{#} Tallahassee I - Enero de 2015

Escucho mi propio suspiro, rompe el silencio y se oye en antena, llevo los auriculares puestos, y llevo mis manos a ellos para escucharme bien cuando hable. Acerco los labios al micrófono y es el momento cuando escucho el sonido de mi propia voz en días, puede que incluso semanas:
— ... ho-la — Ni lo había pensado, como es normal mi voz suena ronca, ¿es posible que uno se olvide de hablar cuando lleva tanto tiempo sin hacerlo? A parte, ni siquiera he pensado en lo que puedo yo decir ahora aquí. Supuse que improvisaría y de golpe me siento estúpida y no puedo evitar apagar el interruptor con un movimiento rápido, la estática deja de oírse. Es una locura, ¿quién podría escucharme?

Me pongo de pie y avanzo por la barra del bar hacia el botellín de cerveza que hay justo ahí, le doy un trago y apoyada sobre ella miro la radio justo debajo de la ventana, no sé cuanto tiempo pasa, pero vuelvo a ella y me siento ahí. La enciendo. Estática. — Aquí Tallahassee transmitiendo a través de la emisora de emergencia, ¿me escucha alguien? — Pregunto mientras me echo el pelo hacia un lado y me coloco bien los auriculares. Perfecto, me vuelvo a sentir tan estúpida o incluso más que antes, aún así me quedo ahí sentada con la mirada perdida en los botones de la radio, me muerdo el labio con cierto nerviosismo y cuando estoy a punto de apagarla un ruido al otro lado me detiene. No es gran cosa, pero difiere de la continua y aburrida estática. — ¿Hola? — Pregunto en un tono serio a la vez que preocupado. — Aquí Tallahassee, ¿hay alguien? — Pregunto de nuevo con cansancio, pero nada sigo un buen rato ahí sentada sin escuchar nada más que esa estática y por un lado siento ganas de llorar, pensé que podría hablar con alguien, pensé muchas cosas absurdas...

— Aquí Tallahassee desde Florida, Estados Unidos, a... No sabría decir a excepción que día es, pero aproximadamente a finales de enero del año 2015... — ¿Qué se supone qué estoy haciendo?, hablar, simplemente hablar, para no perder el juicio, para seguir o al menos sentir que estoy viva, escuchar el sonido de mi propia voz y que este no muera. "...del año 2015..." hago una pequeña pausa al repetir aquello en mi cabeza, ha pasado ya mucho tiempo. — ... Si... — Sonrío de forma amarga para mi misma. — Ha pasado mucho tiempo, dos años y poco más — Agacho la mirada hacia mis dedos que están sobre la mesa y sin darme cuenta me animo con la "conversación" más bien con el monólogo. — Han sido dos años duros, ¿verdad? — Pregunto antes de darle un trago a la cerveza y de continuar luego. — ¿Sigues con vida? — Añado la pregunta tras ese otro silencio, dando lugar a otro, una buena pregunta, la idea de que en algún lugar haya un muerto gruñendo al escucharme provoca en mi otra risa. — ...hmmm Puede que sea la única idiota que se habrá molestado en hablarte, ¿qué haces? — Me voy animando y ahora resulta hasta curioso que casi necesite hablar, no que quiera, que lo necesite. — ¿Nada...? — Pregunto con sarcasmo. — Como de costumbre, ¿no? — Me muerdo el labio mientras trasteo en ese cacharro, alguien en este bar tendría una especie de emisora de esas del pueblo. — ¿Qué te parece si le damos al play?, ¿has escuchado eso de que la música amansa a las fieras? — Sonrío de nuevo al encontrar un CD de Michael Jackson. — Thriller de Michael Jackson sería una grosería, ¿no?, tranquilos, tengo algo mejor, si... Esto os va a gustar — Voy diciendo a la vez que escojo el vinilo lo coloco y empiezan los primeros acordes de la canción.


