero ella me dijo que me fuera sin mí no la oí, peor lo entendí, solo negocio con la cabeza, y en ese momento tome la camioneta y me marche…
Jamás en mi vida estuve tan aterrorizada, sentí miedo, miedo como nunca antes en mi vida lo había sentido, no podía parar de pensar por el pánico, no sé cómo pude hacer arrancar el trasto y pude echarme a andar, pero, allí sorda, asustada, conduje afuera del lugar, las manos me temblaban y sentía que el mundo se había venido abajo,
No sé quien sobrevivió, no vi morir a ninguno, jamás vi que el Ustanak los matara o que los zombies se los comieran, peor ya sabíamos todos que en ese lugar, la esperanza muere, merecíamos morir, merecíamos morir todos en esa expedición, nosotros fuimos parte de lo que paso en ese lugar, los muertos de Detrick querían venganza y creo que hoy la tuvieron… en parte…
Yo aún estoy aquí…

![Un pie en la tierra y otro en la tumba || [2016] Alexia, Juliana, April, Scott, Marcus 7abac3fdd6d40d2980831aed6ae84bb9](https://i.pinimg.com/originals/7a/ba/c3/7abac3fdd6d40d2980831aed6ae84bb9.gif)
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