- Welcome
- Basic
- Extra!
Estás solo, todo está destruído, la muerte quiere cazarte. Has sobrevivido al fin y eso no es todo: esta guerra sigue en pie, pues el fin supone un nuevo principio, uno más tormentoso donde tendrás que demostrar lo que vales. ¿Crees poder sobrevivir?, si no... Abandonad toda esperanza aquellos que os adentráis en este nuevo, virulento y destrozado lugar.
Conectarse
Últimos temas
¿Quién está en línea?
En total hay 7 usuarios en línea: 1 Registrado, 0 Ocultos y 6 Invitados Eve O'Reilly
Élite {50/54}
|
Hermanos
Directorios
|
Hasta aquí — Max A. Walcott
Página 1 de 1. • Comparte
Los Angeles, California.
Base de Pandemonium.
01 de diciembre de 2015.
Base de Pandemonium.
01 de diciembre de 2015.
Sala de entrenamientos.
(Vista del lugar)
(Aspecto)
Era una mañana de lo más típica dentro de la base de Pandemonium, como era de costumbre en mi, me vestí con ropa cómoda para salir a entrenar antes de que tuviera trabajo que hacer. Los últimos días habían sido ajetreados, pero más por lo ocurrido en los últimos días y la sombra de Umbrella sobre nosotros que otra cosa. La gente estaba nerviosa, ya no éramos un secreto y ahora podrían encontrarnos y atacarnos en cualquier momento, así que aquellos que lo sabían andaban nerviosos.
El saco de boxeo se mantenía estático hasta que yo aparecí en escena. La sala de entrenamiento, no era muy grande, en la base había varias, siendo aquella la más pequeña y la que casi nadie usaba. Por eso, yo siempre acudía a allí, me gustaba entrenar sola, escuchando música con mi viejo reproductor en los auriculares. Todo aquello mientras que golpeaba el saco una y otra vez como todas las mañanas.
Aún era incapaz de usar un arma de fuego, por lo que tenía que mejorar en el resto de mis habilidades y nunca era suficiente, nunca me lo parecía y eso me llevaba a que todas las mañanas debía esforzarme hasta el punto de casi no poder más para quedar satisfecha. Era lo único que me ayudaba a medio sentirme bien conmigo misma, puesto que los errores seguían ahí para recordarme todo lo que había hecho mal. Algunas cicatrices no iban a desaparecer nunca.
Respiré hondo, tras alzar los guantes y volví a golpear rápidamente el saco, una, dos, tres, cuatro veces... Seguido de una patada rápida. Respiré y vuelta a repetir.
- - - -:
- Solo Bobbi:
- Pandemonium:
Las últimas semanas habían sido bastante extrañas. Aún se me hacía raro vivir en aquel lugar, pero era agradable, después de todo. Había obtenido un trabajo en la cafetería para ayudar en las tareas relacionadas con las comidas. Limpiar, recoger y ordenar... Aiden seguía creciendo, sano y feliz, en la guardería pasaba las mañanas y cuando yo estaba trabajando. Mi tiempo libre lo pasaba con él. Los primeros días fueron muy duros, echaba de menos a todos y era evidente, pero poco a poco se fue acostumbrando a la gente de la base y la rutina de Pandemonium. Yo llevaba unos días pensando en lo mucho que quería empezar a entrenar, pero ni había encontrado el momento ni a la persona que me quisiera ayudar. Keith se había marchado de la base.
Decidí que comenzaría por mi cuenta, con una rutina de ejercicios sencilla. Por eso, aquella mañana tras dejar a Aiden en la guardería fui directo hacia una de las salas de entrenamiento. Había alguien más.
- Hola, ¿Ava verdad? - ya había hablado con aquella mujer, era una de las personas que lo recibió al principio o más bien que se decidió a darle una oportunidad de charlar. Entendía que no resultaba agradable, Max había estado tan desanimado a su llegada... que sabía que algunos le evitaban. - Lo siento, igual querías estar sola - añadió tímidamente. Se había vuelto muy introvertido en los últimos tres años, ya que apenas había tenido la oportunidad de estar con apenas nadie.
Decidí que comenzaría por mi cuenta, con una rutina de ejercicios sencilla. Por eso, aquella mañana tras dejar a Aiden en la guardería fui directo hacia una de las salas de entrenamiento. Había alguien más.
