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Estás solo, todo está destruído, la muerte quiere cazarte. Has sobrevivido al fin y eso no es todo: esta guerra sigue en pie, pues el fin supone un nuevo principio, uno más tormentoso donde tendrás que demostrar lo que vales. ¿Crees poder sobrevivir?, si no... Abandonad toda esperanza aquellos que os adentráis en este nuevo, virulento y destrozado lugar.
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Everything Black | Mía
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20 de mayo 2016
Por la mañana
Los Ángeles, California
Por la mañana
Los Ángeles, California
Era por la mañana cuando llegó a Los Ángeles y por ende había logrado encontrar un lugar habitable para poder quedarse allí por unos días, no iba a volver tan pronto a Umbrella por lo que se lo había comunicado a su superior; ya que tenía que estar al tanto de ciertas BOWs que estaban en descontrol y una de esas señales estaba en Los Ángeles. Seguía con el pensamiento de que no debían dejar ese trabajo a incompetentes pero no era un superior, él acataba órdenes.
—Veamos... —murmuró conforme caminaba por las calles, luego de cerciorarse de que su coche estaba cerrado y bien escondido.
La ropa del joven no delataba que fuera parte de una organización pues era todo de color negro, aunque igual desentonaba un poco en ese caos que ahora era esa ciudad. Acomodó mejor su mochila, estaba intentando pasar muy desapercibido pero algo le decía que iba a ser imposible pasar por un superviviente más; pudo ver a lo lejos una tienda y algo de movimiento en esta, no sacó su arma pero siguió caminando hacia allí para poder darse cuenta de que era otro superviviente. Una mujer.
Llegó a la altura mirando a ambos lados y escudriñando por la calle con la mirada, intentaba cerciorarse de que no hubiera peligro. Como si no hubiera visto a la mujer, se adentró en la tienda pasando cerca de ella muy alerta; sabía que los supervivientes podrían actuar de forma defensiva pero tenía muy buenos reflejos, sus pasos le guiaron al almacén sin saludar a esta. ¿Por qué hizo como si no la hubiera visto? Porque estaba buscando la jaula del BOW que habían dejado en esa ciudad y estaba seguro que podría estar detrás de ese almacén.


No había dormido bien. Realmente llevaba mucho sin hacerlo, ya estaba casi acostumbrada, pero no era bonito. Pocas horas de sueño se traducían en cansancio y aún peor, en horas muertas en las que no me gustaba salir.
En cuanto pareció una “hora razonable” salí de mi lugar, dispuesta a dar una vuelta y ver que podía rebuscar. Fue así como llegué a la tienda. Sonreí de lado cuando la puerta se abrió sin ningún problema. Solo pasaron unos segundos entre abrir la y comprobar que nada se abalanzaba hacia mí antes de adentrarme. Sin perder la cautela empecé a deambular por los pasillos. Cualquier cosa me serviría. Como a bufanda de algodón medio raída que tendría que lavar y había hecho un bollo y metido en el bolsillo de la mochila.
En otros tiempos habría fingido que nada había pasado al entrar en una tienda. Ahora solo veía lo que realmente había. Y era más bien poco. Me dije a mi misma.
Estaba allí agachada tras el mostrador rebuscando por las pequeñas cápsulas de café que había esparcidas, sonriendo con el tesoro en plástico cuando la puerta se abrió y si, me tense durante un segundo antes de ver al chico. Me paré, dejando que me vea mientras a su vez lo observaba, analizando como andaba, y como me ignoraba.
-que no soy un fantasma…- murmure. Me imaginaba que todos éramos muy conscientes de que había veces que mejor te ignoraran, pero había algo intrigante en él. Era como a pesar de mí, seguía caminando como si supiera donde ir.
Mire a mi alrededor y su falta de mochila. Eso quizá respondía un par de cosas. Sobre todo que entrase sin vigilar si había algo peligroso dentro. -¿vives aquí?- la curiosidad me llevo a caminar junto a él, aún sosteniendo una cápsula -¿café?- pregunté, a pesar de todo aún confiando en los demás.
En cuanto pareció una “hora razonable” salí de mi lugar, dispuesta a dar una vuelta y ver que podía rebuscar. Fue así como llegué a la tienda. Sonreí de lado cuando la puerta se abrió sin ningún problema. Solo pasaron unos segundos entre abrir la y comprobar que nada se abalanzaba hacia mí antes de adentrarme. Sin perder la cautela empecé a deambular por los pasillos. Cualquier cosa me serviría. Como a bufanda de algodón medio raída que tendría que lavar y había hecho un bollo y metido en el bolsillo de la mochila.
