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Estás solo, todo está destruído, la muerte quiere cazarte. Has sobrevivido al fin y eso no es todo: esta guerra sigue en pie, pues el fin supone un nuevo principio, uno más tormentoso donde tendrás que demostrar lo que vales. ¿Crees poder sobrevivir?, si no... Abandonad toda esperanza aquellos que os adentráis en este nuevo, virulento y destrozado lugar.
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Fallen STARS [FB - Alice Stephens]
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14 de Enero de 2012 - 23:40 PM
Me incorporé después de registrar el cadáver en mi salón, no llevaba nada de documentación encima, ni cartera siquiera, solo un USB en el que imagino que había volcado toda la información de mi ordenador. Me quedaba muy poco tiempo, seguro que algún vecino ya había llamado a la policía por el ruido de la pelea. Lo que quisiera llevarme me lo tendría que llevar ya. Desde lo de la mansión tenía preparada una mochila lista con lo imprescindible por si tenía que irme rápido... como ahora mismo. Me pudieron los recuerdos y eché en la mochila un álbum de fotos y mi portátil, pero nada más. Eché a correr sin parar hasta el coche, las manos me ardían, sentía cada pequeño corte que el cabrón me había hecho, por no hablar de la puñalada, justo en el costado izquierdo, debajo de las costillas. El dolor casi no me dejaba ni pensar, conducir era la mayor imprudencia del mundo pero no me quedaba otra, ahora mismo no me fiaba de nadie, ni de la policía que acudiera ni tampoco de ir al hospital. Dejé la mochila en el asiento del copiloto y arranqué como pude.
Sabía a dónde tenía que ir, el piso de Alice tampoco estaba tan lejos del mio, llegué a su calle de una manera lamentable, sujetando el volante con una mano mientras me apretaba la herida con la otra, quizás esto era inútil, quizás la herida era más profunda de lo que yo pensaba y mi suerte ya estaba echada. Dejé el coche en un callejón cercano, me puse la mochila al hombro y eché a andar hasta llegar a su puerta. Por suerte no me crucé con ninguno de sus vecinos, la imagen habría sido cuanto menos graciosa. El timbre me parecía demasiado ruidoso así que levanté una mano para dar con los nudillos un par de veces, me sentía agotado, los ojos me pesaban, el cuerpo me pedía tumbarme y hacía un esfuerzo considerable manteniendome en pie. No era tonto, sabía lo que pasaría si me dormía. — Alice, soy Keith... — Dije acercando la cabeza a la puerta, apoyando la frente contra la madera. No quería morir en un descansillo, eso sí que sería penoso. Quizás no estaba en casa, quizás estaba fuera de fiesta o vete tú a saber dónde. Me la estaba jugando todo a una carta.
Me incorporé después de registrar el cadáver en mi salón, no llevaba nada de documentación encima, ni cartera siquiera, solo un USB en el que imagino que había volcado toda la información de mi ordenador. Me quedaba muy poco tiempo, seguro que algún vecino ya había llamado a la policía por el ruido de la pelea. Lo que quisiera llevarme me lo tendría que llevar ya. Desde lo de la mansión tenía preparada una mochila lista con lo imprescindible por si tenía que irme rápido... como ahora mismo. Me pudieron los recuerdos y eché en la mochila un álbum de fotos y mi portátil, pero nada más. Eché a correr sin parar hasta el coche, las manos me ardían, sentía cada pequeño corte que el cabrón me había hecho, por no hablar de la puñalada, justo en el costado izquierdo, debajo de las costillas. El dolor casi no me dejaba ni pensar, conducir era la mayor imprudencia del mundo pero no me quedaba otra, ahora mismo no me fiaba de nadie, ni de la policía que acudiera ni tampoco de ir al hospital. Dejé la mochila en el asiento del copiloto y arranqué como pude.
Sabía a dónde tenía que ir, el piso de Alice tampoco estaba tan lejos del mio, llegué a su calle de una manera lamentable, sujetando el volante con una mano mientras me apretaba la herida con la otra, quizás esto era inútil, quizás la herida era más profunda de lo que yo pensaba y mi suerte ya estaba echada. Dejé el coche en un callejón cercano, me puse la mochila al hombro y eché a andar hasta llegar a su puerta. Por suerte no me crucé con ninguno de sus vecinos, la imagen habría sido cuanto menos graciosa. El timbre me parecía demasiado ruidoso así que levanté una mano para dar con los nudillos un par de veces, me sentía agotado, los ojos me pesaban, el cuerpo me pedía tumbarme y hacía un esfuerzo considerable manteniendome en pie. No era tonto, sabía lo que pasaría si me dormía. — Alice, soy Keith... — Dije acercando la cabeza a la puerta, apoyando la frente contra la madera. No quería morir en un descansillo, eso sí que sería penoso. Quizás no estaba en casa, quizás estaba fuera de fiesta o vete tú a saber dónde. Me la estaba jugando todo a una carta.
El teléfono descansaba en la mesa, Alice se encontraba sentada en el sofá justo delante. No prestaba atención al teléfono, si no a la botella de vodka que descansaba a su lado, la acababa de abrir, pero no la había probado aún. Llevaba abierta desde que desmantelaron la unidad STARS en Raccoon City. Se había pasado los últimos días mirando la botella, pensando en si había algo que la detuviera a bebersela y por ahora no encontraba nada. Había perdido su trabajo, que era lo único estable en su vida. ¿Qué más daba ahora que volviera a beber?
Pero entonces miraba el teléfono y pensaba en Cora, en Keith... ¿Después de todo lo que la habían ayudado...? No podía hacerles eso. Y sin embargo era lo único que quería ahora.
Se sobresaltó al escuchar la puerta. Rápidamente cerró la botella y la guardó debajo del fregadero. Fue a abrir a Keith, era él. - Que oportuno... - se dijo en un susurro.
- ¡¿Pero qué...?! - exclamó, una vez que abrió la puerta, al comprobar el mal estado en el que se encontraba. - ¿Qué ha pasado? - dijo en un tono mucho más bajo saliendo para recogerle y ayudarle a pasar al interior de la casa. Su instinto la hizo asomarse al pasillo antes de cerrar.
- Keith, esa herida... - le ayudó a llegar hasta el sofá para que se sentara en él. - Cuéntame qué ha pasado, mientras miro eso - le levantó la camiseta para examinar su costado, donde veía más sangre. - Joder, vas a necesitar puntos... deberíamos ir al hospital... - dejó aquella frase en el aire, porque algo le decía que eso tampoco era buena idea. Alice se levantó y fue al baño a por su botiquín, cuando volvía pasó por la cocina y sacó la botella de vodka, él la iba a necesitar más.
- Será mejor que bebas.
Pero entonces miraba el teléfono y pensaba en Cora, en Keith... ¿Después de todo lo que la habían ayudado...? No podía hacerles eso. Y sin embargo era lo único que quería ahora.
Se sobresaltó al escuchar la puerta. Rápidamente cerró la botella y la guardó debajo del fregadero. Fue a abrir a Keith, era él. - Que oportuno... - se dijo en un susurro.
- ¡¿Pero qué...?! - exclamó, una vez que abrió la puerta, al comprobar el mal estado en el que se encontraba. - ¿Qué ha pasado? - dijo en un tono mucho más bajo saliendo para recogerle y ayudarle a pasar al interior de la casa. Su instinto la hizo asomarse al pasillo antes de cerrar.
- Keith, esa herida... - le ayudó a llegar hasta el sofá para que se sentara en él. - Cuéntame qué ha pasado, mientras miro eso - le levantó la camiseta para examinar su costado, donde veía más sangre. - Joder, vas a necesitar puntos... deberíamos ir al hospital... - dejó aquella frase en el aire, porque algo le decía que eso tampoco era buena idea. Alice se levantó y fue al baño a por su botiquín, cuando volvía pasó por la cocina y sacó la botella de vodka, él la iba a necesitar más.
- Será mejor que bebas.
La espera, aunque corta, se me hizo eterna. Entonces Alice abrió la puerta, tan solo verla me subió el ánimo pero estaba seguro de que le había metido un susto de muerto. Me dejé ayudar, creo que solo había estado por aquí una o dos veces, sin duda no lo suficiente como para conocerme el piso. Solté la mochila cuando pasamos al interior y la seguí hasta llegar al sofá. Me daba palo sentarme allí, iba a ponerlo todo perdido de sangre, con lo difícil que puede ser limpiarla... — He estado investigando por mi cuenta y al llegar a casa había un tipo... — Dije antes de sentarme y soltar un quejido de dolor. — No os lo dije, no quería meteros en problemas si pasaba esto — Cuando me levantó la camiseta yo la ayudé, manteniéndola arriba el tiempo que ella lo necesitara.