- Hola, ¿Ava verdad? - ya había hablado con aquella mujer, era una de las personas que lo recibió al principio o más bien que se decidió a darle una oportunidad de charlar. Entendía que no resultaba agradable, Max había estado tan desanimado a su llegada... que sabía que algunos le evitaban. - Lo siento, igual querías estar sola - añadió tímidamente. Se había vuelto muy introvertido en los últimos tres años, ya que apenas había tenido la oportunidad de estar con apenas nadie.
Una presencia provocó que me girase bruscamente. Alcé ambas manos y cacé el saco a tiempo de evitar que me golpease con su balanceo.
— Max — saludé con sorpresa a la par que quitaba los auriculares de mis oídos. — No esperaba ver a nadie por aquí y menos a ti tan temprano — el muchacho parecía algo dubitativo. — No, tranquilo, quédate, esta sala no es mía... — señalé la estancia con mi derecha a la vez que escrudiñaba con la mirada al joven.
— Te ves mucho mejor que el otro día... ¿Qué tal te sientes en la base? — sonreí con suavidad, en un intento de mostrar amabilidad. Últimamente... era incapaz de sentir esa empatía con alguien y sin embargo con aquel joven... ¿Qué culpa tenía él de aquello? — ¿Vienes a entrenar? — pregunté dejando el saco en su posición inicial, para no enfriarme mientras que hablaba con él comencé a golpearlo con suaves puñetazos. — ¿Te han mandado rehabilitación o algo así por algún golpe? — no sería extraño. — Puedo ayudarte si quieres.
— Max — saludé con sorpresa a la par que quitaba los auriculares de mis oídos. — No esperaba ver a nadie por aquí y menos a ti tan temprano — el muchacho parecía algo dubitativo. — No, tranquilo, quédate, esta sala no es mía... — señalé la estancia con mi derecha a la vez que escrudiñaba con la mirada al joven.
— Te ves mucho mejor que el otro día... ¿Qué tal te sientes en la base? — sonreí con suavidad, en un intento de mostrar amabilidad. Últimamente... era incapaz de sentir esa empatía con alguien y sin embargo con aquel joven... ¿Qué culpa tenía él de aquello? — ¿Vienes a entrenar? — pregunté dejando el saco en su posición inicial, para no enfriarme mientras que hablaba con él comencé a golpearlo con suaves puñetazos. — ¿Te han mandado rehabilitación o algo así por algún golpe? — no sería extraño. — Puedo ayudarte si quieres.
- - - -:
- Solo Bobbi:
- Pandemonium:
- Genial... quiero decir, que sí, está bien - sonrió ligeramente avergonzado. Se quedó completamente quieto observando a la mujer, sin saber muy bien qué decir.
- ¡Ah sí, estoy mucho mejor! - asintió rápidamente varias veces. - No, quiero entrenar, no me pasa nada - especificó. - Quiero... saber poder defenderme, a mi y a la gente que quiero - sonrió aún más tímido, pero la sonrisa desapareció al recordar todo lo que sucedió en Fort Detrick. Aquella era su causa, esa y el pequeño Aiden.
- ¿Me ayudarías? - se le iluminó la mirada. - No quiero molestarte, pero lo cierto es que me vendría genial, no soy muy diestro en esto, de hecho es la primera vez que vengo aquí - miró a su alrededor. Le gustaría explicarle a Ava que quería sumarse a la seguridad de Pandemonium, pero le daba vergüenza, hasta que no viera constancia y mejoría en él mismo no lo haría. Entonces explicaría sus motivos, razones y vería cómo evolucionaba todo.
- ¿Estabas en el SSU, verdad? - quiso saber repentinamente. Se sentía un poco nervioso y preocupado. ¿Y si no valía para aquello? Todos sus planes se irían al traste y sentía que decepcionaría a Sage y a Nigel.
- ¡Ah sí, estoy mucho mejor! - asintió rápidamente varias veces. - No, quiero entrenar, no me pasa nada - especificó. - Quiero... saber poder defenderme, a mi y a la gente que quiero - sonrió aún más tímido, pero la sonrisa desapareció al recordar todo lo que sucedió en Fort Detrick. Aquella era su causa, esa y el pequeño Aiden.
