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Estás solo, todo está destruído, la muerte quiere cazarte. Has sobrevivido al fin y eso no es todo: esta guerra sigue en pie, pues el fin supone un nuevo principio, uno más tormentoso donde tendrás que demostrar lo que vales. ¿Crees poder sobrevivir?, si no... Abandonad toda esperanza aquellos que os adentráis en este nuevo, virulento y destrozado lugar.
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#RE
Normas:
Seguid la historia, dudas, quejas... a la Administración.
Prisión Estatal, Centro de Los Angeles, cuando los presos fueron soltados y la prisión se quedó vacía un grupo de supervivientes se refugió en su interior para salvar la vida, miles de caminantes los perseguían hasta llegar a las murallas de la prisión, pero ninguno de estos podía entrar, la situación es cada vez más complicada, o mueren de hambre, o los caminantes entran en el interior, pues los supervivientes sabe que esto podrá pasar... Otro grupo se encuentra en la ciudad, la sorpresa es ver que las calles están vacías, pero descubren entonces el por qué, todos los caminantes, miles se encuentran rodeando el edificio de la prisión, los supervivientes de fuera se encuentran en lo alto de otro edificio aún más alto que la prisión y desde ahí ven con temor el caos y una bandera enorme de los supervivientes de la prisión pidiendo ayuda, tendrán que ayudarlos, ¿pero como entrar y salir de ahí, cuando los caminantes ven que hay más humanos en el edificio de al lado, los supervivientes se encierran en el edificio haciendo algo parecido a los que estaban en la prisión, se pueden comunicar ambos con una radio, el edificio se encuentra a 20 metros uno del otro, ya habían probado a acceder del uno al otro con una cuerda que se pasaron con ayuda de una ballesta, el joven Mike un superviviente del equipo de rescate fue el primero en pasar en la mitad del recorrido la cuerda se rompió, se precipitó al vacío y murió, haciendo que los caminantes se percataran de que en el otro edificio había vida, ¿Como saldrán de ambos edificios?
Normas:
#Pueden postear siempre por debajo de cuatro posts que no sean suyos, deben de haber cuatro posts de otras personas entre los vuestros.
#No se inventen cosas "sobrenaturales."
#Sean más listos que Agent 4.0, que tratará por todos los medios de comeros.
#Estos roles deben ser rápidos, por eso establecemos un mínimo de cuatro lineas, y un máximo de 35, sabemos que hay usuarios que muchas veces superan las cincuenta lineas y nos sentimos orgullosos, pero entonces los posts se hacen muy lentos.
#Pueden empezar con una pequeña reseña de todo lo ocurrido y como están actualmente.
#Se premiará la originalidad y el buen rol.
#Actualmente:
Mike acaba de caer y los caminantes se han percatado de que hay vida en el otro edificio, por ello varias personas se encargan de taponar las entradas del edificio B, en el Edificio A no se sabe que ha pasado, solo que Mike ha caído y los caminantes se dirigen al edificio B, es Woody quien avisa a Alec de que los caminantes van hacia ellos, pero el Equipo A se queda 20 minutos sin recibir mensajes del Edificio B, es aquí cuando empieza el rol, han tapado las entradas y Alec se dirige ha hablar con Woody, el Equipo A iba a pasar por la cuerda al edificio B y así salir de allí, ahora es una situación complicada.#No se inventen cosas "sobrenaturales."
#Sean más listos que Agent 4.0, que tratará por todos los medios de comeros.
#Estos roles deben ser rápidos, por eso establecemos un mínimo de cuatro lineas, y un máximo de 35, sabemos que hay usuarios que muchas veces superan las cincuenta lineas y nos sentimos orgullosos, pero entonces los posts se hacen muy lentos.
#Pueden empezar con una pequeña reseña de todo lo ocurrido y como están actualmente.
#Se premiará la originalidad y el buen rol.
#Actualmente:
Seguid la historia, dudas, quejas... a la Administración.
PÍDEME ROL + MP
- We are Enjoy the Silence 4.0:
Nueve años matando zombies... Y no nos cansamos. ¡GRACIAS A TODOS!
Subí fastidiada porque nadie había tomado en cuenta mi idea. Pero no podía decir nada al respcto, no tenía derecho a quejarme. Todos estaban muy nerviosos, sí, lo sabía, pero... había que actuar ahora, ya.
- Sí, deberíamos intentar de nuevo lo de la cuerda, si es que están todos de acuerdo. Cosa que para ser sincera, yo no lo estoy, pero no puedo quedarme aquí de brazos cruzados. - dije acercándome al vorde de la terraza para ver a los sujetos atrapados en la prisión. - Se me ocurre aventar la cuerda hacia ellos, que ellos lo enganchen en algun sitio que puedan, luego que nos pasen la punta de la cuerda a nosotros y así atarlo bien. Quedaría un círculo, una doble cuerda. Tendríamos la posibilidad de ayudarlos a cruzar, sería como un grán tendedor de ropa donde lo que atraemos a nosotros son personas y no medias húmedas. - dije en voz alta para que todos escucharan y en un tono en el que no se me podía ignorar.
- Bueno hasta que se lo piensan yo voy aventando la cuerda, hasta que se les ocurra otra idea. Vale la pena intentar... aunque fuera una locura. - tomé la cuerda y un pedazo de ladrillo que había tirado en la terraza. Tiré el ladrillo al suelo haciendo que se rompiera. Até la punta de la cuerda en un pedazo de ladrillo, lo hice bien para que no se desatara. Comencé a hondear la cuerda, ayudándome con el peso de el ladrilli y lo aventé lo mejor que pude hasta el edificio en cuestión. No, no lo logré, pero casi, sólo tenía que darle más envión. Volví a intentarlo, usando toda la fuerza que tenía. Sí, no era para nada femenino, pero habían vidas en juego. No me importaba mucho lo que estuviera pasando por la mente de los demás, sólo quería hacer algo útil, no soportaba más estar ahí viéndole las caras a los demás y esperando a que todos se dieran permiso mutuamente para hacer algo. Aventé de nuevo la cuerda y ésta llegó al fin al cuarto intento al edificion de enfrente. Me preocupaba qué tan larga sería, nunca fui buena con las medidas. Llegó bien al otro edificio, pero no sabía si podría volver ésa misma cuerda para hacerla doble. Al menos estaba intentando algo nuevo.
- Que alguien se comunique por radio con ellos. Si seguimos así terminaremos muriendo de inanición, así que cuanto más rápido mejor - no es que quisiera mandarlos, es la sangre militar que corría por mis venas en ése instante. Si caía bien o mal me valía, pero cmo ya dije antes, antes que estarnos viendo las caras es mejor hacer algo útil. Y en primer lugar es quitarlos de ésa carcel a las personas que teníamos al lado.
- Sí, deberíamos intentar de nuevo lo de la cuerda, si es que están todos de acuerdo. Cosa que para ser sincera, yo no lo estoy, pero no puedo quedarme aquí de brazos cruzados. - dije acercándome al vorde de la terraza para ver a los sujetos atrapados en la prisión. - Se me ocurre aventar la cuerda hacia ellos, que ellos lo enganchen en algun sitio que puedan, luego que nos pasen la punta de la cuerda a nosotros y así atarlo bien. Quedaría un círculo, una doble cuerda. Tendríamos la posibilidad de ayudarlos a cruzar, sería como un grán tendedor de ropa donde lo que atraemos a nosotros son personas y no medias húmedas. - dije en voz alta para que todos escucharan y en un tono en el que no se me podía ignorar.
- Bueno hasta que se lo piensan yo voy aventando la cuerda, hasta que se les ocurra otra idea. Vale la pena intentar... aunque fuera una locura. - tomé la cuerda y un pedazo de ladrillo que había tirado en la terraza. Tiré el ladrillo al suelo haciendo que se rompiera. Até la punta de la cuerda en un pedazo de ladrillo, lo hice bien para que no se desatara. Comencé a hondear la cuerda, ayudándome con el peso de el ladrilli y lo aventé lo mejor que pude hasta el edificio en cuestión. No, no lo logré, pero casi, sólo tenía que darle más envión. Volví a intentarlo, usando toda la fuerza que tenía. Sí, no era para nada femenino, pero habían vidas en juego. No me importaba mucho lo que estuviera pasando por la mente de los demás, sólo quería hacer algo útil, no soportaba más estar ahí viéndole las caras a los demás y esperando a que todos se dieran permiso mutuamente para hacer algo. Aventé de nuevo la cuerda y ésta llegó al fin al cuarto intento al edificion de enfrente. Me preocupaba qué tan larga sería, nunca fui buena con las medidas. Llegó bien al otro edificio, pero no sabía si podría volver ésa misma cuerda para hacerla doble. Al menos estaba intentando algo nuevo.
- Que alguien se comunique por radio con ellos. Si seguimos así terminaremos muriendo de inanición, así que cuanto más rápido mejor - no es que quisiera mandarlos, es la sangre militar que corría por mis venas en ése instante. Si caía bien o mal me valía, pero cmo ya dije antes, antes que estarnos viendo las caras es mejor hacer algo útil. Y en primer lugar es quitarlos de ésa carcel a las personas que teníamos al lado.
Cuando al puerta se abrió sentí un vuelco en el corazón, pues se me olvidó que el pequeño estaba dentro, lo habían dejado allí dentro solo, corrí hacia él con una sonrisa, cogiéndolo en brazos, era tal vez de los que mejor me caía en aquel lugar.