— No, nada de hospitales. Confío en ti. — La cogí una mano antes de que se levantara. Quizás era solo mi paranoia, en parte bien argumentada, pero no quería meterme en un hospital. Si querían podrían mandar a otro. Solté su mano cuando se levantó, dejándola sobre las piernas intentando no manchar nada. Aproveché para pasear la mirada por su piso, por su decoración, sus fotos... Apreté los labios, una parte de mi se arrepentía de haber venido, podía estar metiéndola en un lío si me habían seguido y Alice era la última persona a la que quería hacer daño.
Antes de poder divagar más con mis pensamientos, volvió con un botiquín y una botella. — Lo siento. Estoy siendo egoísta. Puedo estar matándote ahora mismo con tan solo estar aquí — Agarré la botella, quitándole el tapón con la boca y echándolo a un lado antes de pegarle un buen trago. Llevaba años sin beber y ahora esto me parecía mortal. Puse cara de asco antes de beber otra vez, sabía que iba a hacer falta. — Pero eres la persona en la que más confío. Quiero que lo sepas, por si esto no sale bien — Dejé la mano con la botella descansando a un lado mirando cómo se manejaba con el botiquín. Esto iba a doler seguro.
— No, nada de hospitales. Confío en ti. — La cogí una mano antes de que se levantara. Quizás era solo mi paranoia, en parte bien argumentada, pero no quería meterme en un hospital. Si querían podrían mandar a otro. Solté su mano cuando se levantó, dejándola sobre las piernas intentando no manchar nada. Aproveché para pasear la mirada por su piso, por su decoración, sus fotos... Apreté los labios, una parte de mi se arrepentía de haber venido, podía estar metiéndola en un lío si me habían seguido y Alice era la última persona a la que quería hacer daño.
Antes de poder divagar más con mis pensamientos, volvió con un botiquín y una botella. — Lo siento. Estoy siendo egoísta. Puedo estar matándote ahora mismo con tan solo estar aquí — Agarré la botella, quitándole el tapón con la boca y echándolo a un lado antes de pegarle un buen trago. Llevaba años sin beber y ahora esto me parecía mortal. Puse cara de asco antes de beber otra vez, sabía que iba a hacer falta. — Pero eres la persona en la que más confío. Quiero que lo sepas, por si esto no sale bien — Dejé la mano con la botella descansando a un lado mirando cómo se manejaba con el botiquín. Esto iba a doler seguro.
La última vez que bebió fue precisamente cuando Keith la encontró borracha, de no haber sido por él y la ayuda también de Cora, igual ahora ella estaría... Muerta. Seguro que sí. Fue por eso que se obligó a no tomar la botella después de él para darle un trago. Todo lo que estaba pasando la sobrepasaba y ahora aquello.
- Maldita sea Keith... estábamos convencidisimos de que la jefa O'Hara tiene una segunda nómina en Umbrella y tú te pones a investigar... - por un segundo Alice quiso golpearlo, aquello era lo más imprudente del mundo, pero luego pensó que también era lo más sensato. Quedarse encerrados en casa compadeciendose no era tampoco la mejor opción. Cuando regresaron de la mansión y fueron a hablar con la jefa de la comisaría su negativa los sorprendió. Reagan O'Hara los tomó por unos mentirosos, y para colmo los suspendió a todos. Para sus sorpresas todo con Umbrella siguió igual que siempre o mejor incluso, porque ahora nadie estaba ahí para pararles los pies.
- ¿Y qué has descubierto? - preguntó mientras que comenzaba a limpiar la herida. Alice comenzaba a ser consciente de que tal vez ahora la buscasen a ella. Pero no le importó, decidió que ella seguía siendo una STARS y que por tanto actuaría como tal. Tal vez lo hubiera decidido más tarde que Keith, pero al menos ya lo tenía claro.
La morena comenzó a coser la herida con sumo cuidado. Ella era bastante diestra en aquel tipo de curasla habían enseñado, aunque ni era médico, ni enfermera o mucho menos tenía un titulo. Pero por algo su madre había sido médico. Terminó colocando unas gasas sobre la herida con más antisépticos y prosiguió limpiando otras heridas que el joven tenía.
- Quien te hizo esto... ¿Dónde está ahora? - había estado pensando aquella pregunta desde que le explicó lo ocurrido, pero había sido incapaz de pronunciarla hasta aquel momento. Se mostraba algo distraída, centrada en su trabajo. Colocaba el antiséptico en la gasa y con la delicadeza que podía lo pasaba por los cortes de él.
- Maldita sea Keith... estábamos convencidisimos de que la jefa O'Hara tiene una segunda nómina en Umbrella y tú te pones a investigar... - por un segundo Alice quiso golpearlo, aquello era lo más imprudente del mundo, pero luego pensó que también era lo más sensato. Quedarse encerrados en casa compadeciendose no era tampoco la mejor opción. Cuando regresaron de la mansión y fueron a hablar con la jefa de la comisaría su negativa los sorprendió. Reagan O'Hara los tomó por unos mentirosos, y para colmo los suspendió a todos. Para sus sorpresas todo con Umbrella siguió igual que siempre o mejor incluso, porque ahora nadie estaba ahí para pararles los pies.
- ¿Y qué has descubierto? - preguntó mientras que comenzaba a limpiar la herida. Alice comenzaba a ser consciente de que tal vez ahora la buscasen a ella. Pero no le importó, decidió que ella seguía siendo una STARS y que por tanto actuaría como tal. Tal vez lo hubiera decidido más tarde que Keith, pero al menos ya lo tenía claro.
La morena comenzó a coser la herida con sumo cuidado. Ella era bastante diestra en aquel tipo de curasla habían enseñado, aunque ni era médico, ni enfermera o mucho menos tenía un titulo. Pero por algo su madre había sido médico. Terminó colocando unas gasas sobre la herida con más antisépticos y prosiguió limpiando otras heridas que el joven tenía.
- Quien te hizo esto... ¿Dónde está ahora? - había estado pensando aquella pregunta desde que le explicó lo ocurrido, pero había sido incapaz de pronunciarla hasta aquel momento. Se mostraba algo distraída, centrada en su trabajo. Colocaba el antiséptico en la gasa y con la delicadeza que podía lo pasaba por los cortes de él.
— ¿Y qué se supone que tenía que hacer? ¿Comprar helados de todos los tamaños y sabores y quedarme en casa? — Pensé por un momento en los que no fueron tan afortunados como nosotros y no llegaron a salir de la mansión con vida. Cuando salimos de allí nos trataron como a escoria, como mentirosos. Miré cómo limpiaba la herida, el ardor era una sensación bastante fea pero lo que vendría después sería mucho peor.
— Son muy cuidadosos, deben tener en nómina a mucha más gente que a esa zorra. Das dos pasos hasta encontrarte con alguien que se niega en rotundo a hablar del tema y entonces sientes que has retrocedido tres. Nunca avanzas. — Apreté los dientes cuando empezó a darle a la costura para beber otro trago de la botella de seguido. — Pude mirar la lista de decesos en los últimos años. Jamás había leído tantos archivos... Una buena semana. — Le di otro trago, pero este sería el último, solo quería ignorar el dolor, no cogerme un pedal. — Un prematuro ataque al corazón, un robo que acabó mal... un accidente de coche... — Hice una pausa, bajando la mirada y calmando la respiración antes de seguir. — Y la lista sigue. Todos habían sido o eran empleados de Umbrella — Miraba con atención cómo Alice iba cosiendo la herida poco a poco. No era lo mismo pero me recordó mucho a aquella vez en la mansión. Esto parecía mucho más sencillo que eso.