- ¿Me ayudarías? - se le iluminó la mirada. - No quiero molestarte, pero lo cierto es que me vendría genial, no soy muy diestro en esto, de hecho es la primera vez que vengo aquí - miró a su alrededor. Le gustaría explicarle a Ava que quería sumarse a la seguridad de Pandemonium, pero le daba vergüenza, hasta que no viera constancia y mejoría en él mismo no lo haría. Entonces explicaría sus motivos, razones y vería cómo evolucionaba todo.
- ¿Estabas en el SSU, verdad? - quiso saber repentinamente. Se sentía un poco nervioso y preocupado. ¿Y si no valía para aquello? Todos sus planes se irían al traste y sentía que decepcionaría a Sage y a Nigel.
Su explicación me hizo detener los golpes un momento. Me giré hacia él, apoyando las manos en las caderas mientras lo observaba con curiosidad. Había algo en la manera en que hablaba, en la forma en que titubeaba, que me hacía recordar a algunas personas que había conocido antes del desastre. Personas que querían marcar una diferencia, aunque fuera pequeña.
— Está bien, Max. Claro que te puedo ayudar, pero solo si estás dispuesto a sudar y dejar las excusas fuera de esta sala — mi tono era firme, pero no hostil. Estaba acostumbrada a hablar así cuando alguien pedía ayuda con el entrenamiento. A veces hacía falta un pequeño empujón.
Sonreí un poco al escuchar su pregunta.
— Sí, estoy en el SSU — dije, haciendo un gesto con la mano que abarcaba mucho más que las paredes de esa sala. — Si tu objetivo es aprender a defenderte y proteger a los tuyos, ya tienes el primer paso cubierto: la motivación.
Di un golpe al saco, esta vez más fuerte, para demostrar mi punto.
— El resto es trabajo duro y tiempo. Y sí, puedes hacerlo — hice una pausa y le señalé un banco cercano. — Vamos a empezar con lo básico. Primero, necesito saber qué tan bien estás físicamente. ¿Sabes algo de combate o empezamos desde cero?
Lo observé atentamente mientras esperaba su respuesta. No quería presionarlo demasiado, pero también sabía que ser directo era la mejor forma de sacar lo mejor de alguien, sobre todo si aún cargaba con los fantasmas del pasado.
— Está bien, Max. Claro que te puedo ayudar, pero solo si estás dispuesto a sudar y dejar las excusas fuera de esta sala — mi tono era firme, pero no hostil. Estaba acostumbrada a hablar así cuando alguien pedía ayuda con el entrenamiento. A veces hacía falta un pequeño empujón.
Sonreí un poco al escuchar su pregunta.
— Sí, estoy en el SSU — dije, haciendo un gesto con la mano que abarcaba mucho más que las paredes de esa sala. — Si tu objetivo es aprender a defenderte y proteger a los tuyos, ya tienes el primer paso cubierto: la motivación.
Di un golpe al saco, esta vez más fuerte, para demostrar mi punto.
— El resto es trabajo duro y tiempo. Y sí, puedes hacerlo — hice una pausa y le señalé un banco cercano. — Vamos a empezar con lo básico. Primero, necesito saber qué tan bien estás físicamente. ¿Sabes algo de combate o empezamos desde cero?
Lo observé atentamente mientras esperaba su respuesta. No quería presionarlo demasiado, pero también sabía que ser directo era la mejor forma de sacar lo mejor de alguien, sobre todo si aún cargaba con los fantasmas del pasado.
- - - -:
- Solo Bobbi:
- Pandemonium:
Los ojos de Max se iluminaron al escuchar la respuesta de Ava. Un brillo de emoción y determinación se mezcló en su mirada mientras asentía rápidamente, casi sin pensar.
- ¡Sí! Estoy dispuesto, no te preocupes. No soy de los que se rinden fácil - aseguró, apretando los puños con entusiasmo. Su voz llevaba esa energía propia de alguien joven, pero con un peso de responsabilidad que lo hacía sonar más adulto de lo que parecía.
Se llevó una mano a la nuca, algo avergonzado, mientras una sonrisa se dibujaba en su rostro.