— Y ahora... Abrimos las líneas para que podáis contactar con el Doctor Amor, ¿tenéis problemas en la cama, no se te levanta...?, tranquilos, resolveremos sus dudas de una en una — Hablo con picardía susurrando al micrófono, con gracia y sarcasmo, tenía que haberme dedicado a esto, me empieza a gustar, la pena es que le hable a nada. — ¿Mola eh?, aunque sea solo para escuchar estos clásicos deberíais quedaros conmigo... — Simulo la voz de una niña pequeña molesta sin pasarme tampoco demasiado. — ¿Y ahora qué mas...? Claro, damos paso al tiempo — Lo que en principio es otra coña no me empieza a parecer tan descabellado, me rasco la cabeza a la vez que miro hacia el cielo por la ventana y es que llueve, ¿podría ser eso interesante?, tal vez, es época de nevadas en Nueva York, eso es jodido si se le suma a esto de los muertes vivientes, tampoco sé si ayudaré a alguien pero respondo rápido. — Aquí por Florida llueve, suele haber una temperatura máxima de 20º y la menor es de unos -3º... Pero a excepción de hoy que llueve, suele hacer un buen clima, ¿cómo están las cosas por ahí fuera?, ¿nieva en Nueva York?, es la época de ventiscas de nieve. Así que si estás por ahí sin sentir los dedos de los pies, te recomiendo esta zona — Al final el termostato de la ventana y mirarlo en los momentos aburridos ha servido de algo. — ¿Y qué tal por el resto del país?, no os cortéis, ¡pero tampoco todos a la vez!... — Termino exclamando mientras alzo las manos. — No te guardes la información, puede servir de ayuda a otros... — Carraspeo. — Cualquier información sería de ayuda, sobre cualquier cosa... — Pongo la mirada en blanco, ya sé que es lo que voy a hacer con esta radio. Informar a los posibles supervivientes de cosas de utilidad. — Mañana contaremos con nuestro compañero especializado en la supervivencia, trucos y noticias sobre el fin del mundo, primer truco, ¿qué usos le puedes dar al elástico de la ropa interior?, ¿agua del inodoro o esa que sale de color marrón de los lavabos; cuál tiene más sustancia?, últimos informes del sindicato del zombie, al parecer seguirán en huelga... — Termino por decir en un simulado tono triste e irónico esperando aunque sea algo que no esa repetitiva estática mientras la canción de Chinese Democracy toca su fin.

Prrr, creo que más o menos así suena la radio. Cambio de frecuencia cada poco esperando que algo distinto suene, pero nada, un prr más agudo o más grave, pero siempre igual. La tomo y doy pequeñas vueltas, haciendo rondas por las ventanas del bar que he tomado como "mío" por un corto periodo de tiempo. No se cuanto tiempo más planeo quedarme aquí, pero primero me gustaría ver si queda alguien más vivo... Y tenía entendido que por algunas frecuencias se podía escuchar mensajes al azar.

Giro y giro el radial hasta que doy con un murmullo que se aleja al chirriante sonido, pero estaba tan distraído que ni me dí cuenta y pasé de más. Lucho para volver a recibir la voz de una mujer que... ¿Cómo, cómo, cómo? ¿Doctor Amor? De fondo suena buena música, aunque a penas me fijo. Voy a la barra del bar con cierta prisa, dejando la radio y buscando el micro. Me hace bastante gracia como se toma la chica lo de la radio. Cuando al fin encuentro el micro decido esperar antes de comunicarme con ella, me quedo tranquilo, disfrutando de la música junto a la voz humana. Bendita sea la voz humana, se echa de menos.

Tomo un vaso y me sirvo una buena dosis de whisky. Viva el bar. Toqueteo el micro mientras lo conecto, pero aún no hago nada, me quedo escuchando la sesión del clima. Suspiro, pues yo no es que tenga mucho frío, en esta zona creo que las temperaturas son más calmadas, o yo que se. No se ni donde estoy, ahora que lo pienso. Suspiro. ¿Mañana? ¿Se acaba ya? Mierda. Tras terminar de escucharla sobre sus trucos de supervivencia para mañana me lanzo a presionar el botón correcto.

-Emmm... -Dije, quizás demasiado pegado al micro. -Hola, soy un superviviente. Llevo escuchándote un buen rato. -Carraspeo, es extraño oír mi voz ahora. -Bueno... Pues... ¿Puedo hacer algunas preguntas? No para el Doctor Amor, la última vez que tuvo que levantarse se levantó. -Contengo la risa, debería de dejar de beber. -Es sobre lo de la goma elástica. ¿Si no llevan tu ropa interior que se puede hacer? ¿Y si no tienes? Y otra duda más. -Tomo otro trago. -¿Qué puedo hacer? El agua del retrete se acabó y la del lavabo es transparente. Solo tengo whisky en donde sea que esté, que no lo sé, pero al menos no hace mucho frío... -Sonrío, haciendo taping contra la madera de la barra. -También que felicidades por tu programa, y que espero noticias del sindicato, pero yo no cedería, tienen las de perder. -Casi termino. -Ah, buena selección musical. -Concluyo, al menos eso creo. Hace tiempo que ni pienso lo que digo.