— En el salón de mi piso — Las manos eran las que peores habían salido de la pelea así que las extendí hacia ella cuando empezó a limpiarme las heridas. Al menos ahí no creía necesitar sutura. — Muerto, claro. Le tenía en el suelo cuando... pam. — Chasqueé los dedos de una mano al tiempo que hacía la onomatopeya. — Ya lo había visto antes, de una u otra manera se envenenan y se suicidan. Cualquier cosa con tal de no hablar. Imagino que con el jaleo que montamos la policía ya estará allí — Era cuestión de tiempo que empezaran a preguntar por mi círculo, y eso le incluía a ella. — En cuanto acabes me marcho, lo que me faltaba era que te hicieran cómplice por mi culpa —
— Son muy cuidadosos, deben tener en nómina a mucha más gente que a esa zorra. Das dos pasos hasta encontrarte con alguien que se niega en rotundo a hablar del tema y entonces sientes que has retrocedido tres. Nunca avanzas. — Apreté los dientes cuando empezó a darle a la costura para beber otro trago de la botella de seguido. — Pude mirar la lista de decesos en los últimos años. Jamás había leído tantos archivos... Una buena semana. — Le di otro trago, pero este sería el último, solo quería ignorar el dolor, no cogerme un pedal. — Un prematuro ataque al corazón, un robo que acabó mal... un accidente de coche... — Hice una pausa, bajando la mirada y calmando la respiración antes de seguir. — Y la lista sigue. Todos habían sido o eran empleados de Umbrella — Miraba con atención cómo Alice iba cosiendo la herida poco a poco. No era lo mismo pero me recordó mucho a aquella vez en la mansión. Esto parecía mucho más sencillo que eso.
— En el salón de mi piso — Las manos eran las que peores habían salido de la pelea así que las extendí hacia ella cuando empezó a limpiarme las heridas. Al menos ahí no creía necesitar sutura. — Muerto, claro. Le tenía en el suelo cuando... pam. — Chasqueé los dedos de una mano al tiempo que hacía la onomatopeya. — Ya lo había visto antes, de una u otra manera se envenenan y se suicidan. Cualquier cosa con tal de no hablar. Imagino que con el jaleo que montamos la policía ya estará allí — Era cuestión de tiempo que empezaran a preguntar por mi círculo, y eso le incluía a ella. — En cuanto acabes me marcho, lo que me faltaba era que te hicieran cómplice por mi culpa —
- Cantidades industriales de helado... no habría estado mal - añadió con algo de pesadez en sus palabras. Igual se había equivocado de adicción y el helado simplemente la habría hecho engordar. Pensó con sarcasmo. - Todavía me acuerdo de la cara que puso cuando hablamos con ella... ni siquiera era de sorpresa ni mucho menos, parecía de verdad que estábamos locos - sus ojos se quedaron en blanco durante un momento. Aquel recuerdo le ponía los pelos de punta, esa impotencia... por no mencionar lo que había pasado en la mansión. Aquellos recuerdos la atormentaba a cada momento.
Al tratar las heridas de Keith le fue inevitable no pensar en Elizabeth y en todos aquellos a los que no había podido ayudar. Le miró fijamente a la vez que respiraba profundamente en un intento de calmarse.
- Estos días he estado evitando a Cora, ella no deja de llamarme y venir aquí, pero es mejor no meterla en esto... - era su mejor amiga y miembro del RPD. Ella la había ayudado a ingresar en los STARS y Keith la conocía algo. Así que ahora se sentía horrible por hacerle aquello, pero según le contaba su compañero... así era lo mejor.
- Mierda... - aquello era un aunténtico problema. - ...cuando lo encuentren... seguro que consiguen darle la vuelta para que parezcamos aún más culpables - Hansen había sido elegido como el capitán en funciones del equipo cuando murió Crawford en la mansión. Le había durado poco, porque en seguida desmantelaron el equipo... y que ahora encontrasen un cadáver en su casa... solo alimentaría más la película que se habían montado con ellos desmantelando la unidad.
- Así, ya está... - terminó de limpiar sus heridas. Le había llevado un poco, pero todo estaba hecho. Recogió las gasas y todo el material para tirarlo en una bolsa a parte.
- Espera... no puedes irte así, ¿a dónde vas a ir, qué vas a hacer? Te pondrán en busca y captura - Alice se mostró bastante preocupada por su compañero, ellos eran, o habían sido policías, así que mejor que nadie sabían lo que pasaría. Volvió al sofá y sus ojos se desviaron directamente a la botella de vodka. Parpadeó obligándose a mirarle a él de nuevo. - No vas a querer más, ¿verdad? - cogió la botella y fue hacia la encimera de la cocina, la vació directamente en el fregadero. - Creo que este es el único momento de lucidez que he tenido en estos días... - respiró hondo y volvió al sofá. - Mejor no tener tentaciones...
Al tratar las heridas de Keith le fue inevitable no pensar en Elizabeth y en todos aquellos a los que no había podido ayudar. Le miró fijamente a la vez que respiraba profundamente en un intento de calmarse.
- Estos días he estado evitando a Cora, ella no deja de llamarme y venir aquí, pero es mejor no meterla en esto... - era su mejor amiga y miembro del RPD. Ella la había ayudado a ingresar en los STARS y Keith la conocía algo. Así que ahora se sentía horrible por hacerle aquello, pero según le contaba su compañero... así era lo mejor.
- Mierda... - aquello era un aunténtico problema. - ...cuando lo encuentren... seguro que consiguen darle la vuelta para que parezcamos aún más culpables - Hansen había sido elegido como el capitán en funciones del equipo cuando murió Crawford en la mansión. Le había durado poco, porque en seguida desmantelaron el equipo... y que ahora encontrasen un cadáver en su casa... solo alimentaría más la película que se habían montado con ellos desmantelando la unidad.
- Así, ya está... - terminó de limpiar sus heridas. Le había llevado un poco, pero todo estaba hecho. Recogió las gasas y todo el material para tirarlo en una bolsa a parte.
- Espera... no puedes irte así, ¿a dónde vas a ir, qué vas a hacer? Te pondrán en busca y captura - Alice se mostró bastante preocupada por su compañero, ellos eran, o habían sido policías, así que mejor que nadie sabían lo que pasaría. Volvió al sofá y sus ojos se desviaron directamente a la botella de vodka. Parpadeó obligándose a mirarle a él de nuevo. - No vas a querer más, ¿verdad? - cogió la botella y fue hacia la encimera de la cocina, la vació directamente en el fregadero. - Creo que este es el único momento de lucidez que he tenido en estos días... - respiró hondo y volvió al sofá. - Mejor no tener tentaciones...
— Es una putada y sé que Cora solo quiere ayudar pero hay que hacer un esfuerzo y alejarnos del resto — Distanciarnos de nuestros amigos podía ser muy complicado, sobre todo cuando nosotros estabamos tan jodidos... pero solo los estábamos protegiendo. Si empezaban a relacionar a Cora con nosotros podía ser que sus días de policía estuvieran contados. — Ya, si me cargan la culpa la jugada les habrá salido bien incluso sin matarme. Empiezo a pensar que no podemos ganar — Aguanté las curas lo mejor posible, al final uno se acostumbraba más o menos a las heridas. No era mi primera puñalada aunque no tenía ninguna intención de coleccionarlas.
— Gracias — Bajé la camiseta ahora que ya todo estaba... bueno, no bien pero mejor. Al menos ahora ya no sangraba como un cerdo. Alice sabía lo que se hacía. Me quedé en sofá, siguiendo a Alice con la mirada por su casa. Sabía lo que tenía que hacer, despedirme, quizás para siempre, coger la mochila y marcharme por donde había venido pero sinceramente, me daba miedo. Miré hacia la puerta cuando me preguntó, después a ella. — No quiero irme pero cuanto más me quede más me va a costar — Sonreí sin separar los labios, un gesto algo triste. Negué con la cabeza cuando preguntó si quería más alcohol. Ya me sentía en familia con mis compañeros, con los que habían sobrevivido. Había hecho amigos en la ciudad, conocía sus calles y ahora tenía que huir con el rabo entre las piernas.
— No voy a preguntarte por esa botella porque la verdad es que nos ha venido de perlas. Solo sigue como hasta ahora — Ella y yo sabíamos de lo que hablábamos, no quería agobiarla con el tema, solo mostrar mi apoyo por lo bien que estaba llevándolo. Me agarré al sofá listo para impulsarme y levantarme pero entre que las fuerzas no me acompañaron y que la puñalada seguía doliendo y tirando con los puntos volví a caer de culo en el sofá. — Joder... — Murmuré, odiaba sentirme inútil, débil, vamos justo como me encontraba ahora. Quizás delante de ella pudiera aparentar que estaba bien, listo para todo, pero no podía engañar a mi cuerpo... aunque seguro que ella también sabía que estaba jodido. — ¿Puedes aguantarme un poco más? — No creo que pudiera llegar hasta el coche así.