- Aunque... la verdad es que no tengo mucha experiencia en esto. Bueno, más bien, ninguna - admitió con un pequeño encogimiento de hombros. - Mis "combates" hasta ahora han sido más bien correr, esconderme, y rezar para que nadie me encuentre. Pero eso ya no es suficiente, ¿sabes?
Hizo una pausa, su expresión se suavizó un poco al hablar de sus motivos.
- Quiero estar listo para cualquier cosa. Aiden depende de mí, y aunque la base es segura... no quiero quedarme de brazos cruzados esperando a que algo pase. Quiero protegerlo, proteger lo que tenemos aquí - explicó con sinceridad, aunque sin perder ese tono optimista que lo caracterizaba.
Max se acercó al banco que Ava le señaló, moviéndose con esa energía algo nerviosa de quien está ansioso por empezar.
- Así que, cero experiencia, pero muchas ganas. ¿Crees que con eso es suficiente para no salir de aquí arrastrándome al primer día? - preguntó con una risa ligera, aunque había un toque de seriedad en sus palabras. - Estoy listo para sudar, Ava. Prometo no decepcionarte.
Se sentó en el banco, enderezando la postura como si ya estuviera preparándose mentalmente para lo que venía.
- Bueno, dime por dónde empezamos. Soy todo oídos.
Su entusiasmo era evidente, pero también lo era la madurez detrás de sus palabras. Max estaba decidido a aprovechar cada segundo de esa oportunidad, no solo por él, sino por el pequeño que dormía seguro en la guardería mientras él daba el primer paso hacia un cambio.
- ¡Sí! Estoy dispuesto, no te preocupes. No soy de los que se rinden fácil - aseguró, apretando los puños con entusiasmo. Su voz llevaba esa energía propia de alguien joven, pero con un peso de responsabilidad que lo hacía sonar más adulto de lo que parecía.
Se llevó una mano a la nuca, algo avergonzado, mientras una sonrisa se dibujaba en su rostro.
- Aunque... la verdad es que no tengo mucha experiencia en esto. Bueno, más bien, ninguna - admitió con un pequeño encogimiento de hombros. - Mis "combates" hasta ahora han sido más bien correr, esconderme, y rezar para que nadie me encuentre. Pero eso ya no es suficiente, ¿sabes?
Hizo una pausa, su expresión se suavizó un poco al hablar de sus motivos.
- Quiero estar listo para cualquier cosa. Aiden depende de mí, y aunque la base es segura... no quiero quedarme de brazos cruzados esperando a que algo pase. Quiero protegerlo, proteger lo que tenemos aquí - explicó con sinceridad, aunque sin perder ese tono optimista que lo caracterizaba.
Max se acercó al banco que Ava le señaló, moviéndose con esa energía algo nerviosa de quien está ansioso por empezar.
- Así que, cero experiencia, pero muchas ganas. ¿Crees que con eso es suficiente para no salir de aquí arrastrándome al primer día? - preguntó con una risa ligera, aunque había un toque de seriedad en sus palabras. - Estoy listo para sudar, Ava. Prometo no decepcionarte.
Se sentó en el banco, enderezando la postura como si ya estuviera preparándose mentalmente para lo que venía.
- Bueno, dime por dónde empezamos. Soy todo oídos.
Su entusiasmo era evidente, pero también lo era la madurez detrás de sus palabras. Max estaba decidido a aprovechar cada segundo de esa oportunidad, no solo por él, sino por el pequeño que dormía seguro en la guardería mientras él daba el primer paso hacia un cambio.
Su entusiasmo me sacó una pequeña sonrisa. Tenía algo contagioso, esa energía que los jóvenes traen consigo incluso cuando han pasado por el infierno. Me apoyé en el saco de boxeo mientras lo escuchaba, dejando que hablara sin interrumpirle. A veces, lo mejor era permitir que alguien se expresara, y Max lo necesitaba.
— Bueno, al menos ya tienes claro por qué quieres hacerlo — respondí, cruzándome de brazos mientras lo miraba. — Y te diré algo: las ganas son la mitad del trabajo. Si además tienes disciplina, podemos sacar algo bueno de esto.
Me aparté del saco y comencé a caminar alrededor de él, evaluándolo con la mirada. Estaba en buena forma, eso era evidente, pero el entrenamiento físico no lo era todo.