En otros tiempos habría fingido que nada había pasado al entrar en una tienda. Ahora solo veía lo que realmente había. Y era más bien poco. Me dije a mi misma.
Estaba allí agachada tras el mostrador rebuscando por las pequeñas cápsulas de café que había esparcidas, sonriendo con el tesoro en plástico cuando la puerta se abrió y si, me tense durante un segundo antes de ver al chico. Me paré, dejando que me vea mientras a su vez lo observaba, analizando como andaba, y como me ignoraba.
-que no soy un fantasma…- murmure. Me imaginaba que todos éramos muy conscientes de que había veces que mejor te ignoraran, pero había algo intrigante en él. Era como a pesar de mí, seguía caminando como si supiera donde ir.
Mire a mi alrededor y su falta de mochila. Eso quizá respondía un par de cosas. Sobre todo que entrase sin vigilar si había algo peligroso dentro. -¿vives aquí?- la curiosidad me llevo a caminar junto a él, aún sosteniendo una cápsula -¿café?- pregunté, a pesar de todo aún confiando en los demás.
Pasó tan cerca del mostrador que le separaba de la mujer que pudo escuchar el murmuro de esta pero no hizo caso omiso, siguió su camino con la mirada en un punto fijo y ese era la puerta del almacén; tenía que entrar por ella y salir al callejón que daba la puerta donde, en un pasado, el dueño de ese lugar, descargaba los pedidos.
Su mano estaba posada en la puerta del almacén cuando escuchó las preguntas de la mujer, sabía que ahora no les separaba el mostrador y que esta había caminado hacia él. ¿Ser descortés o responderle? Era una de las preguntas que cruzaban su mente, no iba a ser descortés pero tampoco iba a responder con una verdad. ¿Una mentira, quizá? La sonrisa que apareció en el rostro del joven proyecto era ladina pero no escondía ninguna maldad.
—Si viviera aquí no hubieras podido entrar por la puerta, ¿no crees? —preguntó con algo de sarcasmo, su mirada se posó en la cápsula de café que esta sostenía en la mano.— Es muy probable que ese café lleve caducado mucho tiempo, y ahora... Si me disculpas.
Dicho eso su mirada volvió hacia la puerta para abrirla y sacar de su funda un arma junto con la pda, necesitaba saber donde estaba la caja del BOW y si esta estaba cerrada o abierta; de estar abierta iban a tener un problema y más con un civil cerca. Comenzó a caminar, dándole igual si esta le seguía, hacia la puerta que daba al callejón y pudo ver que esta estaba cerrada. “Bien, esto puede ser una buena señal” se dijo abriendo la puerta de golpe para encontrarse con la jaula de rejas grande en mitad del callejón, estaba justo a su derecha y estaba cerrada, con el BOW dentro. “Al menos está dormido” suspiró mientras miraba hacia el almacén rezando para que la mujer no saliera de la tienda. ¿Qué iba a hacer? No podía abrir la jaula teniendo un civil a unos pasos pero tenía que hacerlo.
Su mano estaba posada en la puerta del almacén cuando escuchó las preguntas de la mujer, sabía que ahora no les separaba el mostrador y que esta había caminado hacia él. ¿Ser descortés o responderle? Era una de las preguntas que cruzaban su mente, no iba a ser descortés pero tampoco iba a responder con una verdad. ¿Una mentira, quizá? La sonrisa que apareció en el rostro del joven proyecto era ladina pero no escondía ninguna maldad.
—Si viviera aquí no hubieras podido entrar por la puerta, ¿no crees? —preguntó con algo de sarcasmo, su mirada se posó en la cápsula de café que esta sostenía en la mano.— Es muy probable que ese café lleve caducado mucho tiempo, y ahora... Si me disculpas.
Dicho eso su mirada volvió hacia la puerta para abrirla y sacar de su funda un arma junto con la pda, necesitaba saber donde estaba la caja del BOW y si esta estaba cerrada o abierta; de estar abierta iban a tener un problema y más con un civil cerca. Comenzó a caminar, dándole igual si esta le seguía, hacia la puerta que daba al callejón y pudo ver que esta estaba cerrada. “Bien, esto puede ser una buena señal” se dijo abriendo la puerta de golpe para encontrarse con la jaula de rejas grande en mitad del callejón, estaba justo a su derecha y estaba cerrada, con el BOW dentro. “Al menos está dormido” suspiró mientras miraba hacia el almacén rezando para que la mujer no saliera de la tienda. ¿Qué iba a hacer? No podía abrir la jaula teniendo un civil a unos pasos pero tenía que hacerlo.