— Gracias — Bajé la camiseta ahora que ya todo estaba... bueno, no bien pero mejor. Al menos ahora ya no sangraba como un cerdo. Alice sabía lo que se hacía. Me quedé en sofá, siguiendo a Alice con la mirada por su casa. Sabía lo que tenía que hacer, despedirme, quizás para siempre, coger la mochila y marcharme por donde había venido pero sinceramente, me daba miedo. Miré hacia la puerta cuando me preguntó, después a ella. — No quiero irme pero cuanto más me quede más me va a costar — Sonreí sin separar los labios, un gesto algo triste. Negué con la cabeza cuando preguntó si quería más alcohol. Ya me sentía en familia con mis compañeros, con los que habían sobrevivido. Había hecho amigos en la ciudad, conocía sus calles y ahora tenía que huir con el rabo entre las piernas.
— No voy a preguntarte por esa botella porque la verdad es que nos ha venido de perlas. Solo sigue como hasta ahora — Ella y yo sabíamos de lo que hablábamos, no quería agobiarla con el tema, solo mostrar mi apoyo por lo bien que estaba llevándolo. Me agarré al sofá listo para impulsarme y levantarme pero entre que las fuerzas no me acompañaron y que la puñalada seguía doliendo y tirando con los puntos volví a caer de culo en el sofá. — Joder... — Murmuré, odiaba sentirme inútil, débil, vamos justo como me encontraba ahora. Quizás delante de ella pudiera aparentar que estaba bien, listo para todo, pero no podía engañar a mi cuerpo... aunque seguro que ella también sabía que estaba jodido. — ¿Puedes aguantarme un poco más? — No creo que pudiera llegar hasta el coche así.
- Eso trato, pero todo nuestro alrededor se desmorona - así que a la joven le resultaba muy difícil mantenerse en su línea. Hasta ahora había tenido motivos para no beber, su trabajo, sus amigos... todo aquello eran cosas que la distraian y la ayudaban a mantenerse bien. ¿Pero y ahora? No tenía trabajo y gran parte de a quienes consideraba sus amigos habían muerto en circunstancias horribles, quedando además los culpables impunes y tachandolos a ellos de mentirosos, puede que hasta de asesinos.
- Keith, no puedo permitir que te largues y mucho menos en ese estado - Alice volvía a moverse delante del sofá de un lado a otro. - Se me ocurre algo para que no te localicen ni relacionen conmigo - tras unos segundos de silencio por fin pensó en algo. - Pero no te va a gustar - añadió ella en aquel tono pensativo.
- Puede que aún sea pronto, pero debemos dar por hecho que ya te están buscando y sabes como funciona, primero irán a por tu ámbito más cercano y después a por tus compañeros de trabajo. En cuanto localicen tu coche cerca de aquí será sumar dos y dos... Debemos deshacernos de él - se acercó hasta él y se colocó de cuclillas a su lado, junto al borde del sofá. - Volveremos en mi coche, te puedo dejar un motel pasar un par de días y cuando crean que ya has abandonado la ciudad y bajen la guardia te largas... Me sé la clave de Cora y mi padre para acceder al servidor de la policía, podemos controlar en todo momento los avisos e informes - su discurso fue breve, tal voz su voz sonaba algo desesperada incluso, pero hablaba totalmente en serio. No iba a dejar a su compañero solo.
- Si te ayudo a bajar... ¿Podrás conducir? - el plan era ir cada uno en su coche para después regresar en el de ella.
- Keith, no puedo permitir que te largues y mucho menos en ese estado - Alice volvía a moverse delante del sofá de un lado a otro. - Se me ocurre algo para que no te localicen ni relacionen conmigo - tras unos segundos de silencio por fin pensó en algo. - Pero no te va a gustar - añadió ella en aquel tono pensativo.
- Puede que aún sea pronto, pero debemos dar por hecho que ya te están buscando y sabes como funciona, primero irán a por tu ámbito más cercano y después a por tus compañeros de trabajo. En cuanto localicen tu coche cerca de aquí será sumar dos y dos... Debemos deshacernos de él - se acercó hasta él y se colocó de cuclillas a su lado, junto al borde del sofá. - Volveremos en mi coche, te puedo dejar un motel pasar un par de días y cuando crean que ya has abandonado la ciudad y bajen la guardia te largas... Me sé la clave de Cora y mi padre para acceder al servidor de la policía, podemos controlar en todo momento los avisos e informes - su discurso fue breve, tal voz su voz sonaba algo desesperada incluso, pero hablaba totalmente en serio. No iba a dejar a su compañero solo.
- Si te ayudo a bajar... ¿Podrás conducir? - el plan era ir cada uno en su coche para después regresar en el de ella.
Me llevé una mano a la frente mientras Alice hablaba, verla paseando de un lado a otro me estaba poniendo de los nervios. — Creo que estoy dispuesto a escuchar cualquier idea — Dije estirándome en el sofá, sujetándome la zona de la herida con una mano. Hice un esfuerzo horrible por levantarme para acercar la bolsa que había traído hasta el sofá, la dejé encima y volví a sentarme. Abrí la bolsa sin dejar de prestar atención al plan de la chica. — Sabes, me empieza a preocupar lo bien pensado que tienes todo... No serás tú una mente malvada o algo así — Sonreí de lado, todo esto era demasiado serio. Miré dentro de la bolsa para comprobar que todo estaba como lo había dejado.
— Desde que nos inhabilitaron he estado reuniendo unas cuantas cosas para un momento así — Le enseñé unos cuantos fajos de billetes, lo suficiente para aguantar un tiempo a base de gastar poco. Había más cosas, una pistola sin número de serie, un carné falso... — Sé que cosas así son ilegales, ni te imaginas los barrios en los que me he metido por esto... pero de perdidos al río — También tenía una muda de ropa completa. — ¿Y qué quieres hacer con el coche, tirarlo al lago? También deberíamos deshacernos de mi pistola si hacemos eso — Puede parecer sorprendente pero el coche tampoco es que me importara mucho. Estaba dispuesto a deshacerme con él si eso nos ayudaba.
De la bolsa saqué una muda de ropa, al menos una camiseta limpia para no ir manchado en sangre por ahí. En otro momento me habría podido el pudor y me habría ido a cambiar al baño o algo así, pero no, me quité la camiseta empapada en mi propia sangre lo mejor que pude y me puse la nueva despacito, que no quería saltarme ningún punto. — Si me das una bolsa donde meter esto te lo agradecería — Hice una pelota con la camiseta manchada, otra cosa que desaparecería con el coche imagino. Cerré la mochila, ya no quedaba nada por hacer y ella parecía lista para seguir con su plan. — Seguro que sí, tú solo ayúdame a llegar hasta la calle
— Desde que nos inhabilitaron he estado reuniendo unas cuantas cosas para un momento así — Le enseñé unos cuantos fajos de billetes, lo suficiente para aguantar un tiempo a base de gastar poco. Había más cosas, una pistola sin número de serie, un carné falso... — Sé que cosas así son ilegales, ni te imaginas los barrios en los que me he metido por esto... pero de perdidos al río — También tenía una muda de ropa completa. — ¿Y qué quieres hacer con el coche, tirarlo al lago? También deberíamos deshacernos de mi pistola si hacemos eso — Puede parecer sorprendente pero el coche tampoco es que me importara mucho. Estaba dispuesto a deshacerme con él si eso nos ayudaba.
De la bolsa saqué una muda de ropa, al menos una camiseta limpia para no ir manchado en sangre por ahí. En otro momento me habría podido el pudor y me habría ido a cambiar al baño o algo así, pero no, me quité la camiseta empapada en mi propia sangre lo mejor que pude y me puse la nueva despacito, que no quería saltarme ningún punto. — Si me das una bolsa donde meter esto te lo agradecería — Hice una pelota con la camiseta manchada, otra cosa que desaparecería con el coche imagino. Cerré la mochila, ya no quedaba nada por hacer y ella parecía lista para seguir con su plan. — Seguro que sí, tú solo ayúdame a llegar hasta la calle
- ¿Verdad? - Alice alzó ambas cejas, tal vez en un intento de quitarle hierro al asunto. - Tal vez me equivoqué de oficio... - sonrió levemente mientras le entregaba una bolsa para guardar la camiseta. - Será mejor que nos deshagamos de ella por otro lado, trae - le quitó la bolsa y la guardó dentro de una mochila. Alice se preparaba para salir.
- Creo que te estás equivocando Keith, voy a ir contigo, no te voy a dejar solo - fue muy clara mientras recogía las cosas que se llevaría. - No tenemos por qué deshacernos de él de esa manera, yo decía abandonarlo en algún sitio alejado, esconderlo... pero lo que tú veas... - movió la cara hacia un lado. - Parece que me adelantes en ideología del mal... - bromeó. Se colocó una chaqueta oscura para salir. - Vamos, espero que no te hayan seguido, debemos ser cautos - nada más salir al pasillo Alice miró en varias direcciones y comenzó a caminar.