— Vamos a empezar por lo básico, pero te advierto: esto no es como en las películas. Aprender a defenderse no es algo que se haga en dos días. No es cuestión de lanzar golpes a lo loco y esperar que algo funcione. Tienes que aprender a mantener la calma, a pensar rápido y a saber cuándo es mejor correr que pelear. Y sí, eso también es parte del entrenamiento.
Me detuve frente a él, apoyando las manos en las caderas.
— Así que lo primero que quiero ver es cómo te mueves. No vamos a empezar golpeando, sino con algo más sencillo: postura, equilibrio y resistencia. Si no puedes mantenerte en pie cuando te empujan, ningún golpe va a servirte de nada.
Señalé el centro de la sala.
— Ven, colócate ahí. Vamos a trabajar con tu centro de gravedad. Te voy a empujar, y quiero que trates de mantenerte firme sin perder el equilibrio. No te preocupes si al principio no lo consigues, es normal.
Hice una pausa, dándole tiempo para procesar lo que había dicho, y añadí con un leve tono burlón:
— ¿Listo para sudar y caerte unas cuantas veces, novato?
Le guiñé un ojo para quitarle seriedad a la situación, aunque por dentro ya estaba calculando los siguientes pasos. Max tenía potencial, eso era evidente, pero sería interesante ver cuánto de esa determinación podía mantener en el proceso.
— Bueno, al menos ya tienes claro por qué quieres hacerlo — respondí, cruzándome de brazos mientras lo miraba. — Y te diré algo: las ganas son la mitad del trabajo. Si además tienes disciplina, podemos sacar algo bueno de esto.
Me aparté del saco y comencé a caminar alrededor de él, evaluándolo con la mirada. Estaba en buena forma, eso era evidente, pero el entrenamiento físico no lo era todo.
— Vamos a empezar por lo básico, pero te advierto: esto no es como en las películas. Aprender a defenderse no es algo que se haga en dos días. No es cuestión de lanzar golpes a lo loco y esperar que algo funcione. Tienes que aprender a mantener la calma, a pensar rápido y a saber cuándo es mejor correr que pelear. Y sí, eso también es parte del entrenamiento.
Me detuve frente a él, apoyando las manos en las caderas.
— Así que lo primero que quiero ver es cómo te mueves. No vamos a empezar golpeando, sino con algo más sencillo: postura, equilibrio y resistencia. Si no puedes mantenerte en pie cuando te empujan, ningún golpe va a servirte de nada.
Señalé el centro de la sala.
— Ven, colócate ahí. Vamos a trabajar con tu centro de gravedad. Te voy a empujar, y quiero que trates de mantenerte firme sin perder el equilibrio. No te preocupes si al principio no lo consigues, es normal.
Hice una pausa, dándole tiempo para procesar lo que había dicho, y añadí con un leve tono burlón:
— ¿Listo para sudar y caerte unas cuantas veces, novato?
Le guiñé un ojo para quitarle seriedad a la situación, aunque por dentro ya estaba calculando los siguientes pasos. Max tenía potencial, eso era evidente, pero sería interesante ver cuánto de esa determinación podía mantener en el proceso.
- - - -:
- Solo Bobbi:
- Pandemonium:
Max se levantó del banco en cuanto Ava señaló el centro de la sala. Su entusiasmo era evidente, aunque no podía evitar que una ligera sonrisa nerviosa asomara en su rostro. Caminó hasta colocarse donde ella le había indicado, plantando los pies con firmeza en el suelo mientras ajustaba su postura.
- Postura, equilibrio y resistencia. Suena sencillo... creo - comentó más para sí mismo que para Ava, aunque su tono ligero dejaba claro que estaba intentando quitarle seriedad al momento.
Una vez en posición, respiró hondo y alzó la mirada hacia ella.
- Vale, creo que estoy listo. Bueno, tan listo como se puede estar para que me empujen como un saco de patatas - añadió con una risa corta, que rápidamente intentó disimular al darse cuenta de que tal vez no estaba proyectando la seriedad que quería.