Vi cómo pensaba en responder mientras yo esperaba y por un segundo se me paso por la cabeza solo marcharme. Ante su sonrisa simplemente me encojo de hombros. – Quien sabe, quizás las trampas las tienes atrás de esa…- digo contemplando las posibilidades.
Vuelvo a sonreír, porque si que era verdad lo del café. Era definitivamente viejo, pero por más que pudiera perder un poco del sabor, esas cosas no caducaban, cerrados como estaban al vacío.
-Más para mi…- sonrío, guardando mi tesoro sin dejar de mirarlo. Sobre todo, cuando saca la pda y mi boca podría haber caído un poco abierta por la sorpresa de ver aquel aparato, funcionando, al parecer… Esa pequeña sorpresa fue momentáneamente eclipsada cuando abrió la puerta y la luz entro. No era un almacén como había imaginado y ahora lo decidido en sus pasos podía cambiar de significado.
Me dije que no, en mi mente. Pero daba igual, ya estaba saliendo tras él.
Un vistazo a los alrededores, al callejón o lo que fuese y trague con fuerza tan solo de ver la jaula – No me jodas- aquello era su “x” en el mapa al parecer y no me gustaba como pintaba.
- ¿Cómo sabías que esto estaba aquí? – digo señalando de la jaula a la pda sin morderme la lengua y sabiendo que en lugar de preguntar lo que tenía que hacer era salir de allí. – Quizá si tengo que irme, lo de entrar en las casas de la gente sin permiso no esta bien…- bromeo empezando a retroceder.
Vuelvo a sonreír, porque si que era verdad lo del café. Era definitivamente viejo, pero por más que pudiera perder un poco del sabor, esas cosas no caducaban, cerrados como estaban al vacío.
-Más para mi…- sonrío, guardando mi tesoro sin dejar de mirarlo. Sobre todo, cuando saca la pda y mi boca podría haber caído un poco abierta por la sorpresa de ver aquel aparato, funcionando, al parecer… Esa pequeña sorpresa fue momentáneamente eclipsada cuando abrió la puerta y la luz entro. No era un almacén como había imaginado y ahora lo decidido en sus pasos podía cambiar de significado.
Me dije que no, en mi mente. Pero daba igual, ya estaba saliendo tras él.
Un vistazo a los alrededores, al callejón o lo que fuese y trague con fuerza tan solo de ver la jaula – No me jodas- aquello era su “x” en el mapa al parecer y no me gustaba como pintaba.
- ¿Cómo sabías que esto estaba aquí? – digo señalando de la jaula a la pda sin morderme la lengua y sabiendo que en lugar de preguntar lo que tenía que hacer era salir de allí. – Quizá si tengo que irme, lo de entrar en las casas de la gente sin permiso no esta bien…- bromeo empezando a retroceder.
Con la PDA en la mano envió la ubicación a uno de sus compañeros que andaba cerca, tenían que cerciorarse de que no hubiera civiles por la zona; al menos visibiles, si alguno andaba escondido ese ya sería su propio problema no el de Umbrella pero él tenía a una de ellos justo detrás de él y parecía haber visto la jaula. Guardó la PDA en uno de los bolsillos de su pantalón para tomar el arma que tenía justo detrás de su espalda, ya que tenía que abrir la jaula toda precaución era buena.
—Casualidad —respondió con simpleza mientras miraba hacia la mujer con una sonrisa algo infantil, era mentira. Ellos mismos habían puesto jaulas por toda la ciudad y ahora tenían que abrirlas luego de haber indicado a los BOW qué debían hacer.— Te recomendaría que buscaras algo con lo que defenderte y te escondieras, no es que este bicho ataque a quién se le venga en gana pero... A veces tienen sus fallos, ¿sabes?
Y eso no era mentira, a él mismo alguna que otra vez un bicho de esos le había atacado pero había salido bien parado del encuentro. Tenía el control remoto de la jaula en su mochila, por lo que lo único que debía esperar era que su compañero le informara que todo estaba en orden para así abrir la jaula; caminó hacia atrás situándose justo al lado de la mujer para estirar su brazo hacia esta y situarla detrás de él, aunque fuera un proyecto bastante imparcial en lo que se refería ayudar a civiles tampoco quería que esta fuera atacada.
—También puedes optar en no decir nada y quedarte detrás de mí, la jaula se abrirá y el bicho saldrá disparado de ahí —explicó sin dar muchos detalles.— Lo primero que hará será venir a donde estamos, olernos, puede que suelte algún gruñido pero terminará por irse.
—Casualidad —respondió con simpleza mientras miraba hacia la mujer con una sonrisa algo infantil, era mentira. Ellos mismos habían puesto jaulas por toda la ciudad y ahora tenían que abrirlas luego de haber indicado a los BOW qué debían hacer.— Te recomendaría que buscaras algo con lo que defenderte y te escondieras, no es que este bicho ataque a quién se le venga en gana pero... A veces tienen sus fallos, ¿sabes?