Cuando llegó a la puerta que daba al exterior hizo lo mismo, tras antes hacerle una señal a Keith para que esperase, cuando se dio cuenta de que nadie los vigilaba por allí le hizo otra señal, para que la siguiera.
- Ve a por tu coche, te sigo desde el mío - aún no tenía muy claro que iban a hacer con el vehículo de él, pero desde luego sería mejor que se marcharan. Podían hablar durante el trayecto a través de los teléfonos, o seguramente los walkies del equipo que seguirían en sus coches.
- Creo que te estás equivocando Keith, voy a ir contigo, no te voy a dejar solo - fue muy clara mientras recogía las cosas que se llevaría. - No tenemos por qué deshacernos de él de esa manera, yo decía abandonarlo en algún sitio alejado, esconderlo... pero lo que tú veas... - movió la cara hacia un lado. - Parece que me adelantes en ideología del mal... - bromeó. Se colocó una chaqueta oscura para salir. - Vamos, espero que no te hayan seguido, debemos ser cautos - nada más salir al pasillo Alice miró en varias direcciones y comenzó a caminar.
Cuando llegó a la puerta que daba al exterior hizo lo mismo, tras antes hacerle una señal a Keith para que esperase, cuando se dio cuenta de que nadie los vigilaba por allí le hizo otra señal, para que la siguiera.
- Ve a por tu coche, te sigo desde el mío - aún no tenía muy claro que iban a hacer con el vehículo de él, pero desde luego sería mejor que se marcharan. Podían hablar durante el trayecto a través de los teléfonos, o seguramente los walkies del equipo que seguirían en sus coches.
Metí la camiseta en la bolsa antes de que Alice me la quitara de las manos para guardarla en otra mochila. A saber lo que tenía pensado hacer con ella. — A lo mío le llamo tener un plan B. Con lo que hemos visto me parece hasta poco — Me levanté del sofá, ahora con menos dolor y me puse la chaqueta. Estábamos en pleno febrero y no tenía ganas de coger una pulmonía yendo en camiseta por la calle.
Me colgué la mochila a la espalda y eché un último vistazo al piso. Por fuera podía llevarlo bien pero por dentro tenía una sensación extraña en el estómago. Muchas veces pisas un lugar por última vez y no lo sabes, pero yo lo sabía. Sabía que no volvería aquí jamás, ni aquí ni a mi piso, ni a la comisaría... Y tal cual estaban las cosas quizás esta vez saldría de la ciudad que había sido mi casa durante los últimos años para no volver. — Prefiero deshacerme del coche completamente — Dejarlo escondido por ahí podía sonar bonito para luego ir a por él pero de nuevo, no era el caso. Era mejor idea alquilar uno cuando lo necesitara con uno de mis carnet falsos.
Esperé a que Alice se asegurara de que no había nadie en el pasillo y salí cerrando la puerta, por si acaso alguien nos veía me subí la capulla y seguí a la chica por el edificio hasta llegar a la entrada. — Alice, espera — La agarré del brazo antes de que saliera del portal, acercándome a ella. — Si notas algo raro, si pasa algo, cualquier cosa. Te vas — La solté antes de parecer que lo hacía por la fuerza. Subí las cejas, no estaba negociando y sabía lo cabezota que podía ser, sabía que si ella no quería no tenía por qué hacerme caso. Solo esperaba que esta vez sí lo hiciera. — Por favor — Después de aquella pausa salimos cada uno hacia su coche.
Eché a andar con paso rápido hasta llegar al callejón donde lo había dejado. Una vez allí metí la mochila dentro y arranqué el coche. Aún tenía el walkie colgando del salpicadero. No me asustaba que nos escucharan pues los STARS teníamos una frecuencia asignada para nosotros... bueno, ya no, pero sería mucha casualidad. — El lago Victoria está a unos diez minutos si nos damos prisa. Podemos hacerlo ahí — Entre unas cosas y otras ya eran las doce pasadas y apenas había gente o coches por la calle así que no me preocupé mucho por saltarme un poco el límite de velocidad. Lo importante era salir de la ciudad cuanto antes.
Me colgué la mochila a la espalda y eché un último vistazo al piso. Por fuera podía llevarlo bien pero por dentro tenía una sensación extraña en el estómago. Muchas veces pisas un lugar por última vez y no lo sabes, pero yo lo sabía. Sabía que no volvería aquí jamás, ni aquí ni a mi piso, ni a la comisaría... Y tal cual estaban las cosas quizás esta vez saldría de la ciudad que había sido mi casa durante los últimos años para no volver. — Prefiero deshacerme del coche completamente — Dejarlo escondido por ahí podía sonar bonito para luego ir a por él pero de nuevo, no era el caso. Era mejor idea alquilar uno cuando lo necesitara con uno de mis carnet falsos.
Esperé a que Alice se asegurara de que no había nadie en el pasillo y salí cerrando la puerta, por si acaso alguien nos veía me subí la capulla y seguí a la chica por el edificio hasta llegar a la entrada. — Alice, espera — La agarré del brazo antes de que saliera del portal, acercándome a ella. — Si notas algo raro, si pasa algo, cualquier cosa. Te vas — La solté antes de parecer que lo hacía por la fuerza. Subí las cejas, no estaba negociando y sabía lo cabezota que podía ser, sabía que si ella no quería no tenía por qué hacerme caso. Solo esperaba que esta vez sí lo hiciera. — Por favor — Después de aquella pausa salimos cada uno hacia su coche.
Eché a andar con paso rápido hasta llegar al callejón donde lo había dejado. Una vez allí metí la mochila dentro y arranqué el coche. Aún tenía el walkie colgando del salpicadero. No me asustaba que nos escucharan pues los STARS teníamos una frecuencia asignada para nosotros... bueno, ya no, pero sería mucha casualidad. — El lago Victoria está a unos diez minutos si nos damos prisa. Podemos hacerlo ahí — Entre unas cosas y otras ya eran las doce pasadas y apenas había gente o coches por la calle así que no me preocupé mucho por saltarme un poco el límite de velocidad. Lo importante era salir de la ciudad cuanto antes.
Una parte de Alice consideraba que estaban pasándose, que aquello era una locura... ¡Tirar el coche de Keith al lago! Pero se trataba de algo definitivo, después de todo lo que habían visto en Arklay, por cuanto habían pasado... y Keith había matado a un hombre. No, las cosas no eran de irse por las ramas, todas sus cartas habían sido puestas sobre la mesa.
Alice conducía como nunca lo había hecho en su vida, atenta a cualquier calle, dirección... estaba asustada y muy preocupada porque alguien los siguiera. Cuando llegaron al lugar dejó su coche bien aparcado a un lado del camino. Bajó tan veloz como un rayo y con ayuda de una linterna iluminó el camino para alcanzar la orilla del lago, justo donde se había detenido Hansen.
- Madre mía... - suspiró. - ¿Estás listo, lo tienes todo? - Alice señaló su coche para llevar las cosas a él. Abrió el maletero del de Hansen y comprobó que no hubiera nada de utilidad que necesitara. - Esto me da muchísima pena... - añadió. Se habían pasado tanto tiempo ahorrando para comprase aquellos coches... en su caso, por ejemplo.
Alice conducía como nunca lo había hecho en su vida, atenta a cualquier calle, dirección... estaba asustada y muy preocupada porque alguien los siguiera. Cuando llegaron al lugar dejó su coche bien aparcado a un lado del camino. Bajó tan veloz como un rayo y con ayuda de una linterna iluminó el camino para alcanzar la orilla del lago, justo donde se había detenido Hansen.
- Madre mía... - suspiró. - ¿Estás listo, lo tienes todo? - Alice señaló su coche para llevar las cosas a él. Abrió el maletero del de Hansen y comprobó que no hubiera nada de utilidad que necesitara. - Esto me da muchísima pena... - añadió. Se habían pasado tanto tiempo ahorrando para comprase aquellos coches... en su caso, por ejemplo.
Jamás había estado tan tenso en mi vida, esperaba encontrarme con unas sirenas de policía en cualquier momento, pero no. Una vez salimos del centro todo se simplificó, el trayecto fue tranquilo y hasta tuve un momento para repasar mis pensamientos. Todo había pasado tan rápido... Si me sentara a pensar tranquilamente todo esto quizás decidiría de otra forma, quizás se me ocurriría un plan magnífico pero esto era todo lo que se nos había ocurrido y quisiéramos o no teníamos que llegar hasta el final. Después ya veríamos si había sido un error.