A pesar de su aparente confianza, apretó los puños y enderezó la espalda, haciendo un esfuerzo por concentrarse. Las palabras de Ava resonaban en su cabeza: postura, equilibrio, resistencia. Podía hacerlo, se dijo, aunque no podía evitar un pequeño nudo en el estómago al pensar en las caídas que seguramente le esperaban.
- Y sí, estoy preparado para sudar. Y para caerme... supongo que unas cuantas veces - agregó, esta vez con un tono más bajo, como si se estuviera convenciendo a sí mismo.
Antes de que Ava pudiera dar el primer empujón, levantó una mano rápidamente, deteniéndola por un instante.
- Por cierto... gracias por esto. De verdad. Lo aprecio más de lo que puedo explicar - dijo con sinceridad, su voz bajando un poco mientras su mirada reflejaba la seriedad de sus palabras.
No quería parecer demasiado vulnerable, así que volvió a sonreír de inmediato, dejando escapar una risa corta para disipar la tensión.
- Bueno, ya. Ahora sí, dale cuando quieras. Estoy listo. Creo.
Max adoptó la postura que le pareció más firme, aunque su mirada delataba que seguía sin estar del todo seguro. Aun así, había algo en su actitud que mostraba determinación, como si en ese momento se estuviera esforzando no solo por aprender, sino también por demostrar que era capaz de enfrentar lo que fuera necesario.
- Postura, equilibrio y resistencia. Suena sencillo... creo - comentó más para sí mismo que para Ava, aunque su tono ligero dejaba claro que estaba intentando quitarle seriedad al momento.
Una vez en posición, respiró hondo y alzó la mirada hacia ella.
- Vale, creo que estoy listo. Bueno, tan listo como se puede estar para que me empujen como un saco de patatas - añadió con una risa corta, que rápidamente intentó disimular al darse cuenta de que tal vez no estaba proyectando la seriedad que quería.
A pesar de su aparente confianza, apretó los puños y enderezó la espalda, haciendo un esfuerzo por concentrarse. Las palabras de Ava resonaban en su cabeza: postura, equilibrio, resistencia. Podía hacerlo, se dijo, aunque no podía evitar un pequeño nudo en el estómago al pensar en las caídas que seguramente le esperaban.
- Y sí, estoy preparado para sudar. Y para caerme... supongo que unas cuantas veces - agregó, esta vez con un tono más bajo, como si se estuviera convenciendo a sí mismo.
Antes de que Ava pudiera dar el primer empujón, levantó una mano rápidamente, deteniéndola por un instante.
- Por cierto... gracias por esto. De verdad. Lo aprecio más de lo que puedo explicar - dijo con sinceridad, su voz bajando un poco mientras su mirada reflejaba la seriedad de sus palabras.
No quería parecer demasiado vulnerable, así que volvió a sonreír de inmediato, dejando escapar una risa corta para disipar la tensión.
- Bueno, ya. Ahora sí, dale cuando quieras. Estoy listo. Creo.
Max adoptó la postura que le pareció más firme, aunque su mirada delataba que seguía sin estar del todo seguro. Aun así, había algo en su actitud que mostraba determinación, como si en ese momento se estuviera esforzando no solo por aprender, sino también por demostrar que era capaz de enfrentar lo que fuera necesario.
Lo observé colocarse en el centro de la sala, intentando no reírme ante sus comentarios. Tenía esa chispa que, aunque a veces parecía inseguro, lograba transmitir una energía que me era difícil ignorar. Acomodé los guantes en mis manos mientras lo evaluaba con la mirada.
— Vale, Max, te veo con ganas, pero no subestimes esto — le advertí, cruzándome de brazos. — Ya veremos cuántas veces consigues mantenerte de pie antes de que empieces a sudar de verdad.
Me acerqué despacio, ajustando mis pasos para no intimidarlo demasiado. Aunque él intentaba disimularlo, se notaba que estaba algo nervioso, y no le culpaba. No era fácil ponerse en manos de alguien más y aceptar que ibas a caer unas cuantas veces antes de aprender.
Cuando me detuvo para agradecerme, arqueé una ceja, algo sorprendida. Su tono era sincero, y por un momento me quedé sin saber qué responder. Asentí suavemente, dejando que esa breve muestra de vulnerabilidad pasara sin comentarios.