-Lionel, es que hicimos trampas, pero ya no se volverán a repetir.-Comenté medio riendo a la vez que apartaba al pequeño de los caminantes, justo al hacerlo vi que en el otro edificio estaban lanzando una cuerda hacia el nuestro, lo señalé con un dedo.- ¡Mirad, están lanzando otra cuerda!, ¡nos quieren ayudar y vosotros queríais darles la espalda...!
Apenas me contuve, hablé molesta y eché a correr escaleras arriba con Lionel aún en brazos, que su padre hubiera sido el de la "gran idea" no significaba que odiaría al pequeño, todo lo contrario, él era bien dulce y gracioso, ambos llegamos a la azotea al tiempo justo de ver la cuerda llegar hasta nuestro edificio, solté a Lionel en el suelo y eché a correr para coger el ladrillo que estaba medio roto por los golpe, pero alzando la cuerda y señalándola a la mujer que la había lanzado, ¿querían repetir lo de antes?.
La miré desconcertada, y entonces desvié la mirada hacia la radio. No sabía como iba aquel trasto, pero si Woody.
-Lionel, es que hicimos trampas, pero ya no se volverán a repetir.-Comenté medio riendo a la vez que apartaba al pequeño de los caminantes, justo al hacerlo vi que en el otro edificio estaban lanzando una cuerda hacia el nuestro, lo señalé con un dedo.- ¡Mirad, están lanzando otra cuerda!, ¡nos quieren ayudar y vosotros queríais darles la espalda...!
Apenas me contuve, hablé molesta y eché a correr escaleras arriba con Lionel aún en brazos, que su padre hubiera sido el de la "gran idea" no significaba que odiaría al pequeño, todo lo contrario, él era bien dulce y gracioso, ambos llegamos a la azotea al tiempo justo de ver la cuerda llegar hasta nuestro edificio, solté a Lionel en el suelo y eché a correr para coger el ladrillo que estaba medio roto por los golpe, pero alzando la cuerda y señalándola a la mujer que la había lanzado, ¿querían repetir lo de antes?.
La miré desconcertada, y entonces desvié la mirada hacia la radio. No sabía como iba aquel trasto, pero si Woody.
Audrey Banks
Me rasqué la cabeza mientras miraba a los demás que estaban allí de pié sin decir nada y entonces Audrey me cogió en brazos y salió corriendo conmigo, diciéndome que habían hecho trampas por lo que la miré enfadado, eso no era justo.
¡Tamposos!, ya no voy a jugad más con vosotos... Me habéis enfadado, ahora solo jugaré con Buzzy...- Decía mientras abrazaba a Audrey para no caerme y agarraba a Buzzy en mi mano.
No tardamos en llegar en la parte de arriba y cuando me dejó en el suelo me senté en él mientras ponía a Buzzy a mi lado y lo miraba.
Ya lo sé Buzzy, son unos tamposos y no vamos a jugar más con ellos... ¿Tu también tenes hambre?, y yo... Pero la comida de aquí está muuuuy fea, no quero... ¿tu tampoco?, ya...
Hacía frío, por lo que cogí a Buzzy del suelo y lo metí en mi bolsillo a la vez que caminaba junto a Audrey y me sacudía la ropa con mis manitas, para asomarme al borde de la azotea, poniéndome de puntillas para ver mejor.
¡Alaaaaa.... Cuanta gente! Decía entusiasmado.
¡Tamposos!, ya no voy a jugad más con vosotos... Me habéis enfadado, ahora solo jugaré con Buzzy...- Decía mientras abrazaba a Audrey para no caerme y agarraba a Buzzy en mi mano.
No tardamos en llegar en la parte de arriba y cuando me dejó en el suelo me senté en él mientras ponía a Buzzy a mi lado y lo miraba.
Ya lo sé Buzzy, son unos tamposos y no vamos a jugar más con ellos... ¿Tu también tenes hambre?, y yo... Pero la comida de aquí está muuuuy fea, no quero... ¿tu tampoco?, ya...
Hacía frío, por lo que cogí a Buzzy del suelo y lo metí en mi bolsillo a la vez que caminaba junto a Audrey y me sacudía la ropa con mis manitas, para asomarme al borde de la azotea, poniéndome de puntillas para ver mejor.
¡Alaaaaa.... Cuanta gente! Decía entusiasmado.
- Buzzy & Jade:
Off: siento postear tan seguido, pero si no no roleo.
-¡Lionel ven vamos a ir abajo otra vez para decirles a esos tontos que suban y vean lo que están haciendo los del otro edificio... ¡Venga muy pronto saldremos de aquí!.-Le decía al niño mientras miraba lo que estaban haciendo los del otro edificio, cogía a Lionel en brazos una vez más y corría con él por la azotea en dirección a la puerta para bajar abajo por todas la plantas y llegar a la entrada, había que travesar dos pabellones a demás de bajar un montón de escaleras, Lionel no pesaba demasiado, pero tanto ir de un lado a otro, corriendo, no había descansado si quiera ya casi no podía más, pero conseguimos llegar a donde la mayoría de las celdas, cerca de los baños principales de los reclusos, solo había que ir por la zona que no era de los reclusos, atravesar dos pabellones ir por otro pasillo más y así saldríamos a la entrada.
Cuando bajé las escaleras dejé a Lionel en el suelo y lo cogí de su mano.
-¡Vamos!.-Le dije con una sonrisa, pues al parecer hoy sería por fin el día en el que nos rescatarían y ayudaríamos también a los del otro edificio, empujé la puerta que daba al primer pabellón, donde comían los reclusos y corría por entre las mesas junto al pequeño.
-¡Lionel ven vamos a ir abajo otra vez para decirles a esos tontos que suban y vean lo que están haciendo los del otro edificio... ¡Venga muy pronto saldremos de aquí!.-Le decía al niño mientras miraba lo que estaban haciendo los del otro edificio, cogía a Lionel en brazos una vez más y corría con él por la azotea en dirección a la puerta para bajar abajo por todas la plantas y llegar a la entrada, había que travesar dos pabellones a demás de bajar un montón de escaleras, Lionel no pesaba demasiado, pero tanto ir de un lado a otro, corriendo, no había descansado si quiera ya casi no podía más, pero conseguimos llegar a donde la mayoría de las celdas, cerca de los baños principales de los reclusos, solo había que ir por la zona que no era de los reclusos, atravesar dos pabellones ir por otro pasillo más y así saldríamos a la entrada.
Cuando bajé las escaleras dejé a Lionel en el suelo y lo cogí de su mano.
-¡Vamos!.-Le dije con una sonrisa, pues al parecer hoy sería por fin el día en el que nos rescatarían y ayudaríamos también a los del otro edificio, empujé la puerta que daba al primer pabellón, donde comían los reclusos y corría por entre las mesas junto al pequeño.
Audrey Banks
No recordaba cuánto tiempo llevábamos en aquella maloliente prisión, encerrados sin posibilidad alguna de salir, y rodeados en toda dirección por aquellas personas que se contagiaron de esa extraña enfermedad. ¿Cómo terminé ahí? Fue casi por casualidad. Intentando regresar a por mi hermana, después de haber escuchado morir a todos mis compañeros de caravana, me vi obligado a encerrarme en la cárcel al ser perseguido por un grupo de gente enferma, y a ese grupo se le unieron más personas, y a esas personas extra, se le unieron aún más, todos los días, hasta ser miles, o tal vez millones.
No me socializaba con los otros. Ni siquiera sabía cuántos estábamos allí. Mi refugio personal era el sótano del edificio principal de la prisión. Sólo salía cuando era estrictamente necesario: si tenía que ir al baño o a la hora de comida. No conocía el nombre de nadie y creo que nadie conocía mi nombre. Me pasaba los días y las noches sentado en el suelo de aquel sótano entre total oscuridad, abrazando mis propias rodillas y con la cara hundida entre las piernas, derramando lágrimas cual magdalena. Completamente patético.
En los pisos superiores se escuchaba jaleo, pero no le puse mucha importancia, pues poco o nada me interesaba lo que hiciesen los demás. Gritos para un lado, gritos para el otro. Yo seguía recluido en mi propio rinconcito personal, sin poner atención a nada más que a mí mismo y a mis tormentosos recuerdos y pensamientos, pero algo llamó mi atención. La pared frente a mí comenzó a moverse y algo de arena caía al suelo y un extraño sonido se apoderó del lugar, seguido por varios golpes casi rítmicos. Me levanté lentamente, sin despegar la mirada de aquella pared, donde se hacía una grieta cada vez más grande. Algo o alguien estaba intentando derrumbar aquel muro viejo hecho de un material que sin duda no era tan resistente como el concreto o el ladrillo... ¿tal vez madera? Un pedazo de pared cayó al suelo y todo el polvo de escombro me obligó a toser en un intento de respirar. Cuando el polvo se fue, el horror me invadió. Varios pares de ojos vidriosos, con el brillo que es propio de la muerte, todos mirándome fijamente. Durante unos segundos estuve paralizado. Un fuerte gruñido dirigido a mí me sacó de aquel trance. Sólo pude gritar y correr hacia las plantas superiores, saliendo de aquel sótano tan rápido como pude, pero dejando la puerta descuidadamente abierta.