Seguí el camino de tierra hasta llegar al pequeño muelle de madera. El lago no daba para mucho pero era un punto habitual de pesca, los más aficionados hasta se traían sus pequeñas canoas. Puse el coche en punto muerto, mirando hacia el muelle. Ya tenía la idea en la cabeza, solo me faltaba una piedra para el acelerador y... coche al agua. Registré por última vez el coche, las cosas en la guantera, algo que pudiera ser útil... Eché todo lo que podía quedar en la mochila y la llevé hasta el coche de Alice para dejarla en el suelo de los asientos traseros.
En el camino de vuelta hacia mi coche encontré una piedra, parecía lo suficientemente pesada como para hacer lo que tenía que hacer. — Solo es un coche — Murmuré metiendo las manos en los bolsillos de la chaqueta y apartando la mirada por un momento. Claro que no era "solo un coche". Había gastado mucho dinero en salvar el coche de Ellie después del accidente. De siniestro total a un coche funcional, solo por tener algo de ella. Esperé unos segundos en completo silencio, como si esto fuera un funeral. Era un buen momento para pasar página. — Está bien — Cogí la piedra y la puse sobre el pedal al tiempo que colocaba la marcha y el coche cogió velocidad en tan solo un segundo, avanzando por el maltrecho muelle hasta lanzarse al agua. El ruido fue inmenso pero duró tan solo un segundo, después era como si nada hubiera pasado. Aún podían verse las luces encendidas mientras el coche se llenaba de agua. Una vez se llenó de agua y empezó a bajar hasta el fondo las luces desaparecieron.
— Después de esto voy a tener que reciclar el resto de mi vida solo para compensar — Dije mordiéndome los labios, intentando quitar algo de hierro al asunto. — Entonces... un motel, ¿no? — Fruncí los labios y eché a andar hasta el coche de Alice, sentándome en el asiento del copiloto. Ahora nos tocaba seguir con su parte del plan.
Seguí el camino de tierra hasta llegar al pequeño muelle de madera. El lago no daba para mucho pero era un punto habitual de pesca, los más aficionados hasta se traían sus pequeñas canoas. Puse el coche en punto muerto, mirando hacia el muelle. Ya tenía la idea en la cabeza, solo me faltaba una piedra para el acelerador y... coche al agua. Registré por última vez el coche, las cosas en la guantera, algo que pudiera ser útil... Eché todo lo que podía quedar en la mochila y la llevé hasta el coche de Alice para dejarla en el suelo de los asientos traseros.
En el camino de vuelta hacia mi coche encontré una piedra, parecía lo suficientemente pesada como para hacer lo que tenía que hacer. — Solo es un coche — Murmuré metiendo las manos en los bolsillos de la chaqueta y apartando la mirada por un momento. Claro que no era "solo un coche". Había gastado mucho dinero en salvar el coche de Ellie después del accidente. De siniestro total a un coche funcional, solo por tener algo de ella. Esperé unos segundos en completo silencio, como si esto fuera un funeral. Era un buen momento para pasar página. — Está bien — Cogí la piedra y la puse sobre el pedal al tiempo que colocaba la marcha y el coche cogió velocidad en tan solo un segundo, avanzando por el maltrecho muelle hasta lanzarse al agua. El ruido fue inmenso pero duró tan solo un segundo, después era como si nada hubiera pasado. Aún podían verse las luces encendidas mientras el coche se llenaba de agua. Una vez se llenó de agua y empezó a bajar hasta el fondo las luces desaparecieron.
— Después de esto voy a tener que reciclar el resto de mi vida solo para compensar — Dije mordiéndome los labios, intentando quitar algo de hierro al asunto. — Entonces... un motel, ¿no? — Fruncí los labios y eché a andar hasta el coche de Alice, sentándome en el asiento del copiloto. Ahora nos tocaba seguir con su parte del plan.
- Lo siento... - Alice apoyó su mano sobre el hombro de él en un intento de aliviar su mal estar, pero se podía imaginar que sus palabras de consuelo no servirían para nada. Se podía imaginar todo el trabajo que le costaría aquel coche, para ahora tirarlo a un lago... algo le hacía preguntarse a Alice si estaban haciendo lo correcto, pero después, recordaba lo ocurrido con aquel tipo que casi mataba a Keith y asimilaba que sí. - A situaciones desesperadas medidas desesperadas - añadió en un susurro cuando se subía al coche.
- Todo irá a mejor, ya verás - tras cerrar las puertas Alice arrancó el coche y condujo en dirección Raccoon City, había visto un par de moteles, pero antes de llegar conocía uno, que estaba más alejado, y al que debían acceder por carreteras secundarias.
- Te aviso de que es un antro de mala muerte, estuve en una redada y... no mola nada, pero no hará preguntas por un pequeño extra - se encogió de hombros y prosiguió con su ruta.
Tras una larga media hora, avistaron un edificio en forma de "C", deprimente era quedarse cortos.
- Vaya, lo recordaba algo mejor... - Alice frunció los labios, no se esperaba que se viera tan mal. Detuvo el vehículo en el parking y bajó rápidamente. Se asomó a la puerta de la recepción y no vio a nadie más que al encargado recostado sobre el mostrador. Así que le hizo una señal a Keith para que la siguiera.
- Todo irá a mejor, ya verás - tras cerrar las puertas Alice arrancó el coche y condujo en dirección Raccoon City, había visto un par de moteles, pero antes de llegar conocía uno, que estaba más alejado, y al que debían acceder por carreteras secundarias.
- Te aviso de que es un antro de mala muerte, estuve en una redada y... no mola nada, pero no hará preguntas por un pequeño extra - se encogió de hombros y prosiguió con su ruta.
Tras una larga media hora, avistaron un edificio en forma de "C", deprimente era quedarse cortos.
- Vaya, lo recordaba algo mejor... - Alice frunció los labios, no se esperaba que se viera tan mal. Detuvo el vehículo en el parking y bajó rápidamente. Se asomó a la puerta de la recepción y no vio a nadie más que al encargado recostado sobre el mostrador. Así que le hizo una señal a Keith para que la siguiera.
Chasqueé la lengua, que esto mejorará dice... quise dar rienda suelta a mi vena más pesimista pero se suponía que yo tenía que ser esa figura fuerte para el resto de la gente — Quiero creerte, de verdad que sí — Miré en dirección a Alice cuando se sentó, a pesar de todo lo que le estaba pidiendo parecía sorprendentemente calmada y, es más, dispuesta a ello. No es que no confiara en que lo hiciera pero no esperaba que lo viera todo tan claro.
— No te preocupes, visto lo visto cualquier cosa me vale, quién sabe, quizás hasta veamos a algún conocido de la comisaría — Dije mientras me apoyaba en el marco de la puerta, intentando conciliar el sueño aunque solo fuera un rato hasta llegar al motel. Cualquier minuto que ganara en descanso me venía de perlas.
La media hora apenas me pareció un minuto pero algo es algo. Alice me despertó al cerrar la puerta cuando bajó del coche y yo aproveché para echar un vistazo al motel desde el coche. No engañaba para nada, tenía una pinta de película de terror de serie B... pero cuanto peor, mejor nos venía. Bajé del coche y cerré la puerta despacio, que queríamos ser discretos y esas cosas. Saqué la mochila al tiempo que Alice me hizo un gesto desde la puerta de la recepción. Me aseguré de que la capucha me cubriera todo lo posible la cara y fui detrás suya con la mochila en la espalda.
— Déjame hablar a mí, cuanto menos te involucres, mejor — Si llegaba el momento en el que investigaran todo esto, algo bastante improbable, prefería que él solo pudiera hablar de mi que de ella. Si lo que decía Alice era cierto este tipo estaría acostumbrado a ver a gente más rara que nosotros así que me adelanté y abrí la puerta para entrar en la recepción. La campanita de la puerta hizo su habitual sonido y el encargado se incorporó lentamente, como si no le importara mucho el tema. El sitio era asqueroso, todo lo que se podía esperar de un antro así, cumplía con todos los estereotipos. — Cuánto por una habitación, con dos camas. — El tipo parecía ligeramente sorprendido, estaba seguro de que era la primera vez en la que una mujer y un hombre venían pidiendo camas separadas. — Veinte la noche — Dijo sin darle más importancia. — Cuánto por no tener que dejar un nombre — Y ahí, sonrió mostrando una dentadura muy deteriorada. Esa pregunta seguro que era algo más común por aquí. — El doble — Dejé los billetes correspondientes encima del mostrador y él se giró para coger una llave de las que tenía colgada de la pared, dejándola al lado del dinero. Cogí la llave y se la pasé a Alice.