— No tienes que agradecerme. Estás aquí porque quieres mejorar, eso ya dice mucho de ti — respondí, dándole un pequeño empujón en el hombro, esta vez sin intención de derribarlo, solo para relajar un poco el ambiente.
Di un paso atrás y me coloqué frente a él.
— Muy bien, novato, prepárate. Voy a empezar despacio, pero quiero que mantengas la postura firme. Flexiona un poco las rodillas y baja el centro de gravedad. Imagina que estás en una posición de combate, pero sin atacar. Solo defiéndete.
Di el primer empujón, ligero, solo para medirlo. Su equilibrio no era malo, pero se notaba que no tenía experiencia.
— Nada mal, pero puedes hacerlo mejor. Baja un poco más las rodillas. Vamos, Max, no te pongas rígido o te tiraré al suelo en dos segundos — le indiqué mientras daba otro empujón, esta vez un poco más fuerte.
Mientras seguíamos, no podía evitar pensar que el chico tenía algo especial. No solo por su entusiasmo, sino porque había algo en su mirada, una especie de fuerza tranquila que no había visto en mucho tiempo. Max quería proteger lo que era importante para él, y eso, más que cualquier técnica, era lo que le iba a llevar lejos.
— Vale, Max, te veo con ganas, pero no subestimes esto — le advertí, cruzándome de brazos. — Ya veremos cuántas veces consigues mantenerte de pie antes de que empieces a sudar de verdad.
Me acerqué despacio, ajustando mis pasos para no intimidarlo demasiado. Aunque él intentaba disimularlo, se notaba que estaba algo nervioso, y no le culpaba. No era fácil ponerse en manos de alguien más y aceptar que ibas a caer unas cuantas veces antes de aprender.
Cuando me detuvo para agradecerme, arqueé una ceja, algo sorprendida. Su tono era sincero, y por un momento me quedé sin saber qué responder. Asentí suavemente, dejando que esa breve muestra de vulnerabilidad pasara sin comentarios.
— No tienes que agradecerme. Estás aquí porque quieres mejorar, eso ya dice mucho de ti — respondí, dándole un pequeño empujón en el hombro, esta vez sin intención de derribarlo, solo para relajar un poco el ambiente.
Di un paso atrás y me coloqué frente a él.
— Muy bien, novato, prepárate. Voy a empezar despacio, pero quiero que mantengas la postura firme. Flexiona un poco las rodillas y baja el centro de gravedad. Imagina que estás en una posición de combate, pero sin atacar. Solo defiéndete.
Di el primer empujón, ligero, solo para medirlo. Su equilibrio no era malo, pero se notaba que no tenía experiencia.
— Nada mal, pero puedes hacerlo mejor. Baja un poco más las rodillas. Vamos, Max, no te pongas rígido o te tiraré al suelo en dos segundos — le indiqué mientras daba otro empujón, esta vez un poco más fuerte.
Mientras seguíamos, no podía evitar pensar que el chico tenía algo especial. No solo por su entusiasmo, sino porque había algo en su mirada, una especie de fuerza tranquila que no había visto en mucho tiempo. Max quería proteger lo que era importante para él, y eso, más que cualquier técnica, era lo que le iba a llevar lejos.
- - - -:
- Solo Bobbi:
- Pandemonium:
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Hoy a las 00:04 por Eve O'Reilly
» Terreno hostil [D. Cortés]
Lun 13 Ene 2025, 12:30 por Daniel Cortés
» Afiliación Elite
Lun 13 Ene 2025, 04:52 por Invitado
» ₪ Juego: Chicas Vs. chicos
Dom 12 Ene 2025, 18:42 por Grey Seiffert
» Asteria RPG - Confirmación
Dom 12 Ene 2025, 14:48 por Agent 4.0
» ₪ Juego: Diez mensajes antes de un chico
Dom 12 Ene 2025, 13:02 por Carmen Ruiz
» Una luz que se apagó [Alice S.]
Dom 12 Ene 2025, 12:58 por Carmen Ruiz
» ₪ Juego: Diez mensajes antes de una chica
Dom 12 Ene 2025, 11:12 por Zasha Stolzfus
» Not About Angels | Keith.
Dom 12 Ene 2025, 03:23 por Luther Kästner
» Registro 666
Sáb 11 Ene 2025, 22:22 por Adia Williams