Y eso no era mentira, a él mismo alguna que otra vez un bicho de esos le había atacado pero había salido bien parado del encuentro. Tenía el control remoto de la jaula en su mochila, por lo que lo único que debía esperar era que su compañero le informara que todo estaba en orden para así abrir la jaula; caminó hacia atrás situándose justo al lado de la mujer para estirar su brazo hacia esta y situarla detrás de él, aunque fuera un proyecto bastante imparcial en lo que se refería ayudar a civiles tampoco quería que esta fuera atacada.
—También puedes optar en no decir nada y quedarte detrás de mí, la jaula se abrirá y el bicho saldrá disparado de ahí —explicó sin dar muchos detalles.— Lo primero que hará será venir a donde estamos, olernos, puede que suelte algún gruñido pero terminará por irse.


Frunzo el ceño ante la respuesta del chico bonito que sonreía falsamente como un crio y habla con cierto tono condescendiente. Termino respondiéndole de la misma manera, dejando que el sarcasmo gotee de mi boca. - Oh, casualidad- respondo con voz cargada. Porque estaba siendo simpática y me lo paga con mentiras… no era anormal en estos días, pero después de ver la PDA no hay caso. - Por supuesto, que camines directamente y convenientemente directo a una jaula enorme es pura casualidad. ¿Quién lo hubiera pensado? Los caminos del señor son inescrutables, y todo eso… - digo sin esperar respuesta.
Me cruzo de brazos antes de señalarle el palo que sostengo - convenientemente no hay un arma cerca. Tengo mala suerte - le sonrío
Mientras escuchaba su explicación de la situación, considero sus palabras. Comprendo la gravedad de todo aquello y se que no debería tomarlo a la ligera, una parte de mi ya esta gritando que salga corriendo, pero hay otra vocecita que tiene demasiada curiosidad en todas esas “casualidades” de las que el habla. Ciertas expresiones o referencias que ha dicho el chico me llevan a pensar que ahí esta pasando algo más y por mi vida, que siento demasiada curiosidad.
Aunque no me guste especialmente todo aquello, teniendo en cuenta de que me estoy quedando y metiendo en esto voluntariamente, en el fondo se que confiar en el podría ser mi mejor oportunidad. Que si esa cosa se descontrola¿
-Adelante, superhombre, voy a seguir tu plan y quedarme detrás. Abre la jaula y déjame ver cómo este maravilloso bicho se lanza directo hacia nosotros. Estoy segura de que será una experiencia inolvidable- añado con un tono de voz cargado de ironía. Pero a pesar de ello me mantengo alerta y lista para salir corriendo, la puerta de la tienda aún sigue abierta y no pienso perder la oportunidad de sobrevivir si todo aquello explota.
Aunque no esté dispuesta a mostrarlo abiertamente , hay una pequeña chispa de esperanza en mi interior, esperando que pueda cumplir con su palabra y que no se conviertan ambos en comida a domicilio.
Me cruzo de brazos antes de señalarle el palo que sostengo - convenientemente no hay un arma cerca. Tengo mala suerte - le sonrío
Mientras escuchaba su explicación de la situación, considero sus palabras. Comprendo la gravedad de todo aquello y se que no debería tomarlo a la ligera, una parte de mi ya esta gritando que salga corriendo, pero hay otra vocecita que tiene demasiada curiosidad en todas esas “casualidades” de las que el habla. Ciertas expresiones o referencias que ha dicho el chico me llevan a pensar que ahí esta pasando algo más y por mi vida, que siento demasiada curiosidad.
Aunque no me guste especialmente todo aquello, teniendo en cuenta de que me estoy quedando y metiendo en esto voluntariamente, en el fondo se que confiar en el podría ser mi mejor oportunidad. Que si esa cosa se descontrola¿
-Adelante, superhombre, voy a seguir tu plan y quedarme detrás. Abre la jaula y déjame ver cómo este maravilloso bicho se lanza directo hacia nosotros. Estoy segura de que será una experiencia inolvidable- añado con un tono de voz cargado de ironía. Pero a pesar de ello me mantengo alerta y lista para salir corriendo, la puerta de la tienda aún sigue abierta y no pienso perder la oportunidad de sobrevivir si todo aquello explota.
Aunque no esté dispuesta a mostrarlo abiertamente , hay una pequeña chispa de esperanza en mi interior, esperando que pueda cumplir con su palabra y que no se conviertan ambos en comida a domicilio.
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