— No te preocupes, visto lo visto cualquier cosa me vale, quién sabe, quizás hasta veamos a algún conocido de la comisaría — Dije mientras me apoyaba en el marco de la puerta, intentando conciliar el sueño aunque solo fuera un rato hasta llegar al motel. Cualquier minuto que ganara en descanso me venía de perlas.
La media hora apenas me pareció un minuto pero algo es algo. Alice me despertó al cerrar la puerta cuando bajó del coche y yo aproveché para echar un vistazo al motel desde el coche. No engañaba para nada, tenía una pinta de película de terror de serie B... pero cuanto peor, mejor nos venía. Bajé del coche y cerré la puerta despacio, que queríamos ser discretos y esas cosas. Saqué la mochila al tiempo que Alice me hizo un gesto desde la puerta de la recepción. Me aseguré de que la capucha me cubriera todo lo posible la cara y fui detrás suya con la mochila en la espalda.
— Déjame hablar a mí, cuanto menos te involucres, mejor — Si llegaba el momento en el que investigaran todo esto, algo bastante improbable, prefería que él solo pudiera hablar de mi que de ella. Si lo que decía Alice era cierto este tipo estaría acostumbrado a ver a gente más rara que nosotros así que me adelanté y abrí la puerta para entrar en la recepción. La campanita de la puerta hizo su habitual sonido y el encargado se incorporó lentamente, como si no le importara mucho el tema. El sitio era asqueroso, todo lo que se podía esperar de un antro así, cumplía con todos los estereotipos. — Cuánto por una habitación, con dos camas. — El tipo parecía ligeramente sorprendido, estaba seguro de que era la primera vez en la que una mujer y un hombre venían pidiendo camas separadas. — Veinte la noche — Dijo sin darle más importancia. — Cuánto por no tener que dejar un nombre — Y ahí, sonrió mostrando una dentadura muy deteriorada. Esa pregunta seguro que era algo más común por aquí. — El doble — Dejé los billetes correspondientes encima del mostrador y él se giró para coger una llave de las que tenía colgada de la pared, dejándola al lado del dinero. Cogí la llave y se la pasé a Alice.
- De acuerdo... - a Alice le sorprendió ligeramente aquel gesto, hizo rodar los ojos y se fue directa hacia la habitación que marcaba la llave. Al entrar, la luz tardó un rato en iluminar la habitación.
- Será mejor que no toque nada - se dijo a sí misma mientras depositiba su mochila a los pies de una de las camas y después se sentaba. No sabía qué estaba haciendo Keith abajo y ella fue la que sugirió ir a aquel sitio, pero una vez que llegaron... hasta se sintió algo incómoda.
Se levantó y echó un vistazo rápido. El minibar de la habitación era muy pequeño y estaba a rebosar de botellitas de alcohol minúsculas. - Vaya, esto es una sorpresa - volvió a cerrar la puerta para así no llamar a la tentación. Las paredes eran de un color verde apagado, mal pintadas y con cuadros horribles de bodegones y campos muy desfasados.
- ¿Keith? - se acercó a la puerta para ver si él regresaba. - ¿Todo bien? - preguntó. Comenzaba a pensar en las represalias y posibles consecuencias de todo aquello y ahora era cuando se comenzaba a sentir mucho más insegura. Pero después de todo lo que habían soportado en Arklay, una parte de su cabeza lo mandaba todo a tomar por culo. Muertos caminar, y había podido con ellos, al menos físicamente, de la cabeza seguía algo tocada... Las pesadillas se lo recordaban cada noche.
- Será mejor que no toque nada - se dijo a sí misma mientras depositiba su mochila a los pies de una de las camas y después se sentaba. No sabía qué estaba haciendo Keith abajo y ella fue la que sugirió ir a aquel sitio, pero una vez que llegaron... hasta se sintió algo incómoda.
Se levantó y echó un vistazo rápido. El minibar de la habitación era muy pequeño y estaba a rebosar de botellitas de alcohol minúsculas. - Vaya, esto es una sorpresa - volvió a cerrar la puerta para así no llamar a la tentación. Las paredes eran de un color verde apagado, mal pintadas y con cuadros horribles de bodegones y campos muy desfasados.
- ¿Keith? - se acercó a la puerta para ver si él regresaba. - ¿Todo bien? - preguntó. Comenzaba a pensar en las represalias y posibles consecuencias de todo aquello y ahora era cuando se comenzaba a sentir mucho más insegura. Pero después de todo lo que habían soportado en Arklay, una parte de su cabeza lo mandaba todo a tomar por culo. Muertos caminar, y había podido con ellos, al menos físicamente, de la cabeza seguía algo tocada... Las pesadillas se lo recordaban cada noche.
Antes de salir de la recepción eché un vistazo por todo el sitio, una televisión mostraba repeticiones de partidos de fútbol americano de hace años y un reloj parecía dispuesto a sacar de sus casillas a cualquiera que pasara más de cinco minutos aquí con el ruido del segundero, el de la recepción ya parecía más que acostumbrado. Con ese dinero extra esperaba haber dejado claro que además de no dejar nombres esperaba que no nos molestara ni una vez, cruzamos miradas antes de salir de la recepción y ahí quedó todo.
Antes de ir hacia la habitación decidí darme un paseo muy rápido por las instalaciones, era un sitio verdaderamente cutre pero no lo suficiente como para tener una de esas piscinas que lleva sin limpiarse años. Algo es algo. Acerqué el oído a otras puertas para ver cuántos vecinos teníamos, no comprobé todas pero sí algunas. En un par se escuchaba la televisión, en otras nada y en algunas... otros ruidos que no tenía muchas ganas de seguir escuchando.
Toqué con los nudillos nuestra puerta, muy ligeramente para no hacer ruido a esas horas, y Alice abrió la puerta enseguida. — Solo estaba... ya sabes, comprobando todo — Entré y dejé la mochila sobre una mesita redonda con un par de sillas alrededor. La habitación y sus colores rozaban lo deprimente pero qué más podíamos pedir... solo esperaba no hacerla pasar por este mal trago mucho más tiempo. — Echa el cerrojo si quieres — Me fijé en la mochila de Alice a los pies de una de las camas así que imaginé que ya había escogido. Dejé la chaqueta sobre una de las sillas y me acerqué a la ventana, asegurándome de que no se veía nada por la persiana.
— Siento lo de la recepción — Dije sin mirarla, sabía lo borde que podía llegar a ser sin darme cuenta, incluso cuando solo trataba de protegerla. — Espero que lo entiendas — Me asomé al baño, al darle al interruptor las luces tintinearon con un ruido acorde, estaba hasta más limpio de lo que me esperaba, eso sí, nada de jabones ni peines ni nada que te llevarías de otro hotel mejor. — Seguro que este no es el lugar ni la compañía que esperabas cuando te levantaste esta mañana, ¿eh? — Intenté quitarle hierro al asunto, incluso intenté sonreír pero pareció una sonrisa triste más que otra cosa. Volví sobre mis pasos hasta llegar a mi cama, sentándome al borde y mirando en su dirección con los codos apoyados sobre las rodillas. Por ahora su plan iba como la seda.
Antes de ir hacia la habitación decidí darme un paseo muy rápido por las instalaciones, era un sitio verdaderamente cutre pero no lo suficiente como para tener una de esas piscinas que lleva sin limpiarse años. Algo es algo. Acerqué el oído a otras puertas para ver cuántos vecinos teníamos, no comprobé todas pero sí algunas. En un par se escuchaba la televisión, en otras nada y en algunas... otros ruidos que no tenía muchas ganas de seguir escuchando.
Toqué con los nudillos nuestra puerta, muy ligeramente para no hacer ruido a esas horas, y Alice abrió la puerta enseguida. — Solo estaba... ya sabes, comprobando todo — Entré y dejé la mochila sobre una mesita redonda con un par de sillas alrededor. La habitación y sus colores rozaban lo deprimente pero qué más podíamos pedir... solo esperaba no hacerla pasar por este mal trago mucho más tiempo. — Echa el cerrojo si quieres — Me fijé en la mochila de Alice a los pies de una de las camas así que imaginé que ya había escogido. Dejé la chaqueta sobre una de las sillas y me acerqué a la ventana, asegurándome de que no se veía nada por la persiana.