Silencio, últimamente es mi único acompañante, mi más fiel confidente, amigo traicionero al que empiezo a aborrecer con todas mis fuerzas, pero... He descubierto algo que me ayudará en estos ratos solitarios como este, un poco de música, una cerveza y continúas charlas y debates contra la nada, hasta que esté demasiado loca como para avergonzarme de perder de ello o hasta que esté tan borracha que pierda el conocimiento y que así pasen los días, ya que soy demasiado cobarde como para dar fin yo sola con toda esta mierda. Viviré aquí en esta prisión, confinada por esa vergüenza que siento, ese es mi único laudo, el único castigo por una larga lista de pecados... Agacho la mirada hacia mis manos, las cicatrices en mi piel aún siguen siendo visibles, además aún siento ese pudor y la poca falta de alcohol en mi sangre como para seguir, tal vez mañana... Acerco la mano a la radio para apagar esa farsa cuando el diferente sonido de la estática me detiene, esta no es igual que de lo normal, me he pasado tardes enteras barriendo todas las emisoras posibles en busca de algo y entonces "BOOOM" ... " superviviente..." chirrido, "...un buen rato".

Me quedo en el sitio completamente paralizada, ¿he perdido ya tanto la cabeza que escucho voces?, ¿tengo una imaginación tan fructífera? No, no puede ser, pero eso quiere decir que esa voz es real, ¿por qué ahora?, ¿por qué ahora y no cuando llegué, que me sentía tan destrozada, tan necesitada de el contacto con alguien, aunque solo fuera el sonido de una voz?, dicen que las cosas ocurren por alguna razón, yo no estoy segura de si soy o quiero ser tan optimista. Es una voz masculina, sigue hablando respondiendo a mis disparates, por el tono de su voz se podría decir que lleva más copas de la cuenta, yo me limito a escuchar, trago saliva en algún momento sin hacer ruido o decir nada y continúo escuchando hasta que el sonido de su voz cesa, tal vez crea que ya nadie escucha y decida invertir su tiempo en algo más productivo.

— ¡ESPERA! — Grito lanzarme hacia el micrófono, acercándome a este porque quiero hablar, pero luego existe una parte de mi ser que se niega, más bien que le cuesta hablar. Ya no me siento tan dada a la conversación y es por eso que me veo obligada a dar el último trago a mi cerveza, uno bien largo hasta que se acaba. — Soy Tallahassee, ¿con quién tengo el placer de charlar? — Hago un esfuerzo por hablar en el mismo tono de antes, ese más relajado, respiro profundamente y continúo, como si nunca hubiera habido un apocalipsis, como si estuviera acostumbrada al dialogo, como si el ser humano no me produjera ninguna clase de pánico. — Nos alegramos de escuchar eso, Superviviente, pero no te olvides de que nuestro Doctor Amor trata una gran variedad de temas relacionados con su campo, así que ya sabes... — Comento mientras me entretengo en coger un pintauñas de color negro y sin más comienzo a pintar las uñas de mis manos, asiento conforme habla, si que está borracho, o si es producto de mi imaginación desde luego, no estoy bien. — Es una pregunta curiosa, pero me temo que nuestro experto en supervivencia está en su hora del café, aún así yo misma puedo responder a tus dudas, se me ocurre una muy buena forma de encontrar nueva ropa interior y este es un gran truco, por ahí hay muchos de esos descerebrados a los que no les importará que se la tomes prestada, eso si... Yo le daba una aguilla y lo más importante es que tengas cuidado, son también muy dados a dar "amor" gratis — Hablo practicamente sin pensar pues ando más concentrada en que el pintauñas no se salga de su sitio. — ¡¿PERO QUÉ ME ESTÁS CONTADO?! Sólo te queda agua limpia, eso si que es un problema, no se te ocurra ni probarla, yo me dedicaría al whisky exclusivamente — Entre tanta paranoia recuerdo lo del clima. — ¿Y no sabes dónde estás?, ¿no has visto ningún cartel ni nada por el estilo que indique tu posición?, nos vendría de ayuda saber en que zona del país es en la que no hace tanto frío, puede incluso que estés cerca de mi posición... — Automáticamente me arrepiento de decir eso, no quiero ninguna visita sorpresa, al menos no ahora. — Gracias, pondremos más música, se aceptan también peticiones y dedicatorias — Sigo hablando mientras continúo con lo mío. Espero que al menos me pueda dar una pista de dónde está. — ¿Podrías estar por Georgia, suelen tener siempre un buen clima — Finalizo por ahora esperando una respuesta.