- ¡¡Han entrado por el sótano. Han entrado por el sótano!! Gritaba allí por donde iba.
No me socializaba con los otros. Ni siquiera sabía cuántos estábamos allí. Mi refugio personal era el sótano del edificio principal de la prisión. Sólo salía cuando era estrictamente necesario: si tenía que ir al baño o a la hora de comida. No conocía el nombre de nadie y creo que nadie conocía mi nombre. Me pasaba los días y las noches sentado en el suelo de aquel sótano entre total oscuridad, abrazando mis propias rodillas y con la cara hundida entre las piernas, derramando lágrimas cual magdalena. Completamente patético.
En los pisos superiores se escuchaba jaleo, pero no le puse mucha importancia, pues poco o nada me interesaba lo que hiciesen los demás. Gritos para un lado, gritos para el otro. Yo seguía recluido en mi propio rinconcito personal, sin poner atención a nada más que a mí mismo y a mis tormentosos recuerdos y pensamientos, pero algo llamó mi atención. La pared frente a mí comenzó a moverse y algo de arena caía al suelo y un extraño sonido se apoderó del lugar, seguido por varios golpes casi rítmicos. Me levanté lentamente, sin despegar la mirada de aquella pared, donde se hacía una grieta cada vez más grande. Algo o alguien estaba intentando derrumbar aquel muro viejo hecho de un material que sin duda no era tan resistente como el concreto o el ladrillo... ¿tal vez madera? Un pedazo de pared cayó al suelo y todo el polvo de escombro me obligó a toser en un intento de respirar. Cuando el polvo se fue, el horror me invadió. Varios pares de ojos vidriosos, con el brillo que es propio de la muerte, todos mirándome fijamente. Durante unos segundos estuve paralizado. Un fuerte gruñido dirigido a mí me sacó de aquel trance. Sólo pude gritar y correr hacia las plantas superiores, saliendo de aquel sótano tan rápido como pude, pero dejando la puerta descuidadamente abierta.
- ¡¡Han entrado por el sótano. Han entrado por el sótano!! Gritaba allí por donde iba.
No entiendo porque, pero aquel día tranquilo al parecer estaba dispuesto a complicarse más allá de mis fuerzas. Yo siempre viajaba sola y me mantenía fuera de los caminos y accesos principales, procuraba nunca encontrarme en lugares cerrados o in más de 2 o 3 salidas. Pero todo aquello había sido violado por mi misma al cruzarme en el medio con un par de "supervivientes" y ahora estaba allí Encerrada en un edificio fácilmente vulnerable, con un montón de niños y miles de problemas del otro lado.. y entre medio, para variar, una horda salvaje de zombies. Si, claramente aquel no era mi día.
Bajé de dos saltos por la torre de señal y revisé uno a uno los cables que bajan hasta la consola de la radio que estaban usando en la estación. Cuando llegué los vi a todos muy alterados. Nos habíamos dividido justo antes de que comenzaran a planear el ataque y no vi que hubieran progresado.. pero note que faltaban algunos. Me dirigí hacia el grupo. Miré a Claire y me sequé l sudor con la remera maltrecha que aun tenía. -Pudieron comunicarse?.. arriba los cables son un infierno.. y donde esta Alec?.. y Mike??.. que sucedió aquí!.- Dije algo alterada porque el tiempo pasase y la situación estuviera estática. Tomé la radio y comencé a sintonizar la mejor, dad que yo había mejorado lo cable, ahora si se podría escuchar y retransmitir de forma clara los mensajes de uno a otro lado.
Me giré y suspiré mirando al resto. -vamos chicas moveos alguien debe bajar a taponar las entradas, no aguantaran mucho más a esa horda.- recibí o más bien percibí la carga emocional en el aire fruncí el seño mirando a dos e señal de pregunta. Al parece me había perdido algo, o bien la situación se había complicado aún más.. Y ahora que! pregunte mentalmente a ese ser ser supremo que parecía habernos abandonado.
Bajé de dos saltos por la torre de señal y revisé uno a uno los cables que bajan hasta la consola de la radio que estaban usando en la estación. Cuando llegué los vi a todos muy alterados. Nos habíamos dividido justo antes de que comenzaran a planear el ataque y no vi que hubieran progresado.. pero note que faltaban algunos. Me dirigí hacia el grupo. Miré a Claire y me sequé l sudor con la remera maltrecha que aun tenía. -Pudieron comunicarse?.. arriba los cables son un infierno.. y donde esta Alec?.. y Mike??.. que sucedió aquí!.- Dije algo alterada porque el tiempo pasase y la situación estuviera estática. Tomé la radio y comencé a sintonizar la mejor, dad que yo había mejorado lo cable, ahora si se podría escuchar y retransmitir de forma clara los mensajes de uno a otro lado.
Me giré y suspiré mirando al resto. -vamos chicas moveos alguien debe bajar a taponar las entradas, no aguantaran mucho más a esa horda.- recibí o más bien percibí la carga emocional en el aire fruncí el seño mirando a dos e señal de pregunta. Al parece me había perdido algo, o bien la situación se había complicado aún más.. Y ahora que! pregunte mentalmente a ese ser ser supremo que parecía habernos abandonado.
Las voces de alerta a veces solo conseguían poner aún más nerviosos a aquellos de los que deseaba huir, mientras los primeros majini salían de sus escondites y seguían los gritos por el pasillo la primera puerta en la que se encontraban aquellos vivos debatiendo empezó a ceder, los continuos golpes de los caminantes durante semanas en los barrotes de las rejas empezaban a funcionar y más cascotes comenzaron a caer sobre ellos mismos, la puerta empezaba a ceder acompañada de un chirrido, faltaba muy poco...
En el otro edificio el de los "héroes atrapados" las cosas no iban mejor y es que tapar las puertas de abajo era una buena idea, pero no era tan buena cuando la entrada a las cocheras que daba al edificio y también a la calle no había sido cerrada, por lo que los primeros muertos completamente ajenos aúna lo que tanto ansiaban se encontraba arriba empezaron a caminar a sus anchas por los rellanos y zonas comunes de aquel edificio, los gruñidos iban llenando los solitarios pasillos poco a poco...
En el interior de la prisión decenas de majini tomaban las plantas inferiores concentrándose en el pabellón, estos eran más rápidos y mortales concentrándose en el pabellón al rededor de la chica y el pequeño , entraban por las puertas y caminaban hacia ellos gruñendo, el más cercano a ellos abrió una boca mostrando como esta se abría de una forma asquerosa. Rodeado a los dos jóvenes.
En el otro edificio el de los "héroes atrapados" las cosas no iban mejor y es que tapar las puertas de abajo era una buena idea, pero no era tan buena cuando la entrada a las cocheras que daba al edificio y también a la calle no había sido cerrada, por lo que los primeros muertos completamente ajenos aúna lo que tanto ansiaban se encontraba arriba empezaron a caminar a sus anchas por los rellanos y zonas comunes de aquel edificio, los gruñidos iban llenando los solitarios pasillos poco a poco...
En el interior de la prisión decenas de majini tomaban las plantas inferiores concentrándose en el pabellón, estos eran más rápidos y mortales concentrándose en el pabellón al rededor de la chica y el pequeño , entraban por las puertas y caminaban hacia ellos gruñendo, el más cercano a ellos abrió una boca mostrando como esta se abría de una forma asquerosa. Rodeado a los dos jóvenes.
PÍDEME ROL + MP
- We are Enjoy the Silence 4.0:
Nueve años matando zombies... Y no nos cansamos. ¡GRACIAS A TODOS!
Caminaba contento junto a Audrey agarrando su mano, mientras en la otra sujetaba a Buzzy que medio arrastraba por el suelo para que andase también un poco, últimamente Buzzy no hacía nada de deporte y se iba a poner muy gordo, miré a Audrey con una sonrisa, como la que un niño podía hacer feliz de que le dijeran que por fin iba a salir de aquel lugar, él no tendía lo que era, siempre decía molesto que parecía una cárcel, pero aunque lo fuera no sabía nada en verdad.
Audrey era unos pocos años mayor que yo, ambos los más pequeños en aquel lugar y ella parecía la más responsable con el niño, todos los adultos dejaron de preocuparse de ellos dos y de alguna forma ellos dos se cuidaban, aunque fueran los más pequeños. Seguí por el pasillo a Audrey hacia un pabellón, había que ir a otro para poder salir a la entrada, yo ya me sabía de memoria el camino de un lado a otro, solía jugar bastante por aquella zona con Buzzy y en aquel pabellón era donde Audrey y yo ayudábamos a cocinar para poder comer aquella comida tan fea, yo era bueno y siempre ayudaba a colocar las cosas en la mesa, a demás me dejaban echar la sal en la comida, recordaba que una vez se enfadaron conmigo porque me pasé y tardaron unos días en volver a dejarme hacerlo, pero me vieron tan triste porque no hacía nada y me gustaba ayudar que me volvieron a dejar participar en la elaboración de aquella comida, Audrey y yo cruzábamos en pabellón entre las mesas cuando de repente dejé de andar y tiré de su mano hacia mi para que ella parase también.
-Audrey...-Dije en voz baja llamando su atención.-Audrey...-Volví a repetir en voz baja asustado sin moverme ni un centímetro, en la puerta había gente, gente que nunca había visto, gente que me daba miedo, gente como la que acabó con la amiga del tito Josh, como la que se comieron a la amiga del tito Josh, uno de ellos se acercó hacia nosotros y yo apreté con fuerza la mano de Audrey.
-Audrey...-Sollocé en voz baja.-Son malos...
Audrey era unos pocos años mayor que yo, ambos los más pequeños en aquel lugar y ella parecía la más responsable con el niño, todos los adultos dejaron de preocuparse de ellos dos y de alguna forma ellos dos se cuidaban, aunque fueran los más pequeños. Seguí por el pasillo a Audrey hacia un pabellón, había que ir a otro para poder salir a la entrada, yo ya me sabía de memoria el camino de un lado a otro, solía jugar bastante por aquella zona con Buzzy y en aquel pabellón era donde Audrey y yo ayudábamos a cocinar para poder comer aquella comida tan fea, yo era bueno y siempre ayudaba a colocar las cosas en la mesa, a demás me dejaban echar la sal en la comida, recordaba que una vez se enfadaron conmigo porque me pasé y tardaron unos días en volver a dejarme hacerlo, pero me vieron tan triste porque no hacía nada y me gustaba ayudar que me volvieron a dejar participar en la elaboración de aquella comida, Audrey y yo cruzábamos en pabellón entre las mesas cuando de repente dejé de andar y tiré de su mano hacia mi para que ella parase también.
-Audrey...-Dije en voz baja llamando su atención.-Audrey...-Volví a repetir en voz baja asustado sin moverme ni un centímetro, en la puerta había gente, gente que nunca había visto, gente que me daba miedo, gente como la que acabó con la amiga del tito Josh, como la que se comieron a la amiga del tito Josh, uno de ellos se acercó hacia nosotros y yo apreté con fuerza la mano de Audrey.
-Audrey...-Sollocé en voz baja.-Son malos...
- Buzzy & Jade:
-¡Vamos a salir por fin de aquí pequeño!, ya lo verás y verás a tu pa...-Le decía con una sonrisa hasta que me di cuenta de que tal vez aquel pequeño estaba solo en el mundo, aún no sabía como había llegado a la cárcel, solo sabía que su madre estaba muerta, pues por las noches tenía pesadillas con ello y hablaba en voz alta, una noche me hizo llorara mi también, era rara la vez que no durmiera conmigo o que no me despertase llorando, la vez en la que se levantó para vomitar fue la peor, había estado toda la noche soñando con su madre y con como había muerto, yo trataba de tranquilizarlo para las pesadillas eran más fuertes y hacían que el pobre niño se pusiera así, entonces despertó y se salió de la cama para ir a vomitar justo al suelo, estuvo tan malo aquella noche que uno de los que estaban con nosotros pensó que se moría de pena, pero era su inocencia la que le salvaba junto a aquel muñeco, a veces cuando lo miraba creía en que el muñeco le salvaba de todo aquello que había fuera, él se sentaba en una esquina y se ponía ha hablar con el muñeco, podía pasarse la tarde entera riéndose junto a él, tal vez era el pequeño el que me daba fuerzas para seguir a delante, su felicidad era casi contagiosa. Él decía que estaba con su tío cuando se vieron obligados a separarse y que su padre estaba trabajando pero que su tío le estaría esperando fuera y todos mirábamos a aquella enorme horda mientras él insistía en que su tío estaría cerca, no podíamos evitarlo, Lionel estaba ya solo en el mundo, era imposible que su tío o su padre, que según él era soldado hubieran aguantado ahí fuera.
Observé al pequeño sonriendo cuando bajó de su brazo al muñeco y de alguna forma me imitó, porque empezó a llevar al muñeco de la mano como yo le llevaba él, cruzamos el pabellón y el golpe de las puertas abrirse fueron como un golpe en el pecho, como si el hecho de mirar a aquellos ojos vacíos directamente me hicieran ver que todo había acabado y que ya no quedaba nada.
Los gritos del pequeño Lionel me hicieron volver a la realidad a la vez que el gruñido de aquel ser y como se boca se abría mostrando algo que hasta ahora nunca habíamos visto, pero eso no era lo peor, eran rápidos y estábamos completamente rodeados, agarré a Lionel en brazos y pasé corriendo por el lado de uno de ellos esquivándolos, pero era imposible no podíamos llegar a ninguna de las puertas y el sentimiento de que llegaba mi final junto al del niño provocaba que ni siquiera pudiera pensar, pero eso no era todo, el ver que Lionel podía morir hacía que me sintiera aún peor, él no fue el único que comenzó a llorar, sentía las lágrimas caer por mis ojos a la vez que él comenzaba a sollozar y eché a correr por entre las mesas con el pequeño en brazos hasta una pared en la que había un conducto de ventilación, lo golpeé con fuerza con una mano y lo abrí mientras veía como el pabellón se llenaba de aquellos seres, seguidamente metí a Lionel en el conducto.
-Sabes que te quiero mucho, has sido como un hermanito pequeño para mi, y ahora me debes hacer caso porque soy mayor que tu, corre Lio, busca a los demás y no te pares, yo estaré bien, voy a salir por otro conducto ¿vale?, dile a Woody que es bueno.-Le decía entre lágrimas mientras sujetaba su rostro y lo pegaba al mío, frente con frente, sin dejar de sonreír, porque no quería asustarle, a la vez que con la mano libre colocaba mi destornillador y la pulsera de mi madre que me regaló cuando era pequeña y que a Lio le fascinaba por los animalitos, en su mochila. Él se merecía vivir solo por toda la esperanza que había creado en nosotros, por las risas que había provocado en mi junto a su muñeco haciendo que olvidase lo que había allí fuera en las aburridas tardes, o las comparaciones de Woody con Toy Story, su obsesión por Buzzy y los berrinches que tenía cuando se peleaba con los mayores. Había sido como un hermanito y si había alguien que debía salir con vida de allí era él, por su inocencia y la forma de hacer que todos tuviéramos esa esperanza, esos seres no iban a descansar hasta cogernos, el conducto era muy estrecho para mi y me quedaría atrapada, no había escape para mi, cuando vi abrirse esa puerta de golpe y miré los ojos del pequeño lo supe, yo me había prometido cuidar de él y estaba cumpliendo mi promesa, acaricié el pelo del pequeño y besé su frente a la vez que colocaba la tapa del conducto y me giraba hacia aquellos seres que me rodeaban y cada vez estaban más cerca de mi, cerré los ojos, esperé el dolor y después todo sería mejor.
Observé al pequeño sonriendo cuando bajó de su brazo al muñeco y de alguna forma me imitó, porque empezó a llevar al muñeco de la mano como yo le llevaba él, cruzamos el pabellón y el golpe de las puertas abrirse fueron como un golpe en el pecho, como si el hecho de mirar a aquellos ojos vacíos directamente me hicieran ver que todo había acabado y que ya no quedaba nada.
Los gritos del pequeño Lionel me hicieron volver a la realidad a la vez que el gruñido de aquel ser y como se boca se abría mostrando algo que hasta ahora nunca habíamos visto, pero eso no era lo peor, eran rápidos y estábamos completamente rodeados, agarré a Lionel en brazos y pasé corriendo por el lado de uno de ellos esquivándolos, pero era imposible no podíamos llegar a ninguna de las puertas y el sentimiento de que llegaba mi final junto al del niño provocaba que ni siquiera pudiera pensar, pero eso no era todo, el ver que Lionel podía morir hacía que me sintiera aún peor, él no fue el único que comenzó a llorar, sentía las lágrimas caer por mis ojos a la vez que él comenzaba a sollozar y eché a correr por entre las mesas con el pequeño en brazos hasta una pared en la que había un conducto de ventilación, lo golpeé con fuerza con una mano y lo abrí mientras veía como el pabellón se llenaba de aquellos seres, seguidamente metí a Lionel en el conducto.
-Sabes que te quiero mucho, has sido como un hermanito pequeño para mi, y ahora me debes hacer caso porque soy mayor que tu, corre Lio, busca a los demás y no te pares, yo estaré bien, voy a salir por otro conducto ¿vale?, dile a Woody que es bueno.-Le decía entre lágrimas mientras sujetaba su rostro y lo pegaba al mío, frente con frente, sin dejar de sonreír, porque no quería asustarle, a la vez que con la mano libre colocaba mi destornillador y la pulsera de mi madre que me regaló cuando era pequeña y que a Lio le fascinaba por los animalitos, en su mochila. Él se merecía vivir solo por toda la esperanza que había creado en nosotros, por las risas que había provocado en mi junto a su muñeco haciendo que olvidase lo que había allí fuera en las aburridas tardes, o las comparaciones de Woody con Toy Story, su obsesión por Buzzy y los berrinches que tenía cuando se peleaba con los mayores. Había sido como un hermanito y si había alguien que debía salir con vida de allí era él, por su inocencia y la forma de hacer que todos tuviéramos esa esperanza, esos seres no iban a descansar hasta cogernos, el conducto era muy estrecho para mi y me quedaría atrapada, no había escape para mi, cuando vi abrirse esa puerta de golpe y miré los ojos del pequeño lo supe, yo me había prometido cuidar de él y estaba cumpliendo mi promesa, acaricié el pelo del pequeño y besé su frente a la vez que colocaba la tapa del conducto y me giraba hacia aquellos seres que me rodeaban y cada vez estaban más cerca de mi, cerré los ojos, esperé el dolor y después todo sería mejor.
Audrey Banks
Llevaba sentado sobre aquel saliente algo menos de un día, pero no me había movido de allí en horas... En la entrada de aquel lugar, pasaba desapercibido hasta de esos seres, y con esos seres también del resto de la gente de la prisión, tras aquel largo viaje desde Nueva York a los Angeles había acabado allí encerrado, había logrado pasar mi vida entera sin entrar en una prisión y era justo ahora cuando el mundo se iba a la mierda cuando me quedaba encerrado en una. Siempre pensé que acabaría aún que fuera alguna vez en la cárcel, pero nunca que me metiera yo voluntariamente para escapar de las garras de unos miles y miles de muertos vivientes. Nunca había hablado con ninguno de aquellos, así que apenas me conocían y decían nada de mi, yo al menos si sabía de ellos, como que la chica que acababa de hablar se llamaba Audrey y parecía tener un sentido del honor y el decoro bastante alto, el del sombrero, el que parecía que se había olvidado del ganado en alguna parte de Nevada era Woody, un tipo con muy mala hostia, o eso me pareció a mi, pero bastante bueno a la hora de ponernos a todos rectos, tenía madera de capitán. El alto con la cabeza rapada, era Luther, una estrella del baloncesto a la que más de una vez vi jugar en alguna televisión, era bueno... La otra chica tampoco hablaba mucho de ella, solo sabía que se llamaba Arriane y parecía tener algunos conocimientos en medicina, al igual que Audrey pero de ella sabía que estaba estudiando, en cambio de la otra ni siquiera sabíamos si era enfermera, médica o algo así. Siempre me quedaba apartado de todos, pero en un lugar en el que apenas me vieran y yo en cambio si a ellos, siempre los escuchaba y me enteraba de todo, más de uno seguramente pensaría que era mudo, gilipollas o incluso sordo, pero la última opción estaría descartada pues siempre que hacían algo yo me movía y ayudaba. Ahora no sabía si se habían fijado en mi, pero me encontraba subido en lo alto de una ventana de la segunda planta, sentado sobre el marco, mirándolos desde arriba, era una de las oficinas y por eso no había rejas, a demás si saltaba caía sobre un contenedor y podría llegar fácilmente hasta ellos.
Lo cual hice cuando de golpe la voz de Nicholas nos alertó a todos, pero no fue eso lo que más me preocupó, el pequeño se había ido junto a Audrey y estaban dentro del edificio.
-¡Audrey y Lionel están ahí dentro!-Dije alzando la voz a la vez que me dejaba caer sobre el contenedor y bajaba corriendo hacia ellos.
Lo cual hice cuando de golpe la voz de Nicholas nos alertó a todos, pero no fue eso lo que más me preocupó, el pequeño se había ido junto a Audrey y estaban dentro del edificio.
-¡Audrey y Lionel están ahí dentro!-Dije alzando la voz a la vez que me dejaba caer sobre el contenedor y bajaba corriendo hacia ellos.
A pesar de que no estaba viendo detrás de mí, podía escuchar las pisadas y los gruñidos de varias de esas cosas persiguiéndome. El miedo tomó control total de mi cuerpo y mi mente. No podía pensar fríamente, y lo primero que se me ocurrió fue salir del edificio tan rápido como mis piernas podían funcionar. Mis gritos desesperados de advertencia se convirtieron en sollozos penosos.
Al final del pasillo pude contemplar las puertas principales que me darían libertad. Las abrí de un golpe seco y fuerte, sin saber con qué iba a encontrarme allí. Lo que mis ojos vieron me dejó impactado. La puerta estaba a punto de caer y muchos de los refugiados de la prisión hacían su mejor esfuerzo por detenerlos, pero ahora el ataque no era sólo desde adentro, sino también desde afuera. Me paralicé unos segundos, hasta que escuché el estruendoso sonido de los gruñidos detrás de mí. Corrí junto a los demás y me posicioné detrás de un hombre alto afrodescendiente. Yo parecía una niñita miedosa.
Al final del pasillo pude contemplar las puertas principales que me darían libertad. Las abrí de un golpe seco y fuerte, sin saber con qué iba a encontrarme allí. Lo que mis ojos vieron me dejó impactado. La puerta estaba a punto de caer y muchos de los refugiados de la prisión hacían su mejor esfuerzo por detenerlos, pero ahora el ataque no era sólo desde adentro, sino también desde afuera. Me paralicé unos segundos, hasta que escuché el estruendoso sonido de los gruñidos detrás de mí. Corrí junto a los demás y me posicioné detrás de un hombre alto afrodescendiente. Yo parecía una niñita miedosa.
Aquel lugar que hasta apenas hacía unos minutos había estado en silencio cambió de golpe mostrando la cruda realidad de los últimos días y como la sangre de alguien inocente volvía a caer sin remedio, aquellas criaturas se olvidaron del otro humano y atacaron a la que se dirigió hacia ellos, fue el primero el que abrió su boca mostrando aquella mutación el que se abalanzó sobre la joven directamente a su cuello para atravesar la piel con sus dientes y por un momento aplacar aquel hambre infinito, los demás le siguieron enfurecidos por poder hacerse con la pieza que acababa de cazar ensañándose con el cuerpo desgarrando la piel y la carne con un ansia y una furia fuera de lo normal, infinita, el banquete siguió durante unos minutos llenando todo a su paso de la sangre y restos que no tardaban en desaparecer siendo ingeridos por aquellos, el olor de la sangre fresca atraía a más que seguían los pasos de ellos y una montaña de aquellos seres se concentraban al rededor de los últimos restos de Audrey Banks, que se arremolinaban entorno al mismo punto
Mientras en la entrada una enorme muchedumbre furiosa por no poder logar alcanzar su objetivo a pocos metros seguía golpeando con un ansia y fuerza inagotables aquellas rejas, provocando que las puertas siguieran cediendo y que más escombros cayeran al suelo a la vez que el primer majini atravesaba la puerta siguiendo a aquel tipo hasta colocarse en frente de todos y abrir sus fauces gruñendo con violencia para abalanzarse sobre el primero que se encontraba en la entrada, dispuesto a morder.
Mientras en la entrada una enorme muchedumbre furiosa por no poder logar alcanzar su objetivo a pocos metros seguía golpeando con un ansia y fuerza inagotables aquellas rejas, provocando que las puertas siguieran cediendo y que más escombros cayeran al suelo a la vez que el primer majini atravesaba la puerta siguiendo a aquel tipo hasta colocarse en frente de todos y abrir sus fauces gruñendo con violencia para abalanzarse sobre el primero que se encontraba en la entrada, dispuesto a morder.
PÍDEME ROL + MP
- We are Enjoy the Silence 4.0:
Nueve años matando zombies... Y no nos cansamos. ¡GRACIAS A TODOS!
Por un segundo me pareció ver a una muchacha de cabello negro asomarse en el otro edificio. Esperé unos segundos a ver qué hacía, la cuerda había quedado del otro lado y no estuve segura si la habían tomado o no. Tampoco es que tenía la suficiente fuerza para intentarlo tantas veces, la distancia era mucha y ya me había cansado un poco de intentar que la cuerda llegara allá.
- Sería bueno que alguien me diera una mano. Ya no hay que planear, hay que actuar, tiene que ser ahora - comenté.
Observé del otro lado, por unos momentos era como si nada pasara, como si todos del otro lado estuvieran concentrados en otra cosa. Lamentablemente tampoco estaban actuando mucho, la cosa no iba ni para atrás ni para adelante y mi paciencia fingida comenzaba a desbordarme.
Me quedé quieta unos momentos, algo pasaba, callé para oír lo que sea que pasara del otro lado. No podía percibir casi nada, estaba preocupada, y nadie que se contactara por radio. La actitud de los de en frente había cambiado, nosotros ya no éramos el centro de atención, no parecía que continuaran atentos a su vía de escape.
- Algo malo sucede, no pueden ignorarnos así - comenté observando con los ojos entrecerrados, contemplando la prisión como queriendo que me dijera algo - Tenemos que hacer algo, y ahora. La opción de las alcantarillas es muy arriesgada ya. Tienen que venir por aquí arriba sí o sí. Necesito que alguien se haga cargo de la radio mientras aquí intento con alguien lo de la cuerda de nuevo. ¡Tu! - dije a una muchacha delgada, de cabello largo y rubio, casi blanco (Vanessa) - Ayúdame con ésto, alguien tiene que ponerse los pantalones.
Un fuego en mi pecho me obligó a respirar más agitada, una fea sensación, una total y absoluta impotencia. No podía organizar el grupo, no por sentirme líder ni mucho menos, si no por ser una militar de cierto rango, tenía que mantener a los civiles en orden y tenía que solicitar ayuda de otros que compartieran un conocimiento similar. A parte que no sabía qué pasaba allí. Temía que ya fuera demasiado tarde. Angustia, eso sentía.
- Sería bueno que alguien me diera una mano. Ya no hay que planear, hay que actuar, tiene que ser ahora - comenté.
Observé del otro lado, por unos momentos era como si nada pasara, como si todos del otro lado estuvieran concentrados en otra cosa. Lamentablemente tampoco estaban actuando mucho, la cosa no iba ni para atrás ni para adelante y mi paciencia fingida comenzaba a desbordarme.
Me quedé quieta unos momentos, algo pasaba, callé para oír lo que sea que pasara del otro lado. No podía percibir casi nada, estaba preocupada, y nadie que se contactara por radio. La actitud de los de en frente había cambiado, nosotros ya no éramos el centro de atención, no parecía que continuaran atentos a su vía de escape.
- Algo malo sucede, no pueden ignorarnos así - comenté observando con los ojos entrecerrados, contemplando la prisión como queriendo que me dijera algo - Tenemos que hacer algo, y ahora. La opción de las alcantarillas es muy arriesgada ya. Tienen que venir por aquí arriba sí o sí. Necesito que alguien se haga cargo de la radio mientras aquí intento con alguien lo de la cuerda de nuevo. ¡Tu! - dije a una muchacha delgada, de cabello largo y rubio, casi blanco (Vanessa) - Ayúdame con ésto, alguien tiene que ponerse los pantalones.
Un fuego en mi pecho me obligó a respirar más agitada, una fea sensación, una total y absoluta impotencia. No podía organizar el grupo, no por sentirme líder ni mucho menos, si no por ser una militar de cierto rango, tenía que mantener a los civiles en orden y tenía que solicitar ayuda de otros que compartieran un conocimiento similar. A parte que no sabía qué pasaba allí. Temía que ya fuera demasiado tarde. Angustia, eso sentía.
El pequeño se acercó aún más a Audrey de forma que se aferró a su pierna y cerró los ojos por un instante, eso si mientras tiraba de su mano para abrazar a Buzzy con él y como de la nada varias imágenes pasaron por su mente, las de la muerte de su nana, una señora mayor que cuidaba de él y era lo más parecido que tenía a una madre cuando se quedaba solo en casa, Nana le dijo que corriera y eso hizo él, en la calle se topó con Audrey y ambos entraron en la prisión no había más historia que esa, en aquel momento aquellos recuerdos llegaron a su cabeza.
Al abrir los ojos de nuevo vi a aquellos hombres malos, sabía que eran malos por su forma de andar y porque eran como los monstruos contra los que Buzzy luchaba, pero ahora Buzzy no tenía fuerzas para luchar y no quería que él hiciera todo aquello, si no se iría como Nana lo hizo, y yo quería que él se quedase conmigo, Ody caminó hacia la pared de golpe, y yo la seguí hasta que me cogió en brazos y me apartaba de los hombres malos, después abrió un conducto de ventilación, o así lo llamaban los demás, yo solo sabía que era un pasillo pequeño en la pared, más de una vez quería haber entrado con Buzzy para jugar al escondite. Me volví hacia Ody que parecía triste y la miré colocando mi manita sobre su mejilla.
-Ody, no... Ven con...-No dije nada más, pues ella sonrió diciendo que iría por otro conducto más grande y yo asentí sonriendo a sus palabras.-Ody Lionel también te quiere mucho.-Tenía que hacerle caso, le di un beso en su mejilla y agarrando a Buzzy de su brazo con los dientes comencé a gatear por el conducto, luego Ody saldría y ambos iríamos a avisar a Woody de que los señores malos habían entrado en el comedor, pero de golpe dejé de gatear y miré hacia atrás un momento, al fondo se veía la rendija, Ody la había vuelto a poner y el conducto era oscuro, miré hacia adelante otra vez y abrí la boca provocando que Buzzy cayera, lo cogí con las manos y lo miré fijamente.
-Buzzy... Lionel tiene miedo.-Sollocé mientras lo miraba y veía su sonrisa que como siempre estaba ahí.-¡No te rías Buzzy!, algo malo está pasando...-A penas se dio cuenta de que botón había presionado, pero la luz del brazo de Buzzy se iluminó de repente haciendo que el conducto estuviera menos oscuro, hacía semanas que aquella luz no funcionaba... Por lo que sonreí de golpe.
-¡Buzzy, eres bueno!-Dije sonriendo a la vez que lo colocaba sobre mi hombro para que iluminase hacia adelante y así poder seguir gateando por los conductos hasta que encontrase una salida y dar con los demás.
Al abrir los ojos de nuevo vi a aquellos hombres malos, sabía que eran malos por su forma de andar y porque eran como los monstruos contra los que Buzzy luchaba, pero ahora Buzzy no tenía fuerzas para luchar y no quería que él hiciera todo aquello, si no se iría como Nana lo hizo, y yo quería que él se quedase conmigo, Ody caminó hacia la pared de golpe, y yo la seguí hasta que me cogió en brazos y me apartaba de los hombres malos, después abrió un conducto de ventilación, o así lo llamaban los demás, yo solo sabía que era un pasillo pequeño en la pared, más de una vez quería haber entrado con Buzzy para jugar al escondite. Me volví hacia Ody que parecía triste y la miré colocando mi manita sobre su mejilla.
-Ody, no... Ven con...-No dije nada más, pues ella sonrió diciendo que iría por otro conducto más grande y yo asentí sonriendo a sus palabras.-Ody Lionel también te quiere mucho.-Tenía que hacerle caso, le di un beso en su mejilla y agarrando a Buzzy de su brazo con los dientes comencé a gatear por el conducto, luego Ody saldría y ambos iríamos a avisar a Woody de que los señores malos habían entrado en el comedor, pero de golpe dejé de gatear y miré hacia atrás un momento, al fondo se veía la rendija, Ody la había vuelto a poner y el conducto era oscuro, miré hacia adelante otra vez y abrí la boca provocando que Buzzy cayera, lo cogí con las manos y lo miré fijamente.
-Buzzy... Lionel tiene miedo.-Sollocé mientras lo miraba y veía su sonrisa que como siempre estaba ahí.-¡No te rías Buzzy!, algo malo está pasando...-A penas se dio cuenta de que botón había presionado, pero la luz del brazo de Buzzy se iluminó de repente haciendo que el conducto estuviera menos oscuro, hacía semanas que aquella luz no funcionaba... Por lo que sonreí de golpe.
-¡Buzzy, eres bueno!-Dije sonriendo a la vez que lo colocaba sobre mi hombro para que iluminase hacia adelante y así poder seguir gateando por los conductos hasta que encontrase una salida y dar con los demás.
- Buzzy & Jade:
-Maldita sea!-Rugí de golpe al percatarme de todo lo que estaba pasando, aún sentía la pierna dolorida pero eché a caminar hacia el interior de la prisión, sujeté la puerta un momento y miré al chico que había dicho que los dos novatos estaban en el interior.
-¿Tu no eras sordo o mudo?-Le pregunté de golpe rompiendo toda la tensión que había, entonces negué con la cabeza. -Si alguien quiere quedarse aquí a terminar de tapar la puerta adelante, tenemos que asegurarnos de que esto esté sellado si no vamos a poder salir aún, los demás a ver que de grabe está la situación, ¡Joder!, no quiero ni una sola puta queja, estamos todos en esto, así que ahora ya sabéis, lo siento mucho señoritas pero ya se ha terminado la fiesta del té... ¡A trabaja coño!
Las voces se podían oir hasta en el pasillo y en la entrada donde había dejado a la gente para que me siguiera por esa zona, el objetivo era encontrar a los dos mocosos, la niñita y el niñito tenían que ser... El pasillo estaba desierto cuando golpe una de esas criaturas salió de la nada, por lo que agarré el machete con fuerza y lo clavé en su cabeza como si no hubiera pasado nada, saqué la afilada hoja y seguí hacia los pabellones, al asomarme por el cristal casi me cagué encima, atranqué la puerta y eché a correr por donde había venido.
-¡Mierda, mierda, mierda, ¡joder!-Llegué hasta los demás y mantuve la puerta abierta.-¡Dejad eso, no hay nada que hacer a la maldita azotea ya!-Gritaba mientras movía la mano hacia adelante.
-Id por la zona de los presos, ni os acerquéis a los pabellones, alguien con luces que vaya primero yo os cubro, iré detrás... ¡venga venga!.-Decía mientras esperaba a que todos pasaran hacia adelante.
-¿Tu no eras sordo o mudo?-Le pregunté de golpe rompiendo toda la tensión que había, entonces negué con la cabeza. -Si alguien quiere quedarse aquí a terminar de tapar la puerta adelante, tenemos que asegurarnos de que esto esté sellado si no vamos a poder salir aún, los demás a ver que de grabe está la situación, ¡Joder!, no quiero ni una sola puta queja, estamos todos en esto, así que ahora ya sabéis, lo siento mucho señoritas pero ya se ha terminado la fiesta del té... ¡A trabaja coño!
Las voces se podían oir hasta en el pasillo y en la entrada donde había dejado a la gente para que me siguiera por esa zona, el objetivo era encontrar a los dos mocosos, la niñita y el niñito tenían que ser... El pasillo estaba desierto cuando golpe una de esas criaturas salió de la nada, por lo que agarré el machete con fuerza y lo clavé en su cabeza como si no hubiera pasado nada, saqué la afilada hoja y seguí hacia los pabellones, al asomarme por el cristal casi me cagué encima, atranqué la puerta y eché a correr por donde había venido.
-¡Mierda, mierda, mierda, ¡joder!-Llegué hasta los demás y mantuve la puerta abierta.-¡Dejad eso, no hay nada que hacer a la maldita azotea ya!-Gritaba mientras movía la mano hacia adelante.
-Id por la zona de los presos, ni os acerquéis a los pabellones, alguien con luces que vaya primero yo os cubro, iré detrás... ¡venga venga!.-Decía mientras esperaba a que todos pasaran hacia adelante.
¿Días, semanas, meses?, daba exactamente igual, era como si llevase siglos encerrada en aquel lugar, aún no me podría creer todo lo que estaba ocurriendo, en su tiempo me negué a trabajar para Umbrella... ¡Y que gran acierto!, ¿que habría ocurrido si hubiera estado con ellos?, al parecer la había liado y pero bien, por otra parte estaba bastante molesta como era normal, no podía dejar de pensar en mi padre y en mi hermano, ¿que habría sido de ellos?, el pueblo su gente, todo... ¿Estarían muertos?, ¿estarían vagando de un lado a otro como esos de allá abajo?.
Tenía que salir de aquel maldito lugar, tenía que volver a Maryland, encontrar a mi familia e ir a Fort Detrick, no podía estar todo acabado, seguramente allí todavía quedaría gente, algo por lo que luchar, me negaba a creer que tal vez no quedase nada allí, porque eso no podía ser, el ejército mismo cuidaba de esas instalaciones... Entre un pensamiento y otro se habían pasado mis días poco a poco hasta que ya la desesperación por salir era mayor, acompañada de la agonía y del pensar en que mi hermano y mi padre podrían estar muertos, eso me iba matando lentamente, era peor que el hecho de asomarme cada día a alguna de las ventanas en las zona de administración de la prisión para ver entonces a la enorme horda arremeter contra los muros de la prisión, ellos sabían que estábamos allí y no pararían hasta acabar con nosotros.
Finalmente aquel día tuvo que llegar, cuando Woody empezó a gritarnos sentí aún con más fuerza aquella agonía, no tardamos en salir corriendo de la entrada del edificio, por lo menos yo siguiendo los pasos de aquel lunático que aunque pareciera mal de la cabeza era por ahora el que más narices había tenido para llevar la situación. En un principio no me había importado quedarme en la entrada a ayudar a tapar la puerta, pero cuando él entró gritando que no había nada que hacer sentí como el corazón se me salía del pecho, ni siquiera sabía que estarían haciendo el resto de personas en lo alto de aquel edificio de enfrente, pero por lo que podíamos ver nosotros estábamos demasiado mal.
Al escuchar al chico que nunca decía nada no pude evitar pararme un poco en la puerta para mirar a Woody. - ¿Y el niño y la chica? - Pregunté casi con desesperación, pero es que la prisa era mayor, por lo que seguí avanzando para poder dejar paso a el resto, avancé por el pasillo corriendo detrás de el que fuera asegurando nuestro avance.
Tenía que salir de aquel maldito lugar, tenía que volver a Maryland, encontrar a mi familia e ir a Fort Detrick, no podía estar todo acabado, seguramente allí todavía quedaría gente, algo por lo que luchar, me negaba a creer que tal vez no quedase nada allí, porque eso no podía ser, el ejército mismo cuidaba de esas instalaciones... Entre un pensamiento y otro se habían pasado mis días poco a poco hasta que ya la desesperación por salir era mayor, acompañada de la agonía y del pensar en que mi hermano y mi padre podrían estar muertos, eso me iba matando lentamente, era peor que el hecho de asomarme cada día a alguna de las ventanas en las zona de administración de la prisión para ver entonces a la enorme horda arremeter contra los muros de la prisión, ellos sabían que estábamos allí y no pararían hasta acabar con nosotros.
Finalmente aquel día tuvo que llegar, cuando Woody empezó a gritarnos sentí aún con más fuerza aquella agonía, no tardamos en salir corriendo de la entrada del edificio, por lo menos yo siguiendo los pasos de aquel lunático que aunque pareciera mal de la cabeza era por ahora el que más narices había tenido para llevar la situación. En un principio no me había importado quedarme en la entrada a ayudar a tapar la puerta, pero cuando él entró gritando que no había nada que hacer sentí como el corazón se me salía del pecho, ni siquiera sabía que estarían haciendo el resto de personas en lo alto de aquel edificio de enfrente, pero por lo que podíamos ver nosotros estábamos demasiado mal.
Al escuchar al chico que nunca decía nada no pude evitar pararme un poco en la puerta para mirar a Woody. - ¿Y el niño y la chica? - Pregunté casi con desesperación, pero es que la prisa era mayor, por lo que seguí avanzando para poder dejar paso a el resto, avancé por el pasillo corriendo detrás de el que fuera asegurando nuestro avance.
Lo que yo decía, Woody confirmó mi teoría, lo miré un tanto aturdido, aquel hombre era bien raro y seguidamente negué rápido dos veces, me fijé en la chica que según tenía entendido se llamaba Zenobia o algo así hizo ademán de quedarse a colocar las cosas, di por sentado que Woody iba a por Audrey y Lionel por lo que fui a ayudar a la chica cuando de golpe Woody regresó de nuevo y sus palabras eran de todo menos agradables, le miré asintiendo a la vez que tragaba saliva y agarraba mi viejo bate con ambas manos, había pedido a a alguien con luces que siguiera el camino y guiase a los demás, pero como nadie se ponía delante y había mucha prisa le miré de forma un tanto tímida para la situación y di el paso hacia adelante, todo eso fue muy rápido, no había tiempo que perder, por lo que me adelante a la vez que alzaba el bate en mis manos tratando de ser todo lo valiente que la situación me permitía.
Apenas había cruzado la puerta y dado unos pasos cuando me volví hacia Zenobia entre las prisas que preguntaba a Woody por los chicos, no había tiempo de ponerse a buscarlos, lo más seguro es que estuvieran arriba.
-Woody no los ha visto aquí abajo, así que estarán en la azotea.... ¡Vamos!-Le decía dando prisa mientras que echaba de nuevo a correr con la mirada fija en los oscuros pasillos que se tornaban ahora más siniestros que sabíamos que estaban plagados de aquellas criaturas, como Woody había dicho debíamos ir por la zona de los presos, normalmente evitábamos estas zonas porque eran bastante siniestras, aunque por ejemplo a la hora de dormir utilizásemos las celdas, daba igual, si el decía misa se iba a misa, ya que por ahora era el único que había afrontado la situación con un buen par, por muy loco que estuviera yo obedecería. A lo lejos una figura por un momento creí que eran los chicos hasta que llegué a su altura y no tuve de otra que empezar a golpear su cráneo con fuerza para que no se comiera literalmente al resto que venían por detrás.
-¡Vamos seguid, ahora os adelanto!-Gritaba mientras que sacaba fuerzas de donde no las tenía para terminar de acabar con aquel podrido.
Apenas había cruzado la puerta y dado unos pasos cuando me volví hacia Zenobia entre las prisas que preguntaba a Woody por los chicos, no había tiempo de ponerse a buscarlos, lo más seguro es que estuvieran arriba.
-Woody no los ha visto aquí abajo, así que estarán en la azotea.... ¡Vamos!-Le decía dando prisa mientras que echaba de nuevo a correr con la mirada fija en los oscuros pasillos que se tornaban ahora más siniestros que sabíamos que estaban plagados de aquellas criaturas, como Woody había dicho debíamos ir por la zona de los presos, normalmente evitábamos estas zonas porque eran bastante siniestras, aunque por ejemplo a la hora de dormir utilizásemos las celdas, daba igual, si el decía misa se iba a misa, ya que por ahora era el único que había afrontado la situación con un buen par, por muy loco que estuviera yo obedecería. A lo lejos una figura por un momento creí que eran los chicos hasta que llegué a su altura y no tuve de otra que empezar a golpear su cráneo con fuerza para que no se comiera literalmente al resto que venían por detrás.
-¡Vamos seguid, ahora os adelanto!-Gritaba mientras que sacaba fuerzas de donde no las tenía para terminar de acabar con aquel podrido.
-¿Ahora vamos con prisas?...-Dije casi gritando y de mala gana a la vez que me acercaba para ayudar a tirar de la cuerda hacia arriba y subirla una vez más. -¡Bieeen ya era hora joder!.-Dije con bastante sarcasmo, estaba realmente cabreada, llevaba un buen rato intentando que se hiciera algo y todo el mundo parecía pasar de todo como de la mierda...
Otra vez la cuerda había caído abajo y tiramos de ella para subirla, joder, había gente, vidas en juego, pero la maldita cárcel parecía estar sumida en otro mundo, era como si estuvieran haciendo cosas más importantes, no podrían seguir allí por mucho tiempo al igual que nosotros, aquel improvisado muro de cacharros de allá abajo no aguantaría mucho, terminamos de subir la cuerda y la dejé al suelo.
-Necesitamos que los del edificio del enfrente estén atentos y en la azotea, si vamos a lanzar la cuerda de nuevo tienen que estar allí arriba para recibirla y lanzar de nuevo el extremo para hacerla doble de resistente...¡Será mejor comunicarse rápido con ellos!, ¿sigue funcionando la radio?.-Iba diciendo mientras colocaba la cuerda en el suelo formando un circulo para que no se enrollase ni nada por el estilo a la vez que me quitaba la vieja camisa que llevaba por encima de una camiseta de tirantes negra, hice varios jirones y me los lié en las manos improvisando unos guantes, ya me había quemado algo las manos antes cuando traté de que Mike no cayera, mientras hacía eso fui comprobando la cuerda para ver si estaba débil por alguna parte y que no ocurriera de nuevo lo de antes, me acerqué ala pequeña caseta de ladrillos por la que se entraba a las escaleras y bajar abajo y miré la estructura de de una antena que había enganchada a la pared, me subí como pude trepando por los ladrillos y me quedé colgada del hierro un buen rato, parecía resistente, entonces me dejé caer al suelo.
-Ataré la cuerda aquí... Pero no nos fiaremos, sobra un extremo, varios podemos agarrar esa parte por si se suelta, vamos.-Seguidamente fui a por la cuerda y cogiendo el extremo lo até con varios nudos fuertes o lo que yo creí que podrían ser fuertes y aguantar, luego agarré el otro extremo y volvimos a atarle algo con peso para poder lanzar la cuerda, la giré sobre mi y repetí la acción de la chica morena, el extremo cayó en la azotea y entonces me quedé quieta a la vez que me mordía el labio. -Esperemos... Tienen que subir, ya ni siquiera están allí abajo... Esperemos que suban arriba antes de que la cuerda vuelva a caer.-Eternidad, descripción gráfica, podía sentirla a la vez que los latidos de mi corazón mientras agarraba la cuerda como si fuera la cosa más delicada del mundo, cualquier movimiento o tirón provocaría que la cuerda cayera del otro edificio y sería vuelta a empezar...
Otra vez la cuerda había caído abajo y tiramos de ella para subirla, joder, había gente, vidas en juego, pero la maldita cárcel parecía estar sumida en otro mundo, era como si estuvieran haciendo cosas más importantes, no podrían seguir allí por mucho tiempo al igual que nosotros, aquel improvisado muro de cacharros de allá abajo no aguantaría mucho, terminamos de subir la cuerda y la dejé al suelo.
-Necesitamos que los del edificio del enfrente estén atentos y en la azotea, si vamos a lanzar la cuerda de nuevo tienen que estar allí arriba para recibirla y lanzar de nuevo el extremo para hacerla doble de resistente...¡Será mejor comunicarse rápido con ellos!, ¿sigue funcionando la radio?.-Iba diciendo mientras colocaba la cuerda en el suelo formando un circulo para que no se enrollase ni nada por el estilo a la vez que me quitaba la vieja camisa que llevaba por encima de una camiseta de tirantes negra, hice varios jirones y me los lié en las manos improvisando unos guantes, ya me había quemado algo las manos antes cuando traté de que Mike no cayera, mientras hacía eso fui comprobando la cuerda para ver si estaba débil por alguna parte y que no ocurriera de nuevo lo de antes, me acerqué ala pequeña caseta de ladrillos por la que se entraba a las escaleras y bajar abajo y miré la estructura de de una antena que había enganchada a la pared, me subí como pude trepando por los ladrillos y me quedé colgada del hierro un buen rato, parecía resistente, entonces me dejé caer al suelo.
-Ataré la cuerda aquí... Pero no nos fiaremos, sobra un extremo, varios podemos agarrar esa parte por si se suelta, vamos.-Seguidamente fui a por la cuerda y cogiendo el extremo lo até con varios nudos fuertes o lo que yo creí que podrían ser fuertes y aguantar, luego agarré el otro extremo y volvimos a atarle algo con peso para poder lanzar la cuerda, la giré sobre mi y repetí la acción de la chica morena, el extremo cayó en la azotea y entonces me quedé quieta a la vez que me mordía el labio. -Esperemos... Tienen que subir, ya ni siquiera están allí abajo... Esperemos que suban arriba antes de que la cuerda vuelva a caer.-Eternidad, descripción gráfica, podía sentirla a la vez que los latidos de mi corazón mientras agarraba la cuerda como si fuera la cosa más delicada del mundo, cualquier movimiento o tirón provocaría que la cuerda cayera del otro edificio y sería vuelta a empezar...
No memories, no pain, no life...
Las cosas estaban cada vez peor. No conocía a nadie, pero más o menos recordaba nombres y rostros de mis cortos momentos cenando con los demás. Lionel y Audrey eran los de menor edad entre todos nosotros, y si seguían ahí adentro, junto con esas cosas que hacía poco logré ver, probablemente ya no estarían vivos, o al menos no de la misma forma. Cerré los ojos y bajé la cabeza recordando a mi hermana, que estaría luchando contra los muertos vivientes totalmente sola en una ciudad infectada en su totalidad.
El hombre vaquero comenzó a balbucear ordenes que no podía comprender debido al miedo y al nerviosismo, para luego volver a entrar al edificio. Intenté detenerlo diciéndole que era demasiado arriesgado, pero las palabras no salían de mi garganta. Aunque poco después regresó advirtiendo lo que yo ya sabía. No hay nada que hacer. ¿Subir a la azotea iba a salvarnos? Lo dudaba mucho. A un descerebrado normal se le dificulta subir escaleras, pero esas cosas de ahí adentro no son descerebrados normales. Aún así, comencé a moverme junto al grupo entero, protegido detrás del muchacho que resultó no ser sordo o mudo, como muchos creíamos. Era evidente que todos se preocupaban por los dos pequeños, pero ya no había oportunidad para ellos dos. Y quizá tampoco había oportunidad para nosotros.
Un caminante apareció en medio del camino y el chico que me protegía salió en su caza. No podía permanecer detrás de él más tiempo, por lo que busqué refugio en alguien más. La primera persona que vi: Una mujer de la que no conocía casi nada. Patético de mí tener que moverme detrás de alguien para no orinarme en los pantalones por el miedo.
El hombre vaquero comenzó a balbucear ordenes que no podía comprender debido al miedo y al nerviosismo, para luego volver a entrar al edificio. Intenté detenerlo diciéndole que era demasiado arriesgado, pero las palabras no salían de mi garganta. Aunque poco después regresó advirtiendo lo que yo ya sabía. No hay nada que hacer. ¿Subir a la azotea iba a salvarnos? Lo dudaba mucho. A un descerebrado normal se le dificulta subir escaleras, pero esas cosas de ahí adentro no son descerebrados normales. Aún así, comencé a moverme junto al grupo entero, protegido detrás del muchacho que resultó no ser sordo o mudo, como muchos creíamos. Era evidente que todos se preocupaban por los dos pequeños, pero ya no había oportunidad para ellos dos. Y quizá tampoco había oportunidad para nosotros.
Un caminante apareció en medio del camino y el chico que me protegía salió en su caza. No podía permanecer detrás de él más tiempo, por lo que busqué refugio en alguien más. La primera persona que vi: Una mujer de la que no conocía casi nada. Patético de mí tener que moverme detrás de alguien para no orinarme en los pantalones por el miedo.
Menos mal que Buzzy iluminaba el camino porque si no no vería nada y no sabría por donde iba, aunque tampoco es que supiera por donde iba, solo seguía hacia adelante gateando para no darme en la cabeza con el techo, que ya me había dado un par de veces con él y me dolía un poco la nuca, entonces Buzzy se cayó de golpe de mi hombre.
-¡Buzzy!-Le grité mientras lo volvía a colocar sobre mi hombro para que siguiera indicándome el camino.-No seas perezoso... Tenemos que salir ya, ¡que Ody nos tiene que estar esperando!-Le decía mientras retomaba de nuevo mi paso, íbamos gateando con lentitud por aquel conducto cuando escuchamos un ruido y automáticamente nos paramos y yo solté un pequeño grito.
-Buzzy, eso a Lionel no le gusta...-Decía para ver al fondo unas telas de araña pegadas en el conducto.-Y eso tampoco...-Sollocé mientras veía una araña ir por un lado entre mis manos hacia adelante, mi expresión se volvió aún más asustada.-Buzzy, ¿te acuerdas de Harry cuando luchó contra las arañas?, nosotros no podemos... ¡Corre!-Grité mientras empezaba a gatear más rápido para salir de una vez de aquel sitio, al fondo pudimos distinguir una rendija similar a por la que había entrado, al llegar hasta ella empezamos a golpearla mientras que me quitaba las telas de araña del pelo y me sacudía asustado.
-¡Socorro!, ¡no podemos salir!, ¡Lionel está asustado!-Seguía gritando de forma temerosa mientras con una mano golpeaba la rendija y con la otra seguía sacudiéndome las telas de araña.
-¡Buzzy!-Le grité mientras lo volvía a colocar sobre mi hombro para que siguiera indicándome el camino.-No seas perezoso... Tenemos que salir ya, ¡que Ody nos tiene que estar esperando!-Le decía mientras retomaba de nuevo mi paso, íbamos gateando con lentitud por aquel conducto cuando escuchamos un ruido y automáticamente nos paramos y yo solté un pequeño grito.
-Buzzy, eso a Lionel no le gusta...-Decía para ver al fondo unas telas de araña pegadas en el conducto.-Y eso tampoco...-Sollocé mientras veía una araña ir por un lado entre mis manos hacia adelante, mi expresión se volvió aún más asustada.-Buzzy, ¿te acuerdas de Harry cuando luchó contra las arañas?, nosotros no podemos... ¡Corre!-Grité mientras empezaba a gatear más rápido para salir de una vez de aquel sitio, al fondo pudimos distinguir una rendija similar a por la que había entrado, al llegar hasta ella empezamos a golpearla mientras que me quitaba las telas de araña del pelo y me sacudía asustado.
-¡Socorro!, ¡no podemos salir!, ¡Lionel está asustado!-Seguía gritando de forma temerosa mientras con una mano golpeaba la rendija y con la otra seguía sacudiéndome las telas de araña.
- Buzzy & Jade:
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