— Siento lo de la recepción — Dije sin mirarla, sabía lo borde que podía llegar a ser sin darme cuenta, incluso cuando solo trataba de protegerla. — Espero que lo entiendas — Me asomé al baño, al darle al interruptor las luces tintinearon con un ruido acorde, estaba hasta más limpio de lo que me esperaba, eso sí, nada de jabones ni peines ni nada que te llevarías de otro hotel mejor. — Seguro que este no es el lugar ni la compañía que esperabas cuando te levantaste esta mañana, ¿eh? — Intenté quitarle hierro al asunto, incluso intenté sonreír pero pareció una sonrisa triste más que otra cosa. Volví sobre mis pasos hasta llegar a mi cama, sentándome al borde y mirando en su dirección con los codos apoyados sobre las rodillas. Por ahora su plan iba como la seda.
- Tranquilo... - le quitó importancia a toda la conversación. Alice seguía sentada en la cama, parecía pensativa, dándole vueltas a algo, tal vez. No estaba pensando en concreto, pese a que la situación lo requiriese, se había quedado totalmente en blanco y al final, cuando Keith hizo su último comentario reaccionó. ¿Estaba tirando a la basura toda su carrera? En realidad todo empezó en la Mansión, digamos que sus pasos habían ido a parar al lugar menos indicado.
- No puedo dormir apenas, cada vez que cierro los ojos me vienen a la cabeza los recuerdos de Arklay... aquello que vimos... - tomó una larga bocanada de aire y la soltó a la vez que los ojos se le llenaban de lágrimas, pero se contuvo. - ¿Crees que esas cosas... podrán salir de aquí? Ya sabes... como esas películas de mierda... - negaba lentamente, pues sus propias palabras sonaban incrédulas, muy estúpidas.
- Debemos ir a por Umbrella - concluyó. Y aquella frase le dio aún más miedo que todo aquello que vivió. Porque se imaginó que lo que encontraron en Arklay no sería nada comparado con lo que aquella gigante les tendría preparado.
- No puedo dormir apenas, cada vez que cierro los ojos me vienen a la cabeza los recuerdos de Arklay... aquello que vimos... - tomó una larga bocanada de aire y la soltó a la vez que los ojos se le llenaban de lágrimas, pero se contuvo. - ¿Crees que esas cosas... podrán salir de aquí? Ya sabes... como esas películas de mierda... - negaba lentamente, pues sus propias palabras sonaban incrédulas, muy estúpidas.
- Debemos ir a por Umbrella - concluyó. Y aquella frase le dio aún más miedo que todo aquello que vivió. Porque se imaginó que lo que encontraron en Arklay no sería nada comparado con lo que aquella gigante les tendría preparado.
— Sé a lo que te refieres — Me froté la nuca, nada había sido igual desde Arklay, las noches ya no eran un momento de descanso, eran una tortura. — Desde que volvimos duermo con una pistola debajo de la almohada, bueno, "duermo" — Dibujé las comillas con los dedos en el aire — Básicamente aguanto despierto hasta que no puedo más. Después vienen las pesadillas — Cerré un momento los ojos recordando todos esos monstruos sacados de una película de serie B pero mucho, mucho peor. Los ojos, las bocas, esos ruidos... Un escalofrío me recorrió todo el cuerpo.
Tuve que levantarme para despejar un poco la cabeza. — Vamos Alice, no va a pasar, tranquila. — Era un temor de lo más normal visto lo visto. A quién iba a mentir, yo también lo había pensado, si ocurrió una vez... ocurrirá dos, antes o después, aquí o en otra mansión que tengan en cualquier punto del mundo. Pero tenía que intentar quitarle esa idea de la cabeza — Solo fue un error que llegáramos a la mansión. Seguro que Umbrella ahora es más cuidadosa — Ni yo podía creerme mis propias palabras.
— Alice, indagar es lo que me ha llevado hasta aquí — Me puse de cuclillas junto a ella, listo para una conversación seria por una vez en mi vida. Entendía lo que quería hacer, yo mismo lo había estado haciendo por mi cuenta y era lo que pensaba seguir haciendo cuando saliera del estado. — Sé que no voy a poder quitarte la idea de la cabeza, lo entiendo — Apreté los labios y le di unas palmadas en la rodilla — Eres más lista que yo, confío en ti, pero por favor, no hagas que te maten mientras estoy fuera, si se enteran de lo que pretendes... acabarás en un motel cutre, como mucho — Aparté la mirada, la simple idea de que intentaran con Alice lo mismo que conmigo me revolvía las tripas.
Tuve que levantarme para despejar un poco la cabeza. — Vamos Alice, no va a pasar, tranquila. — Era un temor de lo más normal visto lo visto. A quién iba a mentir, yo también lo había pensado, si ocurrió una vez... ocurrirá dos, antes o después, aquí o en otra mansión que tengan en cualquier punto del mundo. Pero tenía que intentar quitarle esa idea de la cabeza — Solo fue un error que llegáramos a la mansión. Seguro que Umbrella ahora es más cuidadosa — Ni yo podía creerme mis propias palabras.
— Alice, indagar es lo que me ha llevado hasta aquí — Me puse de cuclillas junto a ella, listo para una conversación seria por una vez en mi vida. Entendía lo que quería hacer, yo mismo lo había estado haciendo por mi cuenta y era lo que pensaba seguir haciendo cuando saliera del estado. — Sé que no voy a poder quitarte la idea de la cabeza, lo entiendo — Apreté los labios y le di unas palmadas en la rodilla — Eres más lista que yo, confío en ti, pero por favor, no hagas que te maten mientras estoy fuera, si se enteran de lo que pretendes... acabarás en un motel cutre, como mucho — Aparté la mirada, la simple idea de que intentaran con Alice lo mismo que conmigo me revolvía las tripas.
- Somos policías por algo, se supone que no deben darme miedo este tipo de cosas Keith... - tragó saliva, le costaba seguir con las palabras, elegirlas... expresarse en resumen. - no elegí este camino para que a la primera situación difícil vaya a esconderme debajo de la cama... - y aunque se estaba riendo los ojos se le llenaron de lágrimas. - Es que joder, como situación difícil, pues un compañero corrupto, un superior, que nos retiren fondos, que el alcalde quisiera sobornarnos... pero no, la mayor empresa farmacéutica del país juegue a crear monstruos en laboratorios secretos... - miró al techo a la vez que tomaba una bocanada de aire. - Joder, es que suena hasta ridículo, ¿te das cuenta? - y volvió a reírse.
- ¿Por dónde se supone que tenemos que empezar? Estas cosas no nos las enseñaron en la academia... - pero aquello último le hizo que pensar. - Bueno, pero sí que tenemos protocolos en caso de que un superior fuera corrupto y eso es más que evidente... - sus ojos miraban fijamente al frente y de golpe buscaron los de Keith. - Ya está, nos saltamos la parte "chunga", buscamos pruebas de que Umbrella tenga en nomina al comisario, demostramos eso, es más que evidente que si tienen comprados a la policía es porque están cometiendo irregularidades... de lo otro podemos ir tirando de la manta poco a poco - alzó ambas manos ligeramente, buscando la aprobación de su compañero.
- Sé que es muy fácil decirlo... - pero podían pedir que investigaran aquello, porque habían cesado a los STARS prácticamente porque sí. Eso era una irregularidad. - Mañana podría tratar de colarme en la oficina y conseguir los informes de Arklay, los nuestros y los que hicieron ellos... - podrán tratar de enviarlos a Michigan, buscar alguien que fuera imparcial en todo aquello. Aunque... no sabía por qué, pero algo le decía que Umbrella también tendría más amigos fuera de allí.
- ¿Por dónde se supone que tenemos que empezar? Estas cosas no nos las enseñaron en la academia... - pero aquello último le hizo que pensar. - Bueno, pero sí que tenemos protocolos en caso de que un superior fuera corrupto y eso es más que evidente... - sus ojos miraban fijamente al frente y de golpe buscaron los de Keith. - Ya está, nos saltamos la parte "chunga", buscamos pruebas de que Umbrella tenga en nomina al comisario, demostramos eso, es más que evidente que si tienen comprados a la policía es porque están cometiendo irregularidades... de lo otro podemos ir tirando de la manta poco a poco - alzó ambas manos ligeramente, buscando la aprobación de su compañero.
- Sé que es muy fácil decirlo... - pero podían pedir que investigaran aquello, porque habían cesado a los STARS prácticamente porque sí. Eso era una irregularidad. - Mañana podría tratar de colarme en la oficina y conseguir los informes de Arklay, los nuestros y los que hicieron ellos... - podrán tratar de enviarlos a Michigan, buscar alguien que fuera imparcial en todo aquello. Aunque... no sabía por qué, pero algo le decía que Umbrella también tendría más amigos fuera de allí.
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Lun 30 Sep 2024, 20:32 por James